La guerra de Gaza ahonda la presi¨®n sobre los palestinos que viven fuera de la Franja
Asociaciones humanitarias denuncian la aprobaci¨®n en Israel de leyes segregacionistas contra la minor¨ªa ¨¢rabe, el aumento sin precedentes de derribos de casas en Jerusal¨¦n Este y una cifra r¨¦cord de asentamientos de colonos
Los palestinos que viven en Israel, en Cisjordania y en Jerusal¨¦n Este padecen de forma creciente los estragos de la guerra que comenz¨® el 7 de octubre de 2023, cuando Ham¨¢s mat¨® a 1.200 israel¨ªes y secuestr¨® a 251 rehenes. En Cisjordania avanzan los asentamientos de colonos, en Jerusal¨¦n Este las excavadoras destruyen m¨¢s casas que nunca. Y en Israel, la presi¨®n contra la minor¨ªa ¨¢rabe se hace sentir con una r¨¢faga de leyes que muchos tachan de ¡°draconianas¡±.
La abogada palestina Hadeel Abu Salih, miembro de la organizaci¨®n jur¨ªdica Adalah, vive en...
Los palestinos que viven en Israel, en Cisjordania y en Jerusal¨¦n Este padecen de forma creciente los estragos de la guerra que comenz¨® el 7 de octubre de 2023, cuando Ham¨¢s mat¨® a 1.200 israel¨ªes y secuestr¨® a 251 rehenes. En Cisjordania avanzan los asentamientos de colonos, en Jerusal¨¦n Este las excavadoras destruyen m¨¢s casas que nunca. Y en Israel, la presi¨®n contra la minor¨ªa ¨¢rabe se hace sentir con una r¨¢faga de leyes que muchos tachan de ¡°draconianas¡±.
La abogada palestina Hadeel Abu Salih, miembro de la organizaci¨®n jur¨ªdica Adalah, vive en la localidad norte?a de Sajn¨ªn y posee la nacionalidad israel¨ª, como otros dos millones de palestinos en un pa¨ªs de casi diez millones de habitantes. Asegura que aunque su organizaci¨®n ha documentado a lo largo de varias d¨¦cadas unas 70 leyes discriminatorias contra los palestinos de nacionalidad israel¨ª, todos sus compa?eros se sorprenden con la velocidad con la que act¨²a la Kneset (el Parlamento) para incorporar nuevas normas que les afectan. ¡°Las cosas se est¨¢n moviendo de forma muy r¨¢pida y opresiva. El Gobierno usa la guerra en Gaza como excusa¡±, sostiene.
El pasado 4 de noviembre, el Parlamento aprob¨® una propuesta de ley que autoriza al Ministerio de Educaci¨®n israel¨ª ¡ªsin necesidad de recurrir a los tribunales¡ª a despedir a los docentes que ¡°se identifiquen p¨²blicamente con una organizaci¨®n terrorista¡± o la apoyen. Esa misma semana, en la madrugada del 7 de noviembre, la Kneset aprob¨® otra ley que permite deportar a Gaza o Cisjordania a los familiares de ¡°agentes terroristas¡±. La medida fue impulsada por el partido ultranacionalista Poder Jud¨ªo, encabezado por el ministro de Seguridad Nacional, el colono extremista Itamar Ben Gvir. La respaldaron 61 diputados frente a 41 en contra.
Esa misma noche, el Parlamento aprob¨® una disposici¨®n temporal vigente durante cinco a?os y prorrogable, que permite a los tribunales del pa¨ªs condenar a prisi¨®n a menores a partir de los 12 a?os de edad si son declarados culpables de asesinato por motivos ¡°terroristas¡±.
Pol¨ªticas similares al ¡®apartheid¡¯
Estas normas, seg¨²n Adalah, se basan en definiciones excesivamente amplias y deliberadamente ambiguas de ¡°terrorismo¡±. Y permiten al Estado ¡°castigar colectivamente a los palestinos¡±, a los que tienen nacionalidad israel¨ª o a quienes habitan en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este, territorios palestinos ocupados desde 1967. ¡°Israel profundiza as¨ª, con pol¨ªticas similares a las del apartheid, su sistema legal de dos niveles, uno para los palestinos y otro para los jud¨ªos israel¨ªes¡±, ha denunciado Adalah en varios comunicados.
La letrada Abu Salih recuerda por tel¨¦fono que con la ley antiterrorista cualquier persona puede ser acusada ante un juez y posteriormente enviada a prisi¨®n. ¡°Pero ahora, con la nueva norma, el Ministerio de Seguridad Nacional puede deportar a cualquiera sin necesidad de pasar ante un tribunal ni presentar pruebas. Y no solo a un individuo, sino a sus familiares tambi¨¦n. Es una ley discriminatoria, porque antes del 7 de octubre, el 95% de las sentencias por terrorismo reca¨ªan sobre los ¨¢rabes y despu¨¦s de esa fecha, es el 98% de los veredictos¡±. Hasta el momento no se ha deportado a nadie. Pero el camino legal ya est¨¢ abierto.
Los lemas que los palestinos han cantado durante d¨¦cadas ahora pueden ser objeto de arresto, explica Abu Salih. Entre ellos, ¡°resiste, no renuncies a tu tierra¡± o ¡°resiste, no renuncies a Gaza¡±. El abogado de derechos humanos Ahmad Khalefa y el profesor Muhammed Jabareen fueron detenidos el 19 de octubre de 2023 en la localidad israel¨ª de Um El Fahem por participar en una manifestaci¨®n convocada tras el bombardeo de un hospital en Gaza que caus¨® cientos de muertos. ¡°El d¨ªa antes¡±, comenta Abu Salih, ¡°el alto comisionado de la polic¨ªa hizo una declaraci¨®n que imped¨ªa todas las protestas de solidaridad con Gaza. El abogado Khalefa pas¨® casi cinco meses entre rejas como detenido por motivos de seguridad. Y el profesor, ocho meses. Ahora se encuentran en detenci¨®n domiciliaria¡±.
La presi¨®n sobre los palestinos tambi¨¦n se percibe entre las calles polvorientas y las casas desvencijadas de Jerusal¨¦n Este, donde viven 360.000 palestinos. Las ONG Ir Amim y Bimkom han registrado en esa parte de la ciudad un r¨¦cord en 2024 de 255 demoliciones de inmuebles ¡ª181 de viviendas y el resto locales¡ª lo que supone la cifra m¨¢s alta en un solo a?o. El contable jubilado Fakri Abu Diab, de 63 a?os, muestra las ruinas de su casa, en el barrio de Bustan, en el distrito de Sinwal. ¡°Nac¨ª, antes de la ocupaci¨®n de 1967. Entonces la casa apenas ten¨ªa 25 metros cuadrados. Y la fui ampliando poco a poco. Y aqu¨ª viv¨ªamos diez personas, mi mujer, mis dos hijos y los nietos. Hasta que el pasado 24 de febrero vinieron y la echaron abajo diciendo que era ilegal. Arrancaron todos los ¨¢rboles, que ten¨ªan much¨ªsimos a?os. Pero yo he vuelto a plantar otros. Fotos que ten¨ªa con mi madre est¨¢n ah¨ª, bajo los escombros¡±.
Desde entonces, Abu Diab vive solo con su esposa en un cobertizo met¨¢lico, al lado de los escombros. A pesar de que le echaron la casa abajo, decidi¨® reconstruir la cocina. ¡°Pero vinieron en noviembre y lo volvieron a tirar todo. Tres d¨ªas despu¨¦s, a las tres de la madrugada, yo estaba dormido y un soldado aporre¨® la puerta con un fusil. Me llev¨® a comisar¨ªa. Y all¨ª un polic¨ªa de 25 a?os, de la edad de mi nieto, me estuvo interrogando cuatro horas. Me dijo que por qu¨¦ hablaba yo con los medios. Pero no voy a dejar de hablar. Me han quitado la casa, que es mi pasado y mi futuro. ?Qu¨¦ m¨¢s puedo perder?¡±.
El jubilado palestino critica que estas demoliciones van en contra de las leyes internacionales. Comenta que antes del 7 de octubre apenas tiraban en el barrio una casa cada medio a?o. ¡°Y desde entonces ya vamos por 27. Si viene el c¨®nsul espa?ol o el de Estados Unidos a vernos, entonces a los 10 d¨ªas tiran m¨¢s casas. Ese es el mensaje que nos env¨ªan¡±.
Abu Diab est¨¢ convencido de que todo obedece a una agenda pol¨ªtica de las autoridades israel¨ªes. Muestra una bandera israel¨ª a unos 100 metros por encima de su casa. ¡°Quieren echarnos y llenar esto de israel¨ªes. Dicen que es la tierra del rey David. Y yo le dije a un juez que si el rey David estuvo aqu¨ª hace 3.000 a?os, puede que yo sea un descendiente de ¨¦l, porque mi familia nunca se movi¨® de aqu¨ª¡±.
En Cisjordania, m¨¢s colonos que nunca
El investigador Aviv Tatarsky, de la ONG Ir Amim, y el arquitecto Sari Kronish, de la asociaci¨®n Bimkom, afirman en un intercambio de mensajes que 2024 ha marcado un punto de inflexi¨®n ¡°devastador¡± para los palestinos de estas parte de la ciudad. Ambos sostienen que la burocracia se ha convertido en un arma para despojar a los palestinos de sus hogares. Y enumeran tres m¨¦todos: ¡°Los desalojos forzosos, la paralizaci¨®n de los planes de viviendas palestinos y las confiscaciones de tierras disfrazadas de procedimientos legales¡±.
Tatarsky y Kronish aseguran que las familias se ven obligadas a demoler sus propias casas bajo la amenaza de multas exorbitantes y prisi¨®n. ¡°Mientras, los colonos se mudan a propiedades reci¨¦n expropiadas, a menudo respaldados por leyes y autoridades estatales discriminatorias. No se trata simplemente de una crisis de vivienda; es una pol¨ªtica deliberada de desposesi¨®n dise?ada para disminuir la presencia palestina en Jerusal¨¦n¡±, concluyen.
Tambi¨¦n en la Cisjordania ocupada, donde viven 2,7 millones de palestinos junto a medio mill¨®n de colonos israel¨ªes repartidos en 147 asentamientos, la situaci¨®n se ha agravado desde el 7 de octubre con la instalaci¨®n masiva de los llamados ¡°puestos avanzados¡±. Son n¨²cleos establecidos a partir de la d¨¦cada de 1990 sin la aprobaci¨®n del Gobierno y que se consideran ilegales, seg¨²n la ley israel¨ª. La organizaci¨®n Peace Now asegura que desde 1996 hasta principios de 2023 se establecieron una media de casi siete puestos avanzados al a?o. En el primer a?o de la actual guerra, se crearon ¡°al menos 43 nuevos, la mayor¨ªa de ellos granjas, centrados en la apropiaci¨®n de tierras y la expulsi¨®n sistem¨¢tica de palestinos de la zona¡±, dice la ONG.