Los beb¨¦s son grandes estudiantes de F¨ªsica (aunque no lo sepan)
Las criaturas viven en un mundo muy peque?o, de unos metros de radio, pero enorme en su contenido: ah¨ª dentro est¨¢n las leyes de la naturaleza que a la humanidad le ha costado miles de a?os entender
Candela (nueve meses) es una gran estudiante de F¨ªsica. Le gusta tirar las cosas al suelo y mirar c¨®mo caen, cu¨¢nto tardan en hacerlo, en qu¨¦ direcci¨®n. Le gusta tocar objetos con diferentes texturas. Le gusta tratar de ponerse a cuatro patas y estimar su propio peso. Est¨¢ muy atenta a los diferentes colores, a las vibraciones de la luz al pasar a trav¨¦s de las hojas de los ¨¢rboles (ese efecto que los japoneses llaman komorebi), a los movimientos que hace el agua antes de caer por el desag¨¹e o cuando ella golpea alegrement...
Candela (nueve meses) es una gran estudiante de F¨ªsica. Le gusta tirar las cosas al suelo y mirar c¨®mo caen, cu¨¢nto tardan en hacerlo, en qu¨¦ direcci¨®n. Le gusta tocar objetos con diferentes texturas. Le gusta tratar de ponerse a cuatro patas y estimar su propio peso. Est¨¢ muy atenta a los diferentes colores, a las vibraciones de la luz al pasar a trav¨¦s de las hojas de los ¨¢rboles (ese efecto que los japoneses llaman komorebi), a los movimientos que hace el agua antes de caer por el desag¨¹e o cuando ella golpea alegremente su superficie, generando olas y gotas que saltan en todas direcciones. El mundo le debe parecer un lugar muy extra?o, porque lo es, pero es que los adultos ya nos hemos acostumbrado. Se descojona, la t¨ªa.
Candela vive en un mundo muy peque?o, de unos metros de radio, pero enorme en su contenido: ah¨ª dentro est¨¢n las leyes de la naturaleza que a la humanidad le ha costado miles de a?os entender, y que todav¨ªa no entiende del todo. Su cerebro va haciendo suyas las leyes de Newton de la Mec¨¢nica, los principios de la Termodin¨¢mica, las complicadas ecuaciones diferenciales de la Din¨¢mica de Fluidos, aunque no les ponga nombre. Simplemente las entiende.
Llamamos, despreocupadamente, jugar a lo que hace Candela, pero el juego de los beb¨¦s no es comparable al juego de la chavala que juega al f¨²tbol, al del se?or que juega al p¨®quer, al del gamer que juega al Grand Theft Auto V, al losing game que dec¨ªa Amy Winehouse que es el amor. El juego de los ni?os se parece m¨¢s a un laboratorio y, m¨¢s que por diversi¨®n o por dinero, se juega para adquirir conocimiento de primera mano sobre el mundo.
Hace tiempo (tampoco tanto) que Candela descubri¨® que la vida no era una pel¨ªcula que ten¨ªa que limitarse a presenciar, sino un juego con el que pod¨ªa interactuar, as¨ª que replic¨® el comportamiento de los primeros seres humanos que empezaron a manipular objetos y crear herramientas, el de los primeros magos que trataron de influir en el mundo natural, el de los primeros cient¨ªficos que trataron de comprender el funcionamiento de las cosas. Candela emite hip¨®tesis y experimenta para confirmarlas. Est¨¢ haciendo cosas hist¨®ricas a su propia escala.
Lo que aprende ahora es lo que dentro de un tiempo considerar¨¢ intuitivo. Que las cosas se caen hacia abajo, que el cielo es azul, que al frenar sientes la inercia. Luego en el colegio le volver¨¢n a ense?ar la F¨ªsica otra vez, pero poni¨¦ndole nombres y matem¨¢ticas, como recuperando un conocimiento at¨¢vico enterrado en su cerebro, una especie de anamnesis plat¨®nica. Las cosas que no aprenda ahora son las que no considerar¨¢ intuitivas sino extra?as, como que un electr¨®n est¨¦ en varios lugares a la vez. Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que le ense?amos a las guajinas, pero no solo en la F¨ªsica, sino en todos los aspectos: son el sentido com¨²n del futuro.
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