Macron anunciar¨¢ el viernes por la ma?ana el nombre del nuevo primer ministro franc¨¦s
El centrista Bayrou ha sido convocado hoy por el presidente de la Rep¨²blica, que busca un nombre que ampl¨ªe la base de gobierno y evite una nueva moci¨®n de censura
El anuncio, finalmente, fue que no habr¨ªa anuncio. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, hab¨ªa prometido el martes, como tantas otras veces en su manera de jugar con el tiempo, que nombrar¨ªa a un primer ministro en 48 horas. El plazo terminaba el jueves por la tarde. Las quinielas estaban hechas, el jefe del Estado adelant¨® su regreso de Varsovia, condici¨®n necesaria ¡ªestar en suelo franc¨¦s¡ª para designar a ...
El anuncio, finalmente, fue que no habr¨ªa anuncio. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, hab¨ªa prometido el martes, como tantas otras veces en su manera de jugar con el tiempo, que nombrar¨ªa a un primer ministro en 48 horas. El plazo terminaba el jueves por la tarde. Las quinielas estaban hechas, el jefe del Estado adelant¨® su regreso de Varsovia, condici¨®n necesaria ¡ªestar en suelo franc¨¦s¡ª para designar a un jefe del Gobierno. Y cuando todo el mundo se preparaba para recibir el nombre, el Palacio del El¨ªseo anunci¨® que el nombre no se conocer¨ªa hasta el viernes por la ma?ana. En la ma?ana del viernes, el pol¨ªtico centrista Fran?ois Bayrou, l¨ªder del partido MoDem, ha sido convocado a desayunar en el El¨ªseo, una se?al que podr¨ªa apuntar a ¨¦l como el elegido.
Macron, el procrastinador, lo bautizaban en la televisi¨®n mientras pasaban las horas y el anuncio segu¨ªa sin llegar mientras en los plat¨®s esperaban la noticia ej¨¦rcitos de tertulianos. El presidente de la Rep¨²blica alarga los tiempos y estira una crisis cuyo impacto recae en su propia credibilidad y autoridad. El jefe del Estado reflexiona y toma las decisiones m¨¢s en solitario que nunca. Se acuesta tarde, y antes de hacerlo manda mensajes, sondea a interlocutores. Aun as¨ª, pr¨¢cticamente nadie sabe qu¨¦ piensa ni cu¨¢ndo piensa comunicarlo, se?alan quienes le conocen.
Los nombres que el jueves se encontraban sobre la mesa eran, fundamentalmente, tres. Adem¨¢s de Bayrou, el exsocialista y fugaz primer ministro Bernard Cazeneuve y Roland Lescure, vicepresidente de la Asamblea. Ninguno de esos candidatos terminaba de convencer a nadie. Y eso era un problema, porque la idea del presidente de la Rep¨²blica es ampliar la base sobre la que se apoyaba el actual Gobierno y cuyo reducido tama?o le hizo descarrilar en la primera moci¨®n de censura. La idea es que el nombre que salga elegido sea capaz de evitar una nueva moci¨®n de censura que acabe con su Gobierno de forma prematura.
Los perfiles de Cazeneuve y Bayrou se parecen, tienen algo de simetr¨ªa ideol¨®gica. Ambos funcionan como bisagras entre la izquierda y la derecha, ambos pertenecen a mundos en extinci¨®n, pero su car¨¢cter moderado y dialogante les ha permitido seguir vivos en el mapa pol¨ªtico actual. Y, sobre todo, ambos ans¨ªan el puesto. La opci¨®n de Lescure es m¨¢s arriesgada y cuenta con la animadversi¨®n de la derecha y, sobre todo, de la ultraderechista Marine Le Pen, del Reagrupamiento Nacional.
Macronista de la primera hora, Lescure ingres¨® a la pol¨ªtica en la estela del jefe del Estado en 2017, a?o de su primera elecci¨®n como diputado. Francocanadiense, habla regularmente y de manera directa con el jefe de Estado. Liberal al estilo anglosaj¨®n, defiende f¨¦rreamente la l¨ªnea proempresa macronista, aunque tiende fuertemente hacia la izquierda en cuestiones sociales. En varias ocasiones ha expresado su preocupaci¨®n por una derechizaci¨®n del movimiento macronista. En octubre, declar¨® en Le Figaro estar satisfecho de haber ¡°recuperado (su) libertad¡± fuera del Gobierno de Barnier. Unas declaraciones que ayer desempolvaron Los Republicanos [partido al que pertenece Barnier] para oponerse a su nombramiento.
La situaci¨®n de estos meses es fruto del resultado de las ¨²ltimas elecciones legislativas, en las que el Parlamento qued¨® fragmentado en tres bloques casi iguales. El Nuevo Frente Popular (NFP) ¡ªla alianza integrada por La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc M¨¦lenchon, socialistas, comunistas y ecologistas¡ª logr¨® 182 de 577 diputados, pero qued¨® muy lejos de la mayor¨ªa absoluta de 289. El bloque presidencial, formado por tres partidos de centro y centroderecha, obtuvo 168; y el ultraderechista RN, 143. El partido de Le Pen, pese a terminar tercero en ese esquema de bloques, se convirti¨® en el ¨¢rbitro de la contienda al no encontrar el presidente Macron una mayor¨ªa absoluta estable en el Parlamento.