La radiaci¨®n de Brandeburgo
Estas elecciones tienen una implicaci¨®n en Alemania mucho mayor de la lectura local. De momento, se ha demostrado que los votantes no buscan el cambio a cualquier precio
Brandeburgo es una regi¨®n que est¨¢ acostumbrada a golpear por encima de su peso. Con solo un 2% de la poblaci¨®n alemana y una econom¨ªa epid¨¦rmica, envuelve completamente a la capital, Berl¨ªn, y proyecta una alargada sombra sobre lo que ocurre en el Gobierno de la naci¨®n.
El resultado de las elecciones de este domingo ¡ªen las que los socialistas han salvado el cuello frente a los radicales¡ª, tendr...
Brandeburgo es una regi¨®n que est¨¢ acostumbrada a golpear por encima de su peso. Con solo un 2% de la poblaci¨®n alemana y una econom¨ªa epid¨¦rmica, envuelve completamente a la capital, Berl¨ªn, y proyecta una alargada sombra sobre lo que ocurre en el Gobierno de la naci¨®n.
El resultado de las elecciones de este domingo ¡ªen las que los socialistas han salvado el cuello frente a los radicales¡ª, tendr¨¢ un impacto superior a su significado real, sobre todo en el contexto de la ola extremista en Sajonia y Turingia a principio de mes. El canciller Olaf Scholz (SPD), al que solo aprueban un 3% de los alemanes, intentar¨¢ estar en la foto de los ganadores. La ruleta sobre qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo l¨ªder del partido socialista vuelve a girar. Los estrategas pol¨ªticos plantear¨¢n todo tipo de combinaciones din¨¢micas para sembrar acuerdos regionales que fructifiquen a nivel nacional en las generales del 2025. Los efectos se sentir¨¢n incluso en los comicios en Austria el pr¨®ximo domingo.
El presidente brandeburgu¨¦s, Dietmar Woidke, hab¨ªa encadenado su futuro pol¨ªtico a estos resultados y por eso intent¨® mover el foco hacia su propia gesti¨®n, con la aprobaci¨®n de la mayor¨ªa de sus conciudadanos. La econom¨ªa de Brandeburgo, que solo conoce dirigentes socialistas desde la reunificaci¨®n, sufre problemas estructurales, pero crece. El paro es mayor que la media alemana, pero por debajo de sus vecinos del este.
Aunque los atascos son frecuentes, entre Potsdam, la capital de Brandeburgo, y Berl¨ªn solo se tarda media hora en tren y menos de dos horas en bici. Esta regi¨®n se beneficia del continuo intercambio de estudiantes y trabajadores con una de las capitales m¨¢s energ¨¦ticas de Europa y crece al calor de las start-ups berlinesas. Zalando, Mercedes Benz, Rolls-Royce y Tesla est¨¢n aqu¨ª.
Los resultados demuestran tambi¨¦n que, aunque se siga hablando sobre ¡°seguridad¡± y ¡°migraci¨®n¡± en el mismo p¨¢rrafo y aunque por su magnetismo estos temas fagociten a todo lo dem¨¢s, una parte de los votantes no busca el cambio a cualquier precio.
Dos realidades muy diferentes
Pero tambi¨¦n demuestran que sobre un mismo territorio conviven dos realidades muy diferentes. En Brandeburgo la edad m¨¢s frecuente son 50 a?os. Su poblaci¨®n se reduce. Las zonas rurales est¨¢n mal comunicadas, vaciadas y no sienten la misma radiaci¨®n de la transformaci¨®n econ¨®mica que las ciudades. Esto explica en parte por qu¨¦ frente a los partidos tradicionales, los populistas son los que m¨¢s han crecido. Adem¨¢s de Alianza por Alemania, la populista de izquierda Sahra Wagenknecht y su reci¨¦n estrenada Alianza Sahra Wagenknecht (BSW, por sus siglas en alem¨¢n) han conseguido tantos votos como la CDU y se confirma como hacedora de reyes en las tres elecciones regionales que se han celebrado este oto?o. El espectro de gobiernos ne¨®fitos y coaliciones exc¨¦ntricas, como ocurre en Francia, Pa¨ªses Bajos o Suecia, no se ha evaporado.
Al rescate del presidente brandeburgu¨¦s acudi¨® nada menos que un l¨ªder conservador del vecino estado de Sajonia, lo que podr¨ªa indicar por d¨®nde soplan los vientos para mantener el cord¨®n sanitario contra la AfD. La CDU ha perdido en torno a un 5% de papeletas, posiblemente muchas como voto ¨²til hacia los socialistas.
El votante de Alemania del Este es tradicionalmente vol¨¢til y m¨¢s influenciable por individuos carism¨¢ticos o grupos novedosos, sobre todo en elecciones locales, donde se vota m¨¢s a la persona que al partido. Pero los expertos esperan que este fen¨®meno se extienda a Alemania occidental, donde vive el 85% del pa¨ªs, de cara a las elecciones federales.
Siete grupos se sientan hoy en el Parlamento alem¨¢n. En las ¨²ltimas elecciones federales, la combinaci¨®n de los dos grandes partidos obtuvo menos de la mitad del Parlamento.
La realidad social y econ¨®mica enfrenta a los pol¨ªticos a una aguja que s¨ª saben en su mayor¨ªa como enhebrar. Las inundaciones, la falta de mano de obra o el envejecimiento de la poblaci¨®n, por ejemplo, dejan pocas opciones. El problema es resultar elegido despu¨¦s de hacerlo.
Desde el apartamento oficial del canciller alem¨¢n en Berl¨ªn se contempla una vista privilegiada de la famosa Puerta de Brandeburgo, la ¨²nica en pie de las 14 que ten¨ªa la antigua muralla de la ciudad y coronada por la diosa de la Victoria. Quiz¨¢ una baliza de esperanza para Scholz de que las cosas pueden mejorar.