El ministro de Defensa abre la primera grieta en el Gobierno israel¨ª por la reforma judicial
Yoav Gallant pide paralizar la iniciativa por la amenaza a la seguridad del Estado que genera el cisma social. Es el primer desmarque de un miembro del Ejecutivo
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha abierto este s¨¢bado la primera grieta en el Gobierno del Benjam¨ªn Netanyahu por la controvertida reforma judicial, al pedir p¨²blicamente su paralizaci¨®n. En un discurso televisado a la misma hora en la que decenas de miles de personas se manifestaban por duod¨¦cimo s¨¢bado consecutivo, Gallant ha advertido ...
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha abierto este s¨¢bado la primera grieta en el Gobierno del Benjam¨ªn Netanyahu por la controvertida reforma judicial, al pedir p¨²blicamente su paralizaci¨®n. En un discurso televisado a la misma hora en la que decenas de miles de personas se manifestaban por duod¨¦cimo s¨¢bado consecutivo, Gallant ha advertido de que la crisis pol¨ªtica y social generada por la reforma (que, de salir adelante, debilitar¨ªa la divisi¨®n de poderes) ¡°no se ha quedado fuera de las Fuerzas Armadas¡±, en referencia al creciente n¨²mero de reservistas ¡ªy hasta soldados en servicio¡ª decididos a negarse a cumplir determinadas misiones si sigue adelante. ¡°Nunca se hab¨ªa visto antes la dimensi¨®n que han alcanzado los sentimientos de rabia, decepci¨®n y miedo¡±, ha agregado. La primera ley de la iniciativa fue aprobada este jueves y la manifestaci¨®n de este s¨¢bado ha sido de las m¨¢s numerosas, con unas 200.000 personas solo en Tel Aviv.
Tras dejar claro que se sigue considerando de derechas, Gallant ¡ªun respetado general en la reserva¡ª ha subrayado que su ¡°misi¨®n vital es la seguridad del Estado de Israel¡± y que est¨¢ asistiendo estos d¨ªas a la ¡°erosi¨®n¡± de la fuente de su ¡°fortaleza¡±. ¡°El creciente cisma en nuestra sociedad est¨¢ penetrando a las Fuerzas Armadas y los cuerpos de seguridad, lo que supone una amenaza clara, inmediata y tangible a la seguridad del Estado. No lo permitir¨¦¡±, ha sentenciado.
Gallant ha hablado de retos de seguridad ¡°sin precedentes¡± que provienen ¡°de cerca y de lejos¡± y que ha detallado en privado a Netanyahu. ¡°Ahora, lo digo p¨²blicamente: por la seguridad de Israel, por nuestros hijos e hijas, debemos detener el proceso legislativo y permitir a la naci¨®n israel¨ª celebrar junta Pesaj (la Pascua jud¨ªa) y el D¨ªa de la Independencia, y estar junta de luto en el D¨ªa del Recuerdo [a los soldados ca¨ªdos] y de Recuerdo del Holocausto¡±. En los ¨²ltimos d¨ªas se ha extendido el temor a que estas efem¨¦rides ¨Dque coinciden el pr¨®ximo mes¨D se celebren bajo la sombra de la divisi¨®n. Algunos familiares de soldados muertos han dicho a la prensa que se ausentar¨¢n del acto central.
Se trata del primer desmarque p¨²blico dentro del Ejecutivo y el m¨¢s importante en el seno del Likud, el partido de derechas que lidera Netanyahu. En una aparente acci¨®n coordinada, minutos despu¨¦s del anuncio, otros dos diputados de la formaci¨®n han apoyado al ministro. Yuli Edelstein le ha agradecido haberse ¡°sumado al camino¡± que llevaba semanas liderando. Ya se hab¨ªa ausentado de dos votaciones y est¨¢ sancionado por el partido, aunque ha eludido desvelar si llegar¨ªa a decir en la Kneset la palabra negued (en contra). Y David Bit¨¢n ha pedido en Twitter ¡°negociaciones inmediatas¡± para alcanzar ¡°acuerdos amplios¡±. ¡°Apoyo las palabras de mi amigo el ministro de Defensa¡±, ha recalcado.
Tampoco es una sorpresa. Ya fueron los primeros diputados de la coalici¨®n en pedir la paralizaci¨®n de la reforma. Edelstein y otro legislador de la formaci¨®n, Danny Dan¨®n, firmaron adem¨¢s este mes un llamamiento conjunto al di¨¢logo con dos del partido opositor Unidad Nacional, Jili Tropper y Gadi Eisenkot, que han ejercido respectivamente como ministro de Cultura y Deportes y jefe del Estado Mayor.
El desmarque de Gallant no ha sentado tan bien a otros compa?eros de partido. El ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, ha pedido perd¨®n a los votantes del Likud por la ¡°rendici¨®n¡± de Gallant ¡°a la presi¨®n de la izquierda¡±. ¡°El Estado de Israel est¨¢ en una encrucijada hist¨®rica entre democracia y dictadura, y su ministro de Defensa ha escogido dictadura¡±, ha tuiteado. El diputado Ofir Katz ha asegurado que Gallant se ha ¡°equivocado por completo¡±, para advertir a continuaci¨®n a quien se abstenga o vote en contra de las leyes de la reforma que puede dar por terminada su carrera en el Likud.
Quien m¨¢s lejos ha ido es el titular de Seguridad Nacional y l¨ªder del partido ultraderechista Poder Jud¨ªo, Itamar Ben Gvir: ha pedido a Netanyahu que lo cese de inmediato. ¡°Gallant cedi¨® esta noche con chantajes y amenazas a todos aquellos anarquistas que llaman al rechazo a cumplir ¨®rdenes [en el Ej¨¦rcito] y utilizan a las Fuerzas Armadas como herramienta negociadora. Fue elegido con los votos de los votantes de la derecha y en la pr¨¢ctica promueve una agenda de izquierdas. En el momento decisivo se hundi¨® por la presi¨®n de los medios y los manifestantes¡±, ha se?alado en un mensaje difundido en su canal de la red Telegram.
Diferencias
Gallant ya iba a bajarse en movimiento del tren de la reforma hace dos d¨ªas, pero cuando los medios anunciaron su comparecencia ante las c¨¢maras (y la Bolsa sub¨ªa y la moneda, el s¨¦quel, se fortalec¨ªa respecto al d¨®lar), Netanyahu se adelant¨® y lo convoc¨® de urgencia a una reuni¨®n. En la conversaci¨®n, le pidi¨® tiempo y le convenci¨® de que no airease ante todo el pa¨ªs las diferencias que llevaba semanas trasladando en privado. El ministro, igual que han hecho en los ¨²ltimos d¨ªas los jefes del Estado Mayor, Herzi Halevy, y del Shin Bet, los servicios secretos en Israel y los territorios palestinos, Ronen Bar, le mostr¨® su preocupaci¨®n por la amenaza para la seguridad del pa¨ªs que generaba la crisis pol¨ªtica y social, seg¨²n medios locales.
Apenas una hora m¨¢s tarde, Netanyahu pronunci¨® un discurso en el que emple¨® el tono m¨¢s conciliador hasta la fecha (abog¨® por un ¡°reforma equilibrada¡± que d¨¦ ¡°respuesta a los miedos y preocupaciones¡± tanto de sus partidarios como de sus detractores), pero dej¨® claro que la reforma seguir¨ªa adelante en las fechas previstas. Es decir, que el Parlamento votar¨¢ la pr¨®xima semana las ¨²ltimas dos lecturas de la ley que permitir¨ªa al Gobierno imponer al menos dos jueces del Supremo. El s¨¦quel volvi¨® a caer.
Gallant apoya el concepto de la ley, pero es la ventanilla a la que sus excompa?eros en el Ej¨¦rcito presentan sus quejas y temores y la que m¨¢s datos recibe sobre el alcance de la ¡°rebeli¨®n¡± en las Fuerzas Armadas. Eso le diferencia de compa?eros de partido, como Yariv Levin (Justicia), que capitanea la reforma y al que obsesiona la composici¨®n del tribunal desde el inicio de su carrera pol¨ªtica; o de los ministros de Sionismo Religioso y Poder Jud¨ªo, los socios de coalici¨®n ultraderechistas que tienen desde hace a?os al Supremo en el punto de mira.
Uno de los partidos ultraortodoxos de la coalici¨®n, Juda¨ªsmo Unido de la Tor¨¢, apoya el control del ejecutivo sobre el judicial principalmente para asegurarse de que su colectivo no ser¨¢ obligado a sumarse al servicio militar obligatorio. De hecho, en la propuesta de reforma alternativa que present¨® el pasado d¨ªa 15 (y que el Gobierno tard¨® minutos en rechazar y la oposici¨®n ha aceptado), el presidente del pa¨ªs, Isaac Herzog, incluy¨® una serie de gui?os a los ultraortodoxos aparentemente destinados a tranquilizarlos sobre el tema para ganarse su favor.
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