La ultraderecha de Austria recibe por primera vez en democracia el encargo de formar Gobierno
La decisi¨®n del presidente progresista, Alexander Van der Bellen, abre la puerta a que Herbert Kickl se convierta en canciller
El presidente de Austria, el progresista Alexander Van der Bellen, ha decidido encargar la formaci¨®n de un nuevo Gobierno al l¨ªder del Partido de la Libertad (FP?), Herbert Kickl, ganador de las pasadas elecciones. El mandatario ha afirmado en una comparecencia que el l¨ªder ultra se ha declarado preparado para asumir la tarea, al tiempo que ha recordado que los conservadores del ?VP han dicho estar dispuestos a unas negociaciones con ¨¦l tras frustrarse el intento de un tripartito con socialdem¨®cratas y liberales. Se abre as¨ª la puerta a que por primera vez en democracia un dirigente de la ultraderecha asuma la jefatura del Gobierno de Austria.
Tras la ruptura, el s¨¢bado, de las negociaciones para formar un Ejecutivo que dejara fuera a los ultras, que vencieron en las elecciones del 29 de septiembre con un 28,8% de los votos ¨Dsu primera victoria en unas legislativas¨D, Van der Bellen llam¨® a Kickl y le invit¨® a una ¡°conversaci¨®n¡± este lunes.
Kickl, que se presenta como un futuro volkskanzler, un canciller del pueblo, un t¨¦rmino de resonancias nazis, exhibe una buena relaci¨®n con el partido ultra Alternativa para Alemania (AfD) y alaba con frecuencia la gesti¨®n autoritaria del primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n. El FP? forma parte en la Euroc¨¢mara del grupo liderado por Orb¨¢n y Marine Le Pen, Patriotas por Europa.
Este lunes, tras la reuni¨®n con Van der Bellen, ha afirmado que los dos han mantenido ¡°una buena conversaci¨®n¡±. Por su parte, el presidente ha destacado que ha tratado con el l¨ªder ultra la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica de Austria, que exigir¨¢ un saneamiento de las cuentas p¨²blicas y previsiblemente decisiones impopulares, la ¡°situaci¨®n de amenaza¡± de Rusia y la necesidad de un fortalecimiento de la colaboraci¨®n en la UE, entre otros asuntos. Van der Bellen apuntaba as¨ª indirectamente al mensaje que ha transmitido varias veces desde las elecciones: la necesidad de respetar el Estado de derecho, los derechos humanos y de las minor¨ªas, la libertad de prensa y la pertenencia a la UE como bases de la democracia.
Tras los comicios, frente a la tradici¨®n de dar el mandato de formar Gobierno al vencedor, el mandatario dej¨® la tarea en manos del entonces l¨ªder conservador, Karl Nehammer, con el argumento de que todos los partidos hab¨ªan expresado que no quer¨ªan entrar a negociar con Kickl.
Pero el escenario pol¨ªtico austriaco ha dado un vuelco en apenas unos d¨ªas. Los democristianos llevaban desde noviembre en negociaciones con los socialdem¨®cratas y los liberales (Neos) para intentar pactar un tripartito que excluyera a la ultraderecha. La pretensi¨®n de crear un cord¨®n sanitario a nivel federal ¨Dque no hab¨ªa existido antes, y menos en los ejecutivos regionales, ya que en varios gobiernan juntos ?VP y FP?¨D ha fracasado estrepitosamente. El pasado viernes, la jefa de Neos, Beate Meinl-Reisinger, abandon¨® las conversaciones con el argumento de que los otros dos partidos no estaban dispuestos a dar los pasos necesarios para un paquete de reformas que frene el gran d¨¦ficit presupuestario de Austria, que alcanza el 3,7% del producto interior bruto y que pone al pr¨®ximo Gobierno ante el reto de ahorrar entre 18.000 y 24.000 millones de euros, seg¨²n c¨¢lculos de la Comisi¨®n Europea.
Acusaciones cruzadas
La posterior reuni¨®n solo a dos, entre conservadores y socialdem¨®cratas, apenas dur¨® unas horas el s¨¢bado. El ?VP se levant¨® de la mesa y certific¨® el fin de las negociaciones, lo que ambas formaciones han achacado a la intransigencia del otro. Ya part¨ªan de posiciones muy alejadas en materia econ¨®mica y fiscal.
Karl Nehammer, canciller en funciones y ya exl¨ªder del partido democristiano, que prometi¨® en la campa?a electoral que no acordar¨ªa un Ejecutivo con Kickl, no vio otra salida que apartarse, y el propio s¨¢bado anunci¨® la renuncia a sus cargos. En su partido siempre ha habido partidarios de una negociaci¨®n con los ultras, con los que ya han gobernado en ejecutivos nacionales y con los que coinciden en planteamientos econ¨®micos y comparten una pol¨ªtica migratoria dura.
Apenas unas horas despu¨¦s de su dimisi¨®n, que se formalizar¨¢ en el Gobierno este viernes (el sustituto a¨²n no se conoce), el partido democristiano dio un giro el domingo en la direcci¨®n opuesta y anunci¨® estar abierto a conversaciones con los ultras si estos les invitan a ello.
El nuevo jefe del ?VP, Christian Stocker, part¨ªa as¨ª de que Kickl ser¨ªa el encargado de formar Gobierno, lo que deja al anta?o gran partido tradicional austriaco en la posici¨®n de socio bajo la direcci¨®n de los ultras ¨Dcay¨® a la segunda posici¨®n en las elecciones de septiembre, con un 26,3%¨D. Stocker admiti¨® que hasta este momento hab¨ªa sido muy duro con Kickl, al que lleg¨® a calificar, como Nehammer, de peligro para la democracia y para la seguridad de Austria, pero aleg¨® sin pesta?ear que la situaci¨®n ha cambiado y se brind¨® a negociar para garantizar una mayor¨ªa s¨®lida en el Parlamento.
La otra salida al bloqueo implicar¨ªa elecciones adelantadas con malas expectativas para el ?VP, que ha seguido bajando en las encuestas tras los comicios de septiembre y se ha visto adelantado de nuevo por los ultras en las regionales de Estiria (sur del pa¨ªs) en noviembre, donde ya ha aceptado gobernar con ellos.
Kickl, de 56 a?os, asumi¨® las riendas del FP? en junio de 2021 tras apartar de la direcci¨®n al m¨¢s moderado Norbert Hofer. Este hab¨ªa ascendido a la jefatura tras el esc¨¢ndalo por el caso Ibiza, que le cost¨® en 2019 la vicecanciller¨ªa al exdirigente Heinz-Christian Strache en el Gobierno de coalici¨®n con el democristiano Sebastian Kurz, que rompi¨® el pacto tras divulgarse un v¨ªdeo grabado con c¨¢mara oculta en Ibiza en el que el ultra propon¨ªa negocios dudosos y prebendas a una falsa oligarca rusa. El asunto, que tambi¨¦n le cost¨® el cargo de ministro del Interior al propio Kickl y acab¨® con la tercera participaci¨®n de los ultras en un Gobierno nacional desde la II Guerra Mundial, hundi¨® al FP? en las elecciones adelantadas ese mismo a?o, pero su actual l¨ªder lo ha devuelto a la primera l¨ªnea con un programa de rechazo tajante a la inmigraci¨®n y el asilo, posturas euroesc¨¦pticas y contrarias a las sanciones a Rusia por la invasi¨®n de Ucrania, y la promesa de luchar contra ¡°el sistema¡±.
La perspectiva de un canciller de la ultraderecha pone en una situaci¨®n cuando menos inc¨®moda al progresista Van der Bellen. La toma del juramento como canciller es una potestad del presidente de Austria, que tambi¨¦n puede vetar el nombramiento de ministros. Van der Bellen, exl¨ªder de Los Verdes y que se present¨® al cargo como independiente y gan¨® la elecci¨®n precisamente contra un candidato ultra, Norbert Hofer, ha dejado entrever en varias ocasiones su rechazo a los planteamientos del FP?.
El a?o pasado, cuando asumi¨® su segundo mandato, afirm¨® en una entrevista que no le gustar¨ªa favorecer a un partido ¡°antieuropeo y que no condena la guerra de Rusia en Ucrania¡±. Era una referencia directa a Kickl, si bien no dijo qu¨¦ har¨ªa en caso de que tuviera la opci¨®n de ser canciller. El l¨ªder del FP? replic¨® con desd¨¦n que Van der Bellen es una ¡°momia¡±, est¨¢ ¡°senil¡± y ¡°comatoso¡±.
¡°No he tomado esta medida a la ligera. Velar¨¦ por el correcto cumplimiento de los principios y normas constitucionales¡±, ha se?alado este lunes el presidente federal sobre las negociaciones que ha encargado al l¨ªder ultra para formar Gobierno con los democristianos de Stocker.
Varios centenares de personas, seg¨²n los medios austriacos, se han congregado este lunes en torno al edificio de la Canciller¨ªa para protestar ante la perspectiva de un jefe de Gobierno ultra. A la convocatoria lanzada por una organizaci¨®n de estudiantes jud¨ªos se han sumado representantes de varias ONG y organizaciones civiles. Para el jueves est¨¢ anunciada una manifestaci¨®n con el mismo prop¨®sito, mostrar el rechazo a que por primera vez en democracia el partido ultra encabece la jefatura del Ejecutivo.
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