L¨®pez Obrador y los medios de comunicaci¨®n: mala prensa para su legado

La relaci¨®n de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador con los medios de comunicaci¨®n ha basculado sobre dos constantes en el sexenio: su exposici¨®n cada ma?ana ante los periodistas y sus ataques a la prensa, incluso con una secci¨®n semanal para ello. Con lo primero ha l...

La relaci¨®n de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador con los medios de comunicaci¨®n ha basculado sobre dos constantes en el sexenio: su exposici¨®n cada ma?ana ante los periodistas y sus ataques a la prensa, incluso con una secci¨®n semanal para ello. Con lo primero ha logrado situar su mensaje con gran ¨¦xito, con lo segundo se ha ganado una imagen autoritaria, de presidente enoj¨®n con poca cintura. Ambos aspectos definir¨¢n su sexenio, ya en la recta final. La capacidad del mandatario, incluso f¨ªsica, para mantenerse de pie cada d¨ªa frente a decenas de reporteros que le preguntan por cualquier cosa, es digna de menci¨®n; pero su legado adolecer¨¢ tambi¨¦n del d¨¦ficit democr¨¢tico que supone para el titular de cualquier Ejecutivo no dar entrevistas a los medios de comunicaci¨®n como interlocutores sociales. Muchos presidentes comienzan su mandato en luna de miel con los medios y acaban divorci¨¢ndose de ellos. L¨®pez Obrador, sin embargo, ha sido fiel a su l¨ªnea desde el primer momento.

El pasado mi¨¦rcoles, el presidente sorprend¨ªa con una larga entrevista concedida a la periodista Inna Afinogenova para el canal espa?ol Red, que dirige Pablo Iglesias, fundador del partido de izquierdas Podemos, donde no se trataron los asuntos m¨¢s candentes por los que cualquiera preguntar¨ªa a un presidente. La misma semana que ha atacado con dureza a una reportera de The New York Times por un art¨ªculo en el que se suger¨ªan contactos del mandatario con el narco. D¨ªas antes fue otro colega estadounidense el blanco de los dardos por un reportaje similar. Por tanto, el sexenio cierra en la misma t¨®nica en que empez¨®.

Quiz¨¢ algo m¨¢s bravo. Entre los periodistas que asisten con regularidad a la conferencia matutina se extiende la cr¨ªtica de que a ella asisten cada vez menos independientes y m¨¢s ac¨®litos. Para el presidente, los medios son ¡°de manipulaci¨®n¡±, con excepciones, algo con lo que no todos est¨¢n de acuerdo. El columnista Sergio Aguayo hace historia: ¡°En la biblioteca del Congreso de Estados Unidos he documentado que en 1920 hab¨ªa en M¨¦xico 550 peri¨®dicos y un 10% agrupados en una organizaci¨®n de editores. Casi todos los medios actuales se fundaron despu¨¦s de la revoluci¨®n de 1910/17 en la que ellos combatieron contra el dictador Porfirio D¨ªaz y contra Victoriano Huerta y se ganaron un lugar en la familia revolucionaria¡±, describe Aguayo.

Aquellas cabeceras jugaron tambi¨¦n un importante papel ante la deriva autoritaria de los presidentes ?lvaro Obreg¨®n y Plutarco El¨ªas Calles. Para Aguayo, los medios resisten tambi¨¦n hoy con una figura particular de M¨¦xico, el columnista cronista, ¡°que aporta informaci¨®n y opina, dando lugar al debate pol¨ªtico¡±. ¡°Yo escribo desde 1971, conozco bien la prensa mexicana y con sus altas y sus bajas puedo decir que s¨ª hay un periodismo independiente actual, que en d¨¦cadas pasadas se mantuvo firme en los Estados¡±, afirma Aguayo. Opina que hay resistencia en la prensa ante un presidente ¡°con indudable vocaci¨®n autoritaria¡±.

Los ataques a la prensa, descarnados a veces, en un pa¨ªs que registra un intolerable n¨²mero de v¨ªctimas mortales entre los reporteros es algo que se le ha se?alado al presidente en ocasiones. Una de las organizaciones que se dedica a documentar este asunto, Art¨ªculo 19, tambi¨¦n ha sido v¨ªctima de las embestidas presidenciales. Su director regional para M¨¦xico y Centroam¨¦rica, Leopoldo Maldonado, destaca la triple funci¨®n de una prensa en democracia: ¡°Buscar, recibir y difundir informaci¨®n e ideas de toda ¨ªndole. Los medios son el veh¨ªculo de escrutinio de lo p¨²blico, algo que no puede hacer cualquier ciudadano¡±, dice. ¡°En toda Am¨¦rica Latina hay l¨ªderes que defienden la interlocuci¨®n directa con el pueblo, su transparencia e identificaci¨®n con el ciudadano sin intermediarios. Eso es falaz y peligroso con las discrepancias, que corren el riesgo de ser rechazadas de la comunidad pol¨ªtica. Algunos de estos l¨ªderes acaban entendi¨¦ndose con medios a los que criticaron antes, pero siguen fustigando a los independientes, incluso a personas en su individualidad¡±, dice. Maldonado explica que no les molestan tanto ¡°los grandes medios que acaparan la informaci¨®n como aquellos, aunque peque?os, que les critican y sacan a la luz los actos de corrupci¨®n¡±.

La casi ausente relaci¨®n de L¨®pez Obrador con la prensa es algo de lo que su sucesora, si finalmente Claudia Sheinbaum ganara las elecciones, tendr¨¢ que diferenciarse, opina Claudia Benassini, investigadora de la Universidad Lasalle y experta en Pr¨¢cticas Digitales. Cree que la exposici¨®n cada ma?ana del presidente ante la prensa es envidiable, ¡°cuando otros han tenido que sustituirle ha sido un fracaso, incluso la conferencia que da la candidata de la oposici¨®n, X¨®chitl G¨¢lvez, cada d¨ªa no es funcional¡±, pero no basta, dice. ¡°A los reporteros hay que dejarles hacer su trabajo, los medios son el canal que pone en contacto a la ciudadan¨ªa con el presidente. La actitud de L¨®pez Obrador solo favorece la reproducci¨®n de notas falsas, desinformaci¨®n y la presencia cada vez mayor de medios digitales que poco tienen que ver con el periodismo. Solo se hacen pasar por reporteros y hablan bien de ¨¦l. Lo que est¨¢ pasando tiene poco que ver con la calidad democr¨¢tica¡±, dice.

Cualquier presidente puede elegir a qui¨¦n darle o no entrevistas, ¡°todos tienen sus medios consentidos, pero el profundo desprecio que L¨®pez Obrador manifiesta por la prensa es un error quiz¨¢ irremediable para su sucesi¨®n¡±, afirma Benassini.

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