La matanza de Quer¨¦taro fulmina la fantas¨ªa de los Estados santuario en M¨¦xico
El ataque, que el Gobierno atribuye a una disputa entre grupos criminales, tumba una idea cuestionada hace a?os, sobre la supuesta inmunidad de regiones al empuje de la delincuencia
La matanza del bar Cantaritos, el fin de semana, en Quer¨¦taro, ha sorprendido a M¨¦xico, todav¨ªa instalado en una noci¨®n superada, maniquea, la idea de que el crimen no est¨¢ en casa, sino en la del vecino. Quer¨¦taro no aparece en la lista de prioridades en materia de seguridad del Gobierno federal. No hab¨ªa hecho falta. Los muertos, las balaceras, las bombas, la violencia vistosa, eran cosa de Guanajuato y Michoac¨¢n, estados colindantes. Se hablaba del crimen como un virus y de algunas regiones, caso de Quer¨¦taro, como resistentes o inmunizadas. Pero situaciones como la del s¨¢bado, cuando un grupo de sicarios dispar¨® contra todos los asistentes de un bar, dejando diez muertos y otros tantos heridos, tumba el paradigma de los estados santuario.
No es que no haya ocurrido antes. Chiapas es quiz¨¢ uno de los ejemplos m¨¢s recientes. Morena y sus aliados, depositarios de un poder extraordinario a nivel federal y estatal, han defendido muchas veces que en las regiones que ellos controlan, la violencia ha disminuido. En los de la oposici¨®n, en cambio, ha sucedido lo contrario. Guanajuato, Jalisco o Baja California ilustran su argumento. Pero Chiapas, en manos del partido guinda desde 2018, estropea el dibujo. Desde 2021, el crimen batalla con una virulencia pocas veces vista en el Estado, al menos en un esquema en que grupos criminales organizados, aparentemente ajenos a la estructura gubernamental, protagonizan las embestidas. La explicaci¨®n morenista queda corta por simplista, igual que la de las regiones inmunes a la violencia.
¡°Nunca hubo santuarios. Era un fabricaci¨®n de las autoridades, eso de decir que en tal o cual estado no hab¨ªa presencia del crimen¡±, apunta David Saucedo, experto en las din¨¢micas del crimen, principalmente en el centro de M¨¦xico. ¡°La diferencia¡±, se?ala el especialista, ¡°es que si solo hab¨ªa un grupo, no hab¨ªa guerra, pero en cuanto hay m¨¢s de uno, empiezan a disputarse todo¡±, se?ala. ¡°En Chiapas¡±, contin¨²a el experto, ¡°siempre estuvo el Cartel de Sinaloa, en alianza con grupos locales. Con estas alianzas rotas, y la llegada del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG), la violencia aumenta¡±, a?ade. ¡°En Quer¨¦taro, igual, hab¨ªa una pax narca, pero ya no. Y el elemento que cataliza el cambio es el CJNG¡±, zanja.
En realidad, el cambio es m¨¢s profundo y trasciende a unas siglas u otras, a nombres de federaciones criminales y a la presunta verticalidad con la que funcionan. El hecho es que el crimen ha convertido el tejido econ¨®mico-social de ciudades, pueblos y zonas rurales en el objeto de su rapi?a. ¡°Ya no es solo por el narcotr¨¢fico, es por el huachicol, por la obtenci¨®n de contratos p¨²blicos, la extorsi¨®n, un mont¨®n de cosas¡±, dice Carlos Flores, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropolog¨ªa Social, CIESAS. As¨ª, la pelea por cualquier espacio es brutal. Los grupos criminales batallan por rutas de trasiego de drogas o migrantes, pero tambi¨¦n por los mercados por los que pasan esas rutas, por concesiones de transporte p¨²blico, yacimientos mineros, bosques susceptibles de talar...
¡°No se hab¨ªa visto una cosa como la de Quer¨¦taro¡±, sigue Flores, ¡°lo que ocurri¨® muestra la fragilidad en general de la seguridad en cualquier entidad del pa¨ªs, incluso en las que parecen a salvo. Cualquier Estado se puede incendiar de la noche a la ma?ana, caso paradigm¨¢tico de Quer¨¦taro, pero puede pasar en Yucat¨¢n tambi¨¦n¡±, dice, en referencia a uno de los estados que menos violencia registra a?o con a?o. ¡°El hecho de que no hubiera eventos de violencia en Quer¨¦taro no significa que los grupos del crimen organizado no tuvieran intereses all¨ª¡±, zanja.
Este lunes, las autoridades han informado de la detenci¨®n de una persona, presuntamente relacionada con el ataque de Quer¨¦taro, un estado cercano a Ciudad de M¨¦xico, cuya poblaci¨®n ha crecido m¨¢s de un 30% en los ¨²ltimos 15 a?os, seg¨²n el Gobierno federal. A la vez, ha trascendido que los atacantes iban en busca de una persona que estaba la noche del s¨¢bado en el bar, Fernando Gonz¨¢lez N¨²?ez, La Flaca, un hombre de 31 a?os al que fuentes del Gobierno federal identifican como miembro del CJNG en Quer¨¦taro.
Pese a que el Gobierno apunta al ajuste de cuentas, los expertos consultados piden prudencia y que se tomen en cuenta diferentes l¨ªneas de investigaci¨®n. ¡°Hay tres hip¨®tesis¡±, argumenta David Saucedo. ¡±Una, que fuera un tema de derecho de piso. Al fin y al cabo, los sicarios entran y tiran en r¨¢faga, intentando matar a la mayor cantidad de v¨ªctimas posible. Dos, que fuera un tema de venta no controlada de drogas¡±, a?ade. Saucedo se?ala que durante mucho tiempo, un grupo criminal de Guanajuato, el Cartel Santa Rosa de Lima, control¨® la econom¨ªa criminal en el Estado, hasta la irrupci¨®n del CJNG. ¡°Y tres, que fuera un ataque para calentar la plaza¡±.
Carlos Flores a?ade una cuarta hip¨®tesis, complementaria en realidad de las anteriores. ¡°No hace muchos d¨ªas, hubo aseguramientos importantes de coca¨ªna en Sonora¡±, explica. Flores se refiere al decomiso, anunciado el 1 de noviembre, de media tonelada de coca¨ªna, que ven¨ªa oculta en una cami¨®n. La Secretar¨ªa de la Defensa encontr¨® la droga en un control en San Luis R¨ªo Colorado, en el Estado norte?o. El cami¨®n ven¨ªa de Quer¨¦taro. ¡°Pienso que ese aseguramiento debe entenderse como parte del contexto¡±, a?ade el experto.
Saucedo, que conoce bien las din¨¢micas criminales de Guanajuato, vuelve al escenario de la pelea entre grupos. Y se?ala los golpes continuos que ha recibido el Cartel de Santa Rosa de Lima, una peque?a comunidad cercana a Celaya. Dedicado en su origen al robo de combustible, el grupo ha perdido a cabecillas importantes, principalmente Jos¨¦ Antonio Y¨¦pez, alias El Marro. Adem¨¢s, batalla en varios frentes, el mismo Celaya, por ejemplo, su ¨¢rea urbana de expansi¨®n natural, donde libra una guerra a muerte con la polic¨ªa municipal, conformada por viejos agentes federales.
¡°Todo ocurre alrededor de carretera 45-D¡±, dice Saucedo, en referencia a la v¨ªa que une Quer¨¦taro con Celaya, Salamanca y Le¨®n. ¡°Se usa para el env¨ªo de droga desde el sur, con destino a Estados Unidos¡±, a?ade. En tramos de esa carretera y en el ramal que comunica Quer¨¦taro con la capital es habitual, adem¨¢s, encontrar ventas informales de gasolina, obtenida presuntamente al huachicol, esto es, rob¨¢ndola de los ductos de Pemex. ¡°En el mapa, ves que Guanajuato y Quer¨¦taro son vecinos. Y en la frontera est¨¢n los de Santa Rosa de Lima. Como este grupo se ha debilitado, empiezan a pasar c¨¦lulas del CJNG a Quer¨¦taro. El objetivo al final es unir sus ¨¢reas de Guanajuato con las del Estado de M¨¦xico. Es un movimiento estrat¨¦gico¡±, zanja.