Ecuador se desangra en sus c¨¢rceles

El impacto de las bandas criminales en Ecuador es tan grande que las autoridades reconocen que son ¡°una amenaza con un poder igual o superior al del Estado¡±. Con esa descripci¨®n, el que era director del sistema penitenciario del pa¨ªs hasta esta semana, Fausto Cobo, med¨ªa la dimensi¨®n del ¨²ltimo amotinamiento en la antigua Penitenciar¨ªa del Litoral, en Guayaquil, que comenz¨® este martes. Los 118 muertos contados hasta el momento y los 79 heridos trasladados a hospitales suponen el enfrentamiento m¨¢s violento entre presos en las c¨¢rceles del pa¨ªs. Pero no el primero. Es el m¨¢s sangriento de la escalada de motines y ataques exacerbada desde 2019.

Otro episodio similar y simult¨¢neo en cuatro prisiones dej¨® 79 muertos en febrero de este a?o, pero la ola de violencia comenz¨® hace dos, cuando a¨²n gobernaba Len¨ªn Moreno y las im¨¢genes de un solo reo decapitado escandalizaron a la ciudadan¨ªa. Hoy, la polic¨ªa no alcanza a contar cu¨¢ntos presos est¨¢n descuartizados o quemados en el penal de Guayaquil y los familiares de las v¨ªctimas de la masacre desconoc¨ªan a¨²n este jueves si sus parientes est¨¢n entre los muertos, los heridos o los ilesos. Decenas de ellos, enojados y dolidos, se han apostado estos dos d¨ªas alrededor del recinto penitenciario esperando noticias. ¡°No hay ni siquiera una lista¡±, reclaman a gritos. ¡°Lo reconoc¨ª por un tatuaje que tiene en el brazo derecho¡±, se lamentaba Jazm¨ªn Quiroz tras ver a su hermano desfigurado en uno de los v¨ªdeos que se difundieron desde el interior de la c¨¢rcel.

Su testimonio es el de todos los que acudieron este jueves a las instalaciones habilitadas en un parque de Guayaquil, por orden del presidente Guillermo Lasso, para canalizar la informaci¨®n oficial y la asistencia psicol¨®gica. Hasta este jueves se hab¨ªan entregado apenas cuatro cuerpos de los 118 encontrados en los pabellones carcelarios a medida que avanzan los efectivos policiales y militares. El mot¨ªn empez¨® entre disparos y detonaciones el martes por la ma?ana, pero segu¨ªa sin controlarse totalmente dos d¨ªas despu¨¦s, pese a que se movilizaron incluso tanques hasta el recinto carcelario de Guayaquil. A la pregunta de si ya se hab¨ªa recuperado el control en el interior, el presidente ecuatoriano admiti¨® que no el mi¨¦rcoles por la noche en una rueda de prensa. ¡°Me gustar¨ªa decir que s¨ª, pero no lo puedo hacer. Las acciones requieren su tiempo¡±.

Los cad¨¢veres encontrados, detallaba el comandante de la polic¨ªa Fausto Buena?o el primer d¨ªa de amotinamiento, ¡°ten¨ªan impactos de proyectil de armas de fuego y tambi¨¦n por granadas¡±. El director saliente de las c¨¢rceles explicaba un d¨ªa despu¨¦s lo arriesgado de la operaci¨®n para pacificar la prisi¨®n: ¡°Nuestros efectivos entran con escudos y sin armas, mientras que ellos est¨¢n con granadas, fusiles y pistolas¡±.

Lasso compareci¨® el mi¨¦rcoles a ¨²ltima hora con semblante serio y dio pocas explicaciones, tras reunirse con la ministra de Gobierno, la secretaria de Derechos Humanos, el nuevo director del sistema penitenciario, el gobernador en la provincia de Guayas y los mandos policiales. El mandatario ecuatoriano, que se desplaz¨® de urgencia a Guayaquil ante la magnitud de la tragedia, anunci¨® un estado de excepci¨®n en todas las c¨¢rceles del sistema penitenciario para evitar que se repliquen los amotinamientos. La medida durar¨¢ 60 d¨ªas. El presidente defendi¨® que su declaraci¨®n de emergencia, a diferencia de las que decret¨® Moreno cuando gobernaba Ecuador, s¨ª cuenta con un plan de inversiones de 75 millones de d¨®lares para restaurar la funci¨®n de rehabilitaci¨®n social de las c¨¢rceles.

¡°El objetivo es precautelar los derechos de las personas privadas, los derechos humanos, el derecho a la vida, el derecho a la integridad¡±, pronunci¨® Lasso. La matanza entre presos, asegur¨®, se relaciona con las peleas por el control que mantiene el crimen organizado en el pa¨ªs dentro y fuera de las prisiones. ¡°Es lamentable que se pretenda convertir a las c¨¢rceles en un territorio en disputa del poder por parte de bandas delincuenciales¡±, sostuvo.

Seg¨²n denunci¨® el presidente, se trata de un problema alimentado por la superficialidad de los gobiernos de los ¨²ltimos 14 a?os en Ecuador. No era la primera vez que responsabilizaba a sus predecesores por haber sido permisivos con el narcotr¨¢fico y el crimen organizado y por un modelo de gesti¨®n penitenciario que adolece de hacinamiento. Las c¨¢rceles de Ecuador tienen capacidad para 30.000 internos, pero hay m¨¢s de 39.000 personas en privaci¨®n de libertad. Una buena parte de ellos, sin sentencia en firme.

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