Estado de M¨¦xico: la nueva hegemon¨ªa se corona
La victoria de la maestra Delfina G¨®mez confirmar¨ªa que el p¨¦ndulo del movimiento lopezobradorista est¨¢ lejos de haber iniciado un ciclo menguante
Con un triunfo en la elecci¨®n en el Estado de M¨¦xico el domingo 4 de junio, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador afianzar¨¢ un reacomodo del poder que no se ha visto desde tiempos de Ernesto Zedillo, y que augura para su movimiento un 2024 no solo tranquilo electoralmente sino de cuentas alegres.
En todo este siglo, ning¨²n presidente de M¨¦xico ha tenido ...
Con un triunfo en la elecci¨®n en el Estado de M¨¦xico el domingo 4 de junio, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador afianzar¨¢ un reacomodo del poder que no se ha visto desde tiempos de Ernesto Zedillo, y que augura para su movimiento un 2024 no solo tranquilo electoralmente sino de cuentas alegres.
En todo este siglo, ning¨²n presidente de M¨¦xico ha tenido tantos gobernadores de su lado. El 5 de junio amanecer¨¢ con una entidad m¨¢s, para sumar 23 estados: y m¨¢s all¨¢ del avasallante n¨²mero, ese d¨ªa celebrar¨¢ que la entidad con m¨¢s votantes en todo el pa¨ªs se habr¨¢ pintado de color Morena.
La victoria de la maestra Delfina G¨®mez en el Estado de M¨¦xico confirmar¨ªa que el p¨¦ndulo del movimiento lopezobradorista est¨¢ lejos de haber iniciado un ciclo menguante. Y as¨ª como el triunfo electoral del propio AMLO inici¨® con el oportuno tropiezo de Delfina G¨®mez en 2017, cuando la maestra no pudo quedarse con la gubernatura que hoy es pr¨¢cticamente suya, este logro ser¨¢ el primer escal¨®n del nuevo sexenio, un cimiento para la continuidad de Morena.
La explicaci¨®n del previsible resultado ilustra la habilidad, y los grotescos abusos, del gobierno de L¨®pez Obrador; pero tambi¨¦n las miserias de una clase pol¨ªtica que agrupada en la oposici¨®n no atina una estrategia com¨²n, sin faltar intereses convenencieros que toman partido por Morena.
Andr¨¦s Manuel ha trazado un plan transexenal que es fiel a su visi¨®n de la historia. Hace seis a?os, ¨¦l est¨¢ convencido de una serie actores se confabularon para impedir el triunfo en Estado de M¨¦xico de una maestra de primaria.
Esa derrota la asumi¨® en primera persona y no solo revis¨® su estrategia para impedir que el laboratorio mexiquense, en efecto, fuera el ensayo de una derrota suya en 2018, sino que desde entonces fij¨® los t¨¦rminos de la humillaci¨®n electoral que est¨¢ a punto de infligir al priismo m¨¢s protot¨ªpico.
Lejos de cambiar de candidata o de siquiera evaluar la conveniencia de que de la exalcaldesa de Texcoco compitiera de nuevo por la gubernatura, L¨®pez Obrador tiene en ella uno de sus mejores argumentos conspiraparanoicos: el triunfo de hoy probar¨¢ que en 2017 les cometieron un fraude.
Reescribe as¨ª la historia para alimentar mitos de su movimiento. Es la hora de la clase pol¨ªtica que los partidos convencionales despreciaron, es tiempo de que las escuelas de marketing electoral sucumban ante el genio machac¨®n del presidente que con cada elecci¨®n confirma el alumbramiento de una era.
La realidad, sin embargo, es menos ¨¦pica. El coctel que explicar¨ªa el triunfo de Delfina incluye al gobierno constituido en un avasallante aparato territorial y medi¨¢tico, el haber conjuraron fracturas, una candidata que luce m¨¢s segura y, desde luego, la permanente campa?a de AMLO desde Palacio.
Se explica tambi¨¦n por la abulia de un gobernador m¨¢s que medroso, por las ambiciones que minan a la oposici¨®n incluso cuando va unida, por el oportunismo de Movimiento Ciudadano y el allanamiento ante el poder federal de agentes varios, como encuestadores y medios de comunicaci¨®n.
Y si en las legislativas y municipales de 2021 el lopezobradorismo pag¨® con derrotas su exceso de confianza y la mala actuaci¨®n de alcaldes llegados al poder al amparo del triunfo de Andr¨¦s Manuel tres a?os atr¨¢s, en esta cita el que ser¨¢ juzgado es el gobernador pri¨ªsta Alfredo del Mazo.
El ¨²ltimo mandatario priista en Toluca entregar¨¢ formalmente el poder mucho despu¨¦s de haberse rendido ante Palacio Nacional e incluso ante Claudia Sheinbaum. Su claudicaci¨®n ¨Ccedi¨® incluso parte del gobierno a la Federaci¨®n--, le ser¨¢ cobrada con el epitafio pol¨ªtico de una derrota hist¨®rica.
Y si desde la gubernatura hace a?os se pleg¨® en todo al presidente, ya en el plano electoral el pr¨®logo de la victoria de Delfina lo escribi¨® el propio Del Mazo, quien se empe?¨® en tener a una candidata que no personificaba las mejores condiciones para una competencia donde el PRI fuera unificado.
El gobernador hizo exactamente lo contrario que Enrique Pe?a Nieto, quien cuando le toc¨® decidir su sucesi¨®n prefiri¨® a Eruviel ?vila, alguien fuera de su entorno, pero que garantizaba un arrastre entre la clase priista, y que pon¨ªa en riesgo la victoria, pues de no ser ¨¦l la oposici¨®n le pondr¨ªa todo para ganar.
En aquella ocasi¨®n, 2011, el sacrificado fue Del Mazo. Pe?a Nieto se rindi¨® ante la evidencia de que m¨¢s val¨ªa no seguir su deseo y elegir al mejor independientemente de si proven¨ªa de su cuadra o no. El actual gobernador us¨® la l¨®gica contraria: se empe?¨® en excluir una carta ajena, pero de unidad.
Ana Lilia Herrera, diputada y exalcaldesa de Metepec, exitosa candidata y cuadro de varios exgobernadores priistas, ten¨ªa en el papel un mejor perfil para enfrentar a la maestra Delfina G¨®mez. Pero no era del equipo de Del Mazo y ¨¦ste, durante meses, bloque¨® cualquier posibilidad de dejarla pasar.
Al optar por Alejandra del Moral, tambi¨¦n exalcaldesa y funcionaria tanto del gobierno como del PRI, Del Mazo pareci¨® enviar la se?al de que, al ser enteramente suya, le dar¨ªa todo el impulso y respaldo. No fue as¨ª.
Hoy la ¨²nica conclusi¨®n es que Del Mazo opt¨® por Del Moral porque una candidata m¨¢s perfilada como Ana Lilia Herrera no solo representar¨ªa una afrenta a L¨®pez Obrador, sino que tambi¨¦n resultar¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de controlar las cr¨ªticas de ¨¦sta al presidente.
Del Mazo no quer¨ªa, no quiere, le espanta, una campa?a de contraste: nada de criticar que al lado, en Ciudad de M¨¦xico, se hacen mal las cosas en el Metro y por ende se afecta a millones de mexiquenses, nada de decir que el presidente abomina a la clase media y a la cultura del esfuerzo.
El gobernador at¨® de manos a su candidata, y ¨¦sta no pudo zafarse del nudo; el ejemplo m¨¢s claro de esa rienda es el segundo debate, el 18 de mayo, cuando Del Moral desperdici¨® esa cita para exponer lo evidente, que no es Delfina lo que preocupa, sino el aparato que viene tras ella.
Sin embargo, justo es decir que a pesar de tan evidentes acotamientos Del Moral ha dado la batalla y desplegado un proselitismo ciudadano en donde se ha distanciado de las marcas partidistas que la patrocinan.
Muchos de sus mensajes buscan impactar en la abundante clase media mexiquense y apuesta el milagro de su victoria a una avalancha de participaci¨®n ciudadana que socave las posibilidades de la movilizaci¨®n morenista.
Queda para el domingo 4 de junio la duda de si la otrora m¨ªtica estructura que movilizaba los votos tricolores intentar¨¢ defender la plaza o si, pragm¨¢ticos, se alinear¨¢n desde la elecci¨®n misma a los operadores texcocanos de la maestra, que se aprestan a ser el poder tras el trono.
Mientras Del Moral da el ¨²ltimo estir¨®n, otra duda es si Del Mazo engordar¨¢ la lista de los ¡°Embatraidores¡±, esa recua de gobernantes que cargar¨¢n la mancha de haber recibido pago diplom¨¢tico por facilidades electorales brindadas a AMLO. ?Qu¨¦ embajada pedir¨ªa? ?Algo cerca de Andorra?
Y otra interrogante es el crimen organizado. ?Este poder f¨¢ctico meter¨¢ la pistola tambi¨¦n en este proceso? ?Dejar¨¢n en claro a poblaciones enteras que hay que votar por un color y no por otro? ?Veremos un t¨¦trico retorno de las casillas zapato o anomal¨ªas at¨ªpicas en representantes de casilla?
Este es el ¨²ltimo fin de semana de la primera elecci¨®n del siguiente sexenio. En este proceso, el oficialismo ha ensayado estratagemas que podr¨ªa explotar al m¨¢ximo en los comicios del a?o entrante.
Gracias a la experiencia acumulada en suelo mexiquense, ya saben c¨®mo reventar formatos de debate para que sean inertes mon¨®logos seriados, donde las y los moderadores ser¨¢n relegados a meros maestros de ceremonia limitados a dar el turno de la palabra y ver el reloj.
Saben tambi¨¦n que pueden alegar violencia pol¨ªtica de g¨¦nero como ardid para inhibir cr¨ªticas leg¨ªtimas o cuestionamientos necesarios. Saben que burlar sentencias electorales no les quita votos.
A diferencia de la disputa en Coahuila, donde los oficialistas iniciaron divididos las campa?as, la experiencia mexiquense les demostr¨® las bondades de la disciplina y sumisi¨®n totales de los otros precandidatos y los partidos aliados.
Las lecciones tambi¨¦n son para los opositores: ya vieron lo que pasa si dejan el proceso a quien pactar¨¢ la derrota, si no ponen al o la mejor candidata, si usan la campa?a para da?arse entre s¨ª como lo hacen PRI y MC, y si no toman en cuenta que hasta hay encuestadores que callan para no afectar a Morena.
Si hay mucha participaci¨®n, si Del Moral logr¨® convencer de que las ¡°encuestas¡± no votan y todav¨ªa hay tiro, Morena podr¨ªa emplear el garlito de ensuciar casillas, de rellenar las urnas con sospechas. El plan B es lo suyo.
Ello sin minimizar que, en efecto, hay parte del electorado que ya no quiere m¨¢s PRI, que votar¨¢ en la esperanza de que Delfina lo har¨¢ bien y de que no les disgusta nada que AMLO sea el presidente con m¨¢s gobernadores suyos en todo el siglo XXI. As¨ª llegar¨¢ L¨®pez Obrador al 2024, con el Edomex en la mano, ficha que corona la nueva hegemon¨ªa.
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