Las dificultades de repartir ayuda en Gaza contin¨²an tras el alto el fuego: ¡°Los camiones entran, pero no s¨¦ c¨®mo acceder a ellos¡±
La destrucci¨®n provocada por 15 meses de guerra, los desplazamientos masivos y las restricciones israel¨ªes impiden que algunos ciudadanos de la Franja accedan a suministros b¨¢sicos
Tres semanas despu¨¦s de la entrada en vigor del alto el fuego firmado entre Ham¨¢s e Israel, la ayuda humanitaria sigue sin entrar en Gaza al ritmo que har¨ªa falta para un territorio que ha sufrido un castigo brutal durante 15 meses. Con millones de toneladas de escombros por doquier, las carreteras y los campos de cultivo destrozados, y un continuo y masivo desplazamiento de la poblaci¨®n, los suministros no llegan a¨²n a ...
Tres semanas despu¨¦s de la entrada en vigor del alto el fuego firmado entre Ham¨¢s e Israel, la ayuda humanitaria sigue sin entrar en Gaza al ritmo que har¨ªa falta para un territorio que ha sufrido un castigo brutal durante 15 meses. Con millones de toneladas de escombros por doquier, las carreteras y los campos de cultivo destrozados, y un continuo y masivo desplazamiento de la poblaci¨®n, los suministros no llegan a¨²n a muchos gazat¨ªes.
Itemad Washah, de 53 a?os, lamenta no haber recibido hasta ahora ¡°ninguna asistencia¡± y asegura desconocer a qui¨¦n acudir si necesita ¡°una tienda, harina o comida¡±, cuenta por WhatsApp. ¡°Los camiones de ayuda humanitaria han entrado, pero no s¨¦ c¨®mo acceder a lo que llevan¡±. En enero, Naciones Unidas calculaba que toda la poblaci¨®n de Gaza (2,2 millones de habitantes) necesita asistencia humanitaria.
Un mill¨®n de personas ha recibido alimentos desde el inicio del alto el fuego, ¡°no para vivir bien, sino para no morir¡±, asegura Jonathan Fowler, un portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA. Sin embargo, palestinos como Aws al Bana, de 28 a?os, creen que esa ayuda ¡°no est¨¢ organizada¡± y ¡°se pierde por el caos general¡±, cuenta a trav¨¦s de la misma aplicaci¨®n de mensajer¨ªa desde Jan Yunis, en el sur de Gaza.
Desde el 19 de enero, d¨ªa en el que comenz¨® la tregua, 4.200 camiones con ayuda humanitaria han vuelto a entrar cada semana en Gaza, precisa el ¨²ltimo informe del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, difundido este jueves. Ese flujo, de alrededor de 500 camiones diarios, es similar al que transitaba hacia la Franja antes de la guerra que empez¨® el 7 de octubre de 2023. El bloqueo total decretado entonces por Israel provoc¨® que el promedio diario de esos veh¨ªculos se desplomara a 108 o incluso a entre 20 y 30 en algunos d¨ªas del pasado oto?o, seg¨²n la ONU. Solo en el primer d¨ªa de la tregua, llegaron 630 camiones a Gaza.
La primera gran dificultad que se topan las organizaciones humanitarias en el enclave palestino es el desaf¨ªo de transportar la ayuda a trav¨¦s de un paisaje apocal¨ªptico, cubierto por monta?as de millones de toneladas de escombros, carreteras completamente destruidas y bombas y otros artefactos sin explotar. ¡°Solo hay que mirar las im¨¢genes de Gaza, ?c¨®mo se puede manejar un cami¨®n a trav¨¦s de todo eso? Es simplemente peligroso para nosotros y para la gente de all¨ª¡±, asegura Fowler.
Esas dificultades de transporte impiden tambi¨¦n a muchos gazat¨ªes acercarse a los puntos de distribuci¨®n de ayuda. Al Bana confirma que muchas personas, con pocos o ning¨²n medio de transporte a su disposici¨®n para recorrer distancias a veces largas hacia esos lugares, ¡°no reciben ning¨²n tipo de apoyo¡±. El joven reprocha a las organizaciones internacionales que esperen a que los beneficiarios de la ayuda lleguen por su cuenta a esos centros de distribuci¨®n, cuando ¡°muchas personas no tienen c¨®mo desplazarse¡±.
Acceder a un n¨²mero mayor de gazat¨ªes es una tarea a¨²n m¨¢s complicada cuando cientos de miles de personas ¡ª565.000, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Agencia de Coordinaci¨®n Humanitaria de la ONU (OCHA por sus siglas en ingl¨¦s)¡ª han regresado en las dos ¨²ltimas semanas al norte de la Franja, mientras que otras 45.000 han hecho el trayecto inverso hacia el sur. Esos desplazamientos masivos entorpecen la entrega de ayuda, se?alan los organismos de ayuda.
El portavoz de UNRWA explica que esos desplazamientos masivos a los que el alto el fuego ha abierto la puerta son similares a los que sucedieron previamente a la tregua, cuando los bombardeos y las ¨®rdenes de desalojo israel¨ªes obligaron a miles de palestinos a huir hacia el sur. La diferencia es que, ahora, los movimientos se deben a ¡°razones m¨¢s positivas¡±. La gente ¡°quiere volver a su casa¡±, pero el resultado es que, de nuevo, ¡°un gran n¨²mero de personas se est¨¢ moviendo en poco tiempo¡±.
Esa circunstancia altera los planes de distribuci¨®n de la ayuda. Dos o tres d¨ªas despu¨¦s de averiguar cu¨¢nta gente hay en una comunidad y cu¨¢les son sus necesidades en un contexto en el que ¡°todo escasea¡±, cuando los trabajadores humanitarios llegan, ¡°la gente ya no est¨¢, se han ido a otro lado¡±. De ah¨ª, resume Fowler, que la ayuda humanitaria en Gaza est¨¦ siempre ¡°un paso por detr¨¢s¡± de quienes la necesitan.
Los actores humanitarios no cuentan tampoco con una libertad de movimiento ¡°sin l¨ªmites¡±, recalca el portavoz de la agencia de la ONU, a causa de las restricciones impuestas por el ej¨¦rcito israel¨ª. Aunque el alto el fuego ha permitido que los camiones con ayuda alcancen zonas antes pr¨¢cticamente vetadas como el norte de Gaza, su libertad de movimiento sigue sin ser total, por lo que no pueden acceder a todos sus beneficiarios potenciales.
A todo esto se suma otra dificultad. El pasado 30 de enero entr¨® en vigor una ley israel¨ª que proh¨ªbe la actividad de la UNRWA en territorio israel¨ª y en los territorios palestinos que ese pa¨ªs mantiene ocupados ilegalmente desde 1967: Gaza, Cisjordania y Jerusal¨¦n Este. La norma establece una pol¨ªtica de ¡°denegaci¨®n del contacto¡± entre los trabajadores de esta agencia vital y los funcionarios de Israel, de cuyo ej¨¦rcito dependen los permisos de movimiento de los actores humanitarios en Gaza.
La UNRWA distribuye el 50% de la ayuda que se reparte en Gaza, seg¨²n datos de su director, Philippe Lazzarini. Cuenta con 13.000 trabajadores en la Franja, mientras otras agencias de la ONU, como la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, el Programa Mundial de Alimentos y Unicef, disponen solo de unos 200. ¡°Nadie puede operar [en Gaza] sin UNRWA¡±, enfatiza su portavoz.
A pesar de la prohibici¨®n israel¨ª, las operaciones de la agencia contin¨²an. ¡°Seguimos operando porque b¨¢sicamente no nos lo han impedido f¨ªsicamente, pero no tenemos un permiso formal¡±, asegura Fowler. Aun as¨ª, advierte de la posibilidad de colapso de la actividad de la organizaci¨®n en Gaza: ¡°la operaci¨®n contin¨²a, pero no sabemos hasta qu¨¦ punto podr¨¢ seguir¡±.
Informaci¨®n escasa
Otro de los reproches a las organizaciones humanitarias de la gazat¨ª Itemad Washah es que la informaci¨®n que proporcionan a trav¨¦s de redes sociales ¨Den un lugar con dif¨ªcil acceso a internet¨D sobre los puntos de recogida de asistencia humanitaria no es clara y solo permite registrarse para reclamarla, pero no espec¨ªfica su localizaci¨®n exacta. Malak Hussein, una desplazada de 21 a?os, es m¨¢s enf¨¢tica con su cr¨ªtica. Hace d¨ªas que busca un lugar donde se distribuya la ayuda, ¡°pero registrarse no es f¨¢cil. Las organizaciones dicen que publican los enlaces, pero despu¨¦s no pasa nada¡±, lamenta en un WhatsApp. Esta joven forma parte de una familia de siete personas y su casa en Ciudad de Gaza fue destruida por un bombardeo israel¨ª.
Hussein no sabe d¨®nde preguntar c¨®mo obtener ayuda. Cuando pregunta a otras personas que s¨ª han logrado acceder a ella, ¡°no lo cuentan, porque temen que se la quite o que se acabe¡±. Para ella, la ayuda no se distribuye de manera justa. ¡°Eso fue as¨ª durante la guerra y sigue siendo as¨ª tras la declaraci¨®n del alto el fuego¡±. Asegura que solo se entrega a ¡°amigos y familia¡± de las personas que atienden los almacenes donde se reparte. Se siente abandonada.
Para Jonathan Fowler, se trata de malentendidos que ¡°provienen de un sentimiento leg¨ªtimo de desesperaci¨®n¡±. Comprende que, en un contexto de extrema necesidad, el que la ayuda no llegue a un lugar concreto puede hacer pensar ¡°muchas cosas¡±. Malak Hussein admite que la UNRWA es ¡°una de las pocas organizaciones de las que s¨ª se puede obtener ayuda, porque la distribuyen en sus propios refugios¡±.
El portavoz de la agencia de Naciones Unidas destaca que la UNRWA ¡°est¨¢ haciendo todo lo que se puede¡±. Luego precisa que tomar¨¢ ¡°mucho tiempo llevar a la gente todo lo que necesita¡±. Y concluye: ¡°No es algo que ocurra de un d¨ªa para otro¡±.