As¨ª es Marta Fascina, la novia de Berlusconi que controla Forza Italia: silencio ante la prensa y af¨ªn a la propaganda de Putin
La joven pareja del magnate octogenario dicta la l¨ªnea del partido de centro-derecha tras liquidar a su vieja guardia mientras teme una inminente guerra nuclear con Rusia
La mansi¨®n de Arcore, cuartel general del anciano Silvio Berlusconi, de 86 a?os, y su entorno m¨¢s cercano, nunca fue un lugar corriente. Pero la casa ¡ªtemplo de los excesos pol¨ªticos y sexuales de Il Cavaliere, escenario de las legendarias fiestas bunga bunga¡ª ha experimentado algunos cambios relevantes en los ¨²ltimos tiempos. Marta Fascina, de 33 a?os, diputada de Forza Italia y joven pareja del due?o de Mediaset, ha tomado las riendas. Y algunas c...
La mansi¨®n de Arcore, cuartel general del anciano Silvio Berlusconi, de 86 a?os, y su entorno m¨¢s cercano, nunca fue un lugar corriente. Pero la casa ¡ªtemplo de los excesos pol¨ªticos y sexuales de Il Cavaliere, escenario de las legendarias fiestas bunga bunga¡ª ha experimentado algunos cambios relevantes en los ¨²ltimos tiempos. Marta Fascina, de 33 a?os, diputada de Forza Italia y joven pareja del due?o de Mediaset, ha tomado las riendas. Y algunas cosas se han acelerado. La calabresa, a quien no se le conocen declaraciones p¨²blicas, ha empezado a imponer su l¨ªnea pol¨ªtica en la c¨²pula de Forza Italia y ha logrado apartar de la sala de mandos a Licia Ronzulli, hasta ahora jefa de la secretar¨ªa, del grupo del Senado y coordinadora del partido en Lombard¨ªa, la regi¨®n m¨¢s importante (ahora ese puesto lo ocupa un amigo de Fascina). Los cambios, aunque parezcan solo fruto de la vida sentimental del hombre que gobern¨® Italia durante nueve a?os, esconden una partida m¨¢s compleja.
El universo pol¨ªtico y econ¨®mico de Berlusconi, que acaba de salir del hospital por uno de sus m¨²ltiples achaques, se divid¨ªa en tres claros apartados, te¨®ricamente estancos entre s¨ª. La familia, donde llevan la voz cantante sus hijos Marina y Pier Silvio; el partido, donde aparentemente ha recuperado el poder Antonio Tajani, y la mansi¨®n de Arcore, donde hoy nadie duda de que Fascina ha tomado las riendas, llegando mucho m¨¢s lejos de lo que Berlusconi permiti¨® a sus anteriores parejas. La parte que a?ade complejidad al articulado es que la casa familiar ha logrado tener influencia en los otros ¨¢mbitos, y el resto de protagonistas han aceptado, por distintos motivos, que as¨ª sea. Su particular ascenso, narrado al detalle por el peri¨®dico La Stampa esta semana, sirve a una estrategia europea para intentar formar una alianza en Bruselas entre los populares y el grupo de conservadores (ECR) que preside Giorgia Meloni.
Fascina ¡ªa quien Berlusconi se ha referido esta semana como ¡°mi esposa¡±, pese a que en teor¨ªa no se han casado¡ª rivaliz¨® a su llegada con Ronzulli. La jefa del grupo en el Senado, ojito derecho de Il Cavaliere en los ¨²ltimos a?os, fue la autora de la ¨²ltima gran limpieza en Forza Italia, que termin¨® con las salidas de hist¨®ricos de la formaci¨®n como los ministros del anterior Ejecutivo Renato Brunetta, Mariastella Gelmini o Mara Carfagna. Ronzulli tambi¨¦n logr¨® marginar de la c¨²pula a Tajani (actual vicepresidente y ministro de Exteriores), cuando en teor¨ªa es el coordinador del partido. Adem¨¢s, la exenfermera hab¨ªa marcado una l¨ªnea cr¨ªtica con el Ejecutivo del que forma parte Forza Italia con Hermanos de Italia y la Liga. De modo que el ascenso de Fascina tiene la simpat¨ªa de Tajani y, de paso, de la propia Meloni.
No da la mano por medio a contagios
Fascina no habla. No concede entrevistas. Tampoco da la mano, cuentan quienes tratan con ella, por miedo a contagios de alg¨²n tipo. Seg¨²n La Stampa, adem¨¢s, est¨¢ obsesionada con un inminente ataque nuclear ruso y compra de buena gana la propaganda de Vlad¨ªmir Putin. Seg¨²n el rotativo turin¨¦s, ¨²ltimamente busca una casa con refugio nuclear y ha confeccionado una lista de allegados y colaboradores que podr¨ªan subir a un avi¨®n que Berlusconi tendr¨ªa preparado ya para salir pitando de Italia en caso de que empiecen a silbar las ojivas nucleares en el cielo transalpino. Algunas fuentes creen que su visi¨®n del conflicto explica las ¨²ltimas salidas de tono de Il Cavaliere respecto a la invasi¨®n rusa en Ucrania. Ese ser¨ªa el ¨²nico inconveniente que ven en el Gobierno al creciente poder de Fascina. Todo lo dem¨¢s se ve con buenos ojos. Tambi¨¦n dentro del otro compartimento del universo Berlusconi: la familia.
Marina y Pier Silvio ¡ªopuestos, seg¨²n cont¨® la prensa italiana, al supuesto matrimonio de la pareja¡ª velan por los intereses del conglomerado de empresas de Fininvest, la casa madre a la que pertenece Mediaset. Y han defendido desde el comienzo de la legislatura un apoyo total al Gobierno, la mejor manera de garantizar que el mar est¨¦ siempre plano. La relaci¨®n con Meloni, cuentan algunas fuentes, es buena. Y la pareja de la primera ministra, Andrea Giambrubno, es un periodista que trabaja en Mediaset (como el mismo Berlusconi se encarg¨® de recordar p¨²blicamente). La conexi¨®n es total y nada debe estropearla. Fascina, con este pl¨¢cido panorama, avanza. Y tambi¨¦n coloca a los suyos al frente de departamentos importantes, como el que controla la militancia y los inscritos, dirigido ahora por un amigo del colegio: Tullio Ferrante.
La jugada de fondo ¡ªcada uno tiene la suya¡ª la pilota Antonio Tajani para repetir el esquema italiano en Bruselas. Y esa es quiz¨¢ la m¨¢s importante. La idea del expresidente del Parlamento Europeo es que pueda tejerse una alianza tras los comicios europeos entre el grupo que preside Meloni (el ECR) y el Partido Popular Europeo (donde est¨¢ inscrita Forza Italia). El sue?o h¨²medo de una parte del centroderecha es que el PPE abandone definitivamente la idea de gobernar con los socialistas y ensaye en Europa lo que, consideran, est¨¢ dando buenos resultados en Italia. Para ello, la vuelta de Tajani al mando de control del partido es fundamental. Y la complicidad con Fascina.
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