El asesinato de cuatro personas en un centro de rehabilitaci¨®n irregular ilumina de nuevo el drama de los anexos en Guanajuato
Un grupo armado entr¨® por la fuerza en el centro, en las afuera de Salamanca, y tirote¨® a los presentes. Los ataques a estos centros se han vuelto habituales en los ¨²ltimos a?os
Un ataque a balazos en un centro de rehabilitaci¨®n irregular de Salamanca, en el Estado de Guanajuato, este lunes, dej¨® cuatro muertos y cinco heridos, seg¨²n ha confirmado el Gobierno local en las primeras horas de este martes. Medios locales alertaron de la agresi¨®n pasadas las 21.00 del lunes. Algunos se?alaron que hombres armados tumbaron el port¨®n de entrada del centro, situado en la las afueras de la ciudad, en la Colonia El Rosario, y arremetieron contra los internos. Se ignora el motivo del ataque. Ni la Fiscal¨ªa local, ni la secretar¨ªa de seguridad estatal han informado del caso.
Tras el ataque, los agresores huyeron en veh¨ªculos. Polic¨ªas municipales y guardias nacionales iniciaron una persecuci¨®n, seg¨²n un comunicado del Gobierno local, dirigido por el morenista C¨¦sar Prieto. ¡°Durante la huida, los presuntos delincuentes de estos hechos arrojaron poncha llantas, evitando que los elementos de seguridad les dieran alcance¡±, sigue el comunicado. En el texto, el Ejecutivo municipal se?ala que el ataque fue en ¡°un aparente anexo¡±, expresi¨®n que permite inferir la irregularidad del espacio, situaci¨®n de cientos de centros de rehabilitaci¨®n parecidos en Guanajuato.
Este ataque ilumina la precariedad y el abandono de este tipo de espacios en el pa¨ªs, conocidos popularmente como anexos. De los 3.000 que hay en todo M¨¦xico, seg¨²n la Comisi¨®n Nacional de Adicciones, solo 400 funcionan de acuerdo a la ley. En Guanajuato, solo 13 de 300 trabajan de manera regular, seg¨²n un informe especial del medio digital Animal Pol¨ªtico. La falta de apoyos econ¨®micos, la discrecionalidad de sus protocolos y estrategias de recuperaci¨®n y una opacidad general de sus actividades han convertido su existencia en un problema. A la vez, es de las pocas soluciones que familias de escasos recursos encuentran para hijos, esposos, nietas, con problemas de adicciones.
No es el primer ataque que un centro de este tipo sufre recientemente. Al contrario. En Guanajuato, los ataques contra anexos se han vuelto habituales. Una b¨²squeda en la hemeroteca da cuenta de al menos una docena en los ¨²ltimos diez a?os, menci¨®n especial para el registrado en Irapuato, en 2020, que dej¨® 28 muertos. Pero ha habido m¨¢s. Hace un a?os, por ejemplo, criminales mataron a cuatro en un centro de Celaya. Entonces, la secretar¨ªa de seguridad inform¨® que las v¨ªctimas eran los administradores del centro. Un a?o antes, tres internos murieron a balazos en el municipio de Cortazar...
La pregunta es por qu¨¦ y la respuesta apunta necesariamente al contexto. Gobernado por Acci¨®n Nacional (PAN), Guanajuato registr¨® el a?o pasado 3.746 asesinatos, seg¨²n cifras del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa. Se trata de la cifra m¨¢s alta de todo el pa¨ªs, aunque es verdad que es la m¨¢s baja en el Estado desde 2018. La lucha sangrienta entre grupos criminales por el control de la venta de droga, principalmente metanfetamina y mariguana, y las disputas por el robo de combustible de los oleoductos que pasan por el Estado ¨CSalamanca es sede de una refiner¨ªa¨C acaban de dibujar la situaci¨®n.
La criminalidad en Guanajuato parece fuera de control, motivo por el que el nuevo Gobierno federal, dirigido por Claudia Sheinbaum, coloca dos de sus ciudades entre sus prioridades, Celaya y Le¨®n, principales polos industriales de la regi¨®n. En Celaya, la tasa de asesinatos supera los 68 por cada 100.000 habitantes, la cuarta m¨¢s alta del pa¨ªs. La ciudad sufre desde hace un par de a?os una guerra despiadada entre criminales y polic¨ªas locales, que ha dejado cantidad de agentes muertos y heridos.
La situaci¨®n en Guanajuato ha generado las cr¨ªticas constantes del Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador estos a?os. Tambi¨¦n ha habido murmullos al interior del PAN. Esta misma semana trascend¨ªa la renuncia del fiscal estatal, Carlos Zamarripa, despu¨¦s de 15 a?os en el cargo. Esto, pese a que la formaci¨®n hab¨ªa logrado mantener la gubernatura en las elecciones de junio, de mano de su candidata y futura gobernadora, Libia Garc¨ªa.