Todo el poder para Ursula von der Leyen
La conservadora alemana estrena un segundo mandato como presidenta de la Comisi¨®n Europea con las voces cr¨ªticas silenciadas y un dise?o m¨¢s presidencialista. Teresa Ribera se perfila como contrapeso socialista y la segunda persona m¨¢s poderosa de Bruselas
Un nuevo dise?o para controlar cada decisi¨®n y movimiento del Ejecutivo comunitario. La oposici¨®n interna, eliminada, y las posibles futuras voces cr¨ªticas, conscientes de lo que puede pasar si se mueven. La nueva estructura delineada por Ursula von der Leyen para la nueva Comisi¨®n Europea, que ha revelado esta semana, le garantiza todo el poder. El esquema con varios vicepresidentes ejecutivos y comisarios, que e...
Un nuevo dise?o para controlar cada decisi¨®n y movimiento del Ejecutivo comunitario. La oposici¨®n interna, eliminada, y las posibles futuras voces cr¨ªticas, conscientes de lo que puede pasar si se mueven. La nueva estructura delineada por Ursula von der Leyen para la nueva Comisi¨®n Europea, que ha revelado esta semana, le garantiza todo el poder. El esquema con varios vicepresidentes ejecutivos y comisarios, que en no pocos casos gestionar¨¢n carteras muy vinculadas, consolida el enfoque presidencialista de la conservadora alemana. La dirigente ¡ªya una veterana¡ª se impulsa tambi¨¦n en la debilidad de los dos grandes socios de la Uni¨®n Europea, Alemania y Francia, y en el deterioro del motor con el que la dupla ha espoleado durante d¨¦cadas el club comunitario.
En la c¨²spide del Ejecutivo comunitario, el m¨¢s derechizado en d¨¦cadas, la presidenta quiere pavimentar su legado, preparar la senda para la pr¨®xima gran ampliaci¨®n hacia el este y revitalizar la industria europea para que recupere competitividad frente a Estados Unidos y China. Propone una aut¨¦ntica revoluci¨®n de cambios. Y ha empezado fuerte el camino hacia su segundo mandato.
Von der Leyen, de 65 a?os, la primera mujer en la presidencia de la Comisi¨®n Europea, era casi una desconocida no solo para la ciudadan¨ªa de la Uni¨®n sino tambi¨¦n para muchos de sus l¨ªderes cuando hace cinco a?os la entonces canciller alemana Angela Merkel y el presidente franc¨¦s la propusieron como jefa del Ejecutivo comunitario. Entonces era ministra de Defensa en Alemania. Ahora, la democristiana, a quien muchos de su equipo definen casi como una adicta al trabajo a la que cuesta seguir el ritmo, que vive en un peque?o estudio habilitado en el gran edificio de la Comisi¨®n en Bruselas, se ha convertido para algunos en el rostro de Europa. Tambi¨¦n de sus contradicciones, como mostr¨® con su criticado viaje a Israel y su reuni¨®n con Benjam¨ªn Netanyahu el d¨ªa que el Ej¨¦rcito israel¨ª comenz¨® el asedio a Gaza en respuesta de los atentados de Ham¨¢s del 7 de octubre.
De momento ¡ªresalta una veterana diplom¨¢tica europea¡ª, a simple vista parece que Von der Leyen ya no tendr¨¢ en el equipo a cr¨ªticos o electrones libres, como el socialista Frans Timmermans, que empez¨® la pasada legislatura como su n¨²mero dos y dej¨® el cargo para concurrir a las elecciones en Pa¨ªses Bajos; el liberal Thierry Breton, con el que ha tenido varios roces ¡ªy a quien termin¨® quit¨¢ndose de en medio en un pacto con Macron a cambio de que el presidente franc¨¦s enviase un nuevo comisario al que dar¨ªa un mejor t¨ªtulo¡ª, o el alto representante para Pol¨ªtica Exterior y Seguridad, Josep Borrell.
Luuk van Middelaar, fundador y director del laboratorio de ideas Instituto de Geopol¨ªtica de Bruselas, cree que la pr¨®xima Comisi¨®n ¡ªque aun debe recibir el visto bueno del Parlamento Europeo¡ª es efectivamente mucho m¨¢s presidencialista que la previa. Pero no tanto por los cambios estructurales en el Colegio de Comisarios (en el que est¨¢n representados los 27 Estados miembros con el mismo poder te¨®rico), sino porque es el segundo mandato de la alemana, acumula cinco a?os de experiencia y ya conoce los ¡°entresijos¡± de la agenda.
Von der Leyen tambi¨¦n sabe que cuenta con el respaldo de los l¨ªderes de los Estados miembros, que la nominaron de forma clara. Esta vez, Francia y Alemania, sus impulsores en 2019, tienen menos influencia sobre ella, dice el experto, que fue miembro del Gabinete de Herman Van Rompuy, el primer presidente del Consejo Europeo a tiempo completo. ¡°[La alemana] ha atribuido a los grandes socios una cartera o papel importante, tiene una idea clara de d¨®nde reside el poder, es una observadora aguda y ha dise?ado la c¨²pula de las vicepresidencias con una especie de equilibrio pol¨ªtico, aunque la gran mayor¨ªa de comisarios [14] son del Partido Popular Europeo, como ella¡±, se?ala por tel¨¦fono Van Middelaar, que destaca, adem¨¢s, el giro hacia el este del nuevo Ejecutivo comunitario.
Con una estructura de carteras ¡°entrecruzadas¡±, por ejemplo, pero no solo, en los temas verdes y ambientales, obliga a los comisarios a vincularse y trabajar juntos, apunta Ditte Brasso Sorensen, investigadora del laboratorio de ideas Europa. ¡°Esto implica que ya no habr¨¢ esos pilares de poder en manos de algunos comisarios y evita que estos tengan sus propias aspiraciones pol¨ªticas¡±, a?ade la experta.
Alberto Alemanno, profesor Jean Monnet de Derecho y Pol¨ªticas Europeas de la Escuela de Estudios Superiores de Comercio de Par¨ªs, es muy cr¨ªtico. Cree que con la nueva estructura ¡ªseis vicepresidentes ejecutivos, 20 comisarios y algunas otras reformas internas, como que la secretar¨ªa general pasa a la presidencia¡ª el Ejecutivo comunitario se transforma en un ¨®rgano presidencial. ¡°Detr¨¢s de este proceso hay una marcada politizaci¨®n de la Comisi¨®n Europea, que, sin embargo, ha sido concebida como un ¨®rgano colegiado encargado de la b¨²squeda del inter¨¦s general de la Uni¨®n. Esto, a su vez, cuestionar¨¢ la capacidad de la Comisi¨®n para actuar como motor y guardi¨¢n de la formulaci¨®n de pol¨ªticas de la UE¡±, remarca el experto, que prev¨¦ que la din¨¢mica entre el Ejecutivo comunitario, el Consejo y el Parlamento Europeo se transformar¨¢. ¡°El principio de equilibrio institucional que rige las relaciones entre estas instituciones se puede alterar¡±, a?ade.
Ribera, la segunda persona m¨¢s poderosa de Bruselas
En este contexto, y sobre todo con una mayor¨ªa de comisarios populares, la socialista espa?ola Teresa Ribera, designada como vicepresidenta ejecutiva primera, y encargada de la poderosa cartera de Competencia as¨ª como de Transici¨®n Limpia, Justa y Competitiva ¡ªla agenda verde y parte de la importante rama industrial¡ª, va a tener un papel de contrapeso ¡°crucial¡±, remarca Van Middelaar.
La actual vicepresidenta tercera y ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez est¨¢ llamada a ser la segunda persona m¨¢s poderosa de la Comisi¨®n, algo que consolida el papel y la pujanza de Espa?a en la UE. Tambi¨¦n, porque una de las grandes prioridades de Von der Leyen, junto a la ampliaci¨®n hacia el este y Ucrania, sostiene el director del Instituto de Geopol¨ªtica de Bruselas, es modernizar la base industrial y verde. Esa es la senda marcada por el expresidente italiano Mario Draghi en su comentado informe sobre competitividad, en el que advierte de que o la Uni¨®n pasa por cambios o se ver¨¢ embarcada en una ¡°lenta agon¨ªa¡±. Se trata de una cuesti¨®n existencial para el futuro del proyecto comunitario.
Lo cierto es que con la realidad geopol¨ªtica de los pasados cinco a?os y su personalidad asertiva, Von der Leyen ya hab¨ªa trazado una Comisi¨®n muy presidencialista. ¡°Ha tenido un papel mayor y un impacto m¨¢s grande por la respuesta europea a la pandemia de coronavirus y la guerra de Rusia contra Ucrania. La Comisi¨®n se ha convertido en una instituci¨®n mucho m¨¢s poderosa de lo que ya era y en esta legislatura tendr¨¢ un papel absolutamente central¡±, abunda Brasso Sorensen. Con una Alemania en espera de elecciones en 2025 y una Francia en la que todav¨ªa est¨¢ por ver c¨®mo funciona el Gobierno del conservador Michel Barnier y de analizar la resistencia de Macron ¡ªsin olvidar que la marea ultra sigue creciendo en ambos pa¨ªses¡ª el papel decisivo del Ejecutivo comunitario puede crecer. ¡°Deber¨ªamos buscar en la Comisi¨®n una especie de impulsor de la integraci¨®n europea, al menos durante los pr¨®ximos a?os¡±, se?ala la experta.