Albares: ¡°Europa es m¨¢s necesaria que nunca. Debemos actuar para garantizar nuestra seguridad¡±
El ministro de Asuntos Exteriores de Espa?a aboga por ¡°avanzar en un pilar de defensa¡± europeo
El mundo vive un cambio de era. El choque entre Donald Trump y Volod¨ªmir Zelenski en el Despacho Oval de la Casa Blanca el pasado viernes simboliza la trascendental metamorfosis del orden internacional. En ella, ¡°Europa es m¨¢s necesaria que nunca¡±, seg¨²n el ministro de Asuntos Exteriores de Espa?a, Jos¨¦ Manuel Albares, quien exhorta a los europeos a ¡°actuar para garantizar la seguridad¡± en una entrevista conced...
El mundo vive un cambio de era. El choque entre Donald Trump y Volod¨ªmir Zelenski en el Despacho Oval de la Casa Blanca el pasado viernes simboliza la trascendental metamorfosis del orden internacional. En ella, ¡°Europa es m¨¢s necesaria que nunca¡±, seg¨²n el ministro de Asuntos Exteriores de Espa?a, Jos¨¦ Manuel Albares, quien exhorta a los europeos a ¡°actuar para garantizar la seguridad¡± en una entrevista concedida en la sede del ministerio en el Palacio de Viana de Madrid el pasado jueves, y complementada el s¨¢bado para considerar el choque diplom¨¢tico ocurrido en Washington.
Pregunta. ?Qu¨¦ significa para Ucrania y para Europa lo que ha ocurrido el viernes en el Despacho Oval?
Respuesta. Espa?a apoya a Ucrania y al presidente Zelenski, un presidente elegido democr¨¢ticamente. El pueblo ucraniano puede contar con el apoyo de Espa?a, como lo demostr¨® la ¨²ltima visita del presidente S¨¢nchez a Kiev, durante la cual anunci¨® una ayuda adicional de 1.000 millones de euros, que tambi¨¦n transmit¨ª el viernes a mi buen amigo el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania. No est¨¢n solos. Estamos con ellos. Europa es m¨¢s necesaria que nunca. Es la hora de Europa. Debemos actuar para garantizar nuestra seguridad, lo que requiere un componente de defensa, la competitividad de nuestras empresas y la defensa del mercado ¨²nico. Y lo m¨¢s importante, defender la democracia libre de injerencias y desinformaci¨®n como identidad fundacional del proyecto europeo.
P. Trump ha declarado que considera que la UE se cre¨® para fastidiar a Estados Unidos. ?Cree usted que debemos prepararnos para resistir una estrategia de la Administraci¨®n de Trump dirigida a socavar el proyecto comunitario?
R. En primer lugar todo el mundo sabe para lo que se construy¨® Europa: para evitar la guerra entre los pa¨ªses. En segundo lugar, la Uni¨®n Europea y Estados Unidos somos aliados naturales hist¨®ricos. Y lo que hemos hecho juntos desde el inicio de la construcci¨®n europea ha sido mutuamente beneficioso. A nosotros nos gustar¨ªa que eso siguiera siendo as¨ª y trabajaremos para intentarlo. Pero, evidentemente, se necesita a ambos para que esa relaci¨®n se mantenga. Por supuesto, Europa tiene la capacidad y tiene la voluntad tambi¨¦n, si hace falta, para avanzar aut¨®nomamente.
P. Estados Unidos sigue siendo miembro de la OTAN, pero ?cree usted que pueden los pa¨ªses europeos miembros de la OTAN seguir confiando en Estados Unidos como un aliado?
R. Espero que esa alianza, que ha sido absolutamente clave y enormemente exitosa para la seguridad euroatl¨¢ntica, no solamente la europea, se mantenga con ese mismo eje. Pero tambi¨¦n hace mucho tiempo que los europeos sabemos que por distintos motivos debemos avanzar en un pilar de defensa. Este es el momento de ponerlo en pr¨¢ctica. Eso supone hacer un an¨¢lisis de las amenazas que hay para Europa, de las capacidades que necesitamos para hacerles frente. Definidas las necesidades, despu¨¦s hay que cuantificar, y ver qu¨¦ parte debe corresponder a los presupuestos nacionales y qu¨¦ parte debe hacerse a escala europea y con financiaci¨®n europea. No podemos estar eternamente teorizando, hay que movilizarse.
P. Se barajan varios instrumentos para financiar este esfuerzo extra. ?Cu¨¢l es la preferencia del Gobierno espa?ol? ?Est¨¢ entre ellas la emisi¨®n de nueva deuda com¨²n?
R. En estos momentos hay distintas pistas que merece la pena explorar y todas ellas son igualmente v¨¢lidas, porque lo que estamos de acuerdo es que estamos en un cambio de era, en eso que en la jerga diplom¨¢tica se llama un cambio de orden mundial. Tenemos fondos del Banco Europeo de Inversiones, hay un debate sobre los activos rusos congelados en Europa, y por supuesto, un porcentaje de mutualizaci¨®n en cuanto a la defensa y la seguridad. A m¨ª me parece m¨¢s que leg¨ªtimo tener ese debate. La amenaza es europea, no va dirigida contra un pa¨ªs concreto. Adem¨¢s, a la vista del tama?o de la amenaza, hay que hacer profundas transformaciones en un lapso de tiempo muy corto. Por tanto, la respuesta ha de ser europea y la financiaci¨®n tambi¨¦n. Es impensable que cualquier presupuesto nacional pueda asumir los saltos en el porcentaje del PIB en gasto de la defensa que se est¨¢n barajando en estos momentos. Todo eso conduce a una parte de mutualizaci¨®n.
P. Espa?a llega a este nuevo escenario como el ¨²ltimo pa¨ªs en cuanto a gasto en defensa con respecto al PIB dentro de la alianza atl¨¢ntica, a bastante distancia del 2%, que era el objetivo ideal establecido en 2014. ?Fue un error no avanzar con mayor celeridad hacia el objetivo?
R. El porcentaje en relaci¨®n al PIB es una forma de medir el esfuerzo con la seguridad, pero no es el ¨²nico y en ocasiones es bastante enga?oso. Hay ocho miembros de la OTAN que no alcanzan el 2%, Espa?a no es el ¨²nico. Si nosotros medimos en valores absolutos el gasto de defensa espa?ol, Espa?a es el octavo pa¨ªs. Pero hay otros compromisos, adem¨¢s del 2% que se adopt¨® en Gales, y que por cierto nosotros vamos a cumplir. Tenemos un compromiso p¨²blico de alcanzarlo en el 2029 y estamos dando pasos ah¨ª. Hay el 20% en grandes equipamientos que hemos superado ampliamente. Tenemos 3.000 soldados desplegados en el flanco Este de la OTAN, con todo tipo de armamento, tanques, barcos, aviones. El compromiso de Espa?a con la seguridad de Europa y con la paz en el mundo es total. Es con todo eso que hay que analizar el esfuerzo de seguridad y no simplemente con un porcentaje.
P. Es cierto que Espa?a hace un esfuerzo en muchos sentidos. Pero el porcentaje de gasto en relaci¨®n con el PIB es considerado por la mayor¨ªa como el elemento que define el esfuerzo de un pa¨ªs en defensa. Y, aunque hay otros pa¨ªses que est¨¢n por debajo del 2%, Espa?a es el ¨²ltimo. ?Cree que esto puede representar una dificultad para Espa?a cuando se hable de cosas como reparto de nuevas inversiones con lo procedente de emisiones de deuda com¨²n o cuando se hable de activar la cl¨¢usula de excepci¨®n al pacto fiscal? Algunos pueden decir s¨ª, pero s¨®lo a partir del 2%, o s¨ª a inversiones con deuda com¨²n, pero teniendo en cuenta los esfuerzos previos. ?Puede ser un problema?
R. No lo creo en absoluto. En primer lugar, porque el compromiso del 2% que hemos adoptado todos los aliados de la OTAN es uno que nosotros hemos asumido cumplir en 2029 y estamos dando pasos o firmes hacia ah¨ª. Cuando llegamos al Gobierno, encontramos que el PP hab¨ªa dejado el gasto en defensa en el 0,9%, el m¨¢s bajo de nuestra historia. Hemos cambiado esa tendencia. En t¨¦rminos absolutos, somos el octavo contribuyente. En segundo lugar, porque estamos hablando de ocho aliados de la OTAN que no alcanzan ese porcentaje. Y porque por nuestro compromiso con la construcci¨®n europea, por nuestro compromiso con la seguridad europea y la atl¨¢ntica, as¨ª como por el hecho de que Espa?a es siempre un pa¨ªs comprometido para trabajar con otros, no veo en absoluto que esto vaya a ser un problema. Por supuesto lo m¨¢s importante: nadie lo ha trasladado en ning¨²n momento. De hecho, Espa?a se sienta en todas las mesas donde se dise?a y decide el futuro de Europa, porque todos saben que Espa?a siempre trabaja por ese futuro.
China y Oriente Pr¨®ximo
P. En este nuevo contexto, China est¨¢ enviando se?ales de querer aprovechar la distancia que se abre entre Estados Unidos y Europa para mejorar la relaci¨®n con Europa. ?Cree usted que Europa deber¨ªa revisar algo en su relaci¨®n con China?
R. Europa tiene sobre todo que pensar en el inter¨¦s europeo y de los europeos, en c¨®mo protegerlos y c¨®mo defenderlos mejor. Y eso supone que tenemos que mirar hacia qui¨¦n puede ser nuestro socio. Am¨¦rica Latina, por ejemplo. Lo creemos firmemente los espa?oles. Pero tenemos que mirar tambi¨¦n hacia Asia. Y ah¨ª est¨¢ China, tambi¨¦n est¨¢ India. Dos pa¨ªses que, por su demograf¨ªa, su peso econ¨®mico, su presencia en el mundo multilateral son fundamentales para abordar fen¨®menos globales, como puede ser el cambio clim¨¢tico o la paz y la estabilidad. Europa tiene que mirar a todas esas relaciones.
P. ?Cu¨¢nto da?o le ha hecho a la UE su inacci¨®n ante las campa?as militares de Israel en Oriente Pr¨®ximo de cara al sur global?
R. No todos los europeos recibimos el mismo juicio del Sur Global. Espa?a tiene una pol¨ªtica exterior con identidad propia que es coherente. Dice lo mismo en Ucrania y en Gaza, exactamente por los mismos principios. Y en muchas ocasiones, cuando me encuentro con los ministros de Asuntos Exteriores de los pa¨ªses ¨¢rabes, una de las cosas que me dicen es que Espa?a est¨¢ salvando la dignidad de Europa en Oriente Medio. Pero es cierto que desde el sur global se hubiera esperado una voz de Europa m¨¢s fuerte. Porque Europa es quien debe defender el derecho internacional, las Naciones Unidas.
P. Me consta que la pol¨ªtica exterior del Gobierno espa?ol en cuanto a Oriente Pr¨®ximo ha sido apreciada en muchos pa¨ªses del sur global como una pol¨ªtica anclada en los valores. Si miramos a la pol¨ªtica del Gobierno espa?ol de cara a Marruecos y al S¨¢hara Occidental, ?dir¨ªa que en esa pol¨ªtica pesan m¨¢s los intereses o los valores?
R. Marruecos es un pa¨ªs amigo y un socio estrat¨¦gico de primer orden para Espa?a y para la Uni¨®n Europea. Y as¨ª lo reconocen todos los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. Es un socio estrat¨¦gico en la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos, en la lucha contra el terrorismo. Tenemos unas cifras bilaterales comerciales que son solo superadas en estos momentos por las de Estados Unidos y el Reino Unido. Se ha reabierto la aduana en Melilla y tenemos una aduana en Ceuta por primera vez en la historia. Y lo que nosotros queremos despu¨¦s de 50 a?os es que haya una soluci¨®n entre las partes. Y nosotros apoyamos en su tarea al enviado personal del secretario general de las Naciones Unidas, que es quien tiene que proponer a las partes esa soluci¨®n.
P. Pero en la carta [enviada por Pedro S¨¢nchez a Mohamed VI en 2022] ustedes expresaban su convicci¨®n de que la propuesta marroqu¨ª, es decir, de una autonom¨ªa, es la m¨¢s viable, la m¨¢s realista.
R. La posici¨®n espa?ola al respecto es muy conocida y se plasm¨® en la declaraci¨®n hispano-marroqu¨ª, que por cierto es compartida por la mayor parte de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.
P. En estos tiempos de cambio tan profundo, ?cree que la redefinici¨®n de la pol¨ªtica exterior necesaria deber¨ªa idealmente ser construida como una pol¨ªtica de Estado, en la que hubiese una involucraci¨®n de la oposici¨®n, aun cuando haya oposiciones que real¨ªsticamente no cabe esperar que sean muy constructivas?
R. Yo, desde luego, creo que la pol¨ªtica exterior es la pol¨ªtica de Estado, por excelencia. Y siempre que puedo, me re¨²no con todas las fuerzas pol¨ªticas presentes en el Congreso. Voy a acudir nuevamente a un pleno el d¨ªa 12 de marzo, y siempre llevo un mensaje de pol¨ªtica de Estado. Estamos inmersos en el Ministerio de Asuntos Exteriores en una nueva estrategia de pol¨ªtica exterior, que ver¨¢ la luz antes del verano. Me he reunido con los portavoces de todos los grupos parlamentarios de manera informal. ?se es mi deseo. A m¨ª lo que me sorprende es que desde el inicio de la legislatura llevo ofreciendo varios pactos de Estado al Partido Popular, y siempre los rechazan. Pero desde luego, mientras yo sea ministro de Asuntos Exteriores de Espa?a, mi mano estar¨¢ tendida siempre para conseguir la unidad.