Evang¨¦licos, el codiciado voto que puede decidir el presidente de Brasil
El pa¨ªs con m¨¢s cat¨®licos del mundo vota en medio de una gran transformaci¨®n de su electorado: los evang¨¦licos son ya un tercio de la poblaci¨®n y protagonizan una revoluci¨®n silenciosa a la que el ¡®establishment¡¯ no presta atenci¨®n porque muchos son pobres
La sequ¨ªa y la pobreza empujaron desde mediados del siglo XX a millones de brasile?os del noreste hacia las ciudades ricas del sur. Llegaban a un ambiente hostil en el que se encontraban desamparados por un Estado ausente. Y fueron abrazando una nueva fe en expansi¨®n. Iglesia Cuadrangular, Convenci¨®n General de las Asambleas de Dios, Iglesia Universal del Reino de Dios, Iglesia Pentecostal Dios es Amor, Iglesia Presbiteriana Fundamentalista, Bola de Neve Church¡ son algunas de las denominaciones evang¨¦licas m¨¢s conocidas de Brasil. El pa¨ªs con m¨¢s cat¨®licos del mundo vive una profunda transformaci¨®n que se puede resumir en dos o tres datos: cada a?o se abren aqu¨ª 14.000 templos protestantes, m¨¢s de uno cada hora. Mientras, el Papa pierde fieles a ritmo acelerado. Los cat¨®licos rondan la mitad de la poblaci¨®n (108 millones), y los evang¨¦licos, un tercio (65 millones), pero se estima que, en solo una d¨¦cada, estos ¨²ltimos superar¨¢n a los bautizados en la Iglesia de Roma.
En un pa¨ªs con 156 millones de electores, los evang¨¦licos conforman una comunidad de fieles pujante y cada vez m¨¢s codiciada por los pol¨ªticos; especialmente ahora, a las puertas de las elecciones del 2 de octubre, en las que se medir¨¢n dos titanes: Luiz In¨¢cio Lula da Silva, de 76 a?os, y Jair Bolsonaro, de 67. Si ninguno obtiene m¨¢s del 50% de los votos, habr¨¢ segunda vuelta el 30 de octubre.
Aunque hasta los a?os setenta los evang¨¦licos brasile?os dieron la espalda a la pol¨ªtica, luego la abrazaron con entusiasmo. Tienen un poder formidable en el Congreso y, con Bolsonaro, influyen m¨¢s que nunca en la c¨²pula del poder. Como votan de manera mucho m¨¢s homog¨¦nea que otros colectivos, fueron cruciales para la victoria del ultraderechista, un candidato criado en la fe cat¨®lica y rebautizado en el Jord¨¢n por un pastor evang¨¦lico, y cuya esposa e hijos son evang¨¦licos. Mis¨®gino, malhablado y nost¨¢lgico de la dictadura, en cada acto se presenta como temeroso de Dios y defensor de la familia m¨¢s tradicional. Siete de cada diez evang¨¦licos le votaron en 2018 y ¨¦l los mima. Coloc¨® en el Tribunal Supremo un juez ¡°terriblemente evang¨¦lico¡±, en palabras del propio Bolsonaro.
Pronostican las encuestas que ahora el apoyo estar¨¢ m¨¢s repartido entre Lula da Silva y Bolsonaro, pero de nuevo este ¨²ltimo cosechar¨¢ el respaldo de la mayor¨ªa. Anta?o algunos l¨ªderes fueron aliados de los gobiernos progresistas.
Los evang¨¦licos protagonizan una revoluci¨®n, sostiene el antrop¨®logo brasile?o Juliano Spyer, autor del libro Povo de Deus. Quem s?o os evang¨¦licos e por que eles importam (Pueblo de Dios. Qui¨¦nes son los evang¨¦licos y por qu¨¦ importan). Un cambio al que el establishment y las clases acomodadas ¡ªblancos¡ª no prestan atenci¨®n porque sus protagonistas son pobres. La impulsa una legi¨®n de madres de familia, mujeres pobres, negras o mestizas, que viven en la periferia de las ciudades, donde faltan servicios p¨²blicos y sobra violencia.
Cristianos de la rama protestante, carecen de un poder centralizado y no adoran im¨¢genes. El motor de la transformaci¨®n que vive Brasil no son las Iglesias tradicionales, como la luterana o la presbiteriana, sino las m¨¢s nuevas y m¨¢s seguidas pentecostales y neopentecostales. Estas interpretan la Biblia de manera literal, tienen a Jesucristo como gran pilar y consideran imprescindible tener la voluntad de ser bautizado y hacer proselitismo. La m¨²sica y un fervor que roza el ¨¦xtasis son elementos clave de sus exuberantes ritos. Y los neopentecostales suman a esos ingredientes la meritocracia y la b¨²squeda del ¨¦xito.
La primera advertencia que hace al profano cualquiera que estudia a los evang¨¦licos brasile?os es que tanto Iglesias como fieles componen una comunidad extremadamente diversa. Es un mosaico que abarca elementos tan dispares como la Iglesia Universal, que es un aut¨¦ntico emporio ¡ªposee canales de televisi¨®n, emisoras, un peri¨®dico y un partido pol¨ªtico, republicanos, con 44 diputados¡ª y es el gran s¨ªmbolo de la Teolog¨ªa de la Prosperidad, o el templo que abre en un garaje con lo b¨¢sico: una Biblia y un pu?ado de sillas de pl¨¢stico. Es un universo que incluye elementos que dejan at¨®nito a cualquiera: el caso de la diputada federal de R¨ªo de Janeiro Flordelis de Souza, madre adoptiva de 50 chavales, actriz y cantante de g¨®spel, acusada de ordenar a uno de sus hijos el asesinato a tiros de su marido. O los pastores dedicados a rescatar almas de criminales para que puedan abandonar la banda sin que sus antiguos colegas los castiguen con la muerte.
Junto a esas realidades tan llamativas, existe la rutina: esa mujer negra, discreta, canosa, con falda por debajo de las rodillas y sin maquillaje ¡ªcomo recomienda su Iglesia¡ª que se gana la vida como manicura en un barrio rico o el conductor de Uber que lleva la Biblia en la guantera o sobrelleva los descomunales atascos escuchando sermones.
Unos u otros est¨¢n en cada rinc¨®n de este pa¨ªs de tama?o continental. Tambi¨¦n en lo m¨¢s remoto de la Amazonia, como el peque?o templo de madera sobre palafitos de la Asamblea de Dios ¡ªla mayor congregaci¨®n brasile?a, con 12 millones de miembros¡ª que se alza en una aldea de la reserva natural de Mamirau¨¢. Cuentan los locales que el cura cat¨®lico recala por all¨ª una vez al mes mientras el pastor evang¨¦lico y su esposa llegaron para instalarse.
La Iglesia cat¨®lica de Brasil intent¨® convencer al Vaticano de que en Amazonia permitiera ordenar sacerdotes a hombres respetados en sus aldeas, aunque estuvieran casados, en un intento de paliar la escasez de curas y frenar la dura competencia del protestantismo, que lo permite. La respuesta en el s¨ªnodo de 2019 fue negativa.
Teolog¨ªa de la prosperidad
Domingo. Escuela b¨ªblica en la Iglesia de la Asamblea de Dios en Ipiranga, S?o Paulo. Las protagonistas de esta revoluci¨®n a menudo ignorada son mujeres como Edjane Gama, de 45 a?os, o las hermanas que la escuchan hablar sobre el tema del d¨ªa, c¨®mo administrar el dinero de manera cristiana. De pie tras un atril, con voz firme y lenguaje sencillo, Gama las alerta sobre las tentaciones del consumismo, los riesgos de confiarse al cr¨¦dito (¡°cuando pagas en efectivo, tu poder adquisitivo es mucho mayor¡±) y las adentra en los misterios de los tipos de inter¨¦s y la inflaci¨®n (¡°est¨¢ alta, pero no ha explotado como en Argentina¡±). Informaci¨®n bien ¨²til en hogares humild¨ªsimos como los suyos, donde aprovechar cada real es imperativo para sacar adelante a la familia.
Los fieles se reparten en grupos: mujeres, hombres, j¨®venes y ni?os.
Estas Iglesias ¡ªricas y humildes, grandes o peque?as¡ª suplen infinidad de vac¨ªos provocados por la debilidad del Estado. Ah¨ª reside su atractivo. En su despacho en S?o Paulo, el antrop¨®logo Spyer explica: ¡°No se dedican a discutir si la Biblia en lat¨ªn o en hebreo significan lo mismo. Hablan de robos, de embarazo adolescente, de violencia, de violencia dom¨¦stica. Es una religiosidad con rostro del pueblo, que habla el lenguaje del pueblo y que se refiere a los problemas que lo acucian de manera muy intensa¡±. Desempleo, violencia, pobreza, malos tratos¡
Escucharlos ayuda a entender, por ejemplo, hasta qu¨¦ punto cualquier sugerencia sobre ampliar los derechos al aborto, de la comunidad LGTBQ o legalizar drogas causa enorme repulsa en millones de brasile?os. La mayor¨ªa del electorado (60%) prefiere un candidato que defienda los valores de la familia (tradicional, se entiende) que tener buenas propuestas econ¨®micas, seg¨²n la encuesta Datafolha.
Resignarse no va con ellos. Buscan cura para los dolores del alma y ¨¦xito personal. Llegada desde Estados Unidos a mediados del XX, la Teolog¨ªa de la Prosperidad que predican los neopentecostales ha calado profundamente en Brasil. Y desde aqu¨ª se extiende al resto del continente, a ?frica y a Europa. Va de la mano de ese esp¨ªritu emprendedor y de la creencia en que la disciplina y el esfuerzo individual permiten superar todas las adversidades. La Teolog¨ªa de la Prosperidad, dice el obispo Estevam Hernandes, fundador de la Iglesia Renascer em Cristo, ¡°es un concepto muy manipulado. No se trata solo de (conseguir prosperidad en) asuntos financieros, sino de tener ¨¦xito en todo lo que hagas, ya sea en tu vida profesional, financiera, espiritual, ministerial o personal¡±.
En este universo, el diezmo juega un papel esencial, aunque los pastores recalcan que no es obligatorio y que a nadie se le fiscalizan sus dineros. Existen Iglesias donde se entregan billetes peque?os en sobres; otras despliegan agresivas campa?as en televisi¨®n o la web y ofrecen todo tipo de facilidades para donar. Es frecuente hacerlo con tarjeta.
Cada brasile?o converso tiene su relato sobre qu¨¦ le llev¨® a ¡°descubrir a Cristo¡± y c¨®mo transform¨® su vida, pero abundan los testimonios de redenci¨®n. A muchos la Iglesia los ayud¨® a desengancharse de la droga o el alcohol. Eliane Sampaio, de 44 a?os, alumna de la escuela b¨ªblica dominical de Ipiranga, era alcoh¨®lica. Cuenta: ¡°Beb¨ªa mucho los fines de semana, me peleaba con todos¡±. Y sufr¨ªa terriblemente. Con disciplina, esfuerzo tit¨¢nico y fe, logr¨® recuperar las riendas de su vida. Ahora ayuda a otros. Desde hace un mes, acoge con su marido y sus hijos al hijo de tres a?os de una drogodependiente a la que intenta ayudar a salir del pozo. ¡°Existe una batalla constante entre ella y el vicio. Por ahora no consigue resistir, pero la tenemos que amparar. Lo digo porque se va a convertir y lograr¨¢ vencer ese vicio¡±, afirma.
La oferta de actividades, m¨¢s all¨¢ de los cultos de los predicadores, es de lo m¨¢s variada. Entre ellas, las m¨¢s trascendentales, en opini¨®n de Spyer, fundador del Observatorio Evang¨¦lico, son las actividades extraescolares para los hijos de quienes salen a trabajar al amanecer y solo regresan tras caer el sol. ¡°La escuela solo les ocupa la ma?ana o la tarde, lo cual deja a los hijos sin una actividad supervisada durante medio d¨ªa. Y eso deja espacio para el contacto con drogas recreativas, prostituci¨®n, grupos criminales¡¡±. Y ah¨ª est¨¢n los evang¨¦licos con sus clases de ballet, de m¨²sica¡ Suponen un refugio y un b¨¢lsamo en un ambiente casi siempre hostil, donde la amenaza del desempleo, los narcos, la polic¨ªa, es constante. Alimentan hambrientos, curan adicciones.
Cada d¨ªa, millares y millares de brasile?os pobres se convierten porque son testigos de c¨®mo mejora la vida de quienes los precedieron. Lo m¨¢s habitual es que el primer paso lo d¨¦ la mujer, que despu¨¦s lleva a su familia. Y paso a paso se puede crear un c¨ªrculo virtuoso que el pastor Douglas Fidalgo, de 44 a?os, de la Asamblea de Dios de Ipiranga, sintetiza as¨ª: ¡°Fueron ayudados, liberados del vicio, crearon familias, dejaron de gastar en bebida¡ Y sobr¨® dinero para atender mejor a los hijos, para invertir en educaci¨®n¡±. Esa es a menudo la llave para un empleo mejor, o incluso para llegar a la universidad y cumplir el sue?o de tantas familias. Que sus hijos trabajen en una oficina, sentados.
Las elecciones han vuelto a poner de actualidad a los evang¨¦licos en los medios. A ellos no les suele gustar como se los retrata. Pero son los m¨¢s cortejados, junto a las mujeres, en este duelo que enfrenta a Bolsonaro y a Lula. El izquierdista, atacado desde el bolsonarismo con la falsedad de que podr¨ªa cerrar Iglesias si gana las elecciones, se defiende como puede. Recuerda que sac¨® la ley de libertad religiosa, que es creyente, critica el uso de la religi¨®n para lograr votos e intenta no cometer errores. Sabe que se mueve en terreno resbaladizo. Hace cuatro a?os, el candidato de su partido, Fernando Haddad, llam¨® ¡°fundamentalista charlat¨¢n hambriento de dinero¡± al obispo Edir Macedo, l¨ªder de la Iglesia Universal, que suma casi dos millones de miembros.
Recientemente una discusi¨®n entre los fieles dentro de un templo del Estado de Goi¨¢s, en el centro de Brasil, acab¨® con un herido de bala. La bronca empez¨® despu¨¦s de que el pastor recomendara no votar a candidatos de izquierdas.
El pastor m¨¢s cercano a Bolsonaro, Silas Malafaia, dice que ¡°es imposible que un cristiano sea de izquierdas¡±. Y muchos l¨ªderes protestantes explicitan sus candidatos preferidos. Es el caso del obispo Hernandes, de la Iglesia Renascer em Cristo: ¡°Apoyamos la reelecci¨®n del presidente, Jair Bolsonaro. Pero no es una imposici¨®n de la Iglesia, estamos a favor de que cada uno elija libremente¡±, dice en respuesta a preguntas por escrito. ¡°Lo apoyamos porque creemos que representa nuestros valores y nuestros deseos para Brasil¡±.
En cambio, el pastor Fidalgo, de la barriada de Ipiranga, prefiere que la pol¨ªtica quede fuera del templo donde predica: ¡°Aqu¨ª no se les dice a qui¨¦n votar, en otras Iglesias s¨ª hay pastores que apoyan a un candidato o repudian a otro. Aqu¨ª no se habla de pol¨ªtica¡±.
Para ilustrar la enorme diversidad incluso dentro de la gigantesca Asamblea de Dios, Gedeon Alencar, autor de diversos libros sobre el pentecostalismo brasile?o, hace al tel¨¦fono una clara distinci¨®n. ¡°Los templos-shopping ofrecen cultos todos los d¨ªas, ma?ana, tarde y noche. Son espacios en los que la gente entra y sale sin crear lazos de afecto. Como son televisados, la gente va muy arreglada. Necesitan aparcamiento. Tienen tienda, librer¨ªa, restaurante. Un abismo lo separa del templo-casa, que suele estar en las periferias. All¨ª los fieles y el pastor son del mismo barrio. Si alguien se ausenta, van a su casa a preguntar. Todos saben qui¨¦n tiene trabajo, qui¨¦n lo perdi¨®, qui¨¦n se enamora y qui¨¦n se separa. Es una comunidad moral¡±, concluye este doctor en Ciencias de la Religi¨®n.
Dos diferencias m¨¢s. En los primeros, el pastor, los m¨²sicos, el sistema de luz y sonido est¨¢n profesionalizados. En el segundo, son voluntarios. Y hasta los asientos reflejan la disparidad: ¡°En el templo casa, bancos corridos; en el templo shopping, mullidas butacas individuales¡±. Pero banco corrido o butaca, el consenso es casi absoluto cuando se trata de la familia tradicional, el aborto, los derechos LGBTQ y las drogas.
Ap¨²ntate aqu¨ª a la newsletter semanal de Ideas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.