?Hay humanidad despu¨¦s de la vida?
En contextos afectados por la violencia surgen escenarios que nos hacen reflexionar sobre c¨®mo el derecho debe atender a la realidad, incluso a la m¨¢s desgarradora
?Las personas fallecidas tienen derechos?
?Hay humanidad despu¨¦s de la vida?
En contextos afectados por la violencia surgen escenarios que nos hacen reflexionar sobre c¨®mo el derecho debe atender a la realidad, incluso a la m¨¢s desgarradora. En nuestra regi¨®n miles de personas buscan a un familiar desaparecido y miles han fallecido sin identidad.
Hoy que conmemoramos a las personas que fallecieron quisi¨¦ramos compartir nuestro andar como trabajadoras humanitarias y agradecer a las familias que nos han permitido acompa?arlas en el camino de b¨²squeda y restituci¨®n.
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?Las personas fallecidas tienen derechos?
?Hay humanidad despu¨¦s de la vida?
En contextos afectados por la violencia surgen escenarios que nos hacen reflexionar sobre c¨®mo el derecho debe atender a la realidad, incluso a la m¨¢s desgarradora. En nuestra regi¨®n miles de personas buscan a un familiar desaparecido y miles han fallecido sin identidad.
Hoy que conmemoramos a las personas que fallecieron quisi¨¦ramos compartir nuestro andar como trabajadoras humanitarias y agradecer a las familias que nos han permitido acompa?arlas en el camino de b¨²squeda y restituci¨®n.
¡°Aqu¨ª fue donde me mataron¡±: la memoria
Martina sobrevivi¨® a la matanza de sus seres queridos. Toda su familia, incluida ella, fue llevada a la orilla de un r¨ªo y rociada de balas. Como era muy peque?a, Martina qued¨® debajo de los cuerpos. Su instinto de sobrevivencia le dijo que deb¨ªa quedarse quieta, calladita, hasta que los hechores se fueran. As¨ª sobrevivi¨® y camin¨® dos d¨ªas buscando ayuda. Memoriz¨® el camino de una fosa improvisada donde con ayuda de sus vecinos enterraron a su familia.
20 a?os despu¨¦s Martina recorri¨® el mismo camino para recuperar los cuerpos. ¡°Aqu¨ª fue, aqu¨ª fue donde me mataron¡±, repet¨ªa insistentemente. Ese d¨ªa recuperamos los restos de ocho personas: dos adultos y seis menores.
Jur¨ªdicamente la memoria es ¡°la forma en que las personas construyen y relacionan el pasado con el presente en el acto de recordar¡±. Para el equipo forense la memoria era reconstruir el pasado a trav¨¦s de la recuperaci¨®n de los restos humanos. Para Martina, era el recuerdo del camino que la llevaba a sus seres queridos. Para ella y su comunidad, era la prueba de que todos estos a?os estaban diciendo la verdad.
¡°?Puedo poner m¨²sica para que la escuche?¡±: el v¨ªnculo
Luego de caminar un par de horas llegamos a un clarito en la monta?a: un sitio se?alado con una cruz hecha con palitos. Comenzamos la excavaci¨®n en silencio y a unos 80 cent¨ªmetros de profundidad hallamos los primeros restos. Los huesos se mezclaban con la ropa colorida, caracter¨ªstica de la regi¨®n.
En el equipo forense nos asegur¨¢bamos de seguir el protocolo de excavaci¨®n: exponer la evidencia, medir, registrar con fotograf¨ªas y anotar los hallazgos.
De pronto, irrumpi¨® la voz de un jovencito: ¡°?Puedo poner m¨²sica para que la escuche mi abuelito?¡±. Su abuelito, quien estaba siendo exhumado. Conmovidos, seguimos trabajando. Es de suma importancia cumplir con los protocolos. Tambi¨¦n lo es recordar nuestra propia humanidad.
Por fin te encuentro: la entrega
¡°Busco a mi hermano. Era alto, as¨ª como yo, nos llev¨¢bamos un a?o. Yo no s¨¦ si ¨¦l est¨¢ all¨ª enterrado, los vecinos me contaron; pero no voy a evitar que se busque, todos somos humanos y tenemos derecho a tener nuestra familia¡±, nos dijo don Mat¨ªas.
Despu¨¦s nos dio toda la informaci¨®n que pudo recordar: detalles sobre los dientes de su hermano, su estatura, sus heridas: ¡°los vecinos me contaron que se cay¨® de un caballo, que se quebr¨® la pierna y se cur¨® solito, que solo lo vendaron¡±.
Terminada la exhumaci¨®n su hermano fue identificado a partir del an¨¢lisis integral de la informaci¨®n sobre el sitio del hallazgo, los aspectos cient¨ªficos (odontol¨®gicos, antropol¨®gicos y f¨ªsicos) y la correspondencia de elementos traum¨¢ticos: encontramos esa fractura mal resanada en el f¨¦mur, uno largo y robusto con un callo ¨®seo enorme.
Al finalizar los procesos legales don Mat¨ªas y su familia nos pidieron acompa?arlos a casa para poner los restos en el ata¨²d. Les daba pena y miedo tocar los huesos. En el patio el silencio era profundo mientras sac¨¢bamos los huesos del embalaje. De pronto don Mat¨ªas tom¨® el f¨¦mur de su hermano y solt¨® finalmente el llanto contenido por d¨¦cadas. ¡°Hermanito¡±, dec¨ªa mientras le daba besos.
¡°Hermanito, hijita, hijito, por fin te encuentro¡±, estas son las palabras que hemos escuchado en los momentos m¨¢s importantes de la historia de las personas a las que acompa?amos. Encontrar tiene un sentido propio y profundo para cada familia. Para el derecho y la ciencia forense es una responsabilidad imperativa.
La pregunta ¡°?las personas fallecidas tienen derechos?¡± no tiene vigencia, ni siquiera desde una perspectiva jur¨ªdica. La realidad nos ha demostrado que las personas fallecidas deben recibir un trato respetuoso y digno, por ellas mismas y por sus seres amados.
Los Convenios de Ginebra, que regulan el derecho internacional humanitario, incluyen obligaciones respecto a la b¨²squeda, recolecci¨®n, tratamiento e identificaci¨®n de las personas fallecidas en conflictos armados, y sus principios se han impregnado en el derecho internacional de los derechos humanos y se han extendido a pa¨ªses con poblaciones expuestas a otras situaciones de violencia.
A pesar de que el derecho al trato digno de las personas fallecidas es uno de los pilares del derecho internacional humanitario, su materializaci¨®n en los pa¨ªses sigue siendo un tema de discusi¨®n.
Cuando los Estados incumplen con normas nacionales e internacionales sobre la adecuada gesti¨®n de cad¨¢veres aumenta el n¨²mero de personas dadas por desaparecidas, y puede constituir una falta de respeto hacia ellas y hacia los derechos y necesidades de sus familiares.
Todas las personas fallecidas tienen derecho a ser identificadas y restituidas a sus familias. En el marco de las conmemoraciones a los difuntos recordamos que es un imperativo humanitario hacer todo lo posible para que las personas sean identificadas y las familias se reencuentren con sus seres amados.
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