Dos masacres dejan 11 muertos en apenas unas horas en Guanajuato

Las balas se hacen protagonistas de nuevo en Guanajuato. Una familia entera masacrada y una balacera en una fiesta infantil dejan un resultado fatal de 11 muertos en las ¨²ltimas horas, entre ellos ni?os de muy corta edad. Una criatura de ocho meses sobrevivi¨® a los ataques. En la calle Caseros de Apaseo el Grande, sicarios entraron en la noche del s¨¢bado en una vivienda y mataron a cinco personas, aunque los medios locales cuentan seis: cuatro mujeres, un joven de unos 20 a?os y una ni?a de tres. Cuando lleg¨® la polic¨ªa las balas hab¨ªan regado con violencia la casa. Por el momento no se ha inf...

Las balas se hacen protagonistas de nuevo en Guanajuato. Una familia entera masacrada y una balacera en una fiesta infantil dejan un resultado fatal de 11 muertos en las ¨²ltimas horas, entre ellos ni?os de muy corta edad. Una criatura de ocho meses sobrevivi¨® a los ataques. En la calle Caseros de Apaseo el Grande, sicarios entraron en la noche del s¨¢bado en una vivienda y mataron a cinco personas, aunque los medios locales cuentan seis: cuatro mujeres, un joven de unos 20 a?os y una ni?a de tres. Cuando lleg¨® la polic¨ªa las balas hab¨ªan regado con violencia la casa. Por el momento no se ha informado de detenidos a pesar del despliegue policial.

Guanajuato es uno de los puntos calientes de M¨¦xico. El Estado, tur¨ªstico y pr¨®spero, sucumbe d¨ªa a d¨ªa bajo el peso del plomo. La violencia desatada por los diversos carteles que se disputan el territorio es incesante. Los ciudadanos ya est¨¢n acostumbrados no las muertes, sino a las masacres con m¨¢s de tres v¨ªctimas. Solo el pasado agosto, uno de los meses m¨¢s sangrientos de este a?o, se registraron m¨¢s de 300 cr¨ªmenes y 12 de ellos acabaron con la vida de varias personas a la vez. Pero cada mes es un poco m¨¢s de lo mismo, los asesinatos superan el millar cuando acaba el a?o. Este no ser¨¢ distinto.

Apenas unas horas antes de la irrupci¨®n de los pistoleros en la vivienda de Apaseo el Grande, en Silao se desataba el p¨¢nico por otra balacera similar que dej¨® igual n¨²mero de v¨ªctimas. Tres individuos en motocicleta hicieron sonar sus armas en la calle San Antonio, de la comunidad San Francisco Puerta Grande. Los medios se?alan que dispararon contra los asistentes a una fiesta infantil. Los reportes son a¨²n confusos. Adem¨¢s de los muertos se cuentan varios heridos, porque siguieron disparando al abandonar el lugar de la fiesta.

En julio, el presidente hizo un llamado ¡°respetuoso¡± a las autoridades de Guanajuato, uno de los Estados con mayor violencia del pa¨ªs, para que tomaran medias contra la inseguridad terrible que se vive en esa zona. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador aprovech¨® aquella comparecencia para reprochar a las fiscal¨ªas su quehacer contra los delitos.

Pero Guanajuato no es el ¨²nico que reporta cifras terribles. Tampoco son mejores las de Baja California o Chihuahua, por poner dos ejemplos de p¨¦simas estad¨ªsticas. M¨¦xico muestra una tasa de carca de 30 homicidios por cada 100.000 habitantes, similar a la de Brasil, uno de los pa¨ªses que m¨¢s asesinatos registra en el mundo. Y la pandemia, en contra de lo que pudiera parecer, no ha aminorado esos datos.

Balas, paquetes bomba, la violencia se presenta en cualquier forma, tambi¨¦n de regalo de cumplea?os, como el que celebraban en un restaurante a finales de septiembre cuando en la puerta se presentaron a entregar un paquete. El gerente, que era el cumplea?ero, y uno de sus socios salieron a recibir el presente, que estall¨® llev¨¢ndose la vida de ambos. Se trataba, dijeron las autoridades federales, de sembrar el terror. Pero m¨¢s que sembrado, es una cosecha que no cesa. Narcomenudeo, robo de combustible, extorsi¨®n, secuestros, el Estado est¨¢ sumido en la feroz violencia que impone a diario el crimen organizado. Dos carteles, el Santa Rosa de Lima y el Jalisco Nueva Generaci¨®n se pelean el territorio a hierro y fuego.

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