La comisi¨®n del 6 de enero se centra en las presiones y amenazas de Trump a varios funcionarios para que no certificaran el triunfo de Biden
Rudy Giulianni, asesor del expresidente le dijo a un republicano de Arizona que ten¨ªan ¡°muchas teor¨ªas¡±, pero ¡°ninguna evidencia¡± del fraude electoral
La frase est¨¢ a la altura de los grandes hitos de la historia de la infamia presidencial estadounidense, de Richard Nixon (¡±No soy un ladr¨®n¡±) a Bill Clinton (¡°No tuve relaciones sexuales con esa mujer, la se?orita Lewinsky¡±). La pronunci¨® Donald Trump el 2 de enero de 2021 durante una llamada al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger: ¡°Solo necesito encontrar¡±, empez¨® el a...
La frase est¨¢ a la altura de los grandes hitos de la historia de la infamia presidencial estadounidense, de Richard Nixon (¡±No soy un ladr¨®n¡±) a Bill Clinton (¡°No tuve relaciones sexuales con esa mujer, la se?orita Lewinsky¡±). La pronunci¨® Donald Trump el 2 de enero de 2021 durante una llamada al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger: ¡°Solo necesito encontrar¡±, empez¨® el a¨²n presidente, antes dudar un segundo, ¡°eh, 11.780 votos; esto es, uno m¨¢s de los que tenemos [de diferencia]. Porque ganamos en el Estado¡±. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, Trump volvi¨® a recordar en un mitin en Washington, ante miles de sus simpatizantes, que solo era cuesti¨®n de dar con un pu?ado de papeletas en Georgia. Ese mismo d¨ªa, centenares de esos seguidores tomaron por asalto el Capitolio e interrumpieron de manera violenta por primera vez en la historia de Estados Unidos el traspaso de poderes a Joe Biden, que hab¨ªa ganado las elecciones de noviembre.
Ha pasado un a?o y medio de aquello. Y en la cuarta sesi¨®n de conclusiones de la investigaci¨®n de los hechos del 6 de enero, celebrada este martes en una solemne sala del Congreso de Estados Unidos, los nueve miembros de la comisi¨®n desvelaron que Trump particip¨® activamente en un plan para aportar votantes falsos en Estados en los que lo derrot¨® Biden. Reson¨® de nuevo la frase de los ¡°11.780 votos¡± y a la antolog¨ªa del ataque al Capitolio no hubo m¨¢s remedio que sumar otra: ¡°Tenemos muchas teor¨ªas, simplemente no tenemos ninguna evidencia¡±.
Se la dijo Rudy Giulianni, exalcalde de Nueva York y consejero de Trump, a Rusty Bowers, presidente de la C¨¢mara de Representantes de Arizona, seg¨²n ha testificado ¨¦l mismo bajo juramento. ¡°?Acaso no somos todos republicanos?¡±, a?adi¨® Giulianni. La frase demuestra para los nueve miembros de la comisi¨®n (siete dem¨®cratas y dos republicanos) que Trump y los suyos presionaron personalmente, pese a que carec¨ªan de pruebas, a funcionarios locales encargados de certificar los votos electorales en estados como Arizona, M¨ªchigan, Wisconsin, Pensilvania y Georgia, lugares en los que trataron de usar a esos servidores p¨²blicos para que negaran el triunfo dem¨®crata y el 45? presidente pudiera as¨ª mantenerse en el poder. El comit¨¦ tambi¨¦n subray¨® que esas presiones derivaron en amenazas de simpatizantes de Trump a esos funcionarios, que llegaron a ser de muerte, seg¨²n varios testigos convocados a declarar la sesi¨®n, y que el a¨²n presidente no hizo nada al respecto.
¡°No le importaron lo m¨¢s m¨ªnimo. No las conden¨®, ni movi¨® un dedo por detenerlas; sigui¨® adelante con sus acusaciones falsas de todos modos¡±, sentenci¨® la vicepresidenta de la comisi¨®n, la republicana de Wyoming Liz Cheney. Cheney pidi¨® a los presentes que tuvieran en cuenta las revelaciones de las audiencias anteriores (¡°Recuerden lo que sab¨ªan cuando hicieron esas llamadas¡±, a?adi¨®), durante las que aportaron pruebas de que Trump trat¨® de forzar ¡°sin descanso¡± a Mike Pence a que tumbara un resultado electoral leg¨ªtimo, pese a que era ¡°ilegal e inconstitucional¡± y a que sab¨ªa que no estaba en su mano hacerlo. Adem¨¢s, ofrecieron evidencias de que sus asesores m¨¢s estrechos y miembros de su familia le repitieron una y otra vez al magnate que sus sospechas de fraude electoral carec¨ªan de base.
¡°Primero puso demandas para lograr que le dieran la raz¨®n en los tribunales¡±, dijo despu¨¦s Adam Schiff, dem¨®crata de California, y el miembro de la comisi¨®n que tom¨® protagonismo en esta cuarta sesi¨®n: ha sido ¨¦l quien ha llevado el peso del interrogatorio a los testigos. ¡°Cuando vio que no lo consegu¨ªa [de las 62 querellas que se interpusieron, solo le dieron la raz¨®n en una, y el nuevo recuento no afect¨® al resultado], empez¨® a presionar a legisladores estatales concretos. ?l y sus aliados violaron descaradamente m¨²ltiples leyes federales al participar en este complot, incluida la conspiraci¨®n para cometer fraude al pueblo de Estados Unidos¡±, a?adi¨® Schiff. Y fue inevitable interpretar sus palabras como un mensaje enviado directamente al Departamento de Justicia, al que la comisi¨®n est¨¢ sirviendo cada semana en bandeja pruebas para que tomen acciones legales contra Trump que no est¨¢ claro que vayan a llegar nunca.
La audiencia tambi¨¦n se?al¨® a un miembro del Senado, Ron Johnson (Wisconsin). Este ofreci¨® electores falsos al vicepresidente Mike Pence, seg¨²n las pruebas aportadas por la comisi¨®n, que mostr¨® un intercambio de mensajes de texto entre un miembro del equipo de Johnson y otro del de Pence minutos antes del comienzo de la sesi¨®n del 6 de enero que el ataque interrumpi¨®. En otra grabaci¨®n, se pudo escuchar a la presidenta del Comit¨¦ Nacional Republicano, Ronna McDaniel, decir que Trump habl¨® en una conferencia telef¨®nica de la posibilidad de falsear, llegado el caso, electores encargados de certificar el triunfo o la derrota.
La conversaci¨®n con Raffensperger, que desvel¨® en su d¨ªa The Washington Post, ha sido, obviamente, uno de los puntos fuertes de la audiencia. Incluida la famosa frase. El secretario de Estado de Georgia ha dicho a la comisi¨®n que ¡°no hab¨ªa ninguna papeleta que buscar¡±.
¡°Los n¨²meros son los n¨²meros, y los n¨²meros no mienten¡±, ha repetido en varias ocasiones durante su testimonio, en el que los presentes no han podido por menos que re¨ªr cuando se ha reproducido una parte de esa grabaci¨®n en el que Raffensperger, que sonaba azorado por el tono que estaba adquiriendo la conversaci¨®n, se ofrece a mandar un enlace (link) al entonces presidente para que comprobara que los c¨¢lculos eran los correctos en Georgia. A lo que Trump, que insist¨ªa en que hab¨ªa ganado en el Estado por 400.000 votos, as¨ª que no pod¨ªa ser tan dif¨ªcil dar con 11.780, respondi¨®: ¡°No me interesa tu link. ?Tengo un link mucho mejor!¡±.
Schiff le pregunt¨® al testigo por qu¨¦ decidi¨® seguir adelante con su trabajo en medio de esas presiones y las amenazas que recibieron en esos d¨ªas ¨¦l y su familia. Raffensperger se quit¨® importancia, y dijo: ¡°Creo que a veces es necesario permanecer en pie y aguantar el tipo, hacer tu trabajo. Eso fue todo lo que hicimos. Mantenernos del lado de la ley y de la Constituci¨®n¡±.
Las graves amenazas sufridas por los funcionarios que osaron llevar la contraria al l¨ªder republicano han ocupado otra de las tramas principales del ¨²ltimo cap¨ªtulo de la serie que ha preparado la comisi¨®n, cuyo presidente, el dem¨®crata de Misisipi Bennie Thompson, presenta cada d¨ªa como una historia de suspense.
Bowers cont¨® que recibi¨® en ese tiempo ¡°20.000 correos electr¨®nicos y decenas de miles de recados en el buz¨®n de voz y mensajes de texto¡±, que se difundieron videos en los que lo acusaban de ser ¡°un ped¨®filo y un pervertido¡± y que un hombre, vestido con el uniforme de la milicia radical The Three Percenters, simpatizantes de Trump, se present¨® en las inmediaciones de su casa, armado, y amenaz¨® a un vecino. Otro de los citados, Gabriel Sterling, alto cargo de la secretar¨ªa de Estado de Georgia que ofreci¨® en esos d¨ªas una conferencia de prensa en la que negaba el fraude en Georgia, declar¨® que se convenci¨® de que hab¨ªa llegado el momento de hablar p¨²blicamente tras ver en Twitter una amenaza de muerte que mostraba una animaci¨®n que inclu¨ªa una soga (toda la parafernalia del ahorcado se convirti¨® en una iconograf¨ªa recurrente en los hechos que condujeron al 6 de enero).
Aunque las declaraciones m¨¢s duras de la sesi¨®n corrieron a cargo de las exempleadas electorales del condado de Fulton, Georgia, Wandrea Shaye Moss y su madre, Ruby Freeman. Trabajaron en la cita de noviembre de 2020, y Trump las nombr¨® 18 veces en la llamada a Raffensperger. Moss detall¨® el acoso sufrido por su abuela, que incluy¨® un allanamiento de morada a cargo de unos tipos que buscaban a Moss y a su madre para llevar a cabo ¡°un arresto ciudadano¡±. Freeman ¡ªcuyo testimonio fue en video (frente al de su hija, que compareci¨® en la sala, visiblemente afectada)¡ª dijo: ¡°Perd¨ª mi nombre, perd¨ª mi reputaci¨®n, dej¨¦ de sentirme segura¡±. El FBI le aconsej¨® que dejara de vivir durante una temporada en su casa. Y as¨ª lo hizo.
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