¡°El Estado colombiano quiere convertir a los j¨®venes que protestan en su nuevo enemigo¡±
El documentalista Alejandro Palencia reconstruye la historia de Daniel S¨¢nchez, un joven de 16 a?os, que apareci¨® muerto e incinerado dentro de un almac¨¦n en Cali durante las manifestaciones de 2021
¡°El joven que apareci¨® en el Dollarcity con varias partes del cuerpo quemadas es mi hermano. ?l tiene 16 a?os¡Ten¨ªa¡±. Mar¨ªa Paula S¨¢nchez habla de Daniel, el menor de la casa, el chico que empez¨® a trabajar a los 13 a?os porque en Colombia estudiar es un privilegio y algunos tienen que asumir vida de adultos siendo ni?os. Daniel S¨¢nchez sal¨ªa del taller de soldadura donde trabajaba desde hac¨ªa tres a?os y en el camino se encontr¨® con una protesta. Eran casi las seis de la tarde, empezaba a oscurecer. Hab¨ªa pasado un mes desde el inicio de las protestas contra del Gobierno de Iv¨¢n Duque y Silo¨¦...
¡°El joven que apareci¨® en el Dollarcity con varias partes del cuerpo quemadas es mi hermano. ?l tiene 16 a?os¡Ten¨ªa¡±. Mar¨ªa Paula S¨¢nchez habla de Daniel, el menor de la casa, el chico que empez¨® a trabajar a los 13 a?os porque en Colombia estudiar es un privilegio y algunos tienen que asumir vida de adultos siendo ni?os. Daniel S¨¢nchez sal¨ªa del taller de soldadura donde trabajaba desde hac¨ªa tres a?os y en el camino se encontr¨® con una protesta. Eran casi las seis de la tarde, empezaba a oscurecer. Hab¨ªa pasado un mes desde el inicio de las protestas contra del Gobierno de Iv¨¢n Duque y Silo¨¦, en Cali, ya se hab¨ªa convertido en el epicentro de una batalla, entre armas contra piedras. La polic¨ªa antimotines contra los j¨®venes que se manifestaban. Daniel pasaba por ah¨ª, iba a su casa, donde lo esperaba su mam¨¢ y sus dos hermanas, pero no lleg¨®. Apareci¨® al d¨ªa siguiente muerto y quemado dentro de Dollarcity, un almac¨¦n popular por sus precios no tan caros.
El documentalista Alejandro Palencia (Cali, 28 a?os) reconstruye la historia que empez¨® el 28 de mayo de 2021, cuando Daniel S¨¢nchez fue llevado por la polic¨ªa, en dos cortometrajes que siguen la historia de su familia, que un a?o despu¨¦s espera la verdad sobre lo que pas¨® esa noche, una de tantas en las que las redes sociales se llenaron de transmisiones en directo de la represi¨®n policial contra los manifestantes, la mayor¨ªa j¨®venes inconformes con un pa¨ªs que no les da oportunidades. Daniel ten¨ªa razones para ser uno de ellos, pero no sal¨ªa a las calles porque ten¨ªa que trabajar y porque en la semanas que ya hab¨ªan transcurrido desde el comienzo del estallido, las im¨¢genes de j¨®venes heridos ya advert¨ªan del alcance de la violencia policial.
Los documentales [Justicia para Daniel y Toda la verdad], uno grabado a un mes de los hechos y el otro estrenado este abril, narran con la voz de las hermanas de Daniel lo que la familia ha tenido que vivir en medio de la investigaci¨®n por su muerte, que seg¨²n la primera versi¨®n de la Fiscal¨ªa ocurri¨® porque el joven intent¨® robar en la tienda donde fue encontrado su cuerpo, pero que con pruebas ¡ªv¨ªdeos y fotos¡ª permitieron que despu¨¦s de varios meses y recursos judiciales se cambiara el concepto y se empezara a indagar como un caso de homicidio. Existen evidencias que demostrar¨ªan que antes de morir fue torturado, su cuerpo presentaba golpes, fracturas y dos impactos de bala.
Alejandro Palencia conoci¨® el caso porque como documentalista independiente segu¨ªa las marchas con su c¨¢mara. Hab¨ªa estado varias veces en Silo¨¦ y sobre el caso de Daniel S¨¢nchez, entre tantos otros casos de abuso policial, no se hab¨ªa hablado tanto. ¡°Solo hab¨ªa registros del lugar [la tienda Dollarcity] dese afuera, ning¨²n medio hab¨ªa entrado, solo se hab¨ªa dicho que en las protestas lo hab¨ªan incendiado¡±, cuenta por tel¨¦fono desde Cali. Al entrar al lugar ¡ªdice¡ª parec¨ªa un campo de guerra. Todo estaba quemado, hab¨ªa gente buscando a familiares desaparecidos entre los escombros, todav¨ªa se ve¨ªa sangre en el piso. ¡°Parec¨ªa que hubiera ca¨ªdo una bomba all¨ª adentro y ya hab¨ªan pasado dos d¨ªas desde el incendio¡±, cuenta. La familia hab¨ªa logrado ubicar a Daniel porque civiles que entraron al sitio encontraron su cuerpo, con varias partes quemadas, con trozos de la ropa que llevaba ese d¨ªa pegados a su piel. Las im¨¢genes que probar¨ªan que se trat¨® de un asesinato y que hubo tortura no han sido p¨²blicas porque hacen parte del proceso judicial, pero han sido suficientes para que el caso no se haya archivado y sobre todo, para que se haya dejado de hablar de Daniel S¨¢nchez como si hubiera sido un ¡°v¨¢ndalo¡±, que en un intento de robo termin¨® muerto por inhalaci¨®n de humo, como dijo en un principio la Fiscal¨ªa.
¡°Fue un falso positivo. Fue un intento de hacer pasar a un chico como un criminal. El Estado ha querido convertir a la primera l¨ªnea, a cualquier joven que est¨¦ en la calle, y coincida con una protesta, en un criminal¡±, dice Palencia, que hace activismo por los derechos humanos con su trabajo y que en este caso ha sido el ¨²nico que ha seguido juiciosamente el proceso, en la justicia, y acompa?ando a una familia que perdi¨® al menor de la casa y que ha tenido que cambiar de vivienda porque despu¨¦s de las denuncias contra las fuerzas policiales ha sido amenazada. ¡°En el primer lugar a donde fui a entrevistarlos ya no est¨¢n. Se han tenido que ir de all¨ª y luego del otro lugar al que llegaron. Motos con civiles los rondan, hay allanamientos en la vecindad sin justificaci¨®n, han tenido que enfrentar una muerte y luego la persecuci¨®n por buscar justicia¡±, dice Palencia, que con su trabajo no pretende nada diferente a no dejar que se olvide la historia de Daniel. ¡°Cuando me acerqu¨¦ al caso me encontr¨¦ con mujeres que hab¨ªan vuelto el dolor de una muerte en el motor de una lucha¡±, dice.
Las hermanas de Daniel buscan limpiar su nombre y eso les ha costado las amenazas que los obligaron a dejar su casa y la baja en el Ej¨¦rcito de su otro hermano, que prestaba el servicio militar pero tuvo que dejarlo porque, cuentan en el documental, le exigieron salir de all¨ª bajo el argumento de que mientras existiera una demanda contra el Estado en nombre de su familia no pod¨ªa seguir llevando un uniforme militar. ¡°Nos destrozaron la vida. Solo quiero justicia, que digan la verdad¡±, dice Mar¨ªa Paula, que aparece en el documental con una camiseta blanca y la foto de su hermano estampada en el pecho, ah¨ª donde todav¨ªa est¨¢ atrapado el dolor porque el ni?o de la familia ya no est¨¢.
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