Republicanos y dem¨®cratas acercan posiciones para elevar el techo de deuda
El acuerdo extender¨ªa el l¨ªmite de endeudamiento por dos a?os a cambio de limitar el gasto no militar
No hay a¨²n acuerdo, pero los negociadores han acercado posiciones. Dem¨®cratas y republicanos negocian contra reloj un acuerdo para extender el techo de deuda antes de que llegue la fecha en que el Tesoro no pueda hacer frente a sus obligaciones de pago. Nadie sabe a ciencia cierta cu¨¢ndo llegar¨¢ esa fecha X, pero la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido de que es muy probable que sea a principios de junio y que...
No hay a¨²n acuerdo, pero los negociadores han acercado posiciones. Dem¨®cratas y republicanos negocian contra reloj un acuerdo para extender el techo de deuda antes de que llegue la fecha en que el Tesoro no pueda hacer frente a sus obligaciones de pago. Nadie sabe a ciencia cierta cu¨¢ndo llegar¨¢ esa fecha X, pero la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido de que es muy probable que sea a principios de junio y que hay riesgo de que sea incluso el primer d¨ªa del mes.
El acuerdo va tomando forma. Se tratar¨ªa de extender por dos a?os el techo de deuda a cambio de imponer l¨ªmites de gasto por ese mismo plazo. Eso cubrir¨ªa lo que queda de la presidencia de Joe Biden. Los l¨ªmites de gasto no afectar¨ªan al gasto militar ni a los pagos a veteranos y se concentrar¨ªan en otros programas, pero no ser¨ªan tan agresivos como los incluidos en la primera propuesta republicana, aprobada como propuesta de ley en la C¨¢mara de Representantes. Sin embargo, las cifras no est¨¢n decididas y las negociaciones pueden descarrilar.
El acuerdo tambi¨¦n incluir¨ªa una medida para mejorar la red el¨¦ctrica de la naci¨®n para dar cabida a las energ¨ªas renovables, un objetivo clim¨¢tico clave, al tiempo que acelera los permisos para oleoductos y otros proyectos de combustibles f¨®siles que el Partido Republicano favorece, seg¨²n fuentes familiarizadas con el posible pacto citadas por la agencia Bloomberg.
El pacto recortar¨ªa 10.000 millones de d¨®lares de un aumento presupuestario de 80.000 millones para la agencia tributaria que Biden logr¨® incluir en su Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n. Los republicanos han advertido, con frecuencia con argumentos falsos, de una oleada de inspecciones, mientras que los dem¨®cratas han dicho que el aumento del gasto permitir¨ªa cubrir vacantes y dar un mejor servicio y que se amortizar¨ªa con la lucha contra el fraude fiscal de empresas y rentas m¨¢s altas, pero que no afectar¨ªa a las medias y bajas.
Las presiones sobre los negociadores son grandes por los dos lados, lo que puede arruinar las posibilidades de un pacto final. Los republicanos m¨¢s extremistas parecen preferir que Estados Unidos caiga en impago antes que dejar pasar la oportunidad de exigir recortes masivos de gastos. Este jueves 35 congresistas republicanos liderados por Scott Perry y Chip Roy han enviado una carta al presidente de la C¨¢mara de Representantes, Kevin McCarthy, en ese sentido. Es el mismo grupo que se resist¨ªa a elegir a McCarthy en enero y que al final cedi¨® exigiendo, entre otras cosas, dureza en la negociaci¨®n del techo de deuda.
McCarthy no va a tener f¨¢cil convencerles de que acepten un acuerdo que tambi¨¦n tenga el visto bueno de la Casa Blanca. Por su parte, Biden tambi¨¦n debe tener cuidado en no provocar deserciones en sus filas. Mientras la negociaci¨®n avanza, las dos partes mantienen viva la ret¨®rica pol¨ªtica y responsabilizan a la otra parte de un posible fracaso.
Este jueves, Biden ha aprovechado un acto que no ten¨ªa nada que ver, la presentaci¨®n de su propuesta para nombrar jefe del Estado mayor al general Charles Brown, para exponer su posici¨®n sobre las negociaciones. ¡°El speaker McCarthy y yo hemos mantenido varias conversaciones productivas, y nuestros equipos siguen reuni¨¦ndose mientras hablamos, de hecho, y est¨¢n haciendo progresos. Lo he dejado claro una y otra vez: El impago de nuestra deuda nacional no es una opci¨®n. El pueblo estadounidense merece saber que seguir¨¢ recibiendo sus pagos de la Seguridad Social, que los hospitales de veteranos seguir¨¢n abiertos y que seguiremos progresando econ¨®micamente. El impago pone todo eso en peligro. Los l¨ªderes del Congreso lo entienden, y est¨¢n todos de acuerdo: no habr¨¢ impago. Y es hora de que el Congreso act¨²e ya¡±, ha dicho.
Biden insiste en que las negociaciones son sobre el presupuesto, no sobre el impago y sostiene que los dos partidos tienen visiones contrapuestas sobre Estados Unidos. Seg¨²n el presidente, los republicanos quieren hacer recaer esa carga sobre las espaldas de los estadounidenses de clase media y trabajadora, con recortes en profesores, polic¨ªas, agentes de la patrulla fronteriza y mayores tiempos de espera para las solicitudes de la Seguridad Social. Biden quiere hacer pagar a las empresas (especialmente a las petroleras y farmac¨¦uticas) y a las rentas altas.
Los congresistas han levantado las sesiones ante el fin de semana festivo (el lunes es Memorial Day, el d¨ªa de Conmemoraci¨®n de los Ca¨ªdos) sin haber llegado a un acuerdo, pero los negociadores, entre ellos McCarthy y Patrick McHenry, republicano de Carolina del Norte, seguir¨¢n trabajando durante el fin de semana. ¡°Sabemos d¨®nde est¨¢n nuestras diferencias. Todav¨ªa no tenemos un acuerdo. Sab¨ªamos que no ser¨ªa f¨¢cil. Es dif¨ªcil, pero estamos trabajando. Y vamos a seguir trabajando hasta que lo consigamos¡±, ha dicho McCarthy a los periodistas en el Capitolio.
Los mercados estar¨¢n cerrados durante tres d¨ªas y la esperanza es que sean suficientes para cerrar un acuerdo. Los mercados han estado sufriendo por la incertidumbre. Las Bolsas han acumulado varios d¨ªas de ca¨ªda y el mercado de deuda ha sufrido algunas distorsiones. En particular, los inversores est¨¢n exigiendo una prima de riesgo por las letras que vencen a principios de junio, en los d¨ªas con m¨¢s riesgo de impago. La rentabilidad anualizada de dichas letras se ha situado en algunos momentos por encima del 7%, pero en realidad faltan solo unos d¨ªas para su vencimiento, con lo que la prima es m¨ªnima. Las letras a un a?o est¨¢n en el 5,2%, en l¨ªnea con los tipos de inter¨¦s oficiales a corto plazo.
Fitch ha situado la calificaci¨®n crediticia AAA de Estados Unidos en vigilancia negativa y algo parecido ha hecho DBRS Morningstar. Curiosamente, la experiencia de 2011 dice que incluso en un escenario de riesgo de impago de los t¨ªtulos del Tesoro, los inversores buscan refugio (parad¨®jicamente) en los t¨ªtulos del Tesoro, lo que suele hacer que aumenten de precio y bajen sus tipos de inter¨¦s. La Bolsa suele ser la m¨¢s castigada.
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