El Papa en Sud¨¢n del Sur: ¡°Basta ya de sangre derramada¡±
Francisco exige a los l¨ªderes pol¨ªticos del pa¨ªs africano, en el que la Santa Sede ha invertido mucho esfuerzo para lograr la paz, que cumplan los acuerdos alcanzados
El 11 de abril de 2019, en uno de los salones del Palacio Apost¨®lico del Vaticano, el papa Francisco se arrodill¨® por sorpresa y bes¨® los pies del presidente de Sud¨¢n del Sur, Salva Kiir Mayardit. Era el final del retiro de varios d¨ªas al que el mandatario y su opositor ¡ªactual vicepresidente, Riek Machar¡ª hab¨ªan aceptado someterse en Roma para lograr un acuerdo de paz y reconciliaci¨®n nacional. Y el ins¨®lito gesto, que dio la vuelta al mundo, invitaba a la esperanza. Pero las cosas no h...
El 11 de abril de 2019, en uno de los salones del Palacio Apost¨®lico del Vaticano, el papa Francisco se arrodill¨® por sorpresa y bes¨® los pies del presidente de Sud¨¢n del Sur, Salva Kiir Mayardit. Era el final del retiro de varios d¨ªas al que el mandatario y su opositor ¡ªactual vicepresidente, Riek Machar¡ª hab¨ªan aceptado someterse en Roma para lograr un acuerdo de paz y reconciliaci¨®n nacional. Y el ins¨®lito gesto, que dio la vuelta al mundo, invitaba a la esperanza. Pero las cosas no han ido como a Francisco le hubiera gustado aquel d¨ªa, tal y como expres¨® el viernes por la tarde, nada m¨¢s aterrizar en Sud¨¢n del Sur, segunda parada de su viaje a ?frica central, tras pasar tres d¨ªas en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. ¡°Son an?os de guerras y conflictos que parecen no tener fin, incluso recientemente se han verificado violentos enfrentamientos, mientras que los procesos de reconciliacio?n y las promesas de paz permanecen incumplidas¡±, critic¨® el Papa en un discurso en el palacio presidencial de Yuba, justo en una semana donde han sido asesinadas, al menos, 27 personas.
La complicaci¨®n pol¨ªtica de esta visita es mucho mayor y tiene ra¨ªces en la guerra de independencia de este pa¨ªs, el m¨¢s joven del mundo (nacido el 9 de julio de 2011) y en cuya paz se ha involucrado profundamente el Vaticano. De hecho, nada m¨¢s tocar tierra, Francisco se reuni¨® con el presidente del pa¨ªs y con el vicepresidente ¡ªambos de distintas confesiones religiosas y enfrentados pol¨ªticamente¡ª, para no levantar recelos en ninguno de los bandos. Una reuni¨®n m¨¢s larga de lo programado, que deriv¨® en la promesa del presidente ¡ª¨¦l mismo lo anunci¨® oficialmente¡ª de incluir en los acuerdos de paz a grupos opositores hasta ahora vetados. La idea del viaje es impulsar la reconciliaci¨®n y acelerar el proceso electoral que ponga orden en un Estado de mayor¨ªa cristiana (70%) donde abundan los cat¨®licos (alrededor de la mitad de la poblaci¨®n). Francisco ha llegado acompa?ado de Justin Welby, arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, y Iain Greenshields, moderador de la Iglesia de Escocia (Presbiteriana).
La primera reuni¨®n, mantenida con el presidente y su equipo, ya marc¨® la l¨ªnea del viaje a un pa¨ªs en el que los conflictos armados han provocado ya m¨¢s de dos millones de desplazados internos. ¡°Vengo como peregrino de reconciliacio?n, con el suen?o de acompan?arles en su camino de paz, un camino tortuoso, pero que ya no puede ser postergado¡±, dijo. ¡°Es tiempo de pasar de las palabras a los hechos. Es tiempo de pasar pa?gina; es tiempo de compromiso en favor de una transformacio?n que es urgente y necesaria. El proceso de paz y de reconciliacio?n requiere un nuevo impulso. Que se entienda y se lleve adelante el acuerdo de paz, asi? como la hoja de ruta¡±.
El Papa se refer¨ªa, precisamente, a los compromisos incumplidos por ambas facciones. Tras aquel retiro de 2019 en el Vaticano, la comunidad de San Egidio (muy cercana al Papa) logr¨® en 2020 sentar en la misma mesa al Gobierno y a sus opositores, para firmar la Declaraci¨®n de Roma, el 13 de enero de 2020, que reconoce la legitimidad pol¨ªtica de todos los grupos en la oposici¨®n. Pero las cosas no marchan como se esperaba. ¡°Para que esta tierra no quede reducida a un cementerio [¡] sen?or presidente, sen?ores vicepresidentes, en nombre de Dios, del Dios al que juntos rezamos en Roma; ha llegado la hora de decir basta, sin condiciones y sin ¡®peros¡¯. Basta ya de sangre derramada, basta de conflictos, basta de agresiones y acusaciones reci?procas sobre qui¨¦n haya sido culpable, basta de dejar al pueblo sediento de paz. Basta de destruccio?n, es la hora de la construccio?n. Hay que dejar atra?s el tiempo de la guerra y propiciar un tiempo de paz¡±, pidi¨® el Papa.
Amnist¨ªa Internacional recuerda que en 2015 y 2018, partes en el conflicto m¨¢s reciente de Sud¨¢n del Sur se comprometieron a crear un Tribunal H¨ªbrido para este pa¨ªs con el apoyo de la Uni¨®n Africana para investigar y enjuiciar cr¨ªmenes de guerra y otras violaciones de derechos humanos cometidos en el conflicto desde diciembre de 2013. Pero la creaci¨®n de este tribunal se ha aplazado, lo que deja a millones de sobrevivientes y v¨ªctimas pocas perspectivas o ninguna de que se rindan cuentas por cr¨ªmenes de derecho internacional.
Tender puentes
La visita apost¨®lica es distinta a todas las anteriores porque al Papa le acompa?an Welby y Greenshields. Un dise?o que responde a la necesidad tambi¨¦n de tender puentes entre las dos facciones pol¨ªticas, que tambi¨¦n lo son religiosas (protestantes y cat¨®licos). ¡°En un mundo marcado por las divisiones y los conflictos, este pai?s acoge una peregrinacio?n ecume?nica de paz, que constituye una rareza; ojala? represente un cambio de marcha, la ocasio?n para que Suda?n del Sur vuelva a navegar por aguas tranquilas, reanudando el dia?logo sin falsedades y oportunismos¡±, record¨®.
El Papa, quiz¨¢ en un discurso algo b¨¢sico pero necesario sobre democracia, trat¨® de explicarles a los gobernantes c¨®mo se debe fundar un nuevo pa¨ªs hoy en d¨ªa (el presidente deb¨ªa convocar elecciones para este a?o y las ha aplazado injustificadamente a 2024). El sindicato sursudan¨¦s de periodistas, de hecho, denunci¨® que varios reporteros fueron detenidos a principios de enero por informar de un acto p¨²blico en el que el presidente se orin¨® encima. ¡°Que quien administra la justicia pueda ejercitarla sin condicionamientos por parte de quien legisla o gobierna. La democracia presupone, adema?s, el respeto de los derechos humanos, custodiados por la ley y por su aplicacio?n, y especi?ficamente presupone la libertad de expresar las propias ideas¡±, subray¨®.
Los enfrentamientos b¨¦licos en el pa¨ªs han causado tambi¨¦n la muerte de misioneros y cooperantes, a quienes Francisco record¨® exigiendo que se respete su trabajo y su integridad f¨ªsica. La corrupci¨®n rampante tambi¨¦n fue uno de los puntos que toc¨® antes de terminar su discurso. ¡°Tra?ficos inicuos de dinero, tramas ocultas para enriquecerse, negocios clientelares, falta de transparencia: este es el fondo contaminado de la sociedad humana, que impide que los recursos necesarios lleguen donde es ma?s necesario; en primer lugar, para combatir la pobreza, que constituye el terreno fe?rtil en el que se enrai?zan odios, divisiones y violencia¡±, lanz¨®.
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