Biden busca recuperar la iniciativa tras la sacudida del ¡®impeachment¡¯

Sacudida su inminente llegada al poder por la hist¨®rica crisis institucional que atraviesa Estados Unidos, Joe Biden trata de mantener a flote su proyecto, esquivando el protagonismo en la ofensiva de sus congresistas para condenar a Donald Trump por ¡°incitaci¨®n a la insurrecci¨®n¡±. Derivando el foco hacia los enormes desaf¨ªos a los que se enfrenta el pa¨ªs, el presidente electo busca tomar la iniciativa con un ambicioso paquete de inversi¨®n federal para combatir ...

Sacudida su inminente llegada al poder por la hist¨®rica crisis institucional que atraviesa Estados Unidos, Joe Biden trata de mantener a flote su proyecto, esquivando el protagonismo en la ofensiva de sus congresistas para condenar a Donald Trump por ¡°incitaci¨®n a la insurrecci¨®n¡±. Derivando el foco hacia los enormes desaf¨ªos a los que se enfrenta el pa¨ªs, el presidente electo busca tomar la iniciativa con un ambicioso paquete de inversi¨®n federal para combatir la pandemia y activar la econom¨ªa. Pero necesitar¨¢ la cooperaci¨®n de un Senado ocupado en el juicio pol¨ªtico a su predecesor. La convulsi¨®n que ha dinamitado la transici¨®n de poder somete a una dura prueba su proyecto centrista de cerrar las grietas del pa¨ªs.

Decenas de millones de estadounidenses lo consideran un presidente ileg¨ªtimo. Al menos algunos miles de ellos est¨¢n dispuestos a jugarse el pellejo, asaltando el Capitolio para impedir que la semana que viene se mude a la Casa Blanca. Llega a la presidencia en medio de una pandemia monstruosa que sigue causando cada d¨ªa miles de muertos y que ha arrasado la econom¨ªa. Iniciar¨¢ su mandato con exiguas mayor¨ªas en ambas C¨¢maras legislativas; con un partido dividido entre centristas e izquierdistas, en busca de un rumbo; con el prestigio internacional del pa¨ªs por los suelos, su moral devastada, y con un juicio pendiente en el Senado, que complicar¨¢ su urgente agenda legislativa, a un presidente saliente que ha torpedeado la transici¨®n de poder y ni siquiera le ha felicitado.

El miedo que se ha apoderado de la capital y la amenaza terrorista latente le van a arrebatar el ba?o de multitudes que tradicionalmente arropa a cada nuevo presidente en su investidura. A sus 78 a?os, Joe Biden se dispone a cumplir el sue?o de toda una vida. Pero dif¨ªcilmente pudo pensar en todos estos a?os que lo har¨ªa en estas circunstancias.

El principal mensaje de su proyecto pol¨ªtico es el de unir al pa¨ªs. Pero pocas misiones se antojan hoy tan complicadas. Mientras la C¨¢mara de Representantes aprobaba el segundo impeachment a Trump, promovido por los congresistas dem¨®cratas despu¨¦s de que hordas trumpistas tomaran el Capitolio, el presidente electo quiso situarse al margen de semejante acontecimiento hist¨®rico, que ha dinamitado la ya enrarecida transici¨®n de poder, y mantener el foco en los grandes desaf¨ªos a los que se enfrenta el pa¨ªs. Concluida la votaci¨®n en la C¨¢mara baja, en la que 10 republicanos votaron a favor con los dem¨®cratas, Biden volvi¨® a denunciar el asalto violento a ¡°los servidores p¨²blicos en la ciudadela de la libertad¡± y se refiri¨® al juicio pol¨ªtico de Trump como ¡°un voto de congresistas que siguieron la Constituci¨®n y a sus conciencias¡±.

Pero pidi¨® a los senadores que traten de hallar la manera de que el juicio en la C¨¢mara alta, que con toda probabilidad tendr¨¢ lugar cuando Biden ya est¨¦ en el poder, no entorpezca las otras prioridades. ¡°Esta naci¨®n sigue presa de un virus mortal y una econom¨ªa tambaleante¡±, declar¨®. ¡°Espero que el liderazgo del Senado encuentre la manera de gestionar sus responsabilidades con el impeachment a la vez que trabaja en los otros asuntos urgentes de esta naci¨®n¡±.

Insisti¨® Biden, poco despu¨¦s del hist¨®rico voto, en su cometido de asegurar que los estadounidenses se mantengan ¡°unidos como una naci¨®n¡±, mensaje que ha centrado su carrera presidencial desde el principio. Y renunci¨® a erigirse en portaestandarte de la exigencia de rendici¨®n de cuentas a Trump, cediendo el protagonismo a la presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, y el resto de dem¨®cratas en el Congreso. ¡°Lo que decida hacer el Congreso les corresponde a ellos¡±, dijo d¨ªas despu¨¦s del asalto.

En medio de la hist¨®rica crisis, Biden busca tomar la iniciativa con una propuesta de una inversi¨®n federal de 1,9 billones de d¨®lares para combatir la pandemia y sus efectos en la econom¨ªa. El paquete, que presentar¨¢ este jueves seg¨²n The New York Times, incluye una inversi¨®n de 400.000 millones para el combate a la pandemia, con un plan para acelerar el desarrollo de las vacunas y la apertura segura de la mayor¨ªa de las escuelas en 100 d¨ªas, adem¨¢s de una inyecci¨®n de 350.000 millones a los gobiernos estatales y locales. Tambi¨¦n contempla m¨¢s ayudas a las familias trabajadoras, como pagos directos de 1.400 d¨®lares, m¨¢s beneficios al desempleo, bajas pagadas por enfermedad obligatorias a nivel federal y subsidios para las personas encargadas de cuidar a ni?os.

El coronavirus golpea m¨¢s fuerte que nunca, lo que obliga a los Estados a imponer m¨¢s restricciones, y el Departamento de Trabajo ha informado este jueves de que 1,15 millones de personas m¨¢s pidieron prestaciones de desempleo en la primera semana del a?o, una subida del 25% respecto a la anterior. ¡°En este momento, el presidente electo siente que necesitamos movernos de manera agresiva tanto en el rescate como en la recuperaci¨®n¡±, dijo en un evento de la agencia Reuters Brian Deese, el elegido para dirigir el Consejo Nacional Econ¨®mico.

Para avanzar necesitar¨¢ la cooperaci¨®n del Congreso, donde en los ¨²ltimos meses la tramitaci¨®n de ayudas federales ha sido un proceso dram¨¢tico y farragoso. La prioridad de Biden es trabajarse el apoyo de los republicanos, para garantizarse una gobernabilidad sin demasiados sobresaltos.

La propuesta, seg¨²n ha adelantado The New York Times, se divide en dos iniciativas legislativas. La primera prev¨¦ incluir, entre otras partidas, el env¨ªo de cheques directos de 2.000 d¨®lares (1.645 euros) a los ciudadanos, la extensi¨®n de los complementos a las prestaciones de desempleo y el apoyo a la vacunaci¨®n y a las pruebas de diagn¨®stico; la segunda, de mayor cuant¨ªa, est¨¢ centrada en inversiones en creaci¨®n de empleo e infraestructuras, incluidas las energ¨ªas limpias, as¨ª como en sanidad y educaci¨®n. La idea de los dem¨®cratas es financiar el paquete con una subida de impuestos a los m¨¢s ricos y a las empresas.

La convulsi¨®n que vive hoy el pa¨ªs somete a una exigente prueba el cometido de Biden de cerrar, desde una cauta aproximaci¨®n centrista, las profundas grietas que estos cuatro a?os de trumpismo han abierto en la cultura pol¨ªtica estadounidense. Pero tambi¨¦n refuerza la urgencia de su misi¨®n: ¡°Nunca antes ha sido tan crucial como ahora que nos mantengamos unidos como naci¨®n¡±, dijo el presidente electo.

Con contadas excepciones, durante toda su campa?a Biden ha seguido la estrategia de mantenerse por encima del fango al que insist¨ªa en arrastrarlo su rival. Pero no tendr¨¢ f¨¢cil, cuando llegue a la Casa Blanca la semana que viene, sortear el ruido de un juicio a su predecesor que reclamar¨¢ la cobertura de los medios y puede entorpecer incluso las preceptivas confirmaciones en el Senado de los miembros de su Gabinete.

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