J. P. Cuenca: ¡°Bolsonaro es una mezcla de payaso con pastor evang¨¦lico y presentador de televisi¨®n¡±
El novelista trabaja en una pel¨ªcula sobre las Iglesias protestantes, un apoyo crucial para el presidente brasile?o
En medio de la campa?a presidencial, el escritor J. P. Cuenca (Rio de Janeiro, 44 a?os) trabaja en una pel¨ªcula sobre el avance del evangelismo en Brasil. Quiere sumergirse en un fen¨®meno de enormes dimensiones, luego de haber sido blanco de una ...
En medio de la campa?a presidencial, el escritor J. P. Cuenca (Rio de Janeiro, 44 a?os) trabaja en una pel¨ªcula sobre el avance del evangelismo en Brasil. Quiere sumergirse en un fen¨®meno de enormes dimensiones, luego de haber sido blanco de una cruzada judicial por parte de m¨¢s de un centenar de pastores de una de las mayores iglesias evang¨¦licas, aliada del presidente Jair Bolsonaro. Los demandantes, en ciudades dispersas y remotas, pretend¨ªan indemnizaciones por un mensaje mordaz que escribi¨® en Twitter. ¡°Brasil es un pa¨ªs continental que est¨¢ cambiando de religi¨®n muy r¨¢pidamente, y esto tiene consecuencias pol¨ªticas evidentes, directas, muy relacionadas con el bolsonarismo¡±, dice desde su casa en Sao Paulo en una entrevista por videollamada. ¡°Tenemos que entender este fen¨®meno para vivir en este pa¨ªs en las pr¨®ximas d¨¦cadas, empezar una conversaci¨®n en t¨¦rminos cristianos, de escucha, de ir donde el otro y buscar lo que tenemos en com¨²n¡±, reflexiona.
¡°Los brasile?os solo ser¨¢n libres cuando ahorquen al ¨²ltimo Bolsonaro con los intestinos del ¨²ltimo pastor de la Iglesia Universal¡±, escribi¨® hace dos a?os, al parafrasear una met¨¢fora de casi tres siglos. Borr¨® el tuit por consejo de sus abogados. Ha ganado desde entonces cerca de un centenar de procesos, aunque varias decenas siguen abiertos, y le ilusiona que la investigaci¨®n contra la iglesia por acoso jur¨ªdico pueda sentar un precedente que impida casos parecidos. Tambi¨¦n recibi¨® insultos y amenazas. Ya antes hab¨ªa estado envuelto en otra situaci¨®n surrealista cuando supo que llevaba un tiempo muerto para las autoridades, una experiencia que novel¨® en Descubr¨ª que estaba muerto (Planeta, 2017).
Pregunta. ?Hacia d¨®nde camina Brasil?
Respuesta. Independiente de lo que pase en las elecciones, tendremos a?os muy complejos y agitados. Para usar una palabra argentina, con mucho quilombo. Creo que los humores fascistas en Brasil siempre estuvieron ah¨ª, pero estaban adormecidos. Ahora encontraron un vector pol¨ªtico con los Bolsonaro, pero no acaba con esta familia. Los excede. Si ellos van a la c¨¢rcel, pierden poder; [pero] esta gente va a seguir armada y va a seguir buscando l¨ªderes de extrema derecha. Es como si la puerta del infierno hubiera sido abierta, y siento que vamos a tener que disputar espacios por muchos a?os en todos los lugares: en el sistema jur¨ªdico, en el Congreso, en la prensa, en la calle. Yo soy de Rio, un estado totalmente dominado por las milicias. Brasil es un pa¨ªs conflagrado desde siempre, forjado en etnocidio, esclavitud, masacre y destrucci¨®n de la naturaleza. Como no resolvimos ninguno de esos traumas, siguen vivos.
P. Usted film¨® el acto masivo de Bolsonaro con ocasi¨®n del bicentenario de la independencia. ?Consigui¨® convertir la conmemoraci¨®n en un impulso electoral?
R. No creo que haya ganado votos, pero demostr¨® poder, porque hab¨ªa much¨ªsima gente. Aunque respeto a Lula y lo voy a votar, ese d¨ªa dio una declaraci¨®n que me pareci¨® equivocada. Dijo que ah¨ª solo hab¨ªa blancos mayores de 40 a?os. No es verdad. Hab¨ªa gente de todos los colores, de todas edades; muchos negros, mujeres, gays incluso. Me pareci¨® flipante. Bolsonaro es un homof¨®bico, mis¨®gino, racista declarado. Y ah¨ª estaban estas personas llam¨¢ndolo mito, totalmente apasionadas. Es una fuerza popular muy fuerte. Creo que vamos a ganar la elecci¨®n, pero esta gente va a seguir. Y est¨¢ armada. Tiene un momentum pol¨ªtico, ellos ahora son los due?os del empuje revolucionario. La izquierda es conservadora, ellos son los punks, los que est¨¢n contra el sistema y la gran prensa. Como el trumpismo.
P. ?Qu¨¦ le impresion¨®?
R. C¨®mo el fascismo es alegre, y c¨®mo Bolsonaro es una mezcla de payaso con pastor evang¨¦lico y presentador de televisi¨®n. Es entretenimiento puro. Por m¨¢s que pierdan, es un tercio muy movilizado. Tenemos m¨¢s votos, pero ellos tienen m¨¢s movilizaci¨®n.
P. Las iglesias cristianas contribuyeron a llevar a Bolsonaro al poder
R. Especialmente las evang¨¦licas, porque hubo un punto de ruptura. Bolsonaro fue muy habilidoso en aproximarse a esta comunidad. Se cas¨® con una evang¨¦lica, porque ¨¦l es cat¨®lico. En cierto punto empieza a estar realmente en los cultos y hacer pactos pol¨ªticos. Pero en el momento en que pierda el poder, todo eso cambia.
P. Hay d¨ªas en que no se habla de propuestas de campa?a, solo de religi¨®n. ?Las iglesias siguen teniendo tanto peso?
R. Demasiado. Se organizan, lanzan candidatos, tienen una bancada en el Congreso. Hacen lo que la izquierda dej¨® de hacer cuando subi¨® al poder: trabajo comunitario de bases, que es crear comunidades, hablar con la gente. Eso es muy poderoso. Las iglesias evang¨¦licas son lugares de encuentro, se convirtieron en centros culturales, de empleo, trabajo social. Hay que comprender este fen¨®meno, mirarlo de cerca. Estas iglesias lograron convertir a Cristo en un basti¨®n de la derecha; nada puede ser menos derecha que Jesucristo.
P. ?C¨®mo se toma las amenazas de fundamentalistas alguien que ya escribi¨® sobre su propia muerte, como lo hizo en Descubr¨ª que estaba muerto?
R. Fue bastante desagradable el d¨ªa en que yo descubr¨ª todos los documentos, ah¨ª est¨¢ mi nombre, mi partida de nacimiento, en el bolsillo del pantal¨®n del muerto. Pero es mucho peor recibir amenazas como fotos de cuchillos y rev¨®lveres, y gente diciendo que te quiere matar. Es m¨¢s desagradable ser amenazado.
P. Dos de cada tres votantes teme sufrir agresiones por motivos pol¨ªticos. ?C¨®mo ha llegado Brasil a este punto?
P. Este fue un crimen con muchos autores. Para m¨ª, el principal culpable es la prensa y la televisi¨®n, incluso la que hoy se ubica en contra de Bolsonaro, porque ellos pasaron muchos a?os encendiendo a la poblaci¨®n contra el PT, con una cobertura completamente distanciada de los hechos. Eso cre¨® una base para que el bolsonarismo creciera despu¨¦s. Para m¨ª, la obra audiovisual que insufl¨® el virus neofascista en el Brasil es la pel¨ªcula Tropa de ?lite, que ayud¨® a naturalizar un discurso de eliminaci¨®n de las minor¨ªas. Antes no se aplaud¨ªan las muertes de ni?os en las favelas. Hay muchos culpables, pero como yo soy del campo de las artes y la prensa, me voy a quedar con estos dos.
P. ?Comparte los temores sobre un golpe de estado?
R. En este momento, no. Trump perdi¨® la elecci¨®n, el secretario de Defensa norteamericano solt¨® un comunicado oficial apoyando la democracia y la confianza en el sistema electoral brasile?o, el embajador en Brasilia hizo lo mismo. Fueron declaraciones fuertes, de figuras clave en el gobierno norteamericano. Si no lo apoya Estados Unidos, la prensa, los bancos, ?qui¨¦n lo apoya? ?El agronegocio que destruye la Amazonia y los militares? Esta disputa de poder me parece desequilibrada. No creo m¨¢s en la amenaza de golpe en este momento, cre¨ªa en ella antes de que Trump perdiera, el movimiento bolsonarista est¨¢ umbilicalmente conectado al trumpismo. Ahora, en este pa¨ªs, despu¨¦s de Bolsonaro, tenemos m¨¢s civiles armados que militares y polic¨ªas armados. Eso es in¨¦dito. Esta gente vive en un mundo paralelo, alimentado por fake news. Yo le digo a mis amigos y mi familia que no salgan a la calle ese d¨ªa.
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