El acuerdo de Gaza: un fruto de la colaboraci¨®n ¡°casi sin precedentes¡± entre los equipos de Biden y Trump
Los dos presidentes destacan el papel de sus diplomacias en el logro del pacto de alto el fuego entre Israel y Ham¨¢s
Joe Biden recordaba este mi¨¦rcoles ante la prensa que el acuerdo de alto el fuego en Gaza es, b¨¢sicamente, el que ¨¦l propuso en mayo. Y que fue su Gobierno el que medi¨® durante meses para conseguirlo. Desde su mansi¨®n de Florida, su sucesor, Donald Trump, se atribu¨ªa a su vez el m¨¦rito de la tregua: ¡°Este pacto ¨¦pico solo ha podido ocurrir gracias al resultado de nuestra Victoria Hist¨®rica en noviembre¡±, escrib¨ªa en su red social, Truth. En realidad, los equipos de ambos presidentes hab¨ªan trabajado codo con codo en los ¨²ltimos d¨ªas para salvar a toda prisa los ¨²ltimos obst¨¢culos y lograr el ¡°s¨ª¡± definitivo de Israel y Ham¨¢s.
¡°Ha sido una colaboraci¨®n casi sin precedentes y altamente constructiva, una asociaci¨®n muy fruct¨ªfera¡±, describ¨ªa un alto cargo de la Administraci¨®n Biden, que habl¨® bajo la condici¨®n del anonimato, para referirse al trabajo conjunto que, sobre todo en las 96 horas de recta final de las negociaciones, desarrollaron a contra reloj los enviados para Oriente Pr¨®ximo de la Casa Blanca saliente y la futura, Brett McGurk y Steve Witkoff, respectivamente. El propio Biden, en sus declaraciones, apuntaba que su Administraci¨®n y la de su sucesor hablaron ¡°como un ¨²nico equipo¡± en las conversaciones.
McGurk hab¨ªa participado en las negociaciones de paz desde su comienzo, cuando hace m¨¢s de un a?o se lograron unos breves d¨ªas de tregua a cambio de la liberaci¨®n de rehenes israel¨ªes en Gaza y de presos palestinos en c¨¢rceles israel¨ªes. Ahora llevaba en Doha semanas, con la esperanza de cerrar un acuerdo. En los ¨²ltimos d¨ªas, se le hab¨ªa sumado Witkoff para dar el impulso final.
Su colaboraci¨®n era fruto de la coincidencia de intereses de sus jefes respectivos, Biden y Trump, rivales jurados, pero que ve¨ªan emerger una oportunidad a partir de un c¨²mulo de circunstancias: el relevo presidencial en Estados Unidos, pero tambi¨¦n la muerte del l¨ªder de Ham¨¢s Yahia Sinwar a manos israel¨ªes y el logro del alto el fuego en el sur de L¨ªbano entre Israel y Hezbol¨¢. Factores que se sumaban a la ca¨ªda del dictador Bachar al Asad en Siria, y la debilidad militar iran¨ª para cambiar las perspectivas en la regi¨®n. Tras su reuni¨®n en el Despacho Oval con su sucesor tras las elecciones de noviembre, Biden hab¨ªa dado orden de cooperar con la Administraci¨®n entrante en este asunto: la libertad de los rehenes era un asunto demasiado importante.
¡°Estamos dispuestos a colaborar con el equipo entrante en causas comunes y de modo bipartidista para hacer cuanto est¨¦ en nuestro poder colectivo estadounidense para conseguir la libertad de los rehenes, los que siguen vivos y los que han muerto¡±, declaraba el consejero de Seguridad Nacional de la Administraci¨®n saliente, Jake Sullivan, en noviembre.
Los dos enviados llegaron a repartirse las tareas y las reuniones en diversos puntos de Oriente Medio. El representante de Trump presionaba en persona al primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu ¡ªque durante meses dio largas a cerrar cualquier pacto¡ª, mientras el enviado de Biden se incorporaba a la conversaci¨®n por tel¨¦fono desde Doha, donde trataba con las autoridades catar¨ªes. Mientras tanto, los mediadores catar¨ªes y egipcios comunicaban los mensajes entre las dos plantas del edificio que separaban a los negociadores israel¨ªes y del grupo radical palestino Ham¨¢s.
McGurk se centraba en los aspectos m¨¢s t¨¦cnicos del acuerdo; Witkoff, en dejar claro el inter¨¦s de Trump en cerrar un alto el fuego y un intercambio de rehenes antes de su investidura el pr¨®ximo lunes. Un inter¨¦s que el propio Trump reiteraba en declaraciones p¨²blicas, en las que amenazaba con ¡°abrir las puertas del infierno en Oriente Pr¨®ximo¡± si no se consegu¨ªa ese objetivo.
El acuerdo, seg¨²n ha subrayado Biden en sus varias declaraciones sobre el alto el fuego este mi¨¦rcoles ¡ªun comunicado, una declaraci¨®n a la prensa y su discurso de despedida¡ª, es casi exactamente el que su equipo prepar¨® y ¨¦l propuso en una comparecencia en la Casa Blanca en mayo. Un pacto de tres fases. En la primera, de seis semanas, se establecer¨¢ un alto el fuego provisional y se proceder¨¢ al intercambio de los rehenes m¨¢s d¨¦biles -ancianos, mujeres, heridos- por presos palestinos, mientras se negocia una tregua permanente. En la segunda fase, ya con el alto el fuego permanente, se proceder¨ªa al intercambio del resto de rehenes y presos. En la tercera se entregar¨ªan posibles restos de rehenes que no sobrevivieron y se desarrollar¨ªa la reconstrucci¨®n de la Franja.
A comienzos de este mes, Witkoff hab¨ªa declarado que ¡°nadie tiene el derecho de autor¡± en las negociaciones. ¡°Lo que nos interesa es el resultado. Conseguir traerlos (a los rehenes) de vuelta a casa¡±.
Pero los dos presidentes se colgaban este mi¨¦rcoles la medalla. Trump, en su estilo altisonante habitual, sosten¨ªa que ¡°?este es solo el comienzo de grandes cosas que van a pasarle a Estados Unidos, y de hecho, al mundo!¡±. En un comunicado, Biden insist¨ªa en que ¡°mi diplomacia nunca ces¨® en sus esfuerzos por conseguir que esto saliera adelante¡±. ?l mismo mantuvo contactos hasta el ¨²ltimo momento, en llamadas con el emir de Qatar el lunes, el presidente egipcio el martes o el propio Netanyahu el domingo. En su comparecencia de la tarde en el vest¨ªbulo de la Casa Blanca, agregaba que ¡°esta fue una una de las negociaciones m¨¢s duras que jam¨¢s he vivido¡±.
La animosidad entre ambos persiste, est¨¢ claro. La ¡°colaboraci¨®n fruct¨ªfera¡± promete ser la excepci¨®n, no la norma. Si quedaba alguna duda, Biden la disip¨® cuando, tras hablar a la prensa, se retiraba. Un reportero le pregunt¨® si el m¨¦rito del acuerdo se lo deb¨ªa llevar ¨¦l o le correspond¨ªa a su rival Trump. El presidente saliente se dio la vuelta. ¡°?Es una broma?¡±, sonri¨®.
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