Liudmila Denisova, defensora del pueblo de Ucrania: ¡°Rusia emplea las violaciones como arma de guerra¡±
La centralita de apoyo psicol¨®gico del organismo recibi¨®, entre el 1 y el 14 de abril, 400 llamadas con relatos de violencia sexual a ra¨ªz de la retirada rusa de los alrededores de Kiev
Liudmila Denisova (Arjangelsk, Rusia, 61 a?os) asumi¨® en 2018 el cargo de defensora del pueblo de Ucrania (ombudsman de Derechos Humanos del Parlamento, en su nombre t¨¦cnico) con un discurso en el que se?al¨® la pobreza como el principal problema del pa¨ªs y prometi¨® defender los derechos de los jubilados. Cuatro a?os m¨¢s tarde, la invasi¨®n rusa le ha obligado de forma abrupta a cambiar el foco hasta convertirse en el altavoz oficial m¨¢s activo en la ...
Liudmila Denisova (Arjangelsk, Rusia, 61 a?os) asumi¨® en 2018 el cargo de defensora del pueblo de Ucrania (ombudsman de Derechos Humanos del Parlamento, en su nombre t¨¦cnico) con un discurso en el que se?al¨® la pobreza como el principal problema del pa¨ªs y prometi¨® defender los derechos de los jubilados. Cuatro a?os m¨¢s tarde, la invasi¨®n rusa le ha obligado de forma abrupta a cambiar el foco hasta convertirse en el altavoz oficial m¨¢s activo en la denuncia de agresiones sexuales e indicios de cr¨ªmenes de guerra a manos de militares rusos.
La Defensor¨ªa del Pueblo opera, con el apoyo de Unicef, una centralita telef¨®nica para proveer ayuda psicol¨®gica todos los d¨ªas a cualquier hora. El tipo de llamadas, destaca Denisova, ¡°ha cambiado mucho¡± desde el inicio de la guerra, el pasado 24 de febrero. ¡°Hasta el 31 de marzo, la gente buscaba sobre todo a alguien. Ahora tienen que ver m¨¢s bien con haber sufrido un crimen, principalmente agresiones sexuales ?Por qu¨¦? Porque hasta entonces esos sitios estaban a¨²n ocupados por las tropas rusas¡±. Entre el 1 y el 14 de abril, la centralita recibi¨® 400 llamadas con relatos de violaciones, una vez que las fuerzas rusas se replegaron y centraron su ofensiva en el sur y el este de Ucrania, asegura. ¡°Claramente, no es un n¨²mero definitivo, porque hay que entender que no todo el mundo llama y que algunos a¨²n no pueden, por estar en zonas ocupadas. Quiz¨¢s sea el doble o el triple¡±, se?alaba el pasado martes en una entrevista con este peri¨®dico realizada en la sede de la instituci¨®n en Kiev.
La defensora del pueblo ¨Dque obtuvo la nacionalidad ucrania tras mudarse en los a?os noventa a la pen¨ªnsula de Crimea, hoy anexionada por Rusia¨D insiste en que es ¡°muy dif¨ªcil tener pruebas¡± de las violaciones, porque las v¨ªctimas no quieren revivir la experiencia ni que se sepa. ¡°Es el problema. Tienes que tenerlas, ?pero c¨®mo? Cuando llaman, para empezar, no quieren compartir su historia y suelen decir ¡®yo tambi¨¦n tengo la culpa de que me pasase¡¯. O le dicen al psic¨®logo: ¡®no merezco tu tiempo¡¯. Otro problema es que solo suelen recordar el principio de la historia y el final [...]. Dentro de meses o a?os, a lo mejor, lo hablan con alguien¡±, afirma. El primer objetivo de los profesionales que las atienden es evitar que se suiciden, agrega.
Denisova cree que la suma del alto n¨²mero de denuncias con el gusto de los soldados rusos por obligar a los familiares a presenciar las agresiones sexuales y las frases que las v¨ªctimas coinciden en atribuirles dibuja un patr¨®n de empleo de la violencia sexual como ¡°un arma m¨¢s de guerra¡±, en vez de tratarse de casos aislados. ¡°Estoy bastante segura¡±, se?ala. ¡°Una de las cosas que la mayor¨ªa suele decir es: ¡®Os violaremos hasta que no sint¨¢is deseo hacia ning¨²n otro hombre, hasta que no sint¨¢is deseo de dar a luz nuevos ucranios¡¯. Y es en grandes grupos. Y cruel, no para matar el deseo. Tambi¨¦n por el alcohol. Normalmente, est¨¢n borrachos cuando lo hacen¡±, apunta.
La defensora del pueblo insiste en que, adem¨¢s del trauma de la agresi¨®n, la mayor¨ªa carga tambi¨¦n con haber presenciado el asesinato de sus hermanos o maridos cuando trataban de impedirla. Los autores, coinciden las v¨ªctimas en sus relatos, ten¨ªan entre 20 y 25 a?os, lo que Denisova interpreta como una prueba de la ¡°influencia de la propaganda de Vlad¨ªmir Putin¡±, ya que esa franja de edad ha crecido con ¨¦l como presidente o primer ministro.
Su gesto serio, con gafas, jersey de cuello vuelto y discurso monocorde, conceden a Denisova un aspecto que parece sacado de una pel¨ªcula de Hollywood sobre la ¨¦poca sovi¨¦tica. La forma sobria contrasta con el fondo de sus palabras: una cadena de denuncias de violaciones, a cu¨¢l m¨¢s atroz. Por ejemplo, la de una adolescente de 14 a?os por cinco militares frente a la madre. ¡°No quisieron contar la historia ni compartirla con nadie. Solamente llamaron a la centralita cuando descubrieron que estaba embarazada y el m¨¦dico les imped¨ªa abortar¡±, cuenta.
Otro soldado viol¨® a una mujer durante varios d¨ªas y al final le dijo: ¡°Me he enamorado de ti. Quiero que te vengas conmigo a Rusia¡±, apunta. ¡°Ella respondi¨® con la excusa de que no pod¨ªa porque su madre estaba muy mayor y ten¨ªa que cuidar de ella. As¨ª que el soldado mat¨® a la madre¡±, prosigue.
Denisova habla tambi¨¦n de actos de particular crueldad. Como el de los tres militares rusos que obligaron a una ucrania de 25 a?os a ver c¨®mo violaban durante unas diez horas a su hermana seis a?os menor. ¡°Ella les ped¨ªa: ¡®por favor, parad, hac¨¦dmelo a m¨ª, no a ella¡¯. No quisieron: solo la sujetaban y le dec¨ªan: ¡®Vamos a hacerle esto a todas y cada una de las putas nazis ucranias¡±, dice.
V¨ªctimas de 11 a 70 a?os
Las denuncias de violaci¨®n van desde una mujer de 70 a?os a una ni?a de 11, en Gostomel (al noroeste de Kiev), que ahora se siente culpable. ¡°Mi madre me prohibi¨® salir de casa¡¯, dice. ¡®Lo hice solo para llevarle flores, para hacerla feliz¡¯. Y as¨ª es c¨®mo se top¨® con los soldados rusos. No recuerda lo que pas¨®, solo c¨®mo la empezaron a tocar¡±.
La defensora relata asimismo la llamada de una mujer preguntando qu¨¦ hacer despu¨¦s de que tres soldados rusos la atasen a una silla para que viese c¨®mo violaban a su hijo de 11 a?os. Otro hombre violado ten¨ªa 45 a?os. ¡°Sali¨® del refugio en uno de los territorios ocupados a buscar agua y se encontr¨® con un soldado, que le viol¨®, rob¨® y golpe¨®. Le dej¨® all¨ª probablemente porque pensaba que estaba muerto¡±, a?ade.
El m¨®vil de Denisova se ilumina. Se disculpa y atiende una llamada. Luego explica que 58 ni?os, con edades de cuatro meses a cuatro a?os y en su mayor¨ªa con discapacidad, han sido hallados en el refugio subterr¨¢neo de una iglesia en la ciudad de Jers¨®n, en el sur del pa¨ªs y tomada por las fuerzas rusas. Llevaban all¨ª 55 d¨ªas.
Al final de la entrevista, Denisova saca su lado m¨¢s pol¨ªtico, al pedir a Occidente nuevas sanciones a Rusia y armamento para su pa¨ªs. Fue ministra de Trabajo y Pol¨ªticas Sociales entre 2007 y 2010, en el segundo Gobierno de Yulia Timoshenko ¨Dla hero¨ªna de la Revoluci¨®n Naranja de 2004¨D y de Pol¨ªtica Social apenas unos meses con Arseni Yatseniuk, tras la famosa protesta del Euromaid¨¢n, motivada por la negativa en 2013 del entonces presidente, el prorruso Viktor Yanuk¨®vich, a firmar un acuerdo de asociaci¨®n con la UE.
¨D?C¨®mo separa su rol de lo pol¨ªtico en tiempos de guerra?
¨DEntiendo perfectamente mis responsabilidades ahora que no soy una pol¨ªtica. El hecho de ser conocida en mi pa¨ªs me ayuda mucho a hacer mi trabajo. Una mitad de la vida trabajas en la agenda y la otra la usas.
Como el resto de dirigentes ucranios, Denisova entra en el resbaladizo terreno de calificar de genocidio los aparentes cr¨ªmenes de guerra rusos o contra la humanidad en Ucrania. Argumenta que se act¨²a desde la intenci¨®n ¨Dque no ha sido probada¨D de destruir parcial o totalmente al pueblo ucranio. Lo justifica en el traslado de ni?os a Rusia ¨Ddesde, por ejemplo, Mariupol¨D, que vincula a un proyecto de ley en Rusia, que un comit¨¦ empezar¨¢ a valorar el pr¨®ximo martes, para facilitar la adopci¨®n de hu¨¦rfanos de guerra procedentes de las rep¨²blicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk. Y recalca la importancia que las tropas rusas han dado a la pr¨¢ctica de impedir nuevos nacimientos, casos que ejemplifica en la captura de un matrimonio cuando escapaba en coche a una parte m¨¢s segura de Ucrania. Los soldados rusos solo la asesinaron a ella, embarazada de ocho meses: ¡°No siempre les importa matar hombres, porque son las mujeres las que pueden parir nuevos ucranios¡±, concluye.
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