Una alianza de guerrillas en Myanmar gana terreno al ej¨¦rcito de la junta golpista en varios puntos del pa¨ªs
Los militares birmanos admiten haber sufrido ¡°fuertes ataques de un n¨²mero significativo de rebeldes armados¡±. La ONU calcula que m¨¢s de 90.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en dos semanas
En las ¨²ltimas semanas y en diversos puntos de Myanmar, la ofensiva lanzada por una alianza de guerrillas de minor¨ªas ¨¦tnicas, a la que tambi¨¦n se han unido milicias prodemocracia, ha deteriorado la superioridad militar del ej¨¦rcito birmano. Esta ofensiva, bautizada como Operaci¨®n 1027 ¡ª por el 27 de octubre, cuando fue lanzada¡ª, es descrita por varios analistas internacionales como la principal amenaza para las Fuerzas Armadas desde ...
En las ¨²ltimas semanas y en diversos puntos de Myanmar, la ofensiva lanzada por una alianza de guerrillas de minor¨ªas ¨¦tnicas, a la que tambi¨¦n se han unido milicias prodemocracia, ha deteriorado la superioridad militar del ej¨¦rcito birmano. Esta ofensiva, bautizada como Operaci¨®n 1027 ¡ª por el 27 de octubre, cuando fue lanzada¡ª, es descrita por varios analistas internacionales como la principal amenaza para las Fuerzas Armadas desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021. Con aquel golpe los militares pusieron fin a los intentos de transici¨®n democr¨¢tica iniciados una d¨¦cada antes. La tensi¨®n aumenta por momentos: la junta militar en el poder ha admitido que se han producido ¡°fuertes ataques de un n¨²mero significativo de rebeldes armados¡± en el norte, este y oeste de la antigua Birmania, y ha pedido que todos aquellos con formaci¨®n militar b¨¢sica est¨¦n listos para ser llamados a filas en caso de emergencia.
Myanmar lleva casi tres a?os sumida en el m¨¢s profundo caos pol¨ªtico, econ¨®mico y social. Pero el conflicto interno se ha recrudecido desde el pasado 27 de octubre, cuando la Alianza de las Tres Hermandades, una coalici¨®n integrada por varios de los grupos ¨¦tnicos armados m¨¢s poderosos del pa¨ªs (el Ej¨¦rcito de Arak¨¢n, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional Ta¡¯ang y el Ej¨¦rcito para la Alianza Democr¨¢tica de Birmania) lanz¨® un ataque coordinado sin precedentes contra varios puestos militares del estado nororiental de Shan, lim¨ªtrofe con China. La Operaci¨®n 1027 pretende ¡°defender la regi¨®n de las incursiones militares de la junta¡± y erradicar ¡°la opresiva dictadura castrense¡±, afirman sus organizadores, despu¨¦s de que, desde julio, el ej¨¦rcito intensificase los ataques contra algunas de las guerrillas. De momento, la alianza ha logrado tomar el control de al menos cuatro ciudades clave en la frontera con el gigante asi¨¢tico y casi 150 puestos de vigilancia.
A la ofensiva se han sumado las fuerzas populares de defensa, constituidas principalmente por j¨®venes sin experiencia b¨¦lica previa que tomaron las armas tras la agresiva campa?a de represi¨®n que la junta inici¨® contra la oposici¨®n en 2021. Ahora se han convertido en el brazo armado del Gobierno de Unidad Nacional (NUG, por sus siglas en ingl¨¦s), organizaci¨®n que opera en la semiclandestinidad y se declara una autoridad leg¨ªtima del pa¨ªs. El NUG est¨¢ formado por muchos exdiputados del Ejecutivo depuesto de la Premio Nobel de la Paz de 1991, Aung San Suu Kyi, quien permanece bajo arresto domiciliario desde la sublevaci¨®n. Grupos democr¨¢ticos han iniciado una campa?a denominada La ruta hacia Naipyid¨®, con la que aspiran tomar la capital, recoge Reuters.
En las ¨²ltimas dos semanas, m¨¢s de 90.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a la intensificaci¨®n del conflicto en Shan (este) y las regiones vecinas de Mandalay (centro) y Kachin (noreste), seg¨²n Naciones Unidas, que cifra en m¨¢s de dos millones el n¨²mero de birmanos que se han desplazado desde la asonada de 2021.
En medio de la espiral de violencia de los ¨²ltimos d¨ªas, los combates se han extendido hacia el extremo occidental del pa¨ªs. En el estado de Chin (noroeste), los rebeldes han capturado dos campamentos militares y aspiran a consolidar su poder a lo largo de la frontera con India, donde el Ej¨¦rcito birmano controla dos bases m¨¢s. En el vecino Rak¨¢in (oeste), la junta militar ha impuesto el toque de queda en la capital regional y bloqueado las principales carreteras de acceso, despu¨¦s de que el Ej¨¦rcito de Arak¨¢n lograse ocupar dos puestos de vigilancia en los l¨ªmites con India. El grupo opositor asegura que casi medio centenar de agentes del r¨¦gimen ha claudicado ante el avance de sus fuerzas, y la polic¨ªa india ha confirmado que al menos 72 soldados birmanos se han refugiado en su pa¨ªs. Tropas heridas de la junta tambi¨¦n se han rendido a los insurgentes en el estado oriental de Kayah, seg¨²n ha verificado Reuters.
El portavoz de la junta militar, Zaw Min Tun, acus¨® el martes a los grupos rebeldes de ¡°destruir el pa¨ªs entero¡± y el jueves asegur¨® que est¨¢n implementando ¡°medidas urgentes para protegernos de los graves ataques¡± en los Estados de Shan, Kayah y Rak¨¢in. La semana pasada, el presidente en funciones birmano, Myint Swe, ya advirti¨® que la naci¨®n corr¨ªa el riesgo de ¡°quedar dividida en varias partes¡± si el gobierno ¡°no gestiona eficazmente los incidentes que se est¨¢n produciendo en zonas fronterizas¡±.
Pek¨ªn vigila de cerca la situaci¨®n en el noreste
Aunque China ha respaldado a la junta castrense en la escena internacional desde la asonada y, junto a Rusia, es el principal proveedor de armas del Ej¨¦rcito birmano, su relaci¨®n con los militares es compleja, pues mantiene con algunas guerrillas una larga historia de alianza ¨¦tnica, econ¨®mica y militar. Pek¨ªn, que ha pedido en varias ocasiones un alto el fuego, ha reiterado esta semana su ¡°profunda preocupaci¨®n por el conflicto en el norte de Myanmar¡± e instado a ¡°tomar medidas efectivas para garantizar la seguridad y la estabilidad en la frontera¡±.
Varios grupos ¨¦tnicos armados llevan a?os disput¨¢ndose los territorios que la alianza ha conquistado recientemente en el estado de Shan. Hasta la semana pasada, milicias leales a la junta controlaban puestos comerciales clave en el corredor econ¨®mico China-Myanmar, que incluye oleoductos y gaseoductos que atraviesan el pa¨ªs desde el golfo de Bengala hasta el lugar donde la alianza lanz¨® su ofensiva, adem¨¢s de una autopista y una v¨ªa f¨¦rrea por las que transitan cientos de millones de d¨®lares en mercanc¨ªas hacia China.
En la regi¨®n tambi¨¦n se localizan varios de los centros controlados por mafias chinas en los que miles de trabajadores del sudeste asi¨¢tico (120.000, seg¨²n Naciones Unidas) han sido enga?ados y obligados a realizar ciberestafas. Pek¨ªn lleva meses presionando al ej¨¦rcito para que reprima la delincuencia en la zona y, desde agosto, ha lanzado varias campa?as para desmontar algunas de estas redes de trata. Algunos analistas consideran que la operaci¨®n china, que seg¨²n medios oficialistas ha reducido la criminalidad en un 24% en apenas tres meses, ha desencadenado una reacci¨®n en cadena que ha reconfigurado el poder en la zona fronteriza.
Con la Operaci¨®n 1027, la resistencia ha arrebatado el control a la junta militar de un tramo de tierra por el que pasa el 40% del comercio fronterizo con China, en un momento en el que Myanmar depende m¨¢s que nunca de su vecino. El resto discurre por otras zonas del extremo septentrional del pa¨ªs, controladas o disputadas por otros grupos rebeldes, entre los que se incluye el Ej¨¦rcito de Independencia Kachin.
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