La oposici¨®n laborista promete una revisi¨®n del Brexit vaga y cuestionada por los expertos
El l¨ªder del partido, Keir Starmer, se resiste a plantear el regreso del Reino Unido al mercado interior de la UE, aunque aspira a revisar las condiciones del tratado comercial vigente
El l¨ªder del Partido Laborista brit¨¢nico, Keir Starmer, ha comenzado a exponer p¨²blicamente sus planes para intentar corregir, si llega al Gobierno, el desastre econ¨®mico que ha supuesto la salida del Reino Unido de la UE. Este martes se re¨²ne, a puerta cerrada y sin rueda de prensa conjunta ¡ªpara evitar fricciones diplom¨¢ticas con el Gobierno de Rishi Sunak¡ª, con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Las encuestas son tenaces en los ...
El l¨ªder del Partido Laborista brit¨¢nico, Keir Starmer, ha comenzado a exponer p¨²blicamente sus planes para intentar corregir, si llega al Gobierno, el desastre econ¨®mico que ha supuesto la salida del Reino Unido de la UE. Este martes se re¨²ne, a puerta cerrada y sin rueda de prensa conjunta ¡ªpara evitar fricciones diplom¨¢ticas con el Gobierno de Rishi Sunak¡ª, con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Las encuestas son tenaces en los ¨²ltimos meses y otorgan a los laboristas un hipot¨¦tico triunfo electoral, despu¨¦s de m¨¢s de 13 a?os en la oposici¨®n. Su l¨ªder, Keir Starmer, se ha empe?ado en impedir, durante el largo a?o que tiene por delante hasta que se celebren elecciones generales, que el legado t¨®xico del Brexit emponzo?e su camino hasta Downing Street. Es consciente de la decepci¨®n general del pa¨ªs, siete a?os despu¨¦s de aquel refer¨¦ndum de divorcio de la UE. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta de YouGov, el pasado julio, un 55% de los brit¨¢nicos votar¨ªa hoy por la permanencia en el club comunitario, frente a un escaso 31% que seguir¨ªa apoyando la salida. Pero Starmer tambi¨¦n sabe que cualquier intento de resucitar aquel debate nacional, que enfrent¨® familias y dej¨® exhaustos y amargados a los ciudadanos, se volver¨ªa en su contra.
Una soluci¨®n vaga y poco ambiciosa
Por todas esas cautelas y temores, la soluci¨®n que ha elegido el l¨ªder laborista ha sido t¨¦cnica, vaga y poco ambiciosa. Se aferra al art¨ªculo 776 del Acuerdo Comercial y de Cooperaci¨®n (TCA, en sus siglas en ingl¨¦s), el tratado que supuso a?os de duras y complejas negociaciones entre Londres y Bruselas, para evitar una ruptura brusca, y que entr¨® en vigor en enero de 2021. El TCA establece: ¡°Las partes revisar¨¢n conjuntamente la implementaci¨®n de este Acuerdo y de acuerdos complementarios, as¨ª como de cualquier materia relacionada, a los cinco a?os de la entrada en vigor de este Acuerdo, y cada cinco a?os [a partir de esa primera revisi¨®n]¡±.
Los laboristas han encontrado en esa cl¨¢usula, vaga y susceptible de muchas interpretaciones, la herramienta para sostener su promesa de arreglar un Brexit calamitoso, sin necesidad de volver a hablar de la reincorporaci¨®n al mercado interior o al espacio com¨²n de aduanas, ni mucho menos de un nuevo refer¨¦ndum. ¡°Pr¨¢cticamente todo el mundo admite que el acuerdo que [Boris] Johnson logr¨® cerrar no es un buen acuerdo. Es muy d¨¦bil¡±, asegur¨® Starmer la semana pasada en la entrevista al diario Financial Times con la que quiso comenzar a explicar su propuesta. ¡°Tengo un hijo de 15 a?os y una hija de 12. No voy a permitir que crezcan en un mundo en el que solo pueda decirles que su futuro va a ser peor del que podr¨ªa haber sido¡±, se lamentaba el pol¨ªtico.
La posibilidad de recuperar cierta libertad de movimiento para los j¨®venes, cercenada por el Brexit, forma parte de ese paquete poco ambicioso de propuestas que los laboristas querr¨ªan incluir en una futura revisi¨®n del TCA. Junto a ella, el equipo de Starmer incluye nuevos acuerdos respecto a la normativa de control veterinario; reconocimiento mutuo de evaluaci¨®n de conformidad de determinados productos o de cualificaciones profesionales; mayor flexibilidad a la hora de permitir desplazamientos laborales de corta duraci¨®n; nuevas asociaciones con programas impulsados por la UE; acuerdos de equivalencia en servicios financieros e incluso un nuevo pacto en materia de seguridad.
El analista y director de EuroIntelligence, Wolfgang M¨¹nchau, escrib¨ªa este lunes: ¡°El intento de Keir Starmer de reescribir la relaci¨®n [entre el Reino Unido y la UE] se basa en un delirio, seg¨²n el cual es posible permanecer fuera del mercado interior y de la uni¨®n aduanera y, aun as¨ª, lograr un mejor acuerdo¡±.
Los laboristas pretenden ignorar el escaso apetito que existe hoy en Bruselas por reabrir unas negociaciones que consumieron enormes esfuerzos y recursos de las instituciones comunitarias, adem¨¢s de dejar un sabor amargo en las relaciones entre el Reino Unido y la UE. Si finalmente la oposici¨®n brit¨¢nica se hiciera con el Gobierno dentro de un a?o, pasar¨ªa adem¨¢s un largo tiempo antes de que Starmer se decidiera a abordar este asunto. Para entonces habr¨ªa ya una nueva Comisi¨®n Europea, con prioridades y preocupaciones distintas. Alemania, Francia, Italia y Holanda se enfrentan a sus propios problemas, con unas econom¨ªas d¨¦biles, sostiene M¨¹nchau, y no tienen tiempo para dedicarlo a las nuevas aspiraciones de un pa¨ªs, el Reino Unido, que ya est¨¢ fuera del club.
Los caminos de un nuevo Brexit
La organizaci¨®n UK in a Changin Europe (El Reino Unido en una Europa en Cambio), un centro de pensamiento financiado por el Consejo de Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social, ha presentado este mismo martes un informe realista sobre las posibilidades de revisi¨®n y mejora que contiene el TCA, y sobre el planteamiento que los laboristas han puesto sobre la mesa. ¡°El tipo de acuerdos que persigue el Partido Laborista suponen a menudo negociaciones largas y t¨¦cnicas que llevan a?os hasta su conclusi¨®n. Requerir¨¢n importantes recursos administrativos, y un alineamiento continuo con normativas comunitarias sobre las que el Reino Unido no tendr¨¢ ni voz ni voto. A su vez, la UE deber¨¢ poder confiar en que futuros gobiernos brit¨¢nicos, que podr¨ªan ser m¨¢s euroesc¨¦pticos [que el hipot¨¦tico Ejecutivo de Starmer], sostengan los nuevos acuerdos¡±, concluye el informe.
La organizaci¨®n expone las tres v¨ªas que, seg¨²n sus propios analistas, podr¨ªan abrirse en una futura revisi¨®n del TCA. Un modelo minimalista, que se limitara a examinar si el acuerdo y sus procedimientos est¨¢n funcionando debidamente (esa es, hoy por hoy, la aspiraci¨®n de la UE); otro moderado, que aspirara a explotar las posibilidades que encierra el acuerdo; y un modelo maximalista, que expandiera el campo de colaboraci¨®n entre la UE y el Reino Unido. UK in a Changing Europe advierte a las partes en su informe de la necesidad, sea cual sea la v¨ªa elegida, de comenzar a prepararse para las negociaciones.
Sin embargo, el propio Starmer admite que los esfuerzos llevados a cabo por el primer ministro conservador, Rishi Sunak, para mejorar las relaciones con la UE, han dado su fruto. El llamado Acuerdo Marco de Windsor, firmado por Sunak y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von Der Leyen, el pasado febrero, puso fin al largo contencioso respecto al encaje de Irlanda del Norte en la era post Brexit. Y este mismo septiembre, el Gobierno brit¨¢nico anunci¨® su reincorporaci¨®n al programa cient¨ªfico Horizonte de la UE, una de las p¨¦rdidas m¨¢s lamentadas como consecuencia de las fricciones entre Londres y Bruselas.
Starmer comienza a escuchar, desde las filas conservadoras, acusaciones de querer dar marcha atr¨¢s al Brexit y de que el Reino Unido regrese a esos a?os de divisi¨®n y enfrentamiento. En los pr¨®ximos meses deber¨¢ demostrar hasta qu¨¦ punto est¨¢ dispuesto a hacer de este asunto el centro del debate pol¨ªtico en un a?o intensamente electoralista.
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