¡°Estamos preocupados por Per¨²: si no se dialoga habr¨¢ m¨¢s violencia¡±
Stuardo Ral¨®n, vicepresidente de la CIDH, observa un deterioro del debate p¨²blico y una estigmatizaci¨®n hacia un sector de la poblaci¨®n
Desconfianza hacia las instituciones, deterioro del debate p¨²blico y estigmatizaci¨®n hacia un sector de la poblaci¨®n son algunos de los apuntes con los que el comisionado Stuardo Ral¨®n describe los d¨ªas de terror en el Per¨². Entre el 11 y el 13 de enero, junto a una delegaci¨®n, pudo visitar las regiones m¨¢s afectadas por la represi¨®n de las fuerzas del orden como Juliaca, Ayacucho y Cusco. La misi¨®n: escuchar a todas las voces ¡ªdesde la presidenta Dina Boluarte hasta los familiares de las v¨ªctimas ¡ª y establecer un diagn¨®stico para acabar con este clima de violencia que se ha cobrado la vida de m¨¢s de 50 peruanos, y ha ocasionado cerca de 700 civiles heridos, y 442 polic¨ªas con lesiones. El conflicto se inici¨® el 7 de diciembre con la detenci¨®n y la destituci¨®n de Pedro Castillo como presidente del pa¨ªs tras dar un autogolpe.
Pregunta. ?Con qu¨¦ sensaci¨®n se fue de Per¨²?
Respuesta. Percibimos mucho dolor. Estuvimos con familiares de v¨ªctimas y personas heridas. Hay muchas p¨¦rdidas de vidas por arma de fuego y tambi¨¦n un sentimiento de que ha existido un abandono hacia las regiones del sur, donde hay concentradas muchas condiciones de pobreza y falta de infraestructura. Ellos no creen en las autoridades. Por otro lado, estamos muy preocupados en que han habido actos de violencia que han tenido una escalada. Hay heridos en las fuerzas de seguridad, y quema de sedes del ministerio p¨²blico. Pero esta parte violenta no representa la mayor¨ªa de las personas que est¨¢n protestando. Es importante que se investigue y se pueda detener la violencia en Per¨².
P. ?C¨®mo se alcanza la unidad y la paz? Se lo pregunto porque hay quienes creen que se consigue con el uso de indiscriminado y desproporcionado de la fuerza.
R. La manera de salir de esta crisis es una ruta donde haya un di¨¢logo amplio donde se escuchen todas las voces. El producto de ese di¨¢logo tiene que ser alg¨²n tipo de acuerdo. Acuerdos jur¨ªdicos, pol¨ªticos. Y siempre debe respetarse el Estado de Derecho. Esas salidas de di¨¢logo son una f¨®rmula para que la violencia termine, para que las propuestas se abran paso. Nosotros como Comisi¨®n no damos en s¨ª una ruta pol¨ªtica de alguna decisi¨®n que se tenga que tomar, pero instamos a un urgente di¨¢logo amplio donde est¨¦n los representantes de las comunidades ind¨ªgenas, campesinas, regionales m¨¢s otros actores como gremios empresariales, partidos pol¨ªticos. Todas las voces. Es un momento muy complicado para Per¨². De no darse ese di¨¢logo, lo que se ve venir son m¨¢s escenarios de violencia y enfrentamiento.
P. Durante las primeras conclusiones de su visita expuso una carencia que arrastramos en justicia. El d¨¦ficit de fiscales especializados en Derechos Humanos. ?Cu¨¢ntos tenemos y cu¨¢ntos deber¨ªamos tener?
R. Ser¨¢n fundamentales las investigaciones que se realicen sobre lo ocurrido. Y son investigaciones que deben hacerse con un enfoque de derechos humanos. Sin embargo, no existe una cobertura nacional de fiscal¨ªas con enfoque de derechos humanos. Hay una deficiencia de cobertura de personal especializado. Y sobre esa base ser¨¢n las autoridades nacionales las que deber¨¢n hacer cumplir protocolos en la toma de testimonios. Verificar que los protocolos fueron respetados al realizar las necropsias. Adem¨¢s, viene una etapa muy importante que son los protocolos de las tomas de pruebas bal¨ªsticas para establecer de qu¨¦ armas salieron los proyectiles.
P. Pero lo cierto es que tenemos poca capacidad operativa para investigar cada una de las muertes durante las ¨²ltimas protestas.
R. En este momento la capacidad est¨¢ instalada en Lima y tendr¨ªan que desplazarse y dar apoyo a lo ocurrido en las regiones. La Fiscal¨ªa de Derechos Humanos no tiene la cobertura a nivel nacional. No est¨¢ en Juliaca, donde hubo 19 fallecidos. Se requiere un esfuerzo extraordinario y es algo de lo que estaremos solicitando informaci¨®n. Y tambi¨¦n verificando y denunciando para garantizar la independencia de las investigaciones.
P. ?Podr¨ªa afirmar que se ha vulnerado el derecho a la protesta en el Per¨²?
R. Podemos afirmar en este momento es que son m¨²ltiples las denuncias de un excesivo uso de la fuerza. Tienen que investigarse los hechos. Y con relaci¨®n a la protesta se debe separar la violencia que hemos condenado, que no es la mayor¨ªa, del derecho de protesta y manifestaci¨®n pac¨ªfica que debe ser garantizado y que los estados de excepci¨®n que se impongan no deben tener como finalidad silenciar las voces. Se han dado 477 acciones de protestas, donde han habido 68 hechos graves de violencia.
P. ?La Comisi¨®n ha identificado una estigmatizaci¨®n hacia los protestantes por el lugar donde nacieron, sus apellidos y el color de su tez?
R. S¨ª, lo hemos condenado y se?alado. Hay un deterioro en el debate p¨²blico, en el discurso, hay generalicaciones donde se utilizan los t¨¦rminos terroristas, terrucos, senderistas, incluso indios como un descalificativo de estigmatizaci¨®n y discriminaci¨®n que alimentan la violencia y da?an a ciudadanos peruanos que desarrollan sus proyectos de vida que est¨¢n alejados de cualquier situaci¨®n contraria a la ley. Se sienten ofendidos. Estos factores ¨¦tnico-raciales de estigmatizaci¨®n est¨¢n presentes y nosotros hacemos un llamado a que se detengan este tipo de expresiones porque m¨¢s que pacificar, alimentan conflictos y son una conducta totalmente condenable.
P. En ese sentido, ?percibi¨® poca atenci¨®n o cobertura de los medios de comunicaci¨®n hacia las muertes de los peruanos del sur del pa¨ªs?
R. Vimos una cantidad de medios que no enfocaban sus primeros pronunciamientos respecto de las muertes, sino a un tipo de an¨¢lisis pol¨ªtico o de enfoque de seguridad, invisibilizando la situaci¨®n del drama humano que se vive en el interior. No son todos los medios. Pero nos llam¨® la atenci¨®n que hay dos grupos de medios: unos que est¨¢n m¨¢s atentos a lo que pasa en las comunidades, en los sepelios, en el dolor, en los reclamos y otros que lo analizan desde una perspectiva de seguridad, de an¨¢lisis pol¨ªtico. Existen dos enfoques diferentes para la misma realidad. Es muy marcado.
P. ?Lima debe escuchar m¨¢s a las regiones?
R. Tiene que haber una escucha entre las partes. Que no se vea a Lima como algo ajeno a lo que est¨¢ pasando. En ese di¨¢logo amplio se debe saber escuchar y respetar. Nosotros no se?alamos esta ruta pol¨ªtica. La escucha debe ser sincera, de buena fe, que finalice con acuerdos que permitan descompresionar la alta tensi¨®n y clima de posibles hechos de violencia.
P. Hubo una visita antes de la CIDH entre el 20 y 22 de diciembre. Ya hab¨ªa fallecidos. ?En ese momento era optimista respecto al conflicto? O sea, ?crey¨® que el fuego cesar¨ªa?
R. Siempre ha estado la preocupaci¨®n de que la violencia va en incremento. En diciembre el escenario que se ve¨ªa venir era complicado. Y le digo: despu¨¦s de haber terminado esta visita nosotros estamos sumamente preocupados porque en el mismo desarrollo de la visita hubo situaciones en Cusco que generaron que dos personas perdieran la vida. Si no se abre el di¨¢logo pueden haber m¨¢s vidas que lamentar.
P. Se reuni¨® con los familiares de las v¨ªctimas. Esa debe ser la parte m¨¢s sentida de su labor indudablemente. ?Qu¨¦ fue lo que m¨¢s le impact¨® de esos encuentros?
R. Las descripciones de los testimonios y el testimonio de vida que dejaron hacen notar que eran personas que se dedicaban a sus estudios o a ganarse la vida en el trabajo diario. Esa es la caracterizaci¨®n de las v¨ªctimas. Esto se dio en un ambiente de dolor e indigaci¨®n. Los familiares nos dijeron: en Lima dicen que todos somos terrucos, violentistas. Eso no es cierto. Queremos que nuestra voz se escuche. Ese fue el tipo de testimonios que recibimos.
P. Convengamos que ese terruqueo no es una exclusividad del Per¨², sino en varias partes de la regi¨®n...
R. Hay un clima complicado en la regi¨®n. El problema son las generalizaciones. Se?alamientos que buscan da?ar y silenciar ciertas voces. Si hubiera un grupo espec¨ªfico que quisiera socavar la institucionalidad, una organizaci¨®n criminal, pues para eso est¨¢n los procedimientos de investigaci¨®n. Pero no se puede generalizar a toda una regi¨®n por pensar de distinta manera.
P. El mismo dia que la comision de la CIDH se marchaba, por la noche la presidenta pidi¨® disculpas a la ciudadan¨ªa por el manejo de la crisis. Pero se tard¨® m¨¢s de un mes y no lo hizo directamente hacia los familiares de las v¨ªctimas. ?Qu¨¦ opina de ello?
R. En la conferencia de prensa que dimos el viernes nos hicieron la pregunta si la presidenta deber¨ªa disculparse. Nuestra respuesta inmediata es que efectivamente como representante de la unidad nacional es lo que le corresponde. Debe tener empat¨ªa con las v¨ªctimas y disculparse no es aceptar una responsabilidad directa como tal, pero s¨ª establecer los lazos de empat¨ªa b¨¢sicos para un posterior di¨¢logo.
P. ?Se lleg¨® a reunir con la presidenta?
R. S¨ª, fue una extensa reuni¨®n de una hora y media. Nos hizo una explicaci¨®n de su interpretaci¨®n de los acontecimientos. Fue un espacio de escucha para nosotros.
P. No s¨¦ si tocaron el tema de una forma tan directa. Pero en todo caso, ?la presidenta les asegur¨® que no habr¨ªan m¨¢s muertos?
R. La presidenta nos asegur¨® que ella no hab¨ªa dado ninguna orden de disparar armas de fuego. Y lo otro es que las fuerzas de seguridad actuar¨ªan en el marco de los est¨¢ndares interamericanos. Es decir, legalidad y proporcionalidad. Fue algo que se habl¨® mucho, pues en esa reuni¨®n hubo varios ministros.
P. No s¨¦ si estuvo al tanto, pero algunos voceros, como el congresista de Renovaci¨®n Popular, Jorge Montoya, afirm¨® que la CIDH se ha convertido en ¡°un ¨®rgano pol¨ªtico de la izquierda en el continente¡±, y que por eso ¨¦l no asisti¨® a estas reuniones porque para ¨¦l ¡°es una p¨¦rdida de tiempo conversar con ustedes¡±. ?Le sorprenden esas declaraciones?
R. Solo puedo indicar que la labor que realizamos es una labor totamente objetiva, haciendo referencia a lo que escuchamos de ambas partes, y siendo lo m¨¢s ponderada posible.
P. En las ¨²ltimas horas se han detenido a personas por supuestamente integrar una nueva facci¨®n de Sendero Luminoso. Como parte de ese operativo se ha buscado en las bibliotecas de estos sospechosos libros de Marx, Lenin o Stalin. ?Qu¨¦ opina de que haya regresado la persecusi¨®n contra los libros?
R. Cada persona es libre de elegir el tipo de lectura que le agrada o las ideas que comparte. Deben haber investigaciones serias.
P. Claramente, la sociedad peruana no se est¨¢ escuchando entre s¨ª. Pero esta es una grieta desde los inicios de la Rep¨²blica. ?Por qu¨¦ ahora tendr¨ªa que ser distinto, se?or Ral¨®n?
R. Los Estados deben ir buscando fortalecerse sus democracias. Cuando no hay di¨¢logo lo que existe es violencia. Existe un costo muy grande de no atender la amplia necesidad del sur y de otras regiones del Per¨². Costo en vidas, costo en posibilidades de desarrollo integral, de proyectos de vida de la ciudadan¨ªa. La situaci¨®n amerita que el Estado haga funcionar sus instituciones para atender el bienestar de todos los ciudadanos y especialmente de los que han sido excluidos y abandonados por muchos a?os.
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