419 muertos y cero responsables: dos a?os de la oleada de masacres carcelarias en Ecuador
Las guerras entre bandas criminales por el control de las prisiones y la ausencia del Estado en su interior impide frenar la violencia
La Penitenciar¨ªa del Litoral, en Guayaquil, es la c¨¢rcel m¨¢s peligrosa de Ecuador. En los dos ¨²ltimos a?os ha sido territorio de cinco masacres donde han asesinado a cerca de 214 personas. La del 28 de septiembre de 2021 fue la m¨¢s sangrienta, en la que se contaron 119 fallecidos en casi dos d¨ªas de enfrentamientos. Pr¨¢cticamente desapareci¨® el pabell¨®n n¨²mero cinco. Este febrero se cumplieron dos a?os de la primera masacre del pa¨ªs, a la que han seguido 10 m¨¢s. Un tota...
La Penitenciar¨ªa del Litoral, en Guayaquil, es la c¨¢rcel m¨¢s peligrosa de Ecuador. En los dos ¨²ltimos a?os ha sido territorio de cinco masacres donde han asesinado a cerca de 214 personas. La del 28 de septiembre de 2021 fue la m¨¢s sangrienta, en la que se contaron 119 fallecidos en casi dos d¨ªas de enfrentamientos. Pr¨¢cticamente desapareci¨® el pabell¨®n n¨²mero cinco. Este febrero se cumplieron dos a?os de la primera masacre del pa¨ªs, a la que han seguido 10 m¨¢s. Un total de 419 personas perdieron la vida dentro de las prisiones en este tiempo, un saldo macabro por el que a¨²n no hay nadie responsable.
En ese pabell¨®n de la Penitenciar¨ªa estaba el hermano menor de Paola. Un joven de 25 a?os que hab¨ªa sido procesado por delincuencia organizada. Bryan llam¨® a su hermana cuando comenz¨® la balacera, aunque la alerta se conoci¨® desde varias horas antes. ¡°Yo escuchaba todo, las balas, las granadas, las bombas¡±, era el sonido de fondo que o¨ªa Paola en las cinco veces que habl¨® con Bryan esa madrugada. ¡°?l me ped¨ªa que lo saque de ah¨ª porque lo iban a matar¡±, hasta que no volvi¨® a tener contacto con su hermano.
Lo que ocurri¨® despu¨¦s lo han vivido cada una de las familias de los 419 presos asesinados en seis c¨¢rceles de Ecuador. Reconocer a los suyos en videos que mostraban cuerpos decapitados, brazos, piernas, cabezas y troncos quemados, en las que trataban de identificar marcas de nacimiento, tatuajes, ropa, o solo por instinto hallar a sus muertos entre im¨¢genes sangrientas que enviaban los presos desde dentro de la c¨¢rcel.
El calvario continu¨® afuera de la Penitenciar¨ªa, donde las autoridades no otorgaban informaci¨®n, mientras los carros de Criminal¨ªstica y las ambulancias sal¨ªan a cada rato del recinto carcelario y se apresuraban a cerrar las puertas para evitar mostrar lo que pasaba dentro. Despu¨¦s, se extend¨ªa hasta la instalaciones de Medicina Legal donde eran llevados los cuerpos, y donde un funcionario gritaba entre la muchedumbre la lista de los nombres de los cuerpos que iban siendo identificados.
¡°Eso parec¨ªa una carnicer¨ªa. Nos pasaron fotos y ah¨ª estaba mi hermano¡±, recuerda Paola, ¡°estaba entero, pero su cara destrozada a golpes. Lo reconocimos por un tatuaje con el nombre de mi mam¨¢¡±. Bryan fue asesinado con dos balas en el cuello.
El hermetismo de lo que ocurre en las prisiones es uno de los tantos problemas de las c¨¢rceles. ¡°Hay jugadas tras bastidores que solo se ven cuando el Gobierno reacciona a un hecho violento¡±, explica dice Billy Navarrete, director del Comit¨¦ de Defensa de los Derechos Humanos de Guayaquil y a quien desde hace m¨¢s de 10 a?os no le permiten el ingreso a las prisiones como veedor de Derechos Humanos, cuando el Gobierno de Rafael Correa aplic¨® el secretismo de la informaci¨®n. El entonces presidente quiso enfrentar as¨ª los fallos de la construcci¨®n de la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad llamada Regional 5, que est¨¢ a lado de la Penitenciar¨ªa, donde d¨ªas despu¨¦s de haber sido inaugurada registr¨® su primer fugado.
¡°Los eventos que vemos hoy en d¨ªa al interior de las c¨¢rceles del pa¨ªs son el resultado del progresivo aislamiento y sistem¨¢tico abandono estatal¡±, a?ade Navarrete, que coincide con las conclusiones que hicieron los miembros de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) despu¨¦s de visitar algunas de las c¨¢rceles del pa¨ªs.
¡°La crisis carcelaria que prevalece est¨¢ caracterizada por altos niveles de violencia y corrupci¨®n sin precedentes dentro de las prisiones, y responde al abandono estatal as¨ª como a la ausencia de una pol¨ªtica criminal integral¡±, dice el informe que fue recibido por el Gobierno ecuatoriano en febrero de 2022, con 39 recomendaciones que, seis meses despu¨¦s, seg¨²n las autoridades responsables de las prisiones, ya se hab¨ªan cumplido en su mayor¨ªa, aunque en ese mismo periodo ocurrieron otras siete masacres en cinco c¨¢rceles del pa¨ªs.
La CIDH tambi¨¦n realiz¨® observaciones al trato que recibieron los familiares de v¨ªctimas de las masacres. ¡°Ninguna instituci¨®n se ha acercado a decirnos algo, ni c¨®mo avanzan las supuestas investigaciones de la masacre, ni siquiera se hicieron cargo de los gastos f¨²nebres, todo los tuvimos que gestionar nosotros con ayuda de familiares y vecinos¡±, recuerda Paola.
La ausencia del Estado en la reparaci¨®n a las v¨ªctimas y la repetici¨®n de los hechos violentos en las c¨¢rceles ha alentado a la conformaci¨®n de un Comit¨¦ de Familiares por Justicia en C¨¢rceles. ¡°Hay pasos que se van a dar para judicializar este desangre. Vamos a demandar al Estado¡±, dice el defensor de Derechos Humanos, quien acompa?a la iniciativa de los familiares. De las causas judiciales abiertas por las masacres carcelarias en los ¨²ltimos dos a?os, no existen sentenciados, ni siquiera las garant¨ªas en seguridad para ingresar y realizar las pericias correspondientes.
Las c¨¢rceles gozan de una relativa calma desde la ¨²ltima masacre en noviembre de 2022, a pesar de varios operativos de traslados de cabecillas de bandas delictivas a la c¨¢rcel conocida como La Roca, que hab¨ªa estado cerrada desde 2013 por vulnerabilidades en la seguridad. En una estrategia que el Gobierno de Guillermo Lasso acu?¨® como exitosa, mostr¨® por primera vez a los presos sometidos a la fuerza p¨²blica en im¨¢genes al estilo Bukele: reos sin camisetas, en fila, rendidos, unos pegados a otros con las manos en la espalda.
¡°Si bien hay una disminuci¨®n de hechos violentos, no hay evidencia plena del control que debe tener el Estado y la informaci¨®n de ese control¡±, reprocha Navarrete. Unos d¨ªas despu¨¦s de ese operativo, uno de los cabecillas de la banda de Los Choneros, ¡°que goza de privilegios en la c¨¢rcel, logr¨® el decomiso de los alimentos en la Penitenciar¨ªa para fingir una huelga de hambre en la que lo que ped¨ªan era la liberaci¨®n de este l¨ªder peligroso¡±, a?ade.
Se trata de Junior Rold¨¢n, alias JR, quien consigui¨® la prelibertad gracias tambi¨¦n a un informe favorable que entreg¨® el organismo estatal responsable de la c¨¢rceles, SNAI, en el que destaca su buena conducta, a pesar de contar con siete delitos, tres de esos por asesinato. En la audiencia en la que se evalu¨® su liberaci¨®n, los funcionarios del SNAI destacaron que JR cumpli¨® con su rehabilitaci¨®n con actividades de dibujo art¨ªstico, danza, cine recreativo e incluso en yoga dentro de la c¨¢rcel Regional de Guayaquil. Trabaj¨® en la psicolog¨ªa del perd¨®n, el autocontrol de impulso, el manejo de las emociones y estudi¨® Derechos Humanos.
JR consigui¨® a bala y sangre ser uno de los dos cabecillas de Los Choneros, en la primera masacre registrada el 23 de febrero de 2021. La Polic¨ªa se?al¨® que la causa de aquel enfrentamiento fue la pugna de varios lideres que se disputaban la vacante que se hab¨ªa producido a ra¨ªz del asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias Rasqui?a, en diciembre de 2020. Zambrano era el ¨²nico l¨ªder de la banda criminal Los Choneros que est¨¢ aliada al cartel mexicano de Sinaloa. Rasqui?a hab¨ªa conseguido mantener el liderazgo entre varias c¨¦lulas criminales dedicadas al microtr¨¢fico, robo y sicariato que se hab¨ªan desprendido de Los Choneros. Con su muerte, muchos se disputaron su lugar y desataron una guerra dentro y fuera de las c¨¢rceles que a¨²n no es controlada.
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