Sud¨¢n del Sur celebra el nacimiento de un nuevo pa¨ªs
A¨²n quedan importantes temas por resolver, como el petr¨®leo y los conflictos en Kordof¨¢n del Sur y en Abyei
Esta medianoche, el contador del nuevo reloj que preside una de las rotondas m¨¢s centrales de Juba ha llegado a cero tras contar los d¨ªas, horas y minutos que faltaban para la independencia de la regi¨®n sur de Sud¨¢n. "Al fin libres", se ha podido leer en la pantalla del reloj. Despu¨¦s de 50 a?os de conflicto entre Norte y Sur, Sud¨¢n del Sur declarara hoy su independencia y se ha convertido en el pa¨ªs m¨¢s joven del mundo.
A las doce de la noche, cuando Sud¨¢n del Sur se convert¨ªa en el Estado m¨¢s nuevo del planeta, fueron miles los sursudaneses que se lanzaron a las calles a bailar y cantar para celebrar el nacimiento de su nuevo pa¨ªs. Los faros de los coches serv¨ªan para iluminar las banderas que ondeaban por toda la ciudad. Hombres y mujeres que sal¨ªan a medianoche del ¨²ltimo rezo, sal¨ªan de la iglesia cantando el Cumplea?os Feliz.
Unos 30 jefes de Estado africanos y decenas de delegados internacionales presenciar¨¢n los actos oficiales
Han sido muchos los que se han subido a los coches, los que han cantado y bailado dando palmas o haciendo ruidos con botes de pl¨¢stico. Entre ellos, el ministro de informaci¨®n del nuevo pa¨ªs Barnaba Marial Benjamin, quien en plena noche cont¨® a la agencia Reuters que era el verdadero momento de celebrar la independencia.
"Cuando llegu¨¦... fue complicado, me costaba reconocer y hablar con amigos y familiares de mi infancia, pero ten¨ªa que regresar para poder contribuir por fin a mi propio pa¨ªs", dice con la mirada perdida en el Nilo Gabriel Deng, uno de los "ni?os perdidos" de Sud¨¢n. Deng escap¨® de su pa¨ªs a pie en 1987 y regres¨® hace apenas cinco d¨ªas.
La esperada celebraci¨®n en Juba, la capital, transcurre ya entre un ambiente festivo, pero tenso. Unos festejos que empezaron ya ayer, cuando, bajo un sol cegador, grupos de mujeres cantaban y bailaban vestidas con trajes tradicionales mientras soldados altos y serios guardaban los puntos importantes de la ciudad fusil en mano.
Est¨¢ previsto que unos 30 jefes de Estado africanos y decenas de delegados internacionales presencien los actos oficiales. Tambi¨¦n estar¨¢ el presidente de Sud¨¢n, Omar Al Bachir, pretendido por la Corte Penal Internacional por cr¨ªmenes de guerra en Darfur. Como en una boda entre familias enfrentadas, Bachir es el invitado que ning¨²n dignatario occidental quiere tener como compa?ero de mesa.
Asuntos pendientes
Las medidas de seguridad son enormes y es que la tensi¨®n entre Norte y Sur se mantiene aunque hace ya seis a?os que ambos firmaron la paz de una guerra que duraba desde 1983. A¨²n quedan importantes temas por resolver, como el propio trazado de la frontera o la cuesti¨®n de la ciudadan¨ªa. Pero son el petr¨®leo y los conflictos en Kordof¨¢n del Sur y en Abyei las cuestiones m¨¢s preocupantes y que oscurecen el nacimiento del nuevo pa¨ªs.
A partir de hoy, Sud¨¢n del Sur pasar¨¢ a controlar alrededor del 75% de los campos petrol¨ªferos que antes administraba Jartum. Cuando firmaron la paz, ambas partes acordaron repartirse los ingresos petrol¨ªferos al 50%, pero ese acuerdo ya ha vencido y Juba y Jartum a¨²n no han pactado una nueva repartici¨®n. Para complicar aun m¨¢s la situaci¨®n, las refiner¨ªas y los oleoductos se encuentran en el Norte, por lo que ambas partes se necesitan.
Pero el nuevo pa¨ªs no quiere depender de su vecino del Norte. "Para nosotros ser¨¢ muy f¨¢cil construir nuestro propio oleoducto", ha dicho en rueda de prensa Anthony Makana, ministro de Carreteras y Transportes y que ha a?adido que est¨¢n en conversaciones con varias empresas para iniciar la construcci¨®n.
La posible p¨¦rdida de ingresos del petr¨®leo es una de las consecuencias m¨¢s graves para el Norte. De hecho, gran parte de los campos petrol¨ªferos que quedar¨¢n en su territorio est¨¢n en la provincia fronteriza de Kordof¨¢n del Sur, que contribuye con unos 115.000 barriles diarios al cerca de medio mill¨®n que produc¨ªa el Sud¨¢n unido, seg¨²n cifras del Ministerio sudan¨¦s para el Petr¨®leo.
Esta regi¨®n, de poblaci¨®n mayoritariamente negra, se ali¨® con las milicias del Sur durante la guerra contra el Norte, de poblaci¨®n ¨¢rabe, pero hoy sigue siendo una provincia dependiente de Jartum mientras el Sur se convierte en un pa¨ªs independiente.
Los rebeldes de Kordof¨¢n del Sur
Hace un mes, los milicianos establecidos en las monta?as Nuba de Kordof¨¢n del Sur se negaron a pasar a formar parte del Ej¨¦rcito del Norte o a entregar sus armas. Y desde el 5 de junio, el r¨¦gimen de Jartum est¨¢ bombardeando ¨¢reas pobladas por civiles y llevando a cabo registros casa por casa en busca de personas que simpaticen con el Sur, seg¨²n informes de la ONU.
El Norte ha cerrado los accesos a Kordof¨¢n del Sur pero informaciones sin confirmar hablan de cientos de muertos y heridos y m¨¢s de 73.000 personas desplazadas por la violencia, tambi¨¦n seg¨²n Naciones Unidas. Muchas familias se han refugiado en las numerosas cuevas presentes en la zona.
El r¨¦gimen de Juba se ha desmarcado del conflicto y ha declarado que no desea volver a la guerra con el Norte. Pero los rebeldes de Kordof¨¢n del Sur pertenecen al SPLM-Norte, el ala pol¨ªtica en Jartum del partido gobernante en Sud¨¢n del Sur, y en Juba todos dan por hecho que el poco apoyo que reciben los milicianos en las monta?as Nuba viene del Sur. Tras la independencia, la situaci¨®n podr¨ªa inflamarse hasta involucrar abiertamente al Ej¨¦rcito del Sur.
Abyei, otra regi¨®n de la discordia
El conflicto sigue abierto tambi¨¦n en la regi¨®n de Abyei, que tanto Norte como Sur reclaman como propia. Abyei est¨¢ poblada por miembros de la tribu Ngok Dinka del sur, pero los Misseriya, tribus ¨¢rabes y n¨®madas del Norte, dependen tambi¨¦n de sus tierras para alimentar a su ganado.
Tras meses de enfrentamientos armados entre Norte y Sur en Abyei, en mayo el Ej¨¦rcito del Norte invadi¨® y bombarde¨® la zona, lo que provoc¨® el desplazamiento hacia Sud¨¢n del Sur de 113.000 personas. El 20 de junio el Norte accedi¨® a retirar sus tropas de Abyei, pero la situaci¨®n sigue siendo "tensa" y "vol¨¢til", seg¨²n un informe de Naciones Unidas.
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