Los socialdem¨®cratas de Alemania ganan por un estrecho margen a la ultraderecha en Brandeburgo, seg¨²n los resultados preliminares
El ¡®efecto Woidke¡¯, el popular presidente del SPD, da un vuelco a las encuestas y evita al partido de Scholz la derrota en su feudo hist¨®rico
Las encuestas que se difunden antes de los comicios no suelen equivocarse en Alemania, pero las elecciones en Brandeburgo han sido peculiares hasta en eso. El Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) ha sido la formaci¨®n m¨¢s votada, con el 30,9% de los sufragios, seg¨²n los resultados preliminares, con el 100% de las mesas electorales escrutadas. El esprint de los socialdem¨®cratas en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, en el que encuesta tras encuesta iban recortando la distancia con la ultraderecha, se ha traducido al final en un vuelco. Alternativa para Alemania (AfD) ha acabado en segunda posici¨®n, con el 29,2% de los votos. Gran parte del ¨¦xito de los socialdem¨®cratas recae en su carism¨¢tico presidente regional, Dietmar Woidke, quien evit¨® durante la campa?a la presencia de los principales dirigentes de su partido.
El partido del canciller, Olaf Scholz, logra as¨ª retener su mayor feudo y defenderse del avance de este partido de extrema derecha, que en las ¨²ltimas elecciones regionales, el 1 de septiembre pasado, consigui¨® vencer en Turingia y quedar segundo en Sajonia. La victoria de AfD en el este alem¨¢n provoc¨® un terremoto en la pol¨ªtica nacional: por primera vez un partido ultra era el m¨¢s votado en un Parlamento regional desde la II Guerra Mundial. El cord¨®n sanitario que aplican el resto de formaciones evitar¨¢ que los ultras entren en los gobiernos, pero cada vez se est¨¢ haciendo m¨¢s dif¨ªcil aislarles.
Scholz dijo estar satisfecho con el resultado de las elecciones. ¡°Son buenos, por supuesto¡±, respondi¨® a preguntas de los periodistas antes de una reuni¨®n con el presidente colombiano, Gustavo Petro, en Nueva York. El canciller no ofrecer¨¢ una valoraci¨®n m¨¢s detallada hasta el lunes, con los resultados definitivos.
El secretario general de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU), Carsten Linnemann, reconoci¨® que los resultados suponen para su partido una ¡°amarga derrota¡±. Tanto ¨¦l como la copresidenta de Los Verdes, Ricarda Lang, apuntaron a que el hecho de que AfD y el SPD estuvieran tan igualados durante la campa?a ha llevado a muchos potenciales votantes conservadores o ecologistas a dar su apoyo al candidato m¨¢s fuerte para impedir la victoria de los ultras.
Por su parte, el gran vencedor de la noche, Dietmar Woidke, expres¨® su satisfacci¨®n tras el ¡°duro trabajo¡± realizado. ¡°Parece que una vez m¨¢s, como tantas veces en la historia, los socialdem¨®cratas han parado a los extremistas cort¨¢ndoles el paso hacia el poder¡±, se?al¨® en declaraciones a la televisi¨®n p¨²blica. Mientras tanto, Alice Weidel, la col¨ªder de AfD, defendi¨® que sus resultados son excelentes. ¡°El este es azul¡±, ha asegurado, en referencia al color de su formaci¨®n y a las cifras obtenidas en los tres Estados federados de la antigua Alemania comunista (Turingia, Sajonia y Brandeburgo) que han renovado sus parlamentos este septiembre.
M¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s de la reunificaci¨®n alemana, los territorios de los antiguos este y oeste siguen votando diferente. En los Estados orientales, donde hasta un 67% de la poblaci¨®n dice sentirse ¡°ciudadano de segunda clase¡±, la ultraderecha est¨¢ obteniendo alrededor del 30% de los votos tanto en elecciones regionales como en las europeas celebradas en junio pasado. Los alemanes del este votan tambi¨¦n al otro extremo, el partido de izquierda populista de la antigua l¨ªder de Die Linke, Sahra Wagenknecht. Ambas formaciones comparten posturas duras contra la inmigraci¨®n y visiones prorrusas.
Una lectura nacional
La victoria de los socialdem¨®cratas en Brandeburgo, el Estado federado que rodea Berl¨ªn, tiene una lectura que va mucho m¨¢s all¨¢ de la confirmaci¨®n de su presidente, el muy popular Dietmar Woidke. El SPD federal puede respirar tranquilo al haber evitado una derrota dolorosa y con potencial suficiente para desestabilizar la coalici¨®n que encabeza Scholz. El tripartito de socialdem¨®cratas, verdes y liberales se encuentra en cifras hist¨®ricamente bajas de popularidad. Los sondeos indican que ni sumando todos sus votantes podr¨ªan superar a la CDU si se celebraran elecciones federales ahora.
Pero todav¨ªa falta un a?o para la cita con las urnas (28 de septiembre de 2025), y la victoria en Brandeburgo es mucho m¨¢s que un respiro temporal. Para Olaf Scholz significa que, de momento, nadie se va a cuestionar si es el mejor candidato posible para enfrentarse a la CDU de Friedrich Merz. Su liderazgo, aunque debilitado por unas encuestas que muestran su baj¨ªsima popularidad, no se discute en el partido.
Los analistas argumentaban que perder Brandeburgo, el gran basti¨®n socialdem¨®crata, donde el partido ha gobernado ininterrumpidamente desde la reunificaci¨®n en 1990, abrir¨ªa la veda para empezar a debatir internamente ¡ªo quiz¨¢ incluso en p¨²blico¡ª la conveniencia de enviar a Scholz a la pelea electoral. El canciller, que ya ha anunciado que quiere presentarse, ha esquivado la bala. De momento.
El vuelco en Brandeburgo se explica, en parte, por la alta participaci¨®n, del 74,3%, m¨¢s de 13 puntos porcentuales m¨¢s que en 2019. Pero tambi¨¦n por el efecto Woidke, la popularidad del actual presidente socialdem¨®crata del land. Woidke, de 62 a?os, lleva una d¨¦cada al frente de este Estado federado conocido por sus lagos y bosques y por acoger la primera f¨¢brica de Tesla en Europa. La empresa de Elon Musk ya es el mayor empleador de la regi¨®n, con 7.000 puestos de trabajo, y ha contribuido a su ¨¦xito econ¨®mico.
En Brandeburgo, a diferencia del resto del pa¨ªs, el producto interior bruto (PIB) crece a buen ritmo. El land tampoco tiene los problemas de despoblaci¨®n que preocupan a los otros Estados que formaron parte de la antigua Alemania comunista: el n¨²mero de habitantes (2,5 millones, de los 83 que tiene el pa¨ªs) se ha mantenido estable desde la ca¨ªda del muro y su capital, Potsdam, es un destino cada vez m¨¢s codiciado por los j¨®venes profesionales que quieren irse de la capital, Berl¨ªn, y a la vez seguir estando cerca de ella.
Woidke evit¨® durante la campa?a la presencia de sus compa?eros de partido. Scholz no particip¨® en ning¨²n mitin, pese a que vive en Potsdam y representa a esa circunscripci¨®n en el Bundestag. El bar¨®n socialdem¨®crata, que ha llegado a criticar las pol¨ªticas de la coalici¨®n, ha intentado que no se le relacione con el SPD federal y que los habitantes de Brandeburgo le voten a ¨¦l y no al partido. Por eso hab¨ªa hecho una apuesta pol¨ªtica tan arriesgada como efectiva: si perd¨ªa las elecciones, se retirar¨ªa de la primera l¨ªnea.
En los ¨²ltimos comicios para el Parlamento de Brandeburgo, en 2019, el SPD hab¨ªa logrado vencer a la ultraderecha por un estrecho margen (26,2% frente al 23,5%). Los democristianos quedaron en tercer puesto con el 15,6% y los verdes, en cuarto, con el 10,8%.
Los resultados preliminares confirman el vuelco que se est¨¢ produciendo en las ¨²ltimas citas electorales, con Los Verdes de capa ca¨ªda y el partido de la antigua l¨ªder de la izquierda, Sahra Wagenknecht, consiguiendo apoyos de dos d¨ªgitos.
Este domingo los ecologistas lamentan haber obtenido el 4,1% de los votos, menos de la mitad del buen resultado de los ¨²ltimos comicios y por debajo del l¨ªmite para entrar en el Parlamento. Contaban con obtener representaci¨®n gracias a una excepci¨®n a esa regla, que es obtener un mandato directo, pero seg¨²n los datos provisionales no lo han conseguido ni en Potsdam, la capital, donde tradicionalmente se concentra mucho voto ecologista.
La Alianza Sahra Wagenknecht (BSW, por sus siglas en alem¨¢n) confirma con su resultado (13,5%) que se ha convertido en un actor al que hay que tener en cuenta en cualquier coalici¨®n en el este de Alemania. Los conservadores de la CDU han obtenido el 12,1% de los sufragios, lo que les deja como el cuarto partido m¨¢s votado. Tanto los liberales del FDP (0,8%) como el partido de izquierdas Die Linke (3%) se quedan fuera del Parlamento al no haber superado la barrera del 5%.
Pese a que la inmigraci¨®n es competencia federal, la campa?a electoral en Brandeburgo ha girado en torno al debate sobre las deportaciones y las leyes de asilo. El auge de la ultraderecha ha arrastrado a los conservadores moderados, incluso a los socialdem¨®cratas, hacia posiciones que hace una d¨¦cada casi nadie osaba defender en Alemania. A las victorias de AfD se han sumado varios casos de ataques con cuchillo perpetrados por refugiados que han conmocionado a la sociedad y han encumbrado la migraci¨®n al primer puesto entre las preocupaciones de los alemanes.
El Gobierno de Scholz ha endurecido la legislaci¨®n para aumentar las deportaciones y retirar prestaciones a los refugiados. Presionado por la oposici¨®n democristiana y los ultras, este mes ha impuesto controles en todas las fronteras para luchar contra la migraci¨®n ilegal, en un golpe a la libre circulaci¨®n en la UE que amenaza al espacio Schengen.
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