Hacienda Panoaya, el nido de Sor Juana In¨¦s de la Cruz
Se cumplen 373 a?os del natalicio de la D¨¦cima Musa y el casco colonial que fuera uno de sus hogares de la infancia fue fundamental para su destino literario
A casi 60 kil¨®metros del centro de Ciudad de M¨¦xico se encuentra la hacienda que fuera testigo de un momento en la infancia de la que ser¨ªa conocida como la D¨¦cima Musa. Pensar la vida de Sor Juana In¨¦s de la Cruz sin mencionar la importancia de la Hacienda Panoaya ser¨ªa saltar un cap¨ªtulo fundamental en la vida de una poeta que, por s¨ª misma, es un personaje de la gran novela de la historia de las letras.
?C¨®mo no forjarse poeta cuando, al asomar la cabeza en la ventana, se expresan fastuosos dos volc...
A casi 60 kil¨®metros del centro de Ciudad de M¨¦xico se encuentra la hacienda que fuera testigo de un momento en la infancia de la que ser¨ªa conocida como la D¨¦cima Musa. Pensar la vida de Sor Juana In¨¦s de la Cruz sin mencionar la importancia de la Hacienda Panoaya ser¨ªa saltar un cap¨ªtulo fundamental en la vida de una poeta que, por s¨ª misma, es un personaje de la gran novela de la historia de las letras.
?C¨®mo no forjarse poeta cuando, al asomar la cabeza en la ventana, se expresan fastuosos dos volcanes amantes rodeados de bosque y de encanto? Eso fue lo que quiz¨¢ la peque?a Juana In¨¦s de Asbaje atestigu¨® todos los d¨ªas, expectante, como cuestionando la angustia de amor de aquellos y, tal vez en menor medida, figurando la suya propia.
Sor Juana naci¨® en el pueblo de San Miguel Nepantla, una comunidad del actual municipio de Tepetlixpa, en el Estado de M¨¦xico. A unos 30 kil¨®metros de ah¨ª, al norte, sin salir de la comarca que linda con los volcanes ¡ªPopocat¨¦petl e Iztacc¨ªhuatl¡ª, se encuentra la Hacienda de Panoaya, un complejo colonial que data del siglo XVI. Hogar de la poeta entre sus tres y sus ocho a?os.
La propiedad fue adquirida por Pedro Ram¨ªrez de Santillana, abuelo de la jer¨®nima, luego de haber pertenecido a un cacique local. En la c¨²spide del lustro en que la ni?a Juana In¨¦s habit¨® esas paredes, se dice, aprendi¨® a leer. No solo eso: seg¨²n la historiadora Margarita Loera Ch¨¢vez y Peniche, fue ah¨ª donde muy probablemente compuso, a prop¨®sito de un concurso en la regi¨®n, la Loa al Sant¨ªsimo Sacramento, el primer esfuerzo literario de la F¨¦nix de Am¨¦rica.
Desde su construcci¨®n, el sitio ha sufrido da?os obvios al paso de los siglos y de sus diferentes due?os. En 1999 el casco fue restaurado mediante el apoyo del INAH para luego convertirse en un parque tem¨¢tico con hotel. Al interior de la Hacienda, desde 2001, se resguardan algunos objetos y r¨¦plicas de retratos de la poeta que pueden apreciarse mediante visitas guiadas. En los jardines cercanos, adem¨¢s, fue construido un laberinto para el goce de turistas que visitan tambi¨¦n el peque?o zool¨®gico a cuestas del complejo.
?Qu¨¦ ser¨¢ en un futuro? Saberlo es lo de menos. Lo importante es que acu?¨® un pedazo de historia, vislumbr¨® a una poeta en potencia. Quiz¨¢ fue al rev¨¦s: los volcanes fueron testigos, los expectantes de aquel alumbramiento.
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