La ONU celebra una cumbre sobre el futuro de Afganist¨¢n sin presencia de mujeres afganas
Asociaciones locales e internacionales acusan a Naciones Unidas de haber cedido a las condiciones impuestas por los talibanes para asistir por primera vez a este foro
Para el islam la vida es un don de Dios que solo ¨¦l puede quitar. Quien se suicida, afronta un infierno eterno. A Arzo, una afgana de 15 a?os, ese averno le debi¨® de resultar preferible a vivir en el Afganist¨¢n de los talibanes. Esta adolescente, cuya historia revel¨® la CNN, ingiri¨® en 2023 el ¨¢cido de la bater¨ªa de un coche. Sobrevivi¨®, pero ahora tiene que alimentarse con una sonda g¨¢strica. Recluidas en sus casas y sometidas a terribles abusos, un n¨²mero en aumento de afganas est¨¢ recurriendo a matarratas, productos de limpieza, fertilizantes o una cuerda con la que ahorcarse, seg¨²n organiz...
Para el islam la vida es un don de Dios que solo ¨¦l puede quitar. Quien se suicida, afronta un infierno eterno. A Arzo, una afgana de 15 a?os, ese averno le debi¨® de resultar preferible a vivir en el Afganist¨¢n de los talibanes. Esta adolescente, cuya historia revel¨® la CNN, ingiri¨® en 2023 el ¨¢cido de la bater¨ªa de un coche. Sobrevivi¨®, pero ahora tiene que alimentarse con una sonda g¨¢strica. Recluidas en sus casas y sometidas a terribles abusos, un n¨²mero en aumento de afganas est¨¢ recurriendo a matarratas, productos de limpieza, fertilizantes o una cuerda con la que ahorcarse, seg¨²n organizaciones de derechos humanos, para escapar de los fundamentalistas. En Afganist¨¢n, no hay estad¨ªsticas sobre el suicidio, pero un reciente informe del relator especial de la ONU para Afganist¨¢n, Richard Bennett, alert¨® del alcance de la ideaci¨®n suicida entre las afganas y describi¨® su calvario como ¡°un apartheid de g¨¦nero¡±. La misma organizaci¨®n, Naciones Unidas, que divulg¨® ese documento ha convocado este domingo y este lunes la tercera cumbre de Doha (Qatar) sobre Afganist¨¢n. Los talibanes est¨¢n invitados. Las afganas, no. En el orden del d¨ªa no figuran las violaciones de sus derechos humanos.
Esta es la primera vez que los talibanes asistir¨¢n a una reuni¨®n del llamado proceso de Doha. En febrero, cuando se celebr¨® la segunda cumbre, hab¨ªan sido ya invitados pero declinaron asistir porque Naciones Unidas se neg¨® a satisfacer unas exigencias que su propio secretario general, Ant¨®nio Guterres, tild¨® de ¡°inaceptables¡±. Los radicales reiteraron entonces que los derechos de sus ¡°hermanas¡± ¡ªas¨ª llaman a las afganas¡ª eran un asunto ¡°interno¡± y que ellos deb¨ªan ser los ¨²nicos interlocutores de la comunidad internacional en Afganist¨¢n.
Organizaciones locales como la Coalici¨®n Independiente de Movimientos de Protesta de Mujeres Afganas, y otras internacionales como Human Rights Watch (HRW) y el Fondo Malala [fundado por la activista Malala Yousafzai], creen que lo que en febrero era inaceptable, ahora ha dejado de serlo. A la luz de ese precedente, estos grupos creen que la exclusi¨®n de las afganas de la tercera reuni¨®n de Doha se debe a que la ONU ha terminado por plegarse a las condiciones de los talibanes para asistir a la cumbre.
Incluso su portavoz, Zabihullah Mujahid, que encabeza su delegaci¨®n en Doha, confirm¨® este s¨¢bado en una rueda de prensa que, en esta ocasi¨®n, las exigencias del grupo para Doha III hab¨ªan sido ¡°aceptadas¡±. La oficina del portavoz del secretario general de la ONU no ha respondido a las preguntas de este diario sobre el motivo de ese cambio.
Antes de que los talibanes se hicieran con el poder en 2021, la adolescente Arzo quer¨ªa ser m¨¦dica. El 21 de junio, una semana despu¨¦s de que se cumplieran 1.000 d¨ªas de la prohibici¨®n de estudiar a todas las afganas mayores de 12 a?os impuesta por los radicales, la m¨¢xima responsable de la ONU en Afganist¨¢n, Roza Otunbayeva, jefa de la Misi¨®n de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganist¨¢n (UNAMA), hab¨ªa confirmado la exclusi¨®n de las mujeres de la reuni¨®n al precisar que estas ser¨ªan consultadas un d¨ªa despu¨¦s, un anuncio que llev¨® a numerosas organizaciones de afganas a lanzar una campa?a en redes sociales pidiendo a Naciones Unidas que revirtiera esa decisi¨®n.
¡°Las reuniones principales est¨¢n fijadas para el 30 de junio y el 1 de julio, y las mujeres est¨¢n invitadas para el d¨ªa 2, un acto deliberado de falta de exigencia [sobre los derechos de] las mujeres afganas y sus importantes contribuciones al futuro de Afganist¨¢n. La ONU debe exigir responsabilidades a los talibanes por sus cr¨ªmenes contra las mujeres y las ni?as, y no lo contrario¡±, critica en un mensaje por correo electr¨®nico la investigadora sobre derechos de la mujer de Human Rights Watch (HRW) Sahar Fetrat.
Seg¨²n Otunbayeva, recalca Fetrat, ¡°nadie dict¨® condiciones a las Naciones Unidas sobre la reuni¨®n de Doha¡±. Sin embargo, ¡°es evidente que la participaci¨®n de las mujeres y sus derechos han quedado excluidos de la reuni¨®n y de su orden del d¨ªa en un esfuerzo por sentar a los talibanes a la mesa¡±.
En su rueda de prensa, el portavoz de los talibanes precis¨® que el orden del d¨ªa de Doha III se centrar¨¢ ¡°en cuestiones econ¨®micas y en los esfuerzos antidroga¡±. La representante de la ONU en Afganist¨¢n hab¨ªa aludido precisamente a esos temas que, censura la investigadora de HRW, dan prioridad a ¡°los negocios privados, la banca y la lucha contra los estupefacientes y en los que las mujeres no estar¨¢n presentes para opinar¡±.
Otunbayeva trat¨® de minimizar la pol¨¦mica con el argumento de que, si se habla de narcotr¨¢fico en Afganist¨¢n, un ¡°30% de los adictos son mujeres¡±. Defendi¨® tambi¨¦n la importancia de ¡°entablar un di¨¢logo directo con los talibanes¡± para poder decirles que ¡°las mujeres deber¨ªan estar en esa mesa [Doha III]¡±.
Esas discusiones sobre las afganas, pero sin afganas es una de las razones por las que esta experta cree que la ONU ¡°est¨¢ gestionando el proceso de Doha de forma patriarcal¡±. A las afganas, a?ade, ¡°no les gusta que Naciones Unidas haga tratos con sus opresores, excluy¨¦ndolas de las decisiones importantes sobre su propio pa¨ªs¡±. En noviembre, la ONU hab¨ªa condicionado el avance hacia el reconocimiento del Ejecutivo de los talibanes a la mejora de la situaci¨®n de las mujeres. En su informe, el relator Bennett recomienda acabar con la impunidad de los actuales gobernantes del pa¨ªs.
Encrucijada
El proceso de Doha fue una iniciativa del secretario general de la ONU con el fin de definir una estrategia internacional para tratar con los fundamentalistas. Su primera reuni¨®n tuvo lugar el 1 y el 2 de mayo de 2023 y en ella participaron los enviados especiales para Afganist¨¢n de los Estados de la regi¨®n; los donantes internacionales; EE UU, Rusia y la Uni¨®n Europea. En Doha hab¨ªan transcurrido antes las conversaciones de paz con los talibanes en 2019, en las que se firm¨® el acuerdo de paz por el que las tropas internacionales se retiraron del pa¨ªs, lo que precipit¨® el regreso de los fundamentalistas al poder
Naciones Unidas se mueve desde entonces en la disyuntiva de ser coherente y cortar toda relaci¨®n con los talibanes, lo que cree que podr¨ªa resultar en un veto al trabajo de los organismos internacionales de cuya ayuda depende m¨¢s de la mitad de los afganos ¡ªlos m¨¢s vulnerables, las mujeres y los ni?os¡ª o avanzar hacia la legitimaci¨®n de un grupo violento, mis¨®gino y que pisotea los derechos humanos, con la esperanza de que se moderen.
Solo Nicaragua ha entablado relaciones diplom¨¢ticas con el Gobierno de los talibanes. China lo ha hecho en la pr¨¢ctica al aceptar a su embajador en Pek¨ªn. Con la invitaci¨®n de la ONU a Doha III, se?ala por WhatsApp desde Kabul Laila Bassim, de la Coalici¨®n Independiente de Movimientos de Protesta de Mujeres Afganas, se les est¨¢ ¡°blanqueando y animando a los pa¨ªses de la regi¨®n a que los reconozcan¡±.
La perspectiva de que estos exguerrilleros se moderen es ilusoria, dice Bassim, una activista de 24 a?os amenazada de muerte por los talibanes. Explica que los fundamentalistas son un grupo ¡°ideol¨®gico¡± que ¡°no cree en la negociaci¨®n y solo acepta su propia ley¡±.
Sahar Halaimzai, directora de la Iniciativa para Afganist¨¢n del Fondo Malala, coincide. ¡°No debemos permitir que [los talibanes] utilicen su cooperaci¨®n como palanca para silenciar los debates sobre sus violaciones extremas [de derechos humanos]. Y apunta que, lejos de moderarse, estos ¡°han redoblado sus decretos opresivos y brutales¡± contra las afganas. En marzo, anunciaron la reinstauraci¨®n de la flagelaci¨®n p¨²blica y la lapidaci¨®n de mujeres por adulterio.
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