Ham¨¢s aguanta el pulso a Netanyahu
Tras m¨¢s de 15 meses de guerra y casi tres semanas de tregua, el primer ministro de Israel no ha liquidado al movimiento islamista con el que se ve obligado a negociar. Ni ¨¦l ni Trump presentan una alternativa de gobierno postb¨¦lica en su plan de expulsar a los palestinos de la franja de Gaza
Israel est¨¢ m¨¢s cerca de lograr durante el alto el fuego en Gaza uno de sus principales objetivos: recuperar al centenar de rehenes. Sin embargo, la otra gran meta de la guerra, acabar con Ham¨¢s desde un punto...
Israel est¨¢ m¨¢s cerca de lograr durante el alto el fuego en Gaza uno de sus principales objetivos: recuperar al centenar de rehenes. Sin embargo, la otra gran meta de la guerra, acabar con Ham¨¢s desde un punto de vista pol¨ªtico y militar, se aleja pese a las bajas infligidas al movimiento islamista. Israel calcula que el n¨²mero de muertos del grupo asciende a 20.000, pero no ofrece datos sobre nuevos alistados durante la guerra de m¨¢s de 15 meses. El primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, no deja de repetir que desea aniquilarlos del todo pero, a la vez, se ha visto presionado a acordar con ellos la actual tregua, que va camino de las tres semanas.
La inc¨®gnita sobre el futuro Gobierno de la Franja tras la guerra, sin embargo, no queda resuelta con el plan de limpieza ¨¦tnica que el martes present¨® el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto a Netanyahu; una idea que, seg¨²n Ham¨¢s, echa ¡°m¨¢s le?a al fuego¡±. En una rueda de prensa junto a Netanyahu, Trump expuso su idea de expulsar a 1,8 millones de gazat¨ªes (el presidente emple¨® esta cifra, pese a que viven en ella unos 2,2 millones de personas) y que la Franja quede bajo control estadounidense. Pero no ofreci¨® detalles ni algo parecido a una hoja de ruta sobre la reconstrucci¨®n institucional. Ninguno de los dos jefes de gobierno ni el grueso de la comunidad internacional cuentan con el movimiento islamista como una opci¨®n para seguir administrando el enclave. Netanyahu ni siquiera piensa en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como alternativa.
Supone una paradoja querer acabar con quien no te queda otra que aceptar como interlocutor, destaca Mustaf¨¢ Barguti, m¨¦dico, pol¨ªtico y exministro palestino, durante una conversaci¨®n telef¨®nica desde Ramala, capital administrativa de Cisjordania. ¡°Esta guerra ha demostrado que Netanyahu no puede eliminar a Ham¨¢s, que es una idea¡±, insiste Barguti, que aboga por un futuro Gobierno de unidad de las diferentes facciones palestinas para Gaza y Cisjordania, sin predominio de Ham¨¢s.
Esa entidad, a su vez, deber¨ªa abrir la puerta a elecciones, que no tienen lugar desde hace dos d¨¦cadas, a?ade el pol¨ªtico, criticando el inmovilismo del presidente Mahmud Abbas, l¨ªder de la ANP. Ese mismo argumento de que ¡°Ham¨¢s no se puede anular del todo¡± lo esgrime tambi¨¦n desde Doha (Qatar) Haizam Amirah Fern¨¢ndez, analista especializado en relaciones internacionales de Oriente Pr¨®ximo, en una entrevista telef¨®nica.
¡°Desgraciadamente, el Gobierno de Israel ha hecho muy poco para crear condiciones¡± que supongan una alternativa a la Administraci¨®n actual en la Franja debido a ¡°intereses ideol¨®gicos¡± del Ejecutivo, sostiene durante un encuentro online desde Washington Eyal Hulata, que fue asesor de Seguridad Nacional de Israel hasta el regreso de Netanyahu en 2022. Se refiere con esos intereses al sector m¨¢s ultranacionalista de la coalici¨®n que sostiene al primer ministro y que defiende, en l¨ªnea con Trump, ¡°reconquistar plenamente¡± el territorio con la expulsi¨®n de los gazat¨ªes y la implantaci¨®n de nuevo de asentamientos jud¨ªos.
?Qui¨¦n va a gestionar entonces Gaza cuando concluya la guerra? Los analistas y pol¨ªticos consultados ¡ªantes del encuentro de Trump y Netanyahu en Washington¡ª coinciden, por un lado, en que el impulso del presidente de EE UU ha sido decisivo. Por otro, en que el alto el fuego desde el 19 de enero, y la demostraci¨®n de los combatientes islamistas agasajados como victoriosos en las ceremonias de liberaci¨®n de cautivos, sirven para abonar el terreno a Ham¨¢s. ¡°No van a desaparecer¡±, sentencia Barguti. En Gaza, los muertos en la presente guerra ascienden a 47.000, m¨¢s de la mitad mujeres y menores, seg¨²n las autoridades sanitarias de Ham¨¢s, que la ONU o la revista cient¨ªfica The Lancet consideran inferiores a las reales.
Liderazgo colectivo
Pese a las bajas y los duros reveses en la c¨²pula, no hay vac¨ªo de poder interno en Ham¨¢s, seg¨²n Barguti. En la segunda mitad de 2024 cayeron sus l¨ªderes m¨¢s destacados. Ismail Haniye fue asesinado por Israel en Teher¨¢n el 31 de julio. Su sucesor, Yahia Sinwar, perdi¨® la vida en una operaci¨®n en el sur de Gaza en octubre. El movimiento, entiende este pol¨ªtico palestino, est¨¢ regido ahora por un liderazgo colectivo gestionado por el Consejo Consultivo, una especie de Parlamento, aunque suene como sucesor el nombre de Jalil Khaya, negociador fuera de la Franja. Eso permite al movimiento islamista llevar a cabo negociaciones como las de la tregua o la organizaci¨®n de la liberaci¨®n de rehenes, convertidas en shows propagand¨ªsticos, con mandos en el extranjero y dentro de Gaza.
¡°Ham¨¢s ha recibido golpes muy severos, pero conserva ciertas capacidades¡±, aunque sea dif¨ªcil saber cu¨¢ntos efectivos ha perdido y cu¨¢ntos ha reclutado, afirma Amirah Fern¨¢ndez. Se refiere de manera especial a las im¨¢genes que salen de la Franja estos d¨ªas durante la entrega de los cautivos, con los milicianos llevando el control entre escombros, que demuestran que mantienen una organizaci¨®n y una comunicaci¨®n interna que, adem¨¢s, ha impedido rescates israel¨ªes por la fuerza, como pretend¨ªa Netanyahu.
Pero lo que est¨¢ ocurriendo durante el alto el fuego es ¡°ins¨®lito¡±, agrega con cierto optimismo el analista. El empe?o de Netanyahu por ¡°mantenerse en el cargo de primer ministro y conservar la inmunidad ante los casos que tiene abiertos en los tribunales¡±, es algo, a?ade, que ¡°no se ha visto antes, como tampoco se ha visto antes que un alto n¨²mero de palestinos que han sido expulsados de su tierra por la fuerza puedan volver [al norte de Gaza], aunque sea a una zona en ruinas¡±.
El principal grupo islamista palestino lider¨® la matanza de unas 1.200 personas en Israel el 7 de octubre de 2023. Ahora, el goteo de liberaciones de rehenes sirve de baza para frenar nuevos ataques israel¨ªes. As¨ª, Ham¨¢s saca r¨¦dito gracias a unas ceremonias de entrega de los cautivos retransmitidas en directo con un importante despliegue propagand¨ªstico que Israel no puede evitar.
Hulata considera¡°desafortunado¡± el uso que hace Ham¨¢s de los secuestrados, que est¨¢ favoreciendo su ¡°propaganda¡± y supone una ¡°humillaci¨®n¡± para Israel. Aunque, cree, en todo caso, que est¨¢ ¡°aplastado¡± como organizaci¨®n, ve importante ¡°aislar¡± a ese grupo para que no recupere sus ¡°capacidades¡± recibiendo fondos o introduciendo armas a trav¨¦s de la frontera con Egipto y construyendo nuevos t¨²neles. A Netanyahu y su agenda b¨¦lica le interesa que siga existiendo Ham¨¢s, aunque sea un ¡°Ham¨¢s debilitado¡±, que le sirva como ¡°truco de supervivencia¡± y como excusa para no afrontar la paz, sostiene Amirah Fern¨¢ndez.
¡°Es muy notable¡± c¨®mo avanza la tregua, comenta Barguti, ¡°pero siempre hay que tener cuidado con el Gobierno fascista de Netanyahu¡±, seg¨²n lo califica, y su entorno m¨¢s radical que ¡°le est¨¢ manipulando¡± y abriendo otra guerra en Cisjordania, se?ala en referencia al ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el hasta hace unos d¨ªas responsable de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que dej¨® el Gabinete por estar en contra del alto el fuego.
La tregua aguanta y Amirah Fern¨¢ndez ve ¡°muy dif¨ªcil la vuelta a la fase de la guerra de las grandes operaciones israel¨ªes¡±. ¡°Israel ha salido severamente perjudicada con todo lo que ha hecho. ?Ahora va a volver otra vez a un bombardeo masivo y a desplazar otra vez a centenares de miles de palestinos? ?De nuevo otra vez la limpieza ¨¦tnica?¡±, se pregunta. Entiende que es complicado, como tambi¨¦n la propuesta de Donald Trump de deportar a 1,5 millones de gazat¨ªes a Egipto y Jordania, aliados regionales de Washington, de forma similar a lo que defiende la ¡°extrema derecha sionista¡±.
A la sombra de las consecuencias que pueda tener en Gaza y Ham¨¢s la pol¨ªtica de Trump ante la m¨¢s larga y cruenta guerra de Israel desde su independencia en 1948, ¡°las alternativas no abundan ni son buenas¡± ante un nuevo esquema de gobierno en la Franja y ¡°no se van a crear desde dentro¡±, reconoce Hulata, el exasesor de Seguridad Nacional israel¨ª. No cree que la ANP sea capaz de ¡°gestionar Gaza¡±, pero no descarta que se puedan crear otras condiciones con diferentes facciones palestinas de dentro de la Franja y de Cisjordania con la ayuda de pa¨ªses ¨¢rabes.
Para Barguti solo hay una soluci¨®n: ¡°Que los palestinos gestionemos nuestros asuntos sin interferencia del extranjero¡±. Eso supone un Gobierno de unidad nacional como el esbozado el pasado julio entre 14 facciones durante una conferencia en Pek¨ªn, ¡°¨²nica soluci¨®n realista¡±. En la capital china se reunieron los principales grupos, tambi¨¦n enemigos pol¨ªticos, Fatah (laicos con m¨¢s implantaci¨®n en Cisjordania y motor de la ANP) y Ham¨¢s (islamistas con mayor influencia en Gaza), junto a otras como la del propio Barguti. El grupo islamista dej¨® entrever que podr¨ªa aceptar quedarse fuera de esa entidad si se consigue avanzar con ella. ¡°Netanyahu sigue diciendo que no quiere a Ham¨¢s, pero tampoco quiere a la ANP y rechaza tambi¨¦n cualquier f¨®rmula que garantice la unidad entre los palestinos¡±, lamenta el pol¨ªtico. El primer ministro de Israel ¡°no quiere unidad y democracia palestina, nos quiere d¨¦biles y divididos¡±, sentencia.
Que salga adelante un plan como el que propugna Barguti va a depender de que los palestinos superen sus diferencias internas y de que Israel lo acepte, lo que facilitar¨ªa el apoyo de la comunidad internacional, especialmente estadounidenses, europeos y ¨¢rabes, opina Amirah Fern¨¢ndez. Dentro de esa ecuaci¨®n est¨¢ tambi¨¦n una ANP, con Abbas al frente, ¡°anquilosada¡±, ¡°poco leg¨ªtima¡± y que ¡°ha perdido el respeto de muchos palestinos¡±, lo que supone un ¡°impedimento¡±. En todo caso, subraya, ¡°la mayor amenaza no son los palestinos y los ¨¢rabes. La mayor amenaza para Israel es interna pues se est¨¢ viviendo ¡°un choque brutal dentro de la sociedad israel¨ª, de sus fuerzas pol¨ªticas, de la visi¨®n de qu¨¦ futuro Estado ser¨¢n¡± porque ¡°lo ocurrido el 7 de octubre y desde entonces ha acentuado las contradicciones internas del propio proyecto que es Israel¡±.