Todos le fallamos a Victoria Salazar
Impartir justicia es ir m¨¢s all¨¢ del esc¨¢ndalo p¨²blico, de las declaraciones pol¨ªticas y de la detenci¨®n de los responsables directos
El atroz asesinato de Victoria Salazar, a manos de la autoridad policial de Tulum en Quintana Roo, pone de manifiesto diversas tragedias a la vez. Por un lado, nos recuerda la violencia sist¨¦mica que sufren las personas en movilidad, particularmente las mujeres, y por el otro, la precariedad en la formaci¨®n, capacidad y protocolos de operaci¨®n de las polic¨ªas a nivel local. Pero seguimos sin atender realmente el tema.
Las mujere...
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El atroz asesinato de Victoria Salazar, a manos de la autoridad policial de Tulum en Quintana Roo, pone de manifiesto diversas tragedias a la vez. Por un lado, nos recuerda la violencia sist¨¦mica que sufren las personas en movilidad, particularmente las mujeres, y por el otro, la precariedad en la formaci¨®n, capacidad y protocolos de operaci¨®n de las polic¨ªas a nivel local. Pero seguimos sin atender realmente el tema.
Las mujeres son vulneradas en todas las caras del fen¨®meno migratorio. Primero, en el lugar de origen, por la marginaci¨®n, la violencia de g¨¦nero estructural, institucional y familiar que las obliga a abandonar su pa¨ªs y a sus seres queridos para salvar la vida. Segundo, en el tr¨¢nsito. Una de cada tres personas es v¨ªctima de alg¨²n tipo de violencia f¨ªsica durante su trayecto por M¨¦xico. Las violaciones y el acoso sexual afecta nueve veces m¨¢s a las mujeres que a los hombres migrantes. Se exponen a mayores abusos, maltrato, humillaciones basadas en estereotipos, extorsi¨®n y trata. Nueve de cada 10 mujeres centroamericanas viajan por rutas complejas, exponi¨¦ndose a ser v¨ªctimas de redes del crimen organizado, explotaci¨®n sexual o laboral e incluso a la muerte. Tercero, ya en el pa¨ªs de destino, siguen experimentando una doble vulneraci¨®n por el hecho de ser mujeres y ser migrantes. Discriminaci¨®n, maltrato institucional, episodios de violencia dom¨¦stica, salarios m¨¢s bajos, miedo a ser reportadas y perder la custodia de sus hijos es parte de la realidad con la que deben lidiar.
Todos le fallamos a Victoria. Era residente permanente en M¨¦xico por razones humanitarias desde marzo de 2018. Esto significa que su pa¨ªs le fall¨®. La raz¨®n m¨¢s com¨²n para obtener este estatus migratorio es el riesgo a perder la vida en el pa¨ªs de origen, en este caso El Salvador. Su pa¨ªs de acogida tambi¨¦n le fall¨®. La autoridad que ten¨ªa la obligaci¨®n de cuidarla no solo no lo hizo, sino que la mat¨® y la maltrat¨®, incluso despu¨¦s de asesinarla. La necropsia revel¨® una fractura en la columna vertebral y desaceleraci¨®n en la rotaci¨®n del cuello debido al uso desproporcionado de la fuerza a la que fue sometida. La sociedad mexicana tambi¨¦n le fall¨®. Los que estaban cerca y se mostraron ap¨¢ticos, los que intentan justificar la atrocidad con su supuesto estado de ebriedad, su condici¨®n de migrante o su supuesta participaci¨®n en actividades de narcomenudeo, los que se burlan y los que anunciaron su partida como una muerte y no como un asesinato.
En M¨¦xico, la arbitrariedad y el uso excesivo de la fuerza por parte de la polic¨ªa sucede una y otra vez, visibilizando problemas estructurales de estas corporaciones. Seg¨²n datos del INEGI, el 98% de estas autoridades report¨® requerir mayor capacitaci¨®n en el sistema de justicia penal, en la resoluci¨®n pac¨ªfica de conflictos, atenci¨®n a poblaciones vulneradas y proximidad. Seg¨²n la ENSU del INEGI, la confianza ciudadana en la polic¨ªa de Quintana Roo que por cierto, cuenta con Mando ?nico Policial, es del 38.9%, por debajo de la media nacional que es del 53.7%. Adem¨¢s, la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica del Estado acumul¨® 196 quejas durante 2020 y 15 en lo que va de 2021 ante la Comisi¨®n Estatal de los Derechos Humanos.
Justicia para Victoria es ir m¨¢s all¨¢ del esc¨¢ndalo p¨²blico, de las declaraciones pol¨ªticas, de la detenci¨®n de los responsables directos y de hacerse cargo de sus hijas con atenci¨®n integral para la reparaci¨®n del da?o. Es ir al fondo de la situaci¨®n y aplicar una verdadera pol¨ªtica humanista en materia migratoria. Es que los cuerpos de seguridad, desde las polic¨ªas municipales hasta la Guardia Nacional pasando por las polic¨ªas estatales e instancias de procuraci¨®n de justicia se profesionalicen y tomen en serio la perspectiva de g¨¦nero. No se trata de que una secci¨®n de la corporaci¨®n sea denominada ¡°de g¨¦nero¡± o de pintar patrullas de rosa como lo han malentendido algunos. TODOS los elementos deben contar con esta capacidad. Fortalecer y reformar el programa rector de profesionalizaci¨®n para mejorar la formaci¨®n, docentes y materias relacionados con la perspectiva de g¨¦nero, la justicia c¨ªvica y el trabajo con poblaciones vulneradas debe ser parte del plan. Es dotar con presupuestos y esquemas de acompa?amiento efectivo el desarrollo policial al tiempo de contar con controles y evaluaci¨®n externa. Nos conviene a todos cambiar las cosas de ra¨ªz.
Eunice Rend¨®n es doctora en Pol¨ªticas P¨²blicas por Sciences-Po, Par¨ªs y experta en seguridad y migraci¨®n.
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