La crisis en Per¨²: las protestas se intensifican, el Gobierno se atrinchera
La manifestaci¨®n en Lima acaba con numerosos enfrentamientos y un espectacular incendio. La mayor represi¨®n sigue en las provincias del interior, donde muri¨® otro joven, el n¨²mero 55 desde que empez¨® la crisis
Al d¨ªa siguiente de su aniversario, Lima amaneci¨® con tanques y un contingente de 11.800 polic¨ªas desplaz¨¢ndose por su centro hist¨®rico. Las fuerzas del orden ten¨ªan la misi¨®n de aminorar el impacto de la denominada Gran Marcha de los Cuatro Suyos que reuni¨® a diversas organizaciones civiles de la sierra sur del pa¨ªs. Por primera vez desde que en diciembre estall¨® la convulsi¨®n social, se iba a producir una movilizaci¨®n multitudinaria desde las regiones hacia la capita...
Al d¨ªa siguiente de su aniversario, Lima amaneci¨® con tanques y un contingente de 11.800 polic¨ªas desplaz¨¢ndose por su centro hist¨®rico. Las fuerzas del orden ten¨ªan la misi¨®n de aminorar el impacto de la denominada Gran Marcha de los Cuatro Suyos que reuni¨® a diversas organizaciones civiles de la sierra sur del pa¨ªs. Por primera vez desde que en diciembre estall¨® la convulsi¨®n social, se iba a producir una movilizaci¨®n multitudinaria desde las regiones hacia la capital. Y el Gobierno estaba preparado para ello. La presidenta Dina Boluarte, en un discurso a la naci¨®n por la noche, asegur¨® que el Gobierno se manten¨ªa ¡°firme¡± y critic¨® a los manifestantes: ¡°Quieren generar caos para tomar el poder¡±.
Exist¨ªa la gran inc¨®gnita de si los lime?os se sumar¨ªan en masa, y ello sucedi¨® hasta cierto punto. En la antesala, los estudiantes de las principales universidades p¨²blicas de la capital, como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y la Universidad Nacional de Ingenier¨ªa (UNI), le hab¨ªan tendido la mano a los manifestantes, con refugio y donaciones. Algunos, con la venia de sus autoridades, como la UNI; y otros, en contra de ellas, como en el caso de San Marcos, donde tomaron su campus por la fuerza. Ambas entidades fueron cercadas por los agentes policiales por la ma?ana, pero no se produjo ning¨²n enfrentamiento.
La esperada marcha se convoc¨® para las cuatro de la tarde en diversos puntos de la capital, ocasionando una desorganizaci¨®n que se extendi¨® a lo largo de la jornada y que acabar¨ªa por pasarles la factura. La protesta no alcanz¨® su objetivo: no lleg¨® al palacio de Gobierno ni tampoco al Congreso. Por la tarde se produjo una gran represi¨®n en Abancay, una avenida estrat¨¦gica que conduce hasta la sede del Poder Legislativo. No hubo v¨ªctimas, pero s¨ª algunos heridos. Hasta donde se sabe, ninguno por arma de fuego. A diferencia de las regiones de la sierra sur, en la capital la polic¨ªa no emple¨® armas letales. Claramente, el tratamiento para ¡°controlar¡± las movilizaciones no fue el mismo de anteriores ocasiones.
Poco antes de las ocho, la plaza San Mart¨ªn del centro de Lima parec¨ªa un marco favorable para la protesta. La gente continuaba llegando en gran n¨²mero. Y por fin se hab¨ªa envalentonado para dirigirse hacia el Congreso. Fue en ese preciso instante cuando una vieja casona de una de las esquinas de la plaza comenz¨® a arder. En medio de la confusi¨®n, la polic¨ªa recuper¨® terreno, cercando otra vez la plaza. A medida que el fuego consum¨ªa el inmueble, se consumi¨® la marcha. Y los manifestantes acabaron por dispersarse. Se necesitaron m¨¢s de cinco autobombas y tres cisternas de agua para controlar el incendio. Un grupo de vecinas, que no se identificaron, se?alaron que el siniestro fue provocado por una bomba lacrim¨®gena que cay¨® en la azotea, aunque el Gobierno lo neg¨® m¨¢s tarde.
Mientras las llamas del edificio te?¨ªan de rojo el cielo de la capital peruana, la presidenta Dina Boluarte dio un mensaje a la naci¨®n, donde lejos de empatizar con un gran grupo de la ciudadan¨ªa que march¨® en las calles, sataniz¨® la protesta al remarcar que se trata de ¡°unos malos ciudadanos que buscan quebrar el Estado de derecho, generar caos, desorden y tomar el poder¡±. Asegur¨® que ¡°el Gobierno est¨¢ firme y su gabinete m¨¢s unido que nunca¡±.
Mientras eso suced¨ªa en Lima, en Juliaca fallec¨ªa un ciudadano que hab¨ªa quedado gravemente herido la noche anterior por el impacto de un arma de fuego. Se trataba de la segunda v¨ªctima de Macusani, provincia de Carabaya, donde un grupo de pobladores incendi¨® una comisar¨ªa y la sede del Poder Judicial en la noche del mi¨¦rcoles. Pero no fue el ¨²nico incidente en la regi¨®n que colinda con Bolivia. Nuevamente, los juliaque?os intentaron tomar el aeropuerto Inca Manco C¨¢pac y fueron repelidos por la polic¨ªa. El resultado: siete civiles y dos agentes heridos.
En Arequipa, la convulsi¨®n sum¨® la v¨ªctima 55 del conflicto. Jhancarlo Condori Arcana, un hombre de 30 a?os que recibi¨® una herida letal en el abdomen. En la Ciudad Blanca los manifestantes tambi¨¦n trataron de ingresar por la fuerza al aeropuerto Alfredo Rodr¨ªguez Ball¨®n, pero no lo consiguieron. El Ejecutivo declar¨® a las regiones de Amazonas, La Libertad y Tacna en estado de emergencia durante 30 d¨ªas. Despu¨¦s de esta primera gran marcha en la capital, los manifestantes se mantendr¨¢n en las calles.
Periodista y escritor. Ha escrito en los medios peruanos 'El Comercio', 'La Rep¨²blica', el semanario 'Hildebrandt en sus Trece' y 'Salud con Lupa'. Fundador de la revista digital 'Sudor'.