El abrazo gastron¨®mico de Espa?a a M¨¦xico: ¡°Nos unen las mismas ra¨ªces¡±
Ajenos a la pol¨¦mica pol¨ªtica sobre la memoria hist¨®rica, productores e importadores de alimentos espa?oles consideran M¨¦xico un mercado natural para el lanzamiento de vino, jam¨®n y aceite
Santiago ?lvarez acaba de cumplir 20 a?os en Ciudad de M¨¦xico, lejos de donde ha celebrado todos los anteriores. Este joven es la cuarta generaci¨®n de una familia de queseros de la Mancha espa?ola. Su bisabuelo compr¨® las tierras y las ovejas a un pastor que se retiraba en Tembleque, un municipio diminuto en la provincia de Toledo; su abuelo ech¨® a andar la queser¨ªa; su padre lanz¨® tres marcas en Espa?a, y ahora a ¨¦l le toca poner el pie al otro lado, muy lejos de aquel pueblo con molinos de viento. ¡°M¨¦xico es un mercado natural para nosotros, tenemos una sinton¨ªa, una vinculaci¨®n hist¨®rica¡±, ...
Santiago ?lvarez acaba de cumplir 20 a?os en Ciudad de M¨¦xico, lejos de donde ha celebrado todos los anteriores. Este joven es la cuarta generaci¨®n de una familia de queseros de la Mancha espa?ola. Su bisabuelo compr¨® las tierras y las ovejas a un pastor que se retiraba en Tembleque, un municipio diminuto en la provincia de Toledo; su abuelo ech¨® a andar la queser¨ªa; su padre lanz¨® tres marcas en Espa?a, y ahora a ¨¦l le toca poner el pie al otro lado, muy lejos de aquel pueblo con molinos de viento. ¡°M¨¦xico es un mercado natural para nosotros, tenemos una sinton¨ªa, una vinculaci¨®n hist¨®rica¡±, apostilla su padre, Alfonso. Ellos son una de las 33 empresas de productores espa?oles que aterrizaron en la feria Spanish Extravaganza, organizada por el ICEX y la Oficina Econ¨®mica y Comercial de Espa?a en M¨¦xico.
La ¨²ltima planta del hotel Camino Real de la capital se llen¨® este jueves de vino tinto, ib¨¦ricos y paella. ¡°En los ¨²ltimos a?os, la gastronom¨ªa espa?ola ha subido como un cohete en M¨¦xico¡±, asegur¨® el embajador Juan L¨®pez-D¨®riga. Espa?a es el primer exportador de aceite de oliva y vino a M¨¦xico, el segundo en jam¨®n y embutidos y el cuarto de conservas de pescado, seg¨²n datos de la oficina de comercio exterior. Unas cifras que confirman un v¨ªnculo que ya sab¨ªan los productores. ¡°Nos unen las mismas ra¨ªces¡±, se?ala Ruth Salinas, que representa a una marca de embutidos ib¨¦ricos que trata de que el jam¨®n denominaci¨®n de origen de Guijuelo, en Salamanca, llegue a Soriana o a los restaurantes de Polanco.
Aqu¨ª no se habla de Hern¨¢n Cort¨¦s o la conquista. Tanto productores como importadores se mantienen ajenos a una pol¨¦mica que s¨ª ha ocupado la esfera pol¨ªtica de ambos pa¨ªses. ¡°M¨¢s all¨¢ de lo que diga el presidente, a los mexicanos nos gusta Espa?a, y como consumidores entendemos muy bien los alimentos espa?oles¡±, apunta Carlos Real, representante de una peque?a bodega de 14 hect¨¢reas de Burgos.
Mientras Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador carga habitualmente en sus conferencias matutinas contra empresas espa?olas, como Iberdrola, en el marco de la reforma energ¨¦tica, el Gobierno espa?ol no estuvo presente en los importantes actos que conmemoraban el bicentenario de la independencia de M¨¦xico de la colonia, donde s¨ª estuvieron representantes italianos o franceses. En ese complejo marco diplom¨¢tico, la gastronom¨ªa tiende un puente. Sin poner nombre al asunto, el embajador L¨®pez-D¨®riga se?al¨®: ¡°Qu¨¦ bien que podamos reanudar otra vez este flujo incesante que hay entre Espa?a y M¨¦xico¡±.
En esta feria presencial, la primera despu¨¦s de a?o y medio de pandemia, han mostrado sus productos 12 bodegas, 14 importadoras y seis empresas de alimentos gourmet. Los objetivos var¨ªan seg¨²n la marca. Catalina S¨¢nchez y Jos¨¦ Mar¨ªa Latorre eran vecinos en B¨¦lmez de la Moraleda, un pueblito olivero de Ja¨¦n, en el sur de Espa?a. Los a?os pasaron, ¨¦l volv¨ªa cada verano de Barcelona, se enamoraron y ahora llevan cuatro a?os de aventura con una compa?¨ªa de aceite de oliva virgen extra. Esta empresa familiar, de siete trabajadores, ya vende a Inglaterra y Alemania, pero ahora busca un distribuidor en M¨¦xico, una puerta de entrada al continente.
En cambio, la sidra de Tom¨¢s ?lvarez, mexicano de padres del norte de Espa?a, ya est¨¢ en grandes superficies, ahora busca en estas ferias ese peque?o nicho en M¨¦xico que echa de menos el sabor de Asturias. Los vinos que representa Jos¨¦ Manuel Gallego ya se venden en Canc¨²n, Los Cabos o Puerto Vallarta. Cubierta la costa, quieren entrar en los restaurantes de Ciudad de M¨¦xico, donde se consume la gran mayor¨ªa del vino en el pa¨ªs. Otras bodegas se centran en el corredor de Baja California, dominado por los importantes vi?edos del Valle de Guadalupe. En este mercado hipercompetitivo, los vinos espa?oles tienen una cuota de mercado en el pa¨ªs del 27%. ¡°Buscamos m¨¢s, porque este es un mercado important¨ªsimo para nosotros, donde se comparte la cultura del vino¡±, apunta Gonzalo Lai?ez, gerente de exportaciones de una bodega navarra.
En esta inmensa sala de networking, entre chorizo y turrones, los importadores buscan nuevos productos y los distribuidores a chefs y restaurantes interesados en productos espa?oles. La entrada de productos extranjeros en M¨¦xico, aunque rentable para los productores, cuenta con las trabas de aduanas para las mercanc¨ªas y con el coste de la corrupci¨®n.
En el evento, adem¨¢s de dos catas de vinos in¨¦ditos, que todav¨ªa no se pueden encontrar en M¨¦xico, dos chefs estrella Michelin prepararon desde croquetas a carrillada. El premiado cocinero Ignacio Solana recuerda cuando L¨®pez Obrador comi¨® en su restaurante en Ampuero con el presidente regional de Cantabria, Miguel ?ngel Revilla. ¡°Los abuelos de L¨®pez Obrador eran de all¨ª, creo que le hizo ilusi¨®n¡±, dice liviano.
El chef, que recibe cada a?o en su cocina La Bien Aparecida a estudiantes de la Universidad del Valle de M¨¦xico, defiende el v¨ªnculo gastron¨®mico entre ambos pa¨ªses. ¡°Muchos de los productos que usamos en nuestra cocina vinieron de este continente¡±, apunta, ¡°y en Santander yo puedo encontrar chile serrano para poner en mis platos¡±. Preparar fabada a los m¨¢s de 2.000 metros de altura de Ciudad de M¨¦xico obliga a que las alubias tarden m¨¢s de siete horas en cocerse, pero Solana mantiene: ¡°Cocinar aqu¨ª es como estar casi en casa¡±.
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