As¨ª consigui¨® el Gobierno mexicano los mensajes de WhatsApp descalificados del ¡®caso Ayotzinapa¡¯
EL PA?S reconstruye la incorporaci¨®n de las capturas de pantalla al informe de la comisi¨®n, que el grupo de expertos que investiga el caso rechaz¨® esta semana
Parec¨ªa una buena noticia. Despu¨¦s del fiasco de Tom¨¢s Zer¨®n, aquellos mensajes llegaban como b¨¢lsamo a la comisi¨®n presidencial que investiga el caso Ayotzinapa. En febrero, el encargado de la comisi¨®n, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, hab¨ªa viajado a Israel para traer de vuelta a Zer¨®n. Pero el exfuncionario, art¨ªfice de la conocida como verdad hist¨®rica, la versi¨®n que arm¨® el Gobierno anterior para liquidar el caso, se hab¨ªa negado a ...
Parec¨ªa una buena noticia. Despu¨¦s del fiasco de Tom¨¢s Zer¨®n, aquellos mensajes llegaban como b¨¢lsamo a la comisi¨®n presidencial que investiga el caso Ayotzinapa. En febrero, el encargado de la comisi¨®n, el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, hab¨ªa viajado a Israel para traer de vuelta a Zer¨®n. Pero el exfuncionario, art¨ªfice de la conocida como verdad hist¨®rica, la versi¨®n que arm¨® el Gobierno anterior para liquidar el caso, se hab¨ªa negado a colaborar. De ah¨ª la expectativa con los mensajes. Eran cientos de comunicaciones de la red criminal de Iguala, encuadrados en 467 capturas de pantalla, en las que se reflejaba el posible destino de los 43 estudiantes normalistas, desaparecidos ocho a?os atr¨¢s en ese municipio de Guerrero.
La informaci¨®n lleg¨® en abril, dos meses despu¨¦s de la reuni¨®n con Zer¨®n, seg¨²n ha podido saber EL PA?S de fuentes que han seguido de cerca el proceso de investigaci¨®n estos meses. Una persona conocida de la comisi¨®n y de los otros dos equipos de investigaci¨®n, el Grupo de Expertos Internacionales de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (GIEI) y la unidad especial de la Fiscal¨ªa para el caso (UEILCA), se acerc¨® al grupo de Encinas con celulares y memorias USB. All¨ª, defend¨ªa, figuraban mensajes intercambiados entre integrantes de las diferentes c¨¦lulas de Guerreros Unidos y de estos con autoridades de distintos niveles.
Pol¨¦micos desde el primer d¨ªa, los mensajes simbolizan ahora el primer gran traspi¨¦ de los investigadores del actual Gobierno. Este lunes, el GIEI compareci¨® ante la prensa para informar de que un peritaje que hab¨ªa encargado conclu¨ªa que no pod¨ªa asegurarse que fueran reales. El GIEI dio diferentes motivos, por ejemplo, que en algunos mensajes, de octubre de 2014, aparec¨ªa el doble check azul de Whatsapp, funcionalidad que no llegar¨ªa a la aplicaci¨®n hasta un mes m¨¢s tarde. O que otros mensajes hab¨ªan sido enviados despu¨¦s de la captura de pantalla... La pregunta ahora apunta al alcance del peritaje. No se pudo confirmar su autenticidad, pero entonces, ?son falsos? Y si lo son, ?c¨®mo llegaron a integrar un informe oficial de la comisi¨®n? ?Por qu¨¦ no se verificaron antes?
Los mensajes cerraban partes de la historia del ataque contra los normalistas, que apenas hab¨ªan salido del terreno de la hip¨®tesis en todos estos a?os. As¨ª, por ejemplo, incorporaba comunicaciones en que se hablaba de que el entonces alcalde de Iguala, Jos¨¦ Luis Abarca, hab¨ªa ordenado el ataque contra los muchachos, presuntamente para proteger un cargamento de droga. Como document¨® entonces la oficina de la DEA en Chicago (Estados Unidos), el grupo criminal dirig¨ªa una ruta de trasiego de hero¨ªna entre Iguala y el pa¨ªs del norte, usando autobuses de pasajeros.
Las comunicaciones mostraban tambi¨¦n el intercambio constante de dos militares con Guerreros Unidos, uno de ellos el comandante de una de las dos guarniciones del Ej¨¦rcito en Iguala, el 27 Batall¨®n de Infanter¨ªa, el entonces coronel Jos¨¦ Rodr¨ªguez, hoy general. Eran mensajes cambiados durante el ataque, pero tambi¨¦n d¨ªas m¨¢s tarde, como uno del 30 de septiembre, en que Rodr¨ªguez dec¨ªa que ellos se iban a ¡°encargar¡± de seis de los estudiantes desaparecidos, cautivos en una bodega desde el ataque. Rodr¨ªguez habr¨ªa ordenado su asesinato.
El Chino
En muchos de los mensajes, uno de los interlocutores era David Cruz Hern¨¢ndez, alias El Chino, trabajador de Protecci¨®n Civil de Iguala en la ¨¦poca y parte de la estructura de Guerreros Unidos. Detenido desde los a?os de Gobierno de Enrique Pe?a Nieto (2012-2018), el GIEI apunt¨® temprano su participaci¨®n en el asesinato de uno de los tres estudiantes ca¨ªdos en la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, Julio C¨¦sar Mondrag¨®n. En los informes del GIEI, El Chino aparece igualmente implicado en uno de los posibles escenarios donde los criminales podr¨ªan haber asesinado a una parte de los estudiantes, Pueblo Viejo, a las afueras de Iguala.
La presencia de El Chino en los mensajes que recib¨ªa la comisi¨®n no era una mera casualidad. La fuente que los llevaba dec¨ªa haber sido compa?ero de celda del criminal de Guerreros Unidos, durante su estancia en una prisi¨®n en Nayarit. Seg¨²n el relato de esta persona, al salir de prisi¨®n hab¨ªa contactado con la que hab¨ªa sido pareja de El Chino en la ¨¦poca del ataque, quien habr¨ªa guardado mensajes intercambiados por El Chino y por ella misma con colegas de Guerreros Unidos, amigas y autoridades. En el informe de la comisi¨®n, aparecen cantidad de mensajes tambi¨¦n de alias Karen, la entonces pareja de El Chino.
Lo extra?o de todo esto es que la fuente de la comisi¨®n era desde hac¨ªa meses conocido de la Fiscal¨ªa, con su nombre en clave. En 2021, esta persona, cuyo nombre no aparece en estas l¨ªneas para evitar entorpecer la investigaci¨®n, hab¨ªa declarado informalmente ante la Unidad Especial de Investigaci¨®n y Litigio para el caso Ayotzinapa de la Fiscal¨ªa, la UEILCA, comandada entonces por Omar G¨®mez Trejo. En esa declaraci¨®n, la fuente no hab¨ªa mencionado la posesi¨®n de ning¨²n paquete de mensajes entre El Chino, autoridades y el resto del grupo criminal.
Al interior de la comisi¨®n, la persona que estuvo en contacto con la fuente, coordin¨® la entrega de los mensajes y los sum¨® a la indagatoria del grupo fue su secretario t¨¦cnico, F¨¦lix Santana, hombre que trabaja con el subsecretario Encinas desde hace a?os. Por alg¨²n motivo, y a diferencia de la din¨¢mica de trabajo establecida a lo largo de los a?os entre el GIEI, la comisi¨®n y la UEILCA, el equipo de Encinas no comparti¨® el nuevo paquete de evidencias con los dem¨¢s equipos, situaci¨®n que la comisi¨®n todav¨ªa no explica.
El 18 de agosto, la comisi¨®n present¨® el informe de su trabajo estos a?os, informando por primera vez al resto de equipos, a las familias de los 43 y a sus abogados de la existencia de las 467 capturas de pantalla. Hecho p¨²blico ese mismo d¨ªa, la comisi¨®n entreg¨® tachados buena parte de los mensajes, pero pocas semanas m¨¢s tarde el informe sin tachaduras ya se hab¨ªa filtrado a diferentes medios de comunicaci¨®n. La pol¨¦mica sobre la filtraci¨®n opac¨® una cuesti¨®n nuclear para los grupos de investigadores: la veracidad de los mensajes, cuestionada desde el primer d¨ªa por un molesto GIEI, que inici¨® un peritaje de los intercambios.
Declaraciones
Adem¨¢s del peritaje, la UEILCA, todav¨ªa con G¨®mez Trejo al frente, llam¨® a declarar de nuevo, a mediados de agosto, a la fuente de la comisi¨®n, que deposit¨® el mismo material que meses atr¨¢s le hab¨ªa entregado al grupo de Encinas. La unidad de la Fiscal¨ªa tom¨® declaraci¨®n tambi¨¦n al secretario t¨¦cnico Santana, para tratar de entender el proceso de recepci¨®n de la informaci¨®n. Por entonces, medio M¨¦xico segu¨ªa boquiabierto ante las revelaciones del informe sin tachar y las acusaciones del propio Encinas al general Rodr¨ªguez. En la presentaci¨®n del informe, su nombre hab¨ªa pasado desapercibido y fue el propio Encinas quien dijo, d¨ªas m¨¢s tarde, que el alias Coronel que aparec¨ªa en el documento era el jefe militar.
Dos meses y medio m¨¢s tarde, todo la novedad que se presupon¨ªa al informe y sus implicaciones parecen desinflarse. Encinas ha defendido estos d¨ªas el trabajo de la comisi¨®n, se?alando que con capturas de pantalla o sin ellas, los avances son s¨®lidos. Encinas ha puesto de ejemplo una de las comunicaciones entregadas por la fuente, referidas en el informe. ¡°A las 07:37¡å, dice el informe sobre el intercambio, en referencia al 27 de septiembre de 2014, horas despu¨¦s del ataque, ¡°El Chino le dice a El Negro, ¡®patr¨®n, ya qued¨® todo listo, se repartieron los paquetes, unos a huitzu, pueblo viejo y unos al r¨ªo. Y se recuper¨® el material. Ahorita est¨¢ todo en orden patr¨®n¡¯. El Negro responde, ¡®ya est¨¢ pues. Ah¨ª les transfiero algo extra para que lo repartan a la gente. Por unos d¨ªas, no quiero nada de desmadre. Quita a tus H y dile a los dem¨¢s que quiten a su gente mientras se enfr¨ªa todo el alboroto¡±.
El Negro, personaje del que apenas se hab¨ªa hablado en el marco de la investigaci¨®n estos a?os, env¨ªa un mensaje final: ¡°No me marquen a menos que sea muy necesario. Desh¨¢ganse de los tel¨¦fonos, que no quede nada¡±. Seg¨²n Encinas, al menos 12 fuentes respaldan lo que figura en los mensajes anteriores, entre ellas testimonios de varios testigos protegidos, an¨¢lisis de comunicaciones telef¨®nicas, los informes pasados del GIEI, etc¨¦tera. Aunque en este caso concreto sea as¨ª, otros no, caso del general Rodr¨ªguez. Detenido en septiembre, la Fiscal¨ªa lo acusa de delincuencia organizada, argumento sustentado en informaci¨®n ajena al informe. Las capturas de pantalla desechadas se?alaban su responsabilidad en el homicidio de varios de los estudiantes desaparecidos. Sin las capturas, esa acusaci¨®n resulta poco menos que una hip¨®tesis preliminar.
Lo mismo ocurre con el destino final de los estudiantes. Los mensajes se?alan el reparto de los muchachos o sus cuerpos por parte de criminales y autoridades, para deshacerse de los restos. En un primer momento, los delincuentes habr¨ªan repartido sus cad¨¢veres en Huitzuco, Pueblo Viejo, el r¨ªo Balsas ¡ªdistinto al r¨ªo en que la vieja Fiscal¨ªa se?alaba que Guerreros Unidos hab¨ªa tirado a una parte de los estudiantes¡ª una mina, pozos, incluso habr¨ªan deshecho algunos. Luego, otros mensajes se?alan que ante el esc¨¢ndalo generado por el ataque, criminales y militares habr¨ªan movido restos, para evitar su hallazgo. Incluso se se?ala que parte de los cuerpos habr¨ªan sido concentrados en un cuartel militar. Sin los mensajes, buena parte de estas hip¨®tesis pierden fuerza o, directamente, se caen, sobre todo las que apuntan a los movimientos de la red criminal en los d¨ªas posteriores al ataque.
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