La ofensiva de L¨®pez Obrador contra la prensa enciende las alarmas de los organismos internacionales
La nueva estrategia de confrontaci¨®n del presidente despierta cr¨ªticas por una derivada a¨²n m¨¢s sensible: la seguridad de los periodistas en uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos para ejercer el oficio
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El estreno de Las mentiras de la semana, el espacio dedicado por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador para se?alar y exponer noticias y periodistas, ha provocado la salida en tromba de organizaciones internacionales y asociaciones civiles mexicanas advirtiendo de los peligros para la libertad de prensa, la pluralidad medi¨¢tica y un debate p¨²blico cr¨ªtico e informado. Una nueva ofensiva del presidente en su estrategia de confrontaci¨®n y b¨²squeda de enemigos que, al tratarse esta vez de la prensa, ha despertado tambi¨¦n las alarmas por una derivada a¨²n m¨¢s sensible: la seguridad de los periodistas. Los defensores de derechos humanos alertan de las posibles consecuencias que estos ¡°discursos estigmatizantes¡± puedan provocar en uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
El mi¨¦rcoles pasado, 30 de junio, arranc¨® oficialmente el espacio enmarcado en las conferencias matutinas desde el Palacio Nacional. L¨®pez Obrador justific¨® la iniciativa como una respuesta a las noticias que considera falsas, poco contrastadas o que est¨¢n ¡°hechas de mala fe¡±. Y ampli¨® las explicaciones a su terreno favorito, el de la batalla puramente pol¨ªtica, acusando a diversos medios de estar bajo las presiones de poderes econ¨®micos, comparando su quehacer con los tiempos de Hitler, Pinochet y el militar mexicano Huerta.
Por la pasarela de Las mentiras de la semana, una secci¨®n conducida por la periodista Ana Elizabeth Garc¨ªa Vilchis, pasaron desde The New York Times, columnistas nacionales o EL PA?S. Como colof¨®n, el espacio se cerr¨® en tono de burla con la entrega de un premio, el Pinocho de la semana, a un periodista sobre el que se sucedieron los ataques individualizados.
M¨¢s de 20 organizaciones nacionales e internacionales publicaron la semana pasada un comunicado conjunto solicitando abrir v¨ªas de comunicaci¨®n con el Gobierno. Auspiciados por la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos (OACNUDH) y la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), las organizaciones civiles propusieron establecer mesas de di¨¢logo con el Gobierno mexicano. La relatora para M¨¦xico de la CIDH, Esmeralda Arosemena, subray¨® la importancia de evitar la l¨®gica b¨¦lica y brind¨® la asistencia de su organizaci¨®n para incorporar est¨¢ndares internacionales sobre derechos humanos y libertad de expresi¨®n en el marco de las conferencias matutinas con el objetivo de prevenir ¡°la reproducci¨®n de discursos estigmatizantes¡±.
Las conclusiones de las 20 organizaciones quedaron selladas por el relator especial para la libertad de expresi¨®n del CIDH, Pedro Vaca, quien pidi¨® al Gobierno reconsiderar el espacio ante el riesgo de que est¨¦ ¡°afectado a las garant¨ªas para un debate informado y libre del se?alamiento p¨²blico¡±. El debate, a?adi¨®, ¡°no puede trazarse bajo la culpabilidad de reprender y tiene que ser m¨¢s abierto en t¨¦rminos de libertad de expresi¨®n y democracia¡±.
Incremento de la violencia contra la prensa
Desde la delegaci¨®n mexicana de Reporteros Sin Fronteras, una de las organizaciones firmantes, se remiten a las conclusiones del comunicado, pero alertan de que el nuevo espacio del Gobierno ¡°no solo es un atentado a la libertad de expresi¨®n, sino contra las personas de manera directa¡±, apunta Balbina Flores, portavoz de la organizaci¨®n. Seg¨²n su ¨²ltimo informe sobre la clasificaci¨®n mundial de la libertad de prensa, M¨¦xico se sit¨²a en el puesto 143? de 180, registrando el peor lugar el continente para ejercer el periodismo. Mientras que el ¨ªndice de impunidad de asesinatos a comunicadores del Comit¨¦ para la Protecci¨®n de los Periodistas, tambi¨¦n firmantes del comunicado, M¨¦xico ocupa el sexto lugar, solo por detr¨¢s de pa¨ªses en guerra.
El a?o pasado fue el a?o m¨¢s violento para la prensa en M¨¦xico en una d¨¦cada. Al menos 19 periodistas fueron asesinados, mientras que organizaciones como Articulo 19 han denunciado un incremento exponencial de los ataques a la prensa por parte de servidores p¨²blicos y autoridades, trazando una correa de transmisi¨®n con las invectivas presidenciales. ¡°Que sea la cabeza del Estado quien defienda los criterios bajo los cuales la prensa miente o no, adem¨¢s de estigmatizar, promueve la censura previa mediante la inhibici¨®n o amedrentamiento afectando as¨ª a la libertad de expresi¨®n, la pluralidad medi¨¢tica y el derecho a informar y ser informado¡±, apunta su director, Leopoldo Maldonado.
La iniciativa de L¨®pez Obrador recuerda, por las maneras y el tono, a la ofensiva contra la prensa de Rafael Correa. Durante su ¨²ltimo mandato, el expresidente de Ecuador fue concentrando su espacio televisivo semanal, conocido como las sabatinas, cada vez m¨¢s a desmentidos y ataques personales a periodistas, sobre todo columnistas de opini¨®n. Para Jose Miguel Vivanco, director de la divisi¨®n de las Am¨¦ricas de Human Rights Watch (HRW), ¡°la l¨®gica es la misma. Es un abuso de poder que no tiene otro impacto que el de intimidar y restringir la madre de todas las libertades civiles que es la libertad de expresi¨®n¡±.
El director de HRW advierte adem¨¢s de una particularidad mexicana. ¡°Esta medida empobrece la democracia. En una sociedad con unas instituciones judiciales tan precarias y con unos niveles de impunidad tan altos, mayor a¨²n es la importancia de los medios independientes, porque son los que hacen las denuncias, los que cumplen con la tarea de fiscalizaci¨®n, al menos en el debate p¨²blico¡±.
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