La pobreza hace que el sur de Siria estalle contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad
Las protestas de los ¨²ltimos d¨ªas, que empezaron por causas econ¨®micas, adquieren un tono cada vez m¨¢s pol¨ªtico con esl¨®ganes que piden la marcha del presidente
¡°?Viva Siria! ?Abajo Bachar!¡±. Hac¨ªa a?os que este eslogan, popularizado durante la revoluci¨®n que se inici¨® en 2011 y termin¨® en guerra civil, no se escuchaba en las ciudades de Siria bajo control del Gobierno de Damasco. Pero la pobreza a la que han abocado 12 a?os de conflicto, sanciones internacionales y la perenne corrupci¨®n del r¨¦gimen han provocado una nueva oleada de protestas, centradas en el sur del pa¨ªs. Esto ocurre justo cuando el presidente, Bachar El Asad, estaba logrando r...
¡°?Viva Siria! ?Abajo Bachar!¡±. Hac¨ªa a?os que este eslogan, popularizado durante la revoluci¨®n que se inici¨® en 2011 y termin¨® en guerra civil, no se escuchaba en las ciudades de Siria bajo control del Gobierno de Damasco. Pero la pobreza a la que han abocado 12 a?os de conflicto, sanciones internacionales y la perenne corrupci¨®n del r¨¦gimen han provocado una nueva oleada de protestas, centradas en el sur del pa¨ªs. Esto ocurre justo cuando el presidente, Bachar El Asad, estaba logrando romper su aislamiento y retomar las relaciones con otros Estados ¨¢rabes.
Este viernes, cientos de personas se congregaron en una c¨¦ntrica plaza de Sueida, localidad de mayor¨ªa drusa del sur de Siria y que durante la mayor parte del conflicto se ha mantenido leal al r¨¦gimen. Seg¨²n el medio Suwayda 24, dirigido desde el exilio, pero con periodistas en el interior del pa¨ªs, fue ¡°la mayor manifestaci¨®n contra el Asad en Sueida desde el inicio del levantamiento en 2011¡å. El diario digital asegura que unas 2.000 personas participaron en la protesta enarbolando la multicolor bandera drusa y gritando esl¨®ganes como ¡°?Fuera Bachar!¡± y ¡°?Siria libre!¡±.
Precisamente fue en esta localidad y en otras de la provincia hom¨®nima donde comenzaron las protestas a mediados de agosto. En principio se debieron a la retirada de los subsidios a los combustibles, lo que casi triplic¨® su precio de la noche a la ma?ana. Al mismo tiempo, el Gobierno orden¨® doblar los sueldos p¨²blicos e incrementar el salario m¨ªnimo hasta las 185.940 libras sirias (unos 26 euros al cambio oficial, pr¨¢cticamente la mitad al cambio real), pero el hundimiento de la libra siria ¡ªque ha perdido un 80% de su valor desde finales de julio¡ª ha disparado la inflaci¨®n.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU calcula que un salario m¨ªnimo solo permite comprar un tercio de los alimentos b¨¢sicos de una familia de cinco miembros y hacer frente a apenas una d¨¦cima parte de todo el gasto familiar. Ya en junio, Naciones Unidas advert¨ªa de que el 90% de la poblaci¨®n siria vive bajo el umbral de la pobreza, y casi el 70% depende de la ayuda humanitaria tras 12 a?os de un conflicto en el que han muerto en torno a medio mill¨®n de personas. La mitad de la poblaci¨®n se ha visto desplazada de sus hogares.
Preocupaci¨®n en Damasco
De las protestas por la carest¨ªa, los paros, las huelgas y las dimisiones de algunos cargos locales se ha pasado a las exigencias pol¨ªticas y a la denuncia del r¨¦gimen de El Asad. Y eso es probablemente lo m¨¢s preocupante para Damasco, dado que Sueida se hab¨ªa mantenido al margen de las protestas de 2011 y que el r¨¦gimen ha tratado de apoyarse en las minor¨ªas ¡ªalau¨ªes, cristianos, drusos¡ª para contrarrestar el mayor peso en la oposici¨®n de los sun¨ªes, tradicionalmente apartados del poder en Siria. Quiz¨¢s eso explica la respuesta del r¨¦gimen. Si bien los dirigentes sirios han acusado a quienes protestan ahora de estar en manos de ¡°extremistas¡± ¡ªespecialmente tras el ataque a sedes del partido Baaz y de la polic¨ªa¡ª y han culpado de la crisis econ¨®micas al embargo internacional, las fuerzas de seguridad se han apartado del centro de las ciudades y han sido recluidas en sus cuarteles. Ocurre al contrario que en 2011, cuando se lanz¨® a polic¨ªas, militares y milicias afines a masacrar a los manifestantes.
Con todo, las manifestaciones se han extendido a la provincia vecina, Daraa, cuna de la revoluci¨®n de 2011, donde el viernes decenas de personas protestaron portando la ense?a rebelde siria y entonaron c¨¢nticos contra Ir¨¢n, uno de los principales sostenes del r¨¦gimen. Pero tambi¨¦n ha habido protestas en ciudades costeras como Latak¨ªa y Tartus, tradicionales bastiones del r¨¦gimen, donde se ha criticado a El Asad y al partido Baaz.
Las protestas llegan adem¨¢s en un momento en que el r¨¦gimen cre¨ªa posible poner fin a su aislamiento. El Asad se ha impuesto a los rebeldes con ayuda de Rusia e Ir¨¢n y ha recuperado el control de buena parte del territorio sirio, a excepci¨®n de la provincia de Idlib ¡ªen manos de grupos salafistas¡ª, algunas porciones del norte de la provincia de Alepo ¡ªbajo control de grupos rebeldes con apoyo de Turqu¨ªa¡ª y del noroeste del pa¨ªs, donde la presencia del r¨¦gimen convive con la administraci¨®n de las milicias kurdas a las que apoya Estados Unidos. Y esta victoria ha hecho que muchos Estados ¨¢rabes, en especial los del Golfo, cambien su postura y restablezcan lazos con Damasco.
En mayo, la Liga ?rabe readmiti¨® a Siria en la organizaci¨®n 12 a?os despu¨¦s de su expulsi¨®n. De nada sirvi¨® las cr¨ªticas de los pa¨ªses occidentales, que quieren mantener la presi¨®n sobre un r¨¦gimen acusado de bombardeos contra su poblaci¨®n y de la desaparici¨®n forzosa de al menos 130.000 personas. Pero dentro de la Uni¨®n Europea tambi¨¦n ha habido voces de algunos dirigentes pol¨ªticos que piden negociar con El Asad. Incluso el Gobierno de Turqu¨ªa, el pa¨ªs que m¨¢s se ha implicado en el apoyo a la oposici¨®n y los rebeldes sirios, sopesa qu¨¦ pasos dar para normalizar las relaciones. Damasco esperaba que este regreso al escenario internacional le permitiese aliviar la grave situaci¨®n econ¨®mica. Queda por ver si las protestas ¡ªy la reacci¨®n del r¨¦gimen a ellas¡ª inclina la balanza a un lado u otro.
¡°Las razones tras el reciente estallido de protestas son las pol¨ªticas del r¨¦gimen, que han llevado al deterioro de las condiciones de vida¡±, explica el Baraa Khurfan, investigador del Centro Omran de Estudios Estrat¨¦gicos de Estambul. Espec¨ªficamente, la suspensi¨®n de los subsidios para los productos b¨¢sicos y el desencanto con la falta de resultados tras la normalizaci¨®n con otros pa¨ªses ¨¢rabes. Esta falta de resultados la atribuye el experto a la falta de cooperaci¨®n del r¨¦gimen respecto a las demandas de sus socios a cambio de ayuda financiera, por ejemplo, en la lucha contra la producci¨®n y tr¨¢fico de captag¨®n, una droga que est¨¢ inundando Oriente Pr¨®ximo.
Khurfan subraya que, adem¨¢s, las protestas ¡°desaf¨ªan la imagen de estabilidad que pretende dar el r¨¦gimen¡±, bajo la cual asoma una ¡°realidad en la que la poblaci¨®n no est¨¢ satisfecha ni con la situaci¨®n ni con su forma de gobernar¡±.
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