La Fiscal¨ªa brasile?a pide inhabilitar pol¨ªticamente a Bolsonaro por ocho a?os

El expresidente brasile?o Jair Bolsonaro est¨¢ un poco m¨¢s cerca de quedar apartado, al menos durante un largo tiempo, de la pol¨ªtica. El Ministerio P¨²blico Electoral de Brasil, una especie de Fiscal¨ªa para los asuntos electorales, ha pedido que la justicia le inhabilite por ocho a?os al entender que cometi¨® abuso de poder al criticar el voto electr¨®nico en una pol¨¦mica reuni¨®n con embajadores el a?o pasado, cuando a¨²n era presidente.

Era julio de 2022 y Brasil estaba ya en precam...

El expresidente brasile?o Jair Bolsonaro est¨¢ un poco m¨¢s cerca de quedar apartado, al menos durante un largo tiempo, de la pol¨ªtica. El Ministerio P¨²blico Electoral de Brasil, una especie de Fiscal¨ªa para los asuntos electorales, ha pedido que la justicia le inhabilite por ocho a?os al entender que cometi¨® abuso de poder al criticar el voto electr¨®nico en una pol¨¦mica reuni¨®n con embajadores el a?o pasado, cuando a¨²n era presidente.

Era julio de 2022 y Brasil estaba ya en precampa?a. Bolsonaro convoc¨® entonces a decenas de embajadores de varios pa¨ªses para alertarles sobre el supuesto peligro que supon¨ªan las urnas electr¨®nicas ¡ªque son utilizadas en Brasil desde hace m¨¢s de 20 a?os¡ª. El expresidente pas¨® todos los meses previos a la cita electoral atacando ese sistema electr¨®nico y advirtiendo a sus seguidores de que, si se manten¨ªa, los comicios no ser¨ªan seguros. Esa tesis le sirvi¨® de base para no reconocer abiertamente su derrota frente al actual presidente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Uno de los partidos que entonces estaban en la oposici¨®n, el Partido Democr¨¢tico Trabalhista (PDT), denunci¨® el acto con los embajadores y ahora la Fiscal¨ªa le ha dado la raz¨®n.

En la acusaci¨®n, el partido argumentaba que Bolsonaro us¨® la estructura de su residencia oficial, el Palacio de la Alvorada de Brasilia, para atacar la integridad del sistema electoral. Adem¨¢s, retransmiti¨® el acto la estatal Empresa Brasile?a de Comunicaci¨®n (EBC), lo que, seg¨²n la acusaci¨®n, reforz¨® la idea de que el l¨ªder de la ultraderecha abus¨® de su posici¨®n de presidente para propagar su teor¨ªa de la conspiraci¨®n.

¡°El sistema es totalmente vulnerable [¡­]. S¨¦ que ustedes quieren estabilidad y esta s¨®lo ser¨¢ lograda con transparencia¡±, dijo sin titubear Bolsonaro ante una platea formada por diplom¨¢ticos de EE UU, varios pa¨ªses europeos y del resto del mundo, que en general asistieron at¨®nitos a esta conferencia in¨¦dita. Bolsonaro recurri¨® a una presentaci¨®n de PowerPoint basada en una vieja investigaci¨®n policial que detect¨® que unos piratas inform¨¢ticos entraron en 2018 en el sistema de recuento del Tribunal Superior Electoral, aunque seg¨²n las investigaciones no consiguieron modificar los resultados. Bolsonaro us¨® constantemente este y otros argumentos dudosos para intentar desacreditar el sistema de voto.

El entonces candidato a vicepresidente, el general Walter Braga Netto, que particip¨® en la pol¨¦mica reuni¨®n con los embajadores, tambi¨¦n figuraba en la denuncia del PDT, pero la Fiscal¨ªa cree que no hay suficientes motivos para acusarle. El exministro de Defensa, uno de los m¨¢s fieles aliados de Bolsonaro, fue el principal responsable de la implicaci¨®n de las Fuerzas Armadas en la deriva autoritaria del expresidente.

En una nota recogida por el diario Folha de S?o Paulo, la defensa de Bolsonaro argumenta que no hubo ¡°ninguna hostilidad antidemocr¨¢tica al sistema electoral¡± y que las declaraciones del entonces presidente ¡°est¨¢n dentro de los l¨ªmites de la libertad de convicci¨®n personal de un determinado player pol¨ªtico¡±. Bolsonaro, de momento, no se pronunci¨® p¨²blicamente sobre la petici¨®n de la Fiscal¨ªa. Ahora, el Tribunal Superior Electoral (TSE) deber¨¢ analizar la denuncia y decidir si condena o no a Bolsonaro, y aunque no hay una fecha fija se espera que haya una resoluci¨®n en las pr¨®ximas semanas o meses.

Si es condenado, el expresidente se convertir¨ªa en ¡°inelegible¡±, es decir, no podr¨ªa presentarse como candidato a unas elecciones. No obstante, no acabar¨ªa con todos sus derechos pol¨ªticos. Podr¨ªa seguir afiliado a un partido y votar, por ejemplo. De todos los casos abiertos que tiene el exmandatario, este es el que est¨¢ m¨¢s adelantado y m¨¢s cerca de acabar con sus posibilidades de volver al poder.

Pero Bolsonaro acumula problemas en otros frentes. La semana pasada fue interrogado por supuestamente haber intentado apropiarse de forma indebida de joyas regaladas por Arabia Saud¨ª y los Emiratos ?rabes Unidos que deber¨ªan haber ido a para al archivo de la Presidencia. Entre las diversas investigaciones abiertas la m¨¢s grave es la que le acusa de haber instigado el movimiento golpista del 8 de enero en Brasilia, cuando una turba de miles de sus seguidores invadi¨® de forma violenta el Congreso Nacional, el palacio presidencial y el Tribunal Supremo.

El expresidente regres¨® a Brasil el pasado 30 de marzo despu¨¦s de tres meses en Estados Unidos, y desde entonces ha mantenido un perfil bajo, con pocas apariciones p¨²blicas m¨¢s all¨¢ de alguna visita de trabajo a la sede del Partido Liberal en Brasilia. Antes de ocupar la presidencia durante cuatro a?os, Bolsonaro fue concejal y diputado durante casi tres d¨¦cadas, periodo en que siempre goz¨® del privilegio del pol¨ªtico aforado. Esa protecci¨®n ante la justicia ordinaria termin¨® el pasado 1 de enero.

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