¡®Make America Florida¡¯: la f¨®rmula de Ron DeSantis para conquistar la Casa Blanca
El gobernador republicano publica ¡®La valent¨ªa de ser libre¡¯, un libro de memorias en el que pone encima de la mesa las credenciales para su m¨¢s que previsible candidatura a la presidencia de EE UU
El cap¨ªtulo de conclusiones de The Courage to Be Free (La valent¨ªa de ser libre), que el lector encontrar¨¢ al final del segundo libro de memorias de Ron DeSantis, se titula ¡°Make America Florida¡±. Convertir Estados Unidos en Florida o Hacer que Estados Unidos sea Florida da una idea bastante precisa de lo que el gobernador DeSantis har¨¢ por sus compatriotas si lo eligen para la Casa Blanca.
El eslogan, ¡°un modelo para el resto del pa¨ªs¡±, suena bie...
El cap¨ªtulo de conclusiones de The Courage to Be Free (La valent¨ªa de ser libre), que el lector encontrar¨¢ al final del segundo libro de memorias de Ron DeSantis, se titula ¡°Make America Florida¡±. Convertir Estados Unidos en Florida o Hacer que Estados Unidos sea Florida da una idea bastante precisa de lo que el gobernador DeSantis har¨¢ por sus compatriotas si lo eligen para la Casa Blanca.
El eslogan, ¡°un modelo para el resto del pa¨ªs¡±, suena bien, pero, sobre todo, conserva el aire de familia necesario con otro afortunado lema: el ¡°Make America Great Again¡±, de Donald Trump, con el que DeSantis se encontrar¨¢, si finalmente decide presentarse, en la carrera por la nominaci¨®n del Partido Republicano. Promete ser la pelea m¨¢s encarnizada de la derecha rumbo a 2024. Esa proximidad podr¨ªa servirle: el arma que mejor ha funcionado a DeSantis hasta ahora ha sido presentarse como una versi¨®n mejorada y aumentada del expresidente, alguien con un curr¨ªculo superior, capaz de llevar adelante, sin tanto drama y sin tantos nervios, esos ideales conservadores y nacionalistas. Un ¡°Trump con cerebro¡±, por entendernos.
?Y en qu¨¦ consiste exactamente floridizar Am¨¦rica? En el libro, publicado este martes entre una gran expectaci¨®n en Estados Unidos y cr¨ªticas literarias negativas ¨D¡±Se leen como las memorias de un pol¨ªtico producidas por ChatGPT¡±, ha ironizado Jennifer Szalai en su rese?a para The New York Times¨D, DeSantis escribe: ¡°Parte de la raz¨®n por la que [el Estado] ha destacado durante mi mandato como gobernador es que no hemos temido tomar posiciones audaces pese a todo: hemos luchado contra los medios izquierdistas y los bur¨®cratas para defender la libertad de Florida durante la pandemia; hemos peleado contra Disney para proteger a los m¨¢s peque?os; y nos hemos opuesto a intereses de los poderosos para salvaguardar nuestros recursos naturales¡±.
Seg¨²n su relato, de estilo seco y un tanto cargado de resentimiento, el ¡°Estado libre de Florida¡± se ha beneficiado, ¡°en tiempos en los que no hay otra opci¨®n que ser valientes¡±, de una decidida apuesta por la ¡°educaci¨®n por encima del adoctrinamiento¡±, de su acercamiento sin complejos a la inmigraci¨®n y del rechazo de las pol¨ªticas de la izquierda, que define como ¡°suaves con la criminalidad¡±.
Esa es la ¡°hoja de ruta de Florida¡±. Servir¨¢, seg¨²n DeSantis, para ¡°el resurgir de Estados Unidos¡± que promete el subt¨ªtulo del libro. De momento, ha posibilitado que el Estado haya registrado, recuerda, unos datos netos de migraci¨®n positivos. El gobernador define ese movimiento demogr¨¢fico como ¡°el gran ¨¦xodo estadounidense¡±. Un ¨¦xodo que adem¨¢s ha resultado ser de la gente correcta: ¡°Desde el inicio de la pandemia, todos y cada uno del resto de los 49 Estados han enviado m¨¢s republicanos que dem¨®cratas a Florida¡±, se puede leer en The Courage to Be Free. Tal vez eso haya contribuido a su reciente victoria electoral: sus compatriotas lo hicieron en 2018 gobernador con una diferencia de 33.000 votos, pero le renovaron en noviembre su confianza por un margen de 1,5 millones sobre su contrincante y con un apabullante apoyo de los latinos.
La clave ahora es saber si fuera de las fronteras de Florida funcionar¨¢ su f¨®rmula para convencer a votantes de, pongamos, California, M¨ªchigan o Vermont. Mientras entretiene el tiempo hasta el m¨¢s que previsible anuncio de su campa?a presidencial, DeSantis est¨¢ empezando a dejarse ver fuera de su Estado. La semana pasada, hizo una minigira por Nueva York, Illinois y Pensilvania que tuvo el aroma del viaje de un precandidato. Y este martes comenz¨® en Leesburg (Florida) el tour nacional de presentaci¨®n del libro, que se estren¨® en el primer puesto de ventas de Amazon.
Personas de su entorno calculan que anunciar¨¢ su decisi¨®n a la altura de mayo o junio, cuando haya agotado el primer a?o de legislatura en el Parlamento de Tallahassee, donde los republicanos tienen una holgada mayor¨ªa en ambas c¨¢maras, que est¨¢n aprovechando para avanzar a toda prisa en la agenda del gobernador. En estos meses, este ha aprobado o puesto en marcha actuaciones contra las grandes tecnol¨®gicas, cambios educativos para poner coto a la ense?anza del racismo en la historia estadounidense en colegios y universidades y leyes sobre inmigraci¨®n o como la que firm¨® este lunes para castigar a Disney por la oposici¨®n de la compa?¨ªa a una norma que prohibe a los docentes discutir la orientaci¨®n sexual y la identidad de g¨¦nero hasta los nueve a?os y cuyos cr¨ªticos llaman ¡°No digas gay¡±.
Contra las ¨¦lites
Todas esas medidas se enmarcan en la gran obsesi¨®n de DeSantis: combatir la ¡°cultura woke¡±, ya sea prohibiendo libros o ¡°protegiendo el deporte femenino¡± de la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±. Esas guerras culturales son temas recurrentes en The Courage to Be Free, cuyo autor adopta un tono sombr¨ªo para se?alar a un enemigo por encima del resto. No es Trump, al que menciona en 118 ocasiones en t¨¦rminos, en general, positivos, tal vez consciente de que necesita el apoyo de su menguante base de fieles y pese a los ataques de este, que lo bautiz¨®, con su talento sobrenatural para la crueldad, como DeSanctimonius (meapilas); a Trump le agradece su apoyo en las elecciones de 2018, pero tampoco sobreestima el alcance de su influencia. Sus grandes enemigos son en realidad las elites, que ¡°controlan la burocracia federal, las empresas de lobby en K Street [en Washington], las grandes compa?¨ªas, los medios tradicionales, las tecnol¨®gicas y las universidades¡±.
¡°Sus miembros son producto del sistema ideol¨®gico de educaci¨®n superior de Estados Unidos y, en consecuencia, comparten un conjunto de ideas (...) uniformes, [que] trasciende las divisiones basadas en la geograf¨ªa, la etnia y la religi¨®n tradicional; de hecho, la ideolog¨ªa es la religi¨®n de facto de las ¨¦lites¡±, escribe DeSantis. No todos los que forman parte de ese exclusivo club son culpables a los ojos del gobernador. No lo es, por ejemplo, el juez conservador del Supremo, Clarence Thomas, tampoco ¡°un petrolero de Texas, ni el due?o de un concesionario de autom¨®viles de Florida¡±, por m¨¢s dinero que manejen, pues son ¡°outs que no se adhieren a la corriente dominante¡±. ?l mismo, producto de no una, sino dos universidades de ¨¦lite, Yale y Harvard, tampoco lo es, como se empe?a en recordar al lector al repasar los logros de sus 44 a?os de vida.
Contra esas ¨¦lites, ¡°no instintivamente patri¨®ticas¡±, ¡°que ignoran la importancia de la soberan¨ªa nacional y favorecen las fronteras abiertas y una econom¨ªa global¡±, se dio de bruces en su primer d¨ªa en la universidad en Yale, a la que lleg¨® ¡°vestido con una camiseta, pantalones vaqueros cortos y chancletas¡±. ¡°Ah¨ª estaba yo¡±, cuenta, ¡°un chico de clase obrera de Tampa Bay que hab¨ªa pasado el verano trabajando como electricista por el salario m¨ªnimo, en una universidad en la que un gran porcentaje de estudiantes eran de familias millonarias de las costas Este y Oeste¡±.
El episodio da una idea de la mezcla que propone The Courage to be Free (Broadside Books), t¨ªtulo que pertenece al g¨¦nero tan genuinamente estadounidense de libros que suman la exposici¨®n de un ideario pol¨ªtico con la historia de superaci¨®n personal de un tipo que pone encima de la mesa sus credenciales para convertirse en presidente.
En su segundo volumen de memorias ¨Del primero, Dreams from Our Founding Fathers (2011), se dedicaba m¨¢s a justificar las creencias de un originalista, que defiende la interpretaci¨®n fiel de la Constituci¨®n¨D, los recuerdos personales siempre sirven para cimentar el robusto edificio de su credo conservador. Como cuando cuenta que su ¡°hostilidad hacia el Partido Comunista Chino¡± y su ¡°apoyo a Taiw¨¢n¡± nacieron cuando solo era un mocoso con un talento especial para el b¨¦isbol. ¡±El respeto que ten¨ªa por el b¨¦isbol taiwan¨¦s sin duda hizo que mi postura pro Taipei fuera m¨¢s natural. Despu¨¦s de todo, recuerdo haber jugado al pimp¨®n contra estos muchachos, y eran ni?os normales que, simplemente, se divert¨ªan, no mao¨ªstas que intentaban impulsar una revoluci¨®n cultural¡±.
A partir de la infancia, DeSantis va repasando el resto de los hitos de su vida. De su tiempo en el ej¨¦rcito como abogado en mitad de la guerra contra el terror, con misiones en Guant¨¢namo e Irak, lamenta que ¡°la sombra del esc¨¢ndalo de [las torturas de las tropas estadounidenses en la c¨¢rcel iraqu¨ª de] Abu Ghraib¡± hiciera que ¡°los propios detenidos supieran que pod¨ªan alegar ¡®abuso¡¯, y que tales acusaciones echar¨ªan arena en los engranajes de la operaci¨®n, independientemente de si se hab¨ªa producido alg¨²n abuso¡±.
Ah¨ª forj¨® algunas de sus ideas sobre pol¨ªtica exterior el que podr¨ªa ser el pr¨®ximo presidente de la primera potencia mundial: ¡°El impulso mesi¨¢nico de que Estados Unidos ten¨ªa tanto el derecho como la obligaci¨®n de promover la democracia, por la fuerza, si fuera necesario, en todo el mundo, se basaba en el moralismo wilsoniano [de Woodrow Wilson], no en una visi¨®n clara de los intereses estadounidenses. La pol¨ªtica basada en tal impulso era tan indeseable como insostenible¡±, dice en un punto. En otra p¨¢gina, a?ade: ¡°El Partido Comunista Chino representa la amenaza m¨¢s importante, econ¨®mica, cultural y militarmente, que ha enfrentado Estados Unidos desde el colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. A diferencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, esta vez creamos esa amenaza¡±. ?C¨®mo? A base de regalarle el estatus comercial de ¡°naci¨®n mas favorecida¡±.
Sus a?os en el Capitolio como congresista los resume como una pelea por ¡°servir en Washington, pero no convertirse en alguien de Washington¡± y como un tiempo en el que prefer¨ªa dormir en su oficina para poder empezar a trabajar a las 6.00 y salir corriendo el jueves al encuentro de su esposa, Casey. El c¨¢ncer de mama que esta super¨® recientemente o la familia que ambos formaron (tienen tres hijos: Madison, Mason y Mamie) se encuentran entre los episodios m¨¢s ¨ªntimos del libro.
El resto de las memorias se articulan en cap¨ªtulos tem¨¢ticos, como el consagrado a su gesti¨®n de la pandemia, a sus broncas con Disney (llamado El reino m¨¢gico del corporativismo ¡®woke¡¯), a su lucha encarnizada con los medios progresistas (¡±no persiguen hacer responsable al poder, sino proteger a la clase progresista dominante¡±) o el titulado La mejor defensa es la buena ofensiva, en el que explica c¨®mo ha combatido las ¡°pol¨ªticas dementes¡± de la izquierda con las leyes que ha sacado adelante como gobernador. En el apartado de Disney, que considera que pas¨® de ser una empresa ¡°para toda la familia¡± a una multinacional que ¡°emplea su enorme poder para inyectar pol¨ªticas sexuales de la izquierda en los ni?os¡±, desvela que se cas¨® con su uniforme blanco de la Armada en el ic¨®nico parque tem¨¢tico de Orlando por la insistencia de su prometida, que por algo aquel era su ¡°gran d¨ªa¡±. ¡°Mi ¨²nica condici¨®n fue que ning¨²n personaje de Disney formara parte de boda¡±, recuerda. ¡°Quer¨ªa que nuestro d¨ªa especial se viera y se sintiera como una boda tradicional. No quer¨ªa a Mickey Mouse o al Pato Donald en las fotos¡±.
Su tiempo como gobernador ocupan m¨¢s o menos las dos terceras partes de las 256 p¨¢ginas del libro, y es la porci¨®n m¨¢s reveladora por lo que tiene de recuento de los ¨²ltimos y muy convulsos a?os de la historia estadounidense desde el punto de vista de un pol¨ªtico conservador. Un republicano que respondi¨® a las protestas del movimiento Black Lives Matter, ¡°de inspiraci¨®n marxista¡±, convirtiendo Florida en un ¡°Estado de ley y orden¡± y que logr¨® evitar que ¡°la Teor¨ªa Cr¨ªtica de la Raza entrara de contrabando en las clases¡±, pero que pasa por encima de los bulos del fraude electoral instigados por Trump y los suyos y olvida mencionar un peque?o incidente: el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
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