La violencia desangra Jerez mientras el alcalde canta narcocorridos en el Carnaval

El pueblo de Jerez, en el vapuleado Estado de Zacatecas, no descansa. En una misma semana, las noticias dan cuenta de varios desaparecidos, de asaltos armados en las viviendas, a las que prenden fuego y secuestran a sus habitantes, de manifestaciones de la poblaci¨®n para exigir que busquen a los desaparecidos, de muchachas que renuncian a presentarse para reinas del Carnaval en solidaridad con los que sufren. No es de extra?ar que e...

El pueblo de Jerez, en el vapuleado Estado de Zacatecas, no descansa. En una misma semana, las noticias dan cuenta de varios desaparecidos, de asaltos armados en las viviendas, a las que prenden fuego y secuestran a sus habitantes, de manifestaciones de la poblaci¨®n para exigir que busquen a los desaparecidos, de muchachas que renuncian a presentarse para reinas del Carnaval en solidaridad con los que sufren. No es de extra?ar que este escenario de fuego y horror, el protagonista en los medios de comunicaci¨®n sea el alcalde, Jos¨¦ Humberto Salazar Contreras, que se ha negado a suspender las fiestas para no vulnerar las tradiciones y se ha echado a cantar en p¨²blico un narcocorrido en honor de uno de los capos m¨¢s sangrientos de M¨¦xico, el Chapo Guzm¨¢n.

Ah¨ª aparece el presidente municipal, sonriente bajo el sombrero dorado de una tuba, entonando torpemente una rola a mayor gloria del narcotr¨¢fico, mientras la ciudadan¨ªa inicia otra protesta callejera para exigir a las autoridades municipales que cese la violencia en el pueblo, que en lo poco que ha corrido el a?o cuenta ya 16 desaparecidos, seg¨²n reportan los medios locales. El pasado jueves, las r¨¢fagas de armas de fuego se oyeron en la colonia Centro, donde un grupo de hombres armados acribill¨® una vivienda. Y apenas unos d¨ªas antes desaparecieron a 11 personas de golpe al salir de un bar.

Una mujer, Sof¨ªa Ceballos, ha puesto nombre a la protesta. Es la madre de una de las j¨®venes desaparecidas, madre tambi¨¦n ella, de quien no se tiene noticias y a quien se busca desesperadamente porque sus condiciones de salud son delicadas. Tampoco se sabe nada de otros j¨®venes, hombres y mujeres. Tal es la situaci¨®n, que las aspirantes a reinas de la belleza en estos d¨ªas festivos han protagonizado un gesto digno de repetirse: han renunciado a participar en el certamen como protesta y en solidaridad con una juventud atacada sin que nadie le ponga freno. Diana Pereyra lo cuenta en su Facebook: ¡°Me retiro para mostrar empat¨ªa y respeto por lo que est¨¢ pasando, que a muchas familias nos tiene mal [¡­] Un certamen de belleza no solo es ir a dar cara bonita, sino demostrar lo que es ser una reina completa, llena de valores, [¡­] abandono con gusto el certamen, estoy aqu¨ª para alzar la voz por todos los que faltan¡±.

El desfile de Carnaval, en el que iban a participar 23 organizaciones, tambi¨¦n se cancel¨®, informa el Sol de Zacatecas, y se ha sustituido por una marcha por la paz este mismo domingo. La banda musical La Aut¨¦ntica se sum¨® a la protesta y anunci¨® que no participar¨ªa en La Jerezada, una actividad relacionada con los toros. Lo hacen por ¡°solidaridad y empat¨ªa debido a los acontecimientos que han sucedido en nuestro Jerez¡±. As¨ª pues, el ¨²nico que parece disfrutar de estas fiestas, por ahora, es el alcalde y algunos de sus cuates. El presidente municipal lleg¨® al poder bajo las siglas del PT, Los Verdes, Morena y Panal.

La violencia que azota M¨¦xico tiene en los pueblos algunas de sus mayores manifestaciones. Los expertos mencionan siempre la recurrente colusi¨®n de intereses entre los propios presidentes municipales y los grupos del crimen organizado, cuando no son miembros de estos ¨²ltimos los que se alzan directamente con el poder, en connivencia, adem¨¢s, con las fuerzas policiales, en muchos casos. En circunstancias as¨ª se hace complicado el combate a la delincuencia.

Jerez de Garc¨ªa Salinas es solo uno m¨¢s de los pueblos de Zacatecas que cada d¨ªa se encuentran con la cara m¨¢s cruel de la violencia. El Estado reporta algunos de los episodios m¨¢s truculentos con los que el narco cubre de sangre el pa¨ªs. Cad¨¢veres sembrados por las calles, j¨®venes asesinados que amanecen colgados de puentes a la vista de todos, amasijos de carne humana que se descubren en una bodega, todo un cat¨¢logo de horrores que han convertido a la entidad en una de las m¨¢s peligrosas de M¨¦xico. Jerez est¨¢ declarado pueblo m¨¢gico, el marchamo con el que el pa¨ªs distingue a las localidades m¨¢s bellas y tradicionales, reclamo tur¨ªstico de primer orden. Este a?o, quien quiera asomarse a los festejos jerezanos encontrar¨¢ que el pueblo se ha convertido en un verdadero carnaval de violencia que espanta a sus ciudadanos mientras el alcalde se mueve al ritmo de los narcocorridos.

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