La angustia de los familiares de desaparecidos israel¨ªes: ¡°Lo peor es no saber qu¨¦ le hicieron a mi hija¡±
Parientes y amigos buscan a toda prisa en centros policiales, hospitales y redes sociales pistas sobre el paradero de sus seres queridos, que desconocen desde el ataque del s¨¢bado
Una familia llega al Centro de Informaci¨®n a las Familias del mayor hospital en las inmediaciones de Gaza, Barzilai, en la ciudad israel¨ª de Ashkelon. Ojos rojos, nervios a flor de piel y sin despegarse del m¨®vil, dan el n¨²mero de DNI de una hermana para saber si est¨¢ ingresada all¨ª. No figura en la base de datos. Es la misma respuesta que han recibido en otros tres hospitales desde el s¨¢bado, cuando las milicias de Gaza mataron a 900 personas ¨Dsobre todo civiles¨D en la jornada m¨¢s letal en los 75 a?os de historia de Israel, que bombardea desde entonces masivamente la Franja, ...
Una familia llega al Centro de Informaci¨®n a las Familias del mayor hospital en las inmediaciones de Gaza, Barzilai, en la ciudad israel¨ª de Ashkelon. Ojos rojos, nervios a flor de piel y sin despegarse del m¨®vil, dan el n¨²mero de DNI de una hermana para saber si est¨¢ ingresada all¨ª. No figura en la base de datos. Es la misma respuesta que han recibido en otros tres hospitales desde el s¨¢bado, cuando las milicias de Gaza mataron a 900 personas ¨Dsobre todo civiles¨D en la jornada m¨¢s letal en los 75 a?os de historia de Israel, que bombardea desde entonces masivamente la Franja, causando ya 788 muertos. ¡°No sabemos nada de ella desde el s¨¢bado. Nada. No hay tel¨¦fono al que no hayamos llamado y nadie nos da una respuesta¡±, asegura uno de ellos, David. La desaparecida estaba en el festival Nova, cerca del kibutz Reim y convertido en matanza: 260 muertos y decenas de secuestrados, hoy presumiblemente retenidos bajo tierra en Gaza. ¡°Hemos hablado con todos los que fueron con ella al festival y nadie sabe nada. Todos se separaron cuando empez¨® la cosa¡±, dice antes de subirse al ascensor. Tampoco la han visto en los v¨ªdeos y fotos del lugar que circulan por medios y redes sociales.
A¨²n en estado de shock, Israel no ha terminado de recoger cad¨¢veres ni de identificar a todos sus muertos y secuestrados. El portavoz de las Fuerzas Armadas israel¨ªes, Daniel Hagari, ha se?alado este martes que las familias de 50 secuestrados ya han recibido la noticia. Son al menos 130. Cada d¨ªa, adem¨¢s, las autoridades a?aden nombres a la lista de v¨ªctimas mortales, solo tras dar el p¨¦same a sus familias. El resto vive en la angustiosa incertidumbre de no saber si sus seres queridos est¨¢n vivos o muertos.
Ahuva Mayzel, de 54 a?os, no sabe nada de su hija Adi, de 21, desde que le cont¨® apresuradamente por tel¨¦fono que un grupo de hombres armados hab¨ªa irrumpido en el festival y comenzado a abrir fuego. Su ¨²nica pista es una foto en la que se ve su coche. Ella no aparece. S¨ª una buena amiga con la que fue, colgando del asiento del conductor con la puerta abierta, aparentemente muerta. Cuando las fuerzas de seguridad despejaron la zona y llegaron al coche, no encontraron a Adi, explica.
Ahuva cuenta su angustia porque, dice, le ayuda a ¡°no enloquecer¡± y a lidiar con la impotencia: ¡°Me hace sentir que hago por mi hija algo m¨¢s que llorar todo el d¨ªa¡±. ¡°Nadie la ha visto, no est¨¢ en los hospitales, ni en la lista de muertos ni de secuestrados. No s¨¦ ni siquiera si la encontrar¨¢n, ni cu¨¢ndo. Israel est¨¢ en guerra. No es que no recibamos respuestas porque no nos las quieran dar. Es que no recibimos respuestas porque no las hay. Lo peor es la incertidumbre. No saber qu¨¦ le hicieron a mi hija, qu¨¦ no¡¡±, asegura.
Le carcome el pensamiento de que, cuanto m¨¢s tiempo pase, menos posibilidades hay de que aparezca con vida en Israel. Al avanzar la identificaci¨®n de cad¨¢veres, cada hora hace m¨¢s plausible que est¨¦ secuestrada en Gaza, en manos de Ham¨¢s o la Yihad Isl¨¢mica, entre bombardeos a¨¦reos y navales masivos, y tras el anuncio este lunes de la milicia islamista de que ejecutar¨¢ a un cautivo civil por cada bombardeo israel¨ª sin aviso previo.
Su tragedia es compartida. Las autoridades han reconvertido un n¨²mero de tel¨¦fono policial en centralita de ayuda a los familiares de desaparecidos, que tambi¨¦n pueden recibir atenci¨®n psicol¨®gica. Y establecido un centro en el recinto del aeropuerto de Ben Guri¨®n, cerca de Tel Aviv, donde cientos de polic¨ªas y voluntarios recogen detalles y fotos de los desaparecidos, y toman muestras de ADN, preferiblemente a familiares en primer grado. A su vez, un grupo que coordinaba las protestas contra la reforma judicial del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que se suceden desde enero, ha aparcado la pol¨¦mica para montar en el recinto ferial de Tel Aviv un centro para ayudar a localizar a israel¨ªes desaparecidos. Varios familiares organizaron el domingo una rueda de prensa en una localidad cerca de Tel Aviv, Ramat Gan, en la que uno de ellos, Uri David, con dos hijas desaparecidas, pidi¨® al Gobierno respuestas, ¡°aunque no sean felices¡±.
La b¨²squeda contrarreloj se mueve tambi¨¦n por otras v¨ªas. El micr¨®fono abierto de Galei Tsahal, la radio del ej¨¦rcito, es por ejemplo una sucesi¨®n de personas contando sus casos en busca de alguna pista. Como un joven que se identifica como Udi, que tiene ¡°un mal presentimiento¡±, pero se aferra (¡°o prefiero aferrarme¡±, matiza) a la idea de que su t¨ªa tiene el tel¨¦fono apagado porque hay cortes de electricidad en el kibutz pr¨®ximo a Gaza donde vive. O una soldada encargada de vigilar los puestos de observaci¨®n, que cuenta que sus compa?eros de misi¨®n en la zona del ataque no responden desde el s¨¢bado al alba a las preguntas de ¡°?Est¨¢is bien?¡± en el grupo de WhatsApp que comparten. Familiares y amigos tambi¨¦n est¨¢n difundiendo en redes sociales descripciones, ruegos y fotos de sus seres queridos. Las sacan del perfil del desaparecido en Instagram y Facebook, son capturas de pantalla de v¨ªdeos en TikTok o las hizo alg¨²n familiar o allegado con su m¨®vil. Las sonrisas con las que posan parecen hoy de otra ¨¦poca, aunque tengan solo semanas o meses.
Es lo que transmiten las fotos de Rotem Neumann y su padre, Mickey, recibiendo el pasaporte portugu¨¦s (tiene las dos nacionalidades) y que difunde su sobrina Shira. Rotem, de 25 a?os, tambi¨¦n estaba en el festival. Telefone¨® a sus padres al ver en el cielo la descarga masiva de cohetes que dio comienzo al ataque, poco antes de que los milicianos se colasen desde Gaza en Israel. Huy¨® en grupo en coche y se cobij¨® en una estructura de protecci¨®n, desde la que envi¨® un mensaje a un amigo que tambi¨¦n estaba en la fiesta: ¡°Est¨¢n disparando¡±. ¡°Desde el s¨¢bado a las siete de la ma?ana hasta ahora, es todo lo que sabemos¡±, resume Shira, cuatro a?os menor. ¡°Toda la familia est¨¢ destrozada. Nos pasamos el d¨ªa entero en casa¡±. Horas despu¨¦s, este martes, las autoridades identificaron el cad¨¢ver de Rotem. Ser¨¢ enterrada esta noche.
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