La ¨²ltima ciudad ucrania que alberg¨® armamento nuclear lamenta haber renunciado a ¨¦l
En Pervomaisk se ubica una de las dos antiguas bases con misiles bal¨ªsticos intercontinentales que Ucrania hered¨® de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y que fueron cerradas tras un acuerdo con Rusia y Estados Unidos
Pervomaisk, en el sur de Ucrania, era una de aquellas ciudades de la Uni¨®n Sovi¨¦tica oficialmente cerradas al mundo exterior. Los habitantes de la comarca la pod¨ªan visitar, pero pocos m¨¢s, recuerda Tania Stepul. Esta mujer de 54 a?os, propietaria de un ultramarinos, naci¨® y pas¨® su infancia a escasos kil¨®metros del centro de mando de la 46? Divisi¨®n del 43? Ej¨¦rcito de Misiles de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Stepul viv¨ªa rodeada de per¨ªmetros protegidos con alambradas electrificadas, campos de minas, nidos de ametralladoras y cientos de soldados. Alrededor de su casa hab¨ªa 86 silos con misiles bal¨ªsti...
Pervomaisk, en el sur de Ucrania, era una de aquellas ciudades de la Uni¨®n Sovi¨¦tica oficialmente cerradas al mundo exterior. Los habitantes de la comarca la pod¨ªan visitar, pero pocos m¨¢s, recuerda Tania Stepul. Esta mujer de 54 a?os, propietaria de un ultramarinos, naci¨® y pas¨® su infancia a escasos kil¨®metros del centro de mando de la 46? Divisi¨®n del 43? Ej¨¦rcito de Misiles de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Stepul viv¨ªa rodeada de per¨ªmetros protegidos con alambradas electrificadas, campos de minas, nidos de ametralladoras y cientos de soldados. Alrededor de su casa hab¨ªa 86 silos con misiles bal¨ªsticos y ojivas nucleares esperando a ser disparados en una guerra mundial.
¡°Recuerdo aquellos camiones enormes que tra¨ªan los cohetes porque antes ten¨ªan que cortar los ¨¢rboles de los caminos para que pudieran pasar¡±, evoca Stepul. Afirma que no le daba miedo vivir all¨ª. ¡°En la d¨¦cada de los noventa, tras la independencia, cre¨ªamos que Rusia ser¨ªa nuestra amiga, por eso renunciamos a los misiles, a cambio de garant¨ªas de seguridad¡±, dice esta vecina de Pervomaisk, ¡°ahora podemos decir que fue un error entregar esas armas¡±.
Ucrania es uno de los pocos pa¨ªses en la historia que han renunciado a su armamento nuclear. En 1991, cuando alcanz¨® la independencia, era la tercera potencia at¨®mica del mundo, tras Rusia y Estados Unidos. Contaba con 176 misiles bal¨ªsticos estrat¨¦gicos y t¨¢cticos sovi¨¦ticos, con sus cabezas nucleares, dise?ados para una guerra nuclear global. El Memorando de Budapest, un tratado firmado en 1994 por Ucrania, Rusia, EE UU y el Reino Unido, sellaba la devoluci¨®n de este armamento a Rusia a cambio de compromisos de seguridad para el joven Estado ucranio.
¡°Los l¨ªderes occidentales deber¨ªan releer el Memorando de Budapest para que entiendan que nos fallaron, que incumplieron sus compromisos para protegernos¡±, opina Oleksi Melnik, codirector del centro Razumkov de estudios de Defensa y Geopol¨ªticos. Melnik subraya que la sensaci¨®n de sus conciudadanos es que al negar el acceso de Ucrania a la OTAN vuelve a ser una traici¨®n de sus aliados.
La ¨²ltima lanzadera de misiles intercontinentales de Ucrania fue desactivada en Pervomaisk en 2001. Las ojivas nucleares se retiraron en los noventa por parte de t¨¦cnicos de la planta de misiles bal¨ªsticos Pivdenmash, en Dnipr¨®. De esta f¨¢brica salieron buena parte de las armas sovi¨¦ticas que apuntaban a EE UU durante la Guerra Fr¨ªa. El presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, orden¨® precisamente el pasado 21 de noviembre un ataque contra Pivdenmash con el Or¨¦shnik, prototipo de un nuevo misil bal¨ªstico hipers¨®nico dise?ado para ser armado con ojivas nucleares. En esta ocasi¨®n sus explosivos eran convencionales. Es la primera vez en la historia que se utiliza un cohete de este tipo en un conflicto armado. Un cohete como los que hab¨ªa en Pervomaisk.
Putin advirti¨® el 28 de noviembre que volver¨ªa a utilizar el Or¨¦shnik si Ucrania continuaba utilizando misiles de largo alcance occidentales contra instalaciones militares en territorio de Rusia. Esta vez, a?adi¨® el aut¨®crata ruso, el objetivo podr¨ªan ser los centros de decisi¨®n en Kiev. Solo EE UU cuenta con sistemas de defensa capaces de interceptar un cohete como el Or¨¦shnik.
¡°Por supuesto que fue un error perder este armamento, como disuasi¨®n, no nos habr¨ªan invadido¡±, asegura Valeri Kuznetsov, mayor en la reserva del ej¨¦rcito ucranio y antiguo oficial de lanzamiento de misiles en la base de Pervomaisk. Hoy trabaja como gu¨ªa en el museo de la base, uno de los pocos de estas caracter¨ªsticas que hay en el mundo. Kuznetsov se sienta en el puesto de control que ocup¨® durante una d¨¦cada, una c¨¢psula a 45 metros bajo tierra. Desde esta, junto a otro compa?ero, manejaban los equipos para activar 10 misiles nucleares. ?Qu¨¦ recuerda de aquella responsabilidad? ¡°Tristeza, porque yo ten¨ªa unos conocimientos valiosos, una importancia, y de un d¨ªa para otro me qued¨¦ sin trabajo¡±, comenta este militar retirado.
Bomba at¨®mica en cuesti¨®n de meses
Kuznetsov apoya que Ucrania vuelva a armarse con bombas nucleares y cita, para expresar su confianza en ello, un documento que caus¨® un gran revuelo este noviembre. El Instituto Nacional de Estudios Estrat¨¦gicos (NISS), un organismo dependiente de la presidencia ucrania, elabor¨® un informe para el Ministerio de Defensa en el que detalla que el pa¨ªs tiene los recursos para producir en cuesti¨®n de meses una bomba nuclear t¨¢ctica y de baja intensidad. El NISS estimaba que Ucrania cuenta con suficiente material radioactivo para fabricar un centenar de estas bombas.
El primero en abrir el debate fue Volod¨ªmir Zelenski. ¡°O Ucrania tiene armas nucleares que le sirvan de protecci¨®n, o debe formar parte de alguna alianza. Y aparte de la OTAN, no s¨¦ de ninguna alianza que sea efectiva¡±, dijo el presidente ucranio en septiembre al inminente l¨ªder de EE UU, Donald Trump. En octubre repiti¨® la misma idea en una reuni¨®n en Bruselas. ¡°No estamos fabricando armas nucleares. Lo que quer¨ªa decir es que no hay otra opci¨®n m¨¢s potente de seguridad, al margen de estar en la OTAN¡±, remarc¨® Zelenski en un encuentro posterior con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
La cuesti¨®n ha vuelto a la palestra despu¨¦s de que The New York Times revelara el 21 de noviembre que varios miembros del equipo del presidente saliente de EE UU, Joe Biden, hab¨ªan propuesto devolver a Ucrania armamento nuclear. La informaci¨®n se public¨® el mismo d¨ªa que Rusia dispar¨® el Or¨¦shnik.
Irina Marinets, 53 a?os, es profesora de instituto en Pervomaisk. Ha visitado el museo de los misiles en m¨²ltiples ocasiones con sus alumnos. Cuando ten¨ªa la misma edad que sus pupilos, iba con su escuela a las bases de los regimientos de la regi¨®n para dar conciertos en fechas se?aladas. Sab¨ªan que la zona era como un queso gruy¨¨re de silos con ojivas nucleares, pero se sent¨ªan protegidos. ¡°Si las tuvi¨¦ramos ahora, todo ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil. Ser¨ªa una gran idea volver a tenerlas¡±, afirma Marinets.
¡°A m¨ª no me da miedo tener la bomba at¨®mica, me da miedo la ocupaci¨®n rusa¡±, explica Olena Hrisenko, panadera en Pervomaisk. Tiene amistades en otra ciudad del sur de Ucrania, Jers¨®n, y sabe por sus testimonios lo que sucedi¨® durante la presencia del invasor, antes de ser liberada en noviembre de 2022: ¡°Los rusos iban a buscar a gente con listas, a antiguos soldados o a familiares de estos¡±. ¡°?De qu¨¦ armas nucleares va a escribir? ?Si ya no las tenemos! Pero con ellas ya le digo que no sufrir¨ªamos esta guerra¡±, a?ade Hrisenko.
En el simulador de lanzamiento de un misil en el museo, un visitante exclama que le gustar¨ªa que fuera para Mosc¨². Kuznetsov pone cara de desaprobaci¨®n: ¡°Estas armas existen para no ser nunca utilizadas. Solo con que uno de estos cohetes saliera proyectado se librar¨ªa una respuesta con misiles de uno y otro lado, ser¨ªa el fin de la civilizaci¨®n¡±. Pese a esta amenaza, este veterano de la Guerra Fr¨ªa da por hecho que las advertencias de Putin de una escalada nuclear son un farol. Su experiencia le indica que el medio millar de cohetes bal¨ªsticos rusos para este uso heredados de la Uni¨®n Sovi¨¦tica son inservibles porque, adem¨¢s de un mantenimiento constante, deben retirarse cuando pasan entre dos o cinco d¨¦cadas en servicio. Quiz¨¢ los han sustituido con nuevas generaciones, como la del Or¨¦shnik, que es lo que asegura Putin. ¡°Los rusos mienten y mienten¡±, responde Kuznetsov, ¡°incluso mienten cuando tienen la boca cerrada¡±.