La doble lucha de Atitalaquia

Los carteles siguen colgados en el acceso al centro de tratamiento de residuos de Atitalaquia, en el Estado de Hidalgo. ¡°?No al basurero ilegal!¡±, se lee en rojo. En mayo, habitantes de la zona los pusieron all¨ª para reclamar el cierre de las instalaciones, que fueron inauguradas en enero por el gobernador Omar Fayad. El martes por la noche, la Secretar¨ªa de Medio Ambiente federal finalmente declar¨® la clausura parcial del vertedero por ¡°no cumplir con las especificac...

Los carteles siguen colgados en el acceso al centro de tratamiento de residuos de Atitalaquia, en el Estado de Hidalgo. ¡°?No al basurero ilegal!¡±, se lee en rojo. En mayo, habitantes de la zona los pusieron all¨ª para reclamar el cierre de las instalaciones, que fueron inauguradas en enero por el gobernador Omar Fayad. El martes por la noche, la Secretar¨ªa de Medio Ambiente federal finalmente declar¨® la clausura parcial del vertedero por ¡°no cumplir con las especificaciones t¨¦cnicas¡± que exige la ley. Pese a haber conseguido ¡°un gran paso¡±, la lucha de los activistas se ha intensificado: el lunes fue asesinado uno de sus compa?eros, Jes¨²s Ba?uelos, de 50 a?os, mientras acampaba para pedir el cierre definitivo del vertedero.

El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, inaugur¨® el Centro Regional de Tratamiento de Residuos S¨®lidos Urbanos de Atitalaquia en enero. Los casi 18.000 metros cuadrados concesionados a la empresa Ecological Solution M¨¦xico (Esmex) se extienden a metros de la casa m¨¢s pr¨®xima. El centro est¨¢ destinado a recibir los residuos de Atitalaquia (27.000 habitantes) y de otros ocho municipios que se ubican en un corredor industrial en el que hay refiner¨ªas y centrales termoel¨¦ctricas. A comienzos de este a?o, Fayad inform¨® de que se trataba de la primera de las cuatro etapas del proyecto y celebr¨®: ¡°?Enhorabuena por esta acci¨®n en beneficio del medio ambiente!¡±.

Pero los vecinos de la zona, asegura el activista Jes¨²s Garc¨ªa, no hab¨ªan sido informados y se oponen a un basurero de esa magnitud. ¡°Atitalaquia no puede soportar otro vector de contaminaci¨®n. No solo son residuos s¨®lidos urbanos, sino tambi¨¦n de empresas¡±, afirma Garc¨ªa. Desde hace cuatro d¨¦cadas, dice a EL PA?S, el municipio es ¡°un infierno ambiental¡±: ¡°?Por qu¨¦ nos vienen a poner un basurero aqu¨ª ahora?¡±. El activista, integrante del Comit¨¦ de Defensa Ambiental Atitalaquia, creado en enero, explica que por eso los ciudadanos se organizaron para protestar. Primero hicieron manifestaciones y despu¨¦s plantaron un campamento en las inmediaciones del centro para impedir el acceso de los camiones de basura.

Los miembros del comit¨¦, entre 20 y 30 personas, se organizaban para hacer guardias desde hac¨ªa un mes. Adem¨¢s, hab¨ªan presentado oficios ¡°a todas las dependencias habidas y por haber¡±, cuenta Garc¨ªa. Ten¨ªan el respaldo de una veintena de cient¨ªficos que hab¨ªan firmado una carta dirigida a las autoridades. ¡°La industria en Atitalaquia y sus alrededores nunca duerme y sus desechos al aire, a la tierra y al agua son permanentes, pero el costo ambiental y de salud que esta tiran¨ªa industrial ha dejado en los pobladores de la regi¨®n es incalculable¡±, se lee en el escrito. Sin embargo, hasta este martes, no hab¨ªan tenido ninguna respuesta, asegura Garc¨ªa.

La primera lleg¨® despu¨¦s de que el lunes personas armadas irrumpieron en el campamento y asesinaron a uno de los activistas, Jes¨²s Ba?uelos. Eran entre diez y 15 sicarios, seg¨²n los dos testigos que sobrevivieron al ataque. El comit¨¦ hab¨ªa recibido llamadas y mensajes amenazantes, pero no esperaban este desenlace. Solo despu¨¦s del atentado, la Procuradur¨ªa Federal de Protecci¨®n al Ambiente (Profepa) acudi¨® a la zona y constat¨® que los responsables del vertedero ¡°presuntamente no han realizado las obras que garanticen el tratamiento de lixiviados¡±, es decir, de los l¨ªquidos que genera la basura. El cierre parcial que orden¨® la dependencia es una ¡°medida de seguridad¡± para ¡°salvaguardar el derecho a un medio ambiente sano¡±.

Naciones Unidas ha expresado este mi¨¦rcoles en un comunicado que el homicidio de Ba?uelos es ¡°otra tr¨¢gica evidencia¡± de ¡°la grave violencia que busca acallar las voces de quienes defienden los derechos econ¨®micos, sociales y culturales en el pa¨ªs¡±. M¨¦xico lidera junto con Brasil y Colombia la lista de territorios m¨¢s peligrosos para los defensores de la tierra. El pa¨ªs ha pasado de 15 asesinatos de activistas en 2015 a 30 en 2020. ¡°Para gozar del derecho al medio ambiente sano, se debe proteger a quienes lo defienden¡±, ha dicho Guillermo Fern¨¢ndez-Maldonado, representante de la ONU en M¨¦xico, quien ha insistido en el deber del Estado para ¡°prevenir, investigar, sancionar y reparar¡± las violaciones contra los derechos de los ambientalistas, y de las empresas para garantizar la ¡°transparencia con las comunidades locales potencialmente afectadas por el impacto de sus proyectos¡±.

Las declaraciones del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, que asegura que el ecologismo ha sido alentado por el neoliberalismo, profundizan el problema. Este martes, sin embargo, el mandatario asegur¨® en la conferencia matutina de Gobierno que ¡°se va a hacer la investigaci¨®n completa¡± del homicidio de Ba?uelos. El gobernador Omar Fayad, que culmina su mandato este a?o, tambi¨¦n se limit¨® a decir que el crimen se investigar¨¢. El gobernador electo, Julio Menchaca, conden¨® el asesinato y expres¨® su ¡°rechazo categ¨®rico¡± a ¡°las diversas formas de violencia¡± en el Estado. La fiscal¨ªa estatal, que investiga el homicidio, no ha comunicado hasta ahora detalles de las pesquisas. Mientras tanto, el ¨²nico avance que ha habido de parte de las autoridades es la clausura parcial del basurero, que solo podr¨¢ funcionar para cumplir con ¡°las medidas de urgente aplicaci¨®n que le fueron dictadas¡±, seg¨²n explic¨® la Profepa a EL PA?S.

La decisi¨®n deja a los activistas una sensaci¨®n ¡°agridulce¡±. ¡°La poblaci¨®n est¨¢ consternada por le asesinato de nuestro compa?ero¡±, dice Garc¨ªa, que recuerda a Ba?uelos como un ¡°hombre de lucha¡± con ¡°muchas virtudes¡± que siempre se involucraba con los reclamos de la comunidad. ¡°Est¨¢ enojada porque fue el ¨²nico momento en el que las autoridades nos voltearon a ver¡±, a?ade. Tras el atentado, los manifestantes levantaron el campamento y solo mantienen activo un plant¨®n frente al Palacio Municipal. Los activistas exigen el esclarecimiento del crimen e insisten en el cierre definitivo del basurero. Piden, sobre todo, la atenci¨®n de las autoridades: ¡°Si no hubiera sucedido esta tragedia, seguir¨ªamos en la misma situaci¨®n¡±.

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