Ultras y democristianos rompen las negociaciones para formar Gobierno en Austria
El l¨ªder del Partido de la Libertad comunica al presidente del pa¨ªs que renuncia al encargo de pactar un Ejecutivo un mes despu¨¦s de iniciar las conversaciones
Austria no tendr¨¢ un Gobierno encabezado por la ultraderecha, al menos de momento. El Partido de la Libertad (FP?), liderado por Herbert Kickl, ganador de las legislativas del pasado septiembre, y los democristianos (?VP) de Christian Stocker, segundos en los comicios, han roto este mi¨¦rcoles las negociaciones iniciadas a principios de enero para formar un Ejecutivo de coalici¨®n. La decisi¨®n deja sobre la mesa varias opciones, desde un nuevo intento de alcanzar una coalici¨®n entre varios partidos a elecciones anticipadas, pasando por un Ejecutivo en minor¨ªa. El presidente del pa¨ªs, el progresista Alexander Van der Bellen, ha anunciado que se reunir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas con los responsables de los partidos para encontrar una salida al bloqueo.
Tras una semana de fuerte tensi¨®n en las negociaciones y de reproches mutuos en p¨²blico, los dirigentes del FP? y ?VP han hecho este mi¨¦rcoles un intento final de llegar a un acuerdo con un encuentro personal que no ha servido para arreglar la situaci¨®n. Kickl se ha dirigido despu¨¦s al palacio presidencial para informar a Van der Bellen. En un comunicado tras la reuni¨®n, el FP? ha indicado que ¡°las negociaciones de coalici¨®n con el ?VP han fracasado¡± y que, en consecuencia, ¡°renuncia al mandato de formaci¨®n de Gobierno que recibi¨®¡± del presidente.
Los dos partidos se han acusado de causar la ruptura de la negociaci¨®n; los ultras reprochan a los democristianos haber torpedeado los avances al centrarse en el reparto de ministerios, y estos afirman que los de Kickl quer¨ªan todo el control en el Gobierno con un tercio de los votos electorales.
Las conversaciones ya empezaron bajo el signo de la desconfianza. Kickl las anunci¨® con un discurso cargado de reproches a los democristianos por su gesti¨®n en la pasada legislatura (en coalici¨®n con Los Verdes), m¨¢s propio de un l¨ªder opositor que de un futuro socio. El ?VP se trag¨® el sapo y poco despu¨¦s ambos partidos se mostraron confiados en alcanzar compromisos en torno a la disminuci¨®n del d¨¦ficit presupuestario para evitar la apertura de un procedimiento por parte de Bruselas. Pero durante la ¨²ltima semana las conversaciones se han tensado al m¨¢ximo por la discusi¨®n sobre el futuro reparto de carteras, especialmente Finanzas e Interior, y la agenda europea, que el ?VP no quer¨ªa ver en manos de un partido euroesc¨¦ptico y prorruso. Los recelos y el intercambio de cr¨ªticas a trav¨¦s de los medios austriacos han dominado el tramo final de las conversaciones.
El martes, el presidente del pa¨ªs, Alexander Van der Bellen, recibi¨® a los dos l¨ªderes y les inst¨® a ¡°aclarar r¨¢pido y de forma definitiva¡± si se ve¨ªan capaces de llegar a un acuerdo final que no ha sido posible; Austria nunca ha tardado tanto en acordar un Ejecutivo tras unas elecciones y de momento seguir¨¢ con un Gabinete en funciones. En ese sentido, el mandatario ha enfatizado la necesidad de que los partidos lleguen a compromisos. ¡°Un proceso de negociaci¨®n no es una competici¨®n¡±, hay que buscar ¡°consensos, soluciones comunes¡±, ha afirmado apelando a todas las formaciones despu¨¦s de que hayan fracasado los dos intentos de formar un nuevo Gobierno.
Aunque el FP? gan¨® las elecciones con un 28,8% de los votos, su primera victoria en unas legislativas, el resto de partidos rechaz¨® de entrada una coalici¨®n con Kickl, considerado un radical. Un peligro para la seguridad y la democracia, seg¨²n denunciaban los propios democristianos. Ante esta situaci¨®n, Van der Bellen decidi¨® saltarse la tradici¨®n y no encargar la b¨²squeda de un pacto de Gobierno al FP? tras su victoria, sino al entonces canciller y l¨ªder del ?VP, Karl Nehammer, con el 26,3% de los votos. Pero el intento de llegar a un acuerdo con los socialdem¨®cratas del SP? (21,1%) y los liberales de Neos (9,1%) salt¨® por los aires a principios de enero, lo que abri¨® la puerta a Kickl para convertirse en el primer canciller ultraderechista del pa¨ªs en democracia al recibir finalmente el encargado del presidente de formar Gobierno.
El ?VP solo tard¨® un d¨ªa en dar un giro de 360 grados sobre su postura frente a Kickl tras despejar Nehammer el camino con su dimisi¨®n como l¨ªder del ?VP y como canciller ¨Del Gobierno en funciones lo dirige ahora el ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, del mismo partido¨D al fracasar un posible tripartito que excluyera a los ultraderechistas del poder.
Sin embargo, a medida que avanzaban a trompicones las conversaciones, se han multiplicado las voces dentro del partido ¨Dahora dirigido por Stocker¨D contrarias a un pacto. Los democristianos gobiernan con los ultras en varias regiones del pa¨ªs y han formado coalici¨®n con ellos en Ejecutivos nacionales, pero siempre con los ultraderechistas como socio minoritario.
Con puntos en com¨²n en materia econ¨®mica y pol¨ªtica migratoria, las negociaciones han despertado una creciente inquietud dentro del partido conservador por la pretensi¨®n del FP? de controlar las principales carteras y de ligar la agenda europea a una canciller¨ªa dirigida por Kickl. A ello se han sumado las cr¨ªticas desde el exterior hacia la decisi¨®n de los conservadores de dar la mano a los ultras, especialmente desde Alemania, inmersa en el debate sobre el cord¨®n sanitario en torno a AfD y en campa?a para las elecciones del 23 de febrero. El avance de la ultraderecha en la Uni¨®n Europea sumar¨ªa con un canciller Kickl, admirador confeso del h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, un nuevo aliado presumiblemente d¨ªscolo y que rechaza el apoyo a Ucrania por la invasi¨®n rusa. El FP? forma parte del grupo Patriotas por Europea del Parlamento Europeo, fundado por Orb¨¢n y Marine Le Pen, l¨ªder del franc¨¦s Reagrupamiento Nacional.
Las cr¨ªticas y advertencias contra la coalici¨®n con los ultras parecieron hacer mella en los conservadores austriacos, que en los ¨²ltimos d¨ªas exigieron a Kickl por escrito que garantizara el respeto a principios b¨¢sicos como la soberan¨ªa de una Austria libre de influencias rusas, que sea un socio fiable en la UE y defensora de un Estado de derecho que combata los extremismos. A cambio, el ?VP se declaraba dispuesto a endurecer la pol¨ªtica migratoria ¨Dtema estrella del FP?¨D hasta el punto de calibrar un rechazo a nuevas peticiones de asilo, contrario al derecho internacional.
Adem¨¢s de la exigencia de mantener la l¨ªnea europe¨ªsta en el Gobierno, el Ministerio del Interior se convirti¨® en otra l¨ªnea roja para los democristianos. Kickl fue responsable de esa cartera durante la coalici¨®n del ?VP con los ultras en el primer Gobierno de Sebastian Kurz (2017-2019), que se hundi¨® por un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que afect¨® al entonces l¨ªder ultra Heinz-Christian Strache. Bajo su gesti¨®n se orden¨® una redada en los servicios de inteligencia interior que fue posteriormente declarada ilegal por los tribunales y que aliment¨® las sospechas de que Kickl pretend¨ªa control sobre las investigaciones a la extrema derecha. El resultado fue un descr¨¦dito absoluto de los servicios de espionaje austriacos en el exterior, lo que llev¨® a su refundaci¨®n para recuperar la confianza perdida.