Los manifestantes en Ciudad de M¨¦xico cierran filas con el INE: ¡°Vengo a apoyar lo que nos toc¨® defender con sangre¡±
La marcha moviliza a miles de personas contra la reforma electoral de L¨®pez Obrador: ¡°Centralizar nuevamente el INE ser¨ªa como un partido de f¨²tbol con el ¨¢rbitro comprado¡±
Nadie lleg¨® tarde a la cita. Un caudal de miles de personas descend¨ªa desde el ?ngel de la Independencia hasta el Monumento a la Revoluci¨®n ya a las 10.30 de la ma?ana, hora a la que estaba previsto que comenzara la marcha convocada por la oposici¨®n en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y en contra de la reforma electoral del presidente mexicano, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Una marea de camisas blancas y ...
Nadie lleg¨® tarde a la cita. Un caudal de miles de personas descend¨ªa desde el ?ngel de la Independencia hasta el Monumento a la Revoluci¨®n ya a las 10.30 de la ma?ana, hora a la que estaba previsto que comenzara la marcha convocada por la oposici¨®n en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y en contra de la reforma electoral del presidente mexicano, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Una marea de camisas blancas y pa?uelos rosas, el color del organismo, ha inundado el centro de la Ciudad de M¨¦xico este domingo para manifestarse en contra de la iniciativa del mandatario, que pretende reformar a fondo al INE, el ente p¨²blico y aut¨®nomo encargado de organizar y fiscalizar las elecciones. Los gritos de ¡°A eso vine, a defender al INE¡±, ¡°El INE somos todos¡± o ¡°No pasar¨¢n¡± han retumbado con la fuerza de miles y miles de gargantas a lo largo del Paseo de la Reforma.
La propuesta de L¨®pez Obrador, criticada por la oposici¨®n y buena parte de la sociedad civil, aboga por la creaci¨®n de un nuevo organismo, el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas; reducir los consejeros de 11 a siete y elegirlos por votaci¨®n popular y con un mandato de seis a?os, igual que el presidente. Sus detractores defienden que, en la pr¨¢ctica, esta medida favorece al partido del mandatario y supondr¨ªa la falta de independencia de la instituci¨®n. El viernes la C¨¢mara de Diputados ya aprob¨® un recorte de m¨¢s de cuatro millones de pesos al INE.
La edad media de los asistentes es m¨¢s elevada de lo que acostumbran las manifestaciones en la capital. Se ven m¨¢s camisas que chaquetas de cuero, m¨¢s canas que cabezas rapadas y pelos de colores. Los menores de 30 a?os son m¨¢s la excepci¨®n que la regla, y la mayor¨ªa de los que vienen son a¨²n adolescentes o j¨®venes que acompa?an a sus padres, como Sabrina Castillo (22 a?os), que marcha por primera vez en su vida: ¡°Necesitamos democracia en este pa¨ªs y no tener una dictadura. Es de mucha importancia que ni?os, j¨®venes y adultos se unan¡±. Su progenitor, Carlos, a?ade: ¡°Hay que defender la democracia que tanto trabajo cost¨®, ellos [sus hijos] no se acuerdan, pero yo s¨ª. Centralizar nuevamente el INE ser¨ªa como un partido de f¨²tbol con el ¨¢rbitro comprado. Me toc¨® ver los fraudes, ver como hab¨ªa un ¨²nico partido en el poder¡±.
Con ¨¦l coincide Agust¨ªn Portillo, de 41 a?os, que ha venido con toda su familia, su esposa, su suegra, una hija de 11 y otra de siete que lleva sobre sus hombros: ¡°Vengo a defender lo que a muchos de nosotros que hemos sido activistas pol¨ªticos nos toc¨® defender con sangre. A lo mejor los j¨®venes de 15 o 20 no se acuerdan de lo que era tener un r¨¦gimen represor. El ataque al INE es un ataque a la democracia, una democracia que para construir nos ha llevado tiempo, sangre, amigos, hermanos. No necesitamos reforma electoral, aunque seguramente s¨ª necesitamos que algunas cosas se modifiquen¡±.
La polarizaci¨®n del pa¨ªs en torno a la reforma electoral se ha escenificado a la altura del monumento a Cuauht¨¦moc. Una decena de seguidores de L¨®pez Obrador, atrincherados tras una gran pancarta y meg¨¢fonos, increpaban a los manifestantes que bajaban por Reforma. De los primeros gritos m¨¢s comedidos ¡ª¡±Ine, corrupto, la reforma es lo justo¡±¡ª pronto han pasado a otros m¨¢s virulentos: ¡°Esos que marchan son puras pinches ratas¡±. El presidente acusa a la oposici¨®n de utilizar esta protesta meramente como un arma arrojadiza contra ¨¦l. ¡°S¨ª creo que hay otros intereses que van a usar esta marcha para su propio capital pol¨ªtico, ser¨ªa ingenuo pensar que no, pero aun as¨ª creo que es muy importante la causa y hay que apoyarlo. Yo vot¨¦ por L¨®pez Obrador, estaba muy ilusionada de sus propuestas, y ahora solo me siento decepcionada¡±, replica Estefan¨ªa (30 a?os), que ha venido con un lazo rojo al cuello y su pareja, Irving (33), que coincide: ¡°Seguramente hay mucha gente antiobradorista. Yo personalmente vengo por el INE, no por Obrador, creo que hay cosas buenas y malas en el Gobierno y esta es una cosa cr¨ªtica que tiene que defenderse¡±.
La manifestaci¨®n avanza hacia el Monumento de la Revoluci¨®n a paso vivo. El ambiente, a pesar de todo, es festivo. Abundan las palmas y los gritos de ¡°?Viva M¨¦xico!¡±, y al acercarse a la plaza empieza a sonar m¨²sica alegre con guitarras y trompetas. La Avenida de la Rep¨²blica luce engalanada para la ocasi¨®n, con carteles a favor del INE en todos sus postes. Por ella desfilan pancartas con mensajes como ¡°el INE no se toca, ?dictador!¡± o ¡°La pluralidad es la vacuna antitotalitarismo¡±.
Margarita ha venido con sus amigas, todas superiores a los 70, todas vestidas con una camiseta blanca con el lema #ElINENoSeToca. ¡°La reforma electoral es una cosa que ha inventado el presidente, quiere manejar las elecciones como pas¨® 70 a?os en este pa¨ªs, perpetuarse ¨¦l y su grupo en el poder. Los resultados a d¨ªa de hoy son funestos en materia educativa, en salud, econ¨®mica, en todas las ramas, el pa¨ªs lleva 30 a?os de atraso¡±.
La gente llena a goteo Revoluci¨®n, y los m¨¢s mayores se refugian en la sombra del monumento, buscando un lugar para descansar. Esperan el discurso de Jos¨¦ Woldenberg, pol¨ªtico, acad¨¦mico, escritor y expresidente del Instituto Federal Electoral, antecesor del INE, que durante su intervenci¨®n clama contra el autoritarismo. Solo intervendr¨¢ ¨¦l. Al acabar, suena el himno mexicano, que es replicado a coro por las miles de personas que se extienden por la Avenida de la Rep¨²blica, en un eco desafinado. Poco despu¨¦s de las doce los manifestantes empiezan a desparramarse por las calles adyacentes, colapsando los alrededores de Revoluci¨®n. Apenas dos horas de manifestaci¨®n que, sin embargo, lanzan desde la calle el primer mensaje claro de unidad por parte de la oposici¨®n.
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