La polic¨ªa brit¨¢nica prepara ya las 20 primeras multas por las fiestas prohibidas de Downing Street
Boris Johnson, que tuvo que responder tambi¨¦n a un cuestionario policial, no est¨¢ en la primera tanda de sancionados
La Polic¨ªa Metropolitana de Londres, conocida como New Scotland Yard, ha seguido investigando el escandalo de las fiestas en Downing Street durante el confinamiento, mientras el Gobierno de Boris Johnson, la oposici¨®n y los medios de todo el pa¨ªs concentraban su atenci¨®n en la invasi¨®n de Ucrania y daban pr¨¢cticamente por amortizado un asunto que, apenas hace dos meses,...
La Polic¨ªa Metropolitana de Londres, conocida como New Scotland Yard, ha seguido investigando el escandalo de las fiestas en Downing Street durante el confinamiento, mientras el Gobierno de Boris Johnson, la oposici¨®n y los medios de todo el pa¨ªs concentraban su atenci¨®n en la invasi¨®n de Ucrania y daban pr¨¢cticamente por amortizado un asunto que, apenas hace dos meses, hab¨ªa colocado la losa final en la carrera pol¨ªtica del primer ministro. Pero este martes, los responsables de la investigaci¨®n han anunciado que ya tienen listas para su entrega las 20 primeras multas a personal del n¨²mero 10 de Downing Street y del 70 de Whitehall (donde reside la Oficina del Gabinete del primer ministro) que habr¨ªan quebrado las normas de distanciamiento social. La polic¨ªa asumi¨® la competencia indagadora sobre doce de todos los eventos celebrados en sede gubernamental durante la pandemia. M¨¢s de cien cuestionarios, con la obligaci¨®n formal de ser cumplimentados e incluso la posibilidad de hacerlo con ayuda de abogado, fueron enviados a las personas que aparec¨ªan en los centenares de fotos, correos y documentos que manejaban los investigadores. Entre los destinatarios de esos cuestionarios/interrogatorios se encontraban el mismo Johnson, su ministro de Econom¨ªa, Rishi Sunak, o el secretario del Gabinete (y n¨²mero uno del cuerpo de altos funcionarios), Simon Case. De hecho, Case fue el responsable de llevar a cabo una investigaci¨®n interna sobre el esc¨¢ndalo, que tuvo que abandonar en manos de su segunda, Sue Gray, cuando se supo que ¨¦l mismo hab¨ªa participado en una de las fiestas.
Downing Street ya se ha apresurado a se?alar que Johnson no se encuentra entre los primeros multados, pero nada indica que no pueda finalmente recibir su propias sanci¨®n, porque el consenso general anticipa que Scotland Yard apenas ha comenzado a entregar las primeras penalizaciones administrativas. No son sanciones penales, y por tanto no se incorporan a los antecedentes policiales del sancionado. Scotland Yard ni siquiera ha dado los nombres de los multados, y la ley no les obliga a comunicar la sanci¨®n a sus superiores. En el caso de Johnson, sin embargo, existe un compromiso expl¨ªcito por parte del propio primer ministro y de su equipo de Downing Street de hacer p¨²blica la sanci¨®n, si finalmente recibe una. Sin embargo, el Gobierno brit¨¢nico sigue sin admitir que se haya incumplido la ley en sede p¨²blica, ni mucho menos que el primer ministro haya podido enga?ar deliberadamente al Parlamento y est¨¦ obligado a dimitir. ¡°El primer ministro ya ha pedido disculpas por todas aquellas cosas que no se hicieron bien, por el modo en que se gestion¨® todo este asunto y por todos los errores que se cometieron¡±, ha dicho un portavoz del Ejecutivo.
¡°Es una verg¨¹enza que, mientras el resto del pa¨ªs cumpl¨ªa con las normas, el Gobierno de Johnson actuaba como si las reglas de la pandemia no hubieran sido escritas tambi¨¦n para ellos¡±, ha dicho este martes la n¨²mero dos del Partido Laborista, Angela Rayner, quien de nuevo ha vuelto a exigir la dimisi¨®n del primer ministro. A su petici¨®n se ha sumado la de Ed Davey, l¨ªder de los liberales dem¨®cratas: ¡°Si Johnson cree que puede escabullirse de las consecuencias del partygate, se equivoca. Todos sabemos qui¨¦n fue el responsable¡±, ha dicho.
A pesar de la cascada de diputados conservadores que se sumaron a las peticiones de dimisi¨®n en el momento m¨¢s delicado de todo el esc¨¢ndalo, y del n¨²mero de ellos que llegaron a enviar ¡°cartas de retirada de confianza¡± a la direcci¨®n del grupo parlamentario, para forzar una moci¨®n de censura interna contra Johnson, la situaci¨®n en el partido ha cambiado dr¨¢sticamente. La guerra de Ucrania, la necesidad de mostrar unidad y respaldo al Gobierno, y el hecho cierto de que el primer ministro ha sabido estar a la altura de las circunstancias, ha calmado los ¨¢nimos levantiscos de muchos diputados. Eso no quiere decir que Johnson se haya escapado de la soga, porque ser¨ªa dif¨ªcil de justificar una multa por las fiestas prohibidas. Ser¨ªa la confirmaci¨®n de que el primer ministro incumpli¨® la ley y minti¨® al Parlamento y hay muchos cr¨ªticos latentes en el seno de su partido que estar¨ªan dispuestos a volver a la carga.
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